Llegué a casa, me descalcé y me puse con el ordenador después de despedirme de Ryuji, en el último tramo no hizo más que comentarme barbaridades graciosas de su equipo de atletismo, aprecié su gesto después de cómo finalicé la conversación.
Me intrigó la reciente historia de Futaba en el palacio pero me daba la sensación que se me escapaba algo o que no nos decía toda la verdad, era como si una neblina cubriera lo que había en realidad. Estiré los dedos, me preparé un café de las múltiples bolsas que mi hermano guardaba en la despensa y me puse a escribir como una loca en el navegador, no dejé rincón sin investigar con el caso de Wakaba. En todos los artículos salía lo mismo, un accidente, un atropello, niña huérfana, investigación perdida. Sabía que debía haber algo más, algo que ocultaban aquellas redes, de pronto caí en la cuenta, el ordenador de mi hermano estaba en la habitación próxima a la mía, seguro que tenía archivos clasificados a los que yo naturalmente no podía llegar.
La pregunta llegaba ahora ¿Era capaz de saltarme el protocolo de seguridad y la promesa que le hice a mi hermano de no husmear en sus casos? Recordé a Futaba en ese momento, en cierto modo me recordaba a mi por ser tan tímida, tan introvertida... Nunca supe porqué la gente consideraba a los introvertidos bichos raros, supongo que era una opinión mutua entre ambas personalidades. Aquellos ojos atrapados y sin ninguna esperanza de seguir viviendo y de encerrarse en su habitación como si de su propia tumba se tratase.
Me levanté y me dirigí al ordenador de mi hermano, lo desbloqueé limpiamente siempre con unos guantes por si quería saber quién había sido el mentecato que había osado tocar su preciado ordenador. Abría los archivos relacionados con ese caso, tenía muy pocos algo que me extrañó bastante, supuse que era un caso el cual ni Goro Akechi podía acceder o no con plenitud. Miré cada fichero, cada carpeta, cada archivo, cada imagen, y algo sospechoso encontré en aquel supuesto accidente, había dos informes los cuales se contradecían entre sí, miraba uno y miraba el otro pero ninguno de ellos parecía ponerse de acuerdo en el punto clave:
El primero decía que se tiró por la presión que conllevaba la investigación que dirigía pero eso me llevaba a pensar ¿Quién se tiraría delante de su propia hija a las fauces de la muerte teniendo en cuenta lo que nos comentó Sojiro?
El segundo decía que colapsó y que perdió el conocimiento, algo que no me extrañaría después de haber descubierto el poder que conllevaba entrar en el Metaverso.
Aquello que me olía a chamusquina resultó que estaba en lo cierto, sin más dilación me dediqué a buscar información sobre la madre de Futaba. Husmeando encontré poca sustancia, por más que intentaba hallar algo nuevo la carpeta estaba vacía y sin información, llegué a la conclusión de que estaba en un callejón sin salida, era punto muerto y tenía que reconocerlo, aquella investigación había sido robada y además borrada del mapa... como mis recuerdos. Llegué a pensar si estaban relacionadas ambas cosas pero me lo quité de la cabeza, no tengo certeza de lo que se basaban mis recuerdos.
Con un suspiro apagué el ordenador, lo dejé tal y como me lo encontré, cerrado y lleno de polvo. Me dirigí a mi dormitorio, miré el reloj: Las cinco de la mañana y supuestamente me levantaba en una hora y media. Me reí de forma amarga, habíamos quedado a las nueve de la mañana así que creía que mi fatiga aparecería como no aprovechara hasta el último minuto.
Sin deshacer la cama me tumbé encima y me dormí.
No sabía ni cómo ni cuándo pero puntual llegué a LeBlanc, el jefe me dijo que todos estaban arriba hablando de sus cosas, con una sonrisa le agradecí y subí por las escaleras. Pensaba que podía echar una cabezadita en la cama de Ren pero estaban Yusuke y Morgana hablando de sus cosas. Makoto me recibió con una sonrisa.
-¡_____! Puedes sentarte aquí, al parecer Yusuke se ha quedado en vela toda la noche pintando cuadros. -La presidenta estaba en aquel sofá, tan correcta como siempre mientras yo estaba muerta de sueño por dentro. -Faltan Ryuji y Ann, puedes recuperar las horas de sueño si quieres. -Abrí los ojos como platos. -_____... Te conozco, y sé qué noches te has quedado en vela investigando cosas. -Me quedé muda, no dije nada, me senté a su lado y apoyé mi cabeza en su hombro. Pareció divertirle la situación, escuché una carcajada de su parte, pero no le di importancia.
Llegó Ann, se disculpó con todos por llegar tarde, bajó el tono cuando me vio dormir y ver a Makoto haciendo gestos a Ann para que bajara la voz.
-¿Mala noche? -Quiso saber la rubia. Makoto negó.
-Siempre está así cuando investiga por una noche entera.
-¿Y qué ha investigado?
-No lo sabemos. -Respondió Ren que estaba apoyado en la pared. De pronto un estruendo se formó en la puerta principal cuando Ryuji entró. Me desperté de inmediato con ojeras, un poco frustrada me estiré para prestar atención a las indicaciones del líder.
-¿Estás bien _____? -Preguntó Morgana.
-¿Te pasa algo? -Continuó Ryuji mientras me miraba, daba la casualidad que nos sentamos juntos, de pronto desperté como si de un interruptor fuese.
-¡Estoy bien! -Respondí alto y fuerte, otra vez volvía a tener la costumbre de responder como un soldado... Ryuji rió y los demás parecía que les había sonsacado una sonrisa.
Tardamos cinco minutos en organizarnos y dirigirnos al palacio de Futaba, con la puerta abierta de par en par pudimos acceder a aquel lugar llena de plataformas que conducían a una sala oscura y con un sarcófago dentro. Todo iba a la perfección cuando una esfinge gigante que parecía tener la cabeza de la madre de Futaba rompió el techo dejándonos expuestos ante aquel sol ardiente.
-¿¡Qué narices!? -Se asustó Skull.
En la primera que pensé era Makoto quién se quedó inmóvil mirando aquella bestia. Llevaba muy mal las historias de terror y ver a "eso" no era una excepción. Me di cuenta que aquella esfinge iba directamente hacia ella.
-¡Queen! -Grité. Gracias a nuestro líder se pudo salvar.
-¡Oye, agáchate! -Me gritó Skull quien me obligó a agacharme tumbándose encima mío. -¡¿Alguien me explica que narices es esa cosa?!
-¡Es la visión distorsionada de la madre de Futaba! -Grité para que todos me escucharan. Reconocía aquel rostro a la perfección, me había hartado de él aquella misma noche de tantas imágenes repetidas de ella.
Estábamos delante de un enemigo que no podíamos alcanzar, por muchos ataques que nuestras personas lanzaban, las probabilidades de ganar estaban disminuyendo y Joker parecía pensar en alguna solución factible, sin resultado. De pronto escuchamos unos pasos detrás de nosotros y una fina voz nos preguntó:
-¿Qué es todo ésto? -Preguntaba Futaba que no cabía en su gozo. De pronto vio a aquella criatura parecida a su madre y los malos recuerdos que tenía florecieron, quiso hacerse una bola y aislarse del mundo, unas voces que parecían ser sus recuerdos le decían que todo era su culpa y que ya no se podía dar marcha atrás. Escuchamos a Futaba disculparse una y otra vez, como si la única manera de complacer a aquellas voces era por medio de miles de millones de disculpas.
-¿Por qué te disculpas? -Dije seria mientras caminaba hacia ella, mi capa de plumas parecían unas alas que la protegían, parecía darle confianza a la chica o al menos eso era lo que me gustaba pensar.
-¡Phoenix! -Me llamó la atención Ann que no estaba de acuerdo con el trato que le había dado a Futaba.
-Lo siento, pero no puedo quedarme quieta sabiendo lo que le ocurrió a su madre. -Apareció de pronto la sombra de Futaba, estaba calmada observando a su otro yo desde cierta distancia.
-Escucha lo que te dicen Futaba Sakura ¿A caso tu madre se suicidó por tu culpa? ¿A caso tu madre no te quería? Recuerda Futaba, recuerda bien lo que pasó ese día y deja de nublarte la vista.
-Futaba... tu madre fue asesinada. -Había hecho un click su cerebro cuando le comenté aquello, mis compañeros me miraban sorprendidos a pesar de que se olían algo raro en la muerte de Wakaba, decirlo y escucharlo por una fuente fiable hizo que sus sospechas se confirmaran.
A Futaba le entró vértigo nada más escucharlo, probablemente estuvo horas pensando en los acontecimientos y en la verdad que realmente se le presentaba, en vez de entrar en pánico ocurrió algo mejor: despertó la persona que llevaba dentro.
Al principio pensábamos que era un enemigo más, una nave extraterrestre que se llevaba a la pequeña, pero cambió cuando nos dijo que estaba sana y salva dentro de la nave. Ryuji no paraba de alucinar ese día. Finalmente Joker se puso serio y dirigió al grupo con ayuda de Futaba que nos proporcionó una ballesta para poder bajar del cielo a Wakaba.
Justo como planeó Futaba y gracias a la técnicas de todos, pudimos devolver la verdadera forma de la madre de Futaba, sin embargo, tan pronto había calma como tan pronto había tempestad, la pirámide comenzaba a temblar y encima Futaba que recientemente se había reconciliado con su madre cognitiva se había ido de allí.
-No solo ha entrado en su propio palacio sino que ha usado una persona en él. - indicó Mona.- Futaba es el tesoro y si se va ella nosotros...- No terminó la frase, temblaba el suelo de manera abrupta pero Panther reaccionó rápido, cogió a Mona por el cabezón, lo lanzó por los aires mientras descendíamos rápidamente los escalones de la pirámide para que se transformara en furgoneta y nos sacara de allí lo antes posible.
Aterrizamos en la puerta de la casa del jefe. Tanto Makoto como Ren subieron a la habitación de Futaba donde dormía plácidamente y no despertaba, Ren decidió llamar a Takemi, una doctora con pinta gótica para hacerle una revisión, según dijo no tenía mucho aguante físico ni estamina,es por ello que al haber desarrollado una actividad muy fuerte, su cuerpo, al no estar acostumbrado, estaba descansando más de lo usual. Cuando se fue la doctora se tomó la decisión de decírselo a Sojiro, Makoto y Ren se encargaron de hacerlo, nos prometieron mandar noticias en cuanto supieran algo ... a la tarde nos dijeron que estaba bien, que Futaba solo necesitaba descansar.
Esperamos varios días, la incertidumbre nos mataba por dentro a pesar de quedar con Makoto y Ann, y buscar pistas sobre mi pasado, me quedaba intranquila en cierto modo. Un día de esos el líder nos convocó en Leblanc para ir a Mementos, al parecer había muchas personas que necesitaban urgentemente un cambio de corazón, además querían enseñarme cómo era ese mundo llamado Mementos.
Cuando entramos a aquel metro sin vida y tétrico me recorrieron unos escalofríos por la espalda, Ann posó su mano en mi hombro para darme apoyo y Makoto me dedicaba palabras reconfortantes diciéndome que estábamos cubriéndonos las espaldas los unos a los otros. Morgana se transformó en aquella característica furgoneta negra a la cual subimos todos.
-¡Yo al lado de _____! -Gritó Panther. -Sus alas son tan suaves.
-Son hombreras... -corregí. Al final me tocó en la ventanilla al lado de Panther que estaba en el centro. De piloto estaba Joker y Skull de copiloto. Queen estaba atrás con Fox. El exterior no era nada del otro mundo, era deprimente y cada vez que bajábamos más sombras aparecían. Me explicaron la idea general de Mementos además de conversar de cosas triviales que habían hecho durante toda esta semana de vacaciones.
-¿Y _____? ¿Qué has hecho tú éstos días? -Preguntó Panther simpática como siempre. Me vino a la cabeza la investigación sobre mi pasado y me tensé.
-Yo estaba..., en fin... -Se me trababan las palabras, creo que ya iba siendo hora de contarles la verdad.
-Ahora que estamos todos... -Habló Skull que miraba al frente mientras se llevaba su mano a la nuca. -Creo que es hora de decirlo.
-¿Es algo malo _____-chan? -Se preocupó Panther. Negué con la cabeza.
-He estado investigando sobre mi vida antes de los diez años, os acordáis que en mi palacio había como una especie de lago negro donde salían miles de sombras... Eso es un borrón en mi vida desde los tres a los diez años.
-¿Cómo que un borrón? -Quiso saber Fox.
-Me borraron la memoria durante ese periodo, no sé qué fue lo que viví, ni lo que vi y quiero saber qué pasó. El único recuerdo que tengo son unas cicatrices en el torso de las cuales no me siento orgullosa de exhibir. -Susurré esto último.
-¿Y tienes alguna pista? -Habló el gato-furgoneta.
-No... Es como si se hubiese desvanecido todo lo que viví aquellos días. -Agacharon la cabeza como intentando pensar en alguna idea. -Sin embargo, creo que Futaba puede ayudarme. Sus conocimientos sobre internet y hackear me pueden resultar de mucha ayuda para mi investigación. -Aseguré.
-Entonces hay solución. -Respondió Joker positivo levantando el ánimo del grupo.
-¿Y qué es lo que puede hallar Futaba? -Indagó Queen.
-Es un nombre. -Confesé. En aquel momento Skull se giró para prestar atención. -Sho Minazuki, es lo único que he podido recordar...
-Puedo preguntar en mi escuela si te viene bien. -Habló Fox.
-Revisaré el registro de alumnos para ver si el apellido coincide con algún alumno de anteriores cursos. -Se ofreció Queen.
-Preguntaré en los equipos de atletismo por si ha sido reconocido. -Sonrió Skull mientras me miraba.
-Puedo preguntar por la agencia de modelaje. Hay mucha gente que conoce personas de buen lustre. -Sonreí ante aquel comentario de Panther.
-Me encargaré de preguntar a mis conocidos. -Se ofreció Joker que giraba una curva con suma delicadeza.
-Yo también investigaré por mi parte _____ -Me llamó Mona. -Quiero decir, Phoenix.
Me reconfortó tener tanta ayuda por parte de mis compañeros, estaba muy feliz.
-Gracias chicos. -Respondí.