◦✤✤✤◦
C038 - Zhen quiere hablar con el Ministro Zhao durante toda la noche
◦ ◦ ◦
Después de que Luo Bai se fue, Xiang Han no tenía ganas de pensar sobre su comida o té. Constantemente sentía que sus comidas ya no eran deliciosas y no podían compararse con las que preparó Luo Bai.
Gran A acababa de terminar un paquete de nutrientes y no pudo evitar escupirle: ―Los que viven en la dicha no conocen sus propias bendiciones.
Zhao Ze también era muy infeliz. Simplemente no podía entender cómo los sentimientos del Pequeño Emperador por Luo Bai se habían vuelto tan profundos.
Durante la clase de la tarde, él enseñó sutilmente una lección sobre cómo un monarca debe poner al país por delante de sí mismo y no deberían meditar sobre asuntos personales. Aún más, no pueden simplemente amar a una sola persona, tienen que compartir la lluvia y el rocío...
Ah, ¿por qué dijo eso? Zhao Ze dejó bruscamente su libro y quiso golpearse la cabeza.
Xiang Han tenía cara de sorpresa y se volvió para mirarlo de manera extraña: ―Ministro Zhao, la verdad es que Zhen también quiere compartir la lluvia y el rocío, pero el harem está vacío, ah.
Zhao Ze se congeló. Su primer pensamiento fue que el Pequeño Emperador quería encontrar un candidato a la emperatriz. Esto no fue algo malo, pero...
Su corazón inexplicablemente se sintió sombrío y preguntó: ―Su Majestad, ¿qué noble ha llamado su atención?
Xiang Han se sorprendió por un momento y rápidamente agitó las manos, ―El Ministro Zhao ha entendido mal. Zhen solo hace un comentario pasajero.
Zhao Ze dio un suspiro de alivio, pero al mismo tiempo, se sintió incómodo. Por la actitud del Pequeño Emperador, probablemente no había superado a Luo Bai.
¿Por qué cuando se trataba de él, el Pequeño Emperador era tan directo y descuidado? Sin embargo, cuando se trataba de Luo Bai, ¿no podía olvidar lo último?
Zhao Ze estaba extremadamente deprimido y frustrado. Cuando le gustaba al Pequeño Emperador, no podía esperar para huir. Ahora que el Pequeño Emperador estaba suspirando por alguien más, parecía sentirse... extremadamente insoportable.
Esta vez, Zhao Ze no pudo contenerse y se golpeó la cabeza. Después de que terminó, se dio cuenta de que el Pequeño Emperador estaba encorvado sobre la mesa con una expresión de preocupación.
Para ayudar al Pequeño Emperador a olvidar a Luo Bai, Zhao Ze sugirió organizar una cacería. En primer lugar, ayudaría a distraerlo de sus problemas y, en segundo lugar, era hora de que el Pequeño Emperador mostrara lo que había aprendido de este medio año de entrenamiento de tiro con arco.
Xiang Han nunca antes había participado en tal evento y estaba emocionado. No perdió tiempo en aprobarlo.
Al llegar al campo de caza, Xiang Han echó un vistazo y descubrió a algunos de los nobles que lo habían estado hablando mal en el restaurante. No se había olvidado de estas personas incluso después de tanto tiempo.
Mirando sus apariciones ansiosas y emocionadas, Xiang Han se burló. En secreto ordenó a sus guardias personales: ―Cuida de esos pocos muchachos. Más adelante, no les des la oportunidad de cazar ni un solo conejo.
En este momento, Zhao Ze vestido con un atuendo de caza se acercó con una larga espada colgando a su lado. Al notar la mirada del Pequeño Emperador fija en el grupo de jóvenes, una luz oscura brilló en sus ojos y avanzó para pararse en su línea de visión. Hizo una reverencia, ―Su Majestad, los preparativos están completos. Podemos comenzar.
Xiang Han lo vio y sus ojos no pudieron evitar iluminarse. Zhao Ze en su atuendo de caza era realmente apuesto. Con una armadura oscura, resaltaba sus cinco rasgos aún más, definiendo los contornos profundos de su rostro. En este momento, la elegancia de sus delgados labios y ojos oscuros fueron reemplazados por una fuerza oculta y orgullo.
Xiang Han no pudo evitar sentirse asombrado.
Zhao Ze vio su expresión deslumbrada y su corazón inexplicablemente se disparó. Las comisuras de sus labios se elevaron cuando preguntó: ―¿Su Majestad?
Xiang Han recuperó rápidamente sus sentidos y dio órdenes.
El arresto domiciliario del Príncipe Liang se levantó hace unos días, por lo que estuvo aquí para acompañarlos. Pero con la excusa de la incomodidad corporal, abandonó la cacería y prefirió observar.
Por el momento, él estaba parado frente al campamento. Una oleada de celos ardió en su corazón mientras veía al Pequeño Emperador, antes delgado y débil, montar valientemente su caballo con una expresión llena de confianza.
Érase una vez, solo había estado a un paso de esta honorable posición. Cuando era el príncipe heredero, Song Han simplemente había sido un príncipe desfavorecido. ¿Qué derechos tenía para arrebatar todo lo que le pertenecía?
Hasta ahora, el Príncipe Liang aún no podía creer la verdad de su nacimiento. Obstinadamente creía que fueron los tres ministros quienes fabricaron la voluntad del emperador. En aras del poder, los tres lo habían obligado a abdicar.
Debería haber sido el verdadero emperador.
Xiang Han se sentó sobre su caballo y recibió el arco que un guardia le entregó. De repente sintió un escalofrío en la espalda y miró hacia atrás.
Inesperadamente, el Príncipe Liang no rehuyó y, en cambio, se encontró con su mirada fija. Su expresión parpadeó, pero rápidamente volvió a ser cortés.
Xiang Han se congeló por un momento antes de girar su caballo y caminar hacia el Príncipe Liang para mostrar su preocupación. Expresó calurosamente: ―Dado que el Hermano Imperial no se siente bien, más tarde, sea lo que sea lo que Zhen atrapó, el Hermano Imperial puede elegir algo para traer de vuelta. No hay necesidad de ser cortés.
Los ministros de los alrededores estaban llenos de admiración, alabando al emperador por sus profundos sentimientos y respeto por el Príncipe Liang.
En el exterior, el Príncipe Liang estaba extremadamente agradecido y le agradeció su amabilidad. Sin embargo, estaba mortalmente furioso por dentro, no quería nada más que destrozar la cara sonriente del Pequeño Emperador.
Después de asquear al Príncipe Liang, Xiang Han felizmente montó su caballo de regreso al campo de caza. Mientras esperaba que el resto de la gente se dispersara, se acercó a Zhao Ze y habló en voz baja: ―Ministro Zhao, antes, el Príncipe Liang miraba tanto la espalda de Zhen que Zhen podía sentir su piel arrastrándose. No podría tener la intención de hacer uso de este evento para causar problemas, ¿verdad?
Zhao Ze se volvió hacia un lado y respondió: ―Respondiendo a Su Majestad, el Príncipe Liang no se ha movido recientemente. Es cierto que había planeado algo anteriormente, sin embargo, parecía haber renunciado después. Tal vez sea porque la guardia de la caza de otoño es demasiado fuerte y sería demasiado fácil resbalar. El Príncipe Liang es una persona cuidadosa, definitivamente no se expondrá.
―¿Cómo sabes que no se ha movido recientemente? ―Xiang Han frunció el ceño con tristeza y dijo: ―Recientemente, Zhen escuchó a muchas personas en Chang 'An discutiendo el asunto de Zhen enviando al Ministro Luo por mérito y dijo que era un desperdicio de recursos.
Zhao Ze también frunció el ceño. Ya había arrestado a esas personas que estaban difundiendo rumores e interrogándolos, entonces, ¿cómo sabía el Pequeño Emperador de esto?
―Su arresto domiciliario acaba de ser retirado y Zhen ya está siendo regañado por civiles. Parece que es mejor para él seguir permaneciendo en su mansión por el momento ―, concluyó Xiang Han.
Zhao Ze murmuró para sí mismo: ―¿Su Majestad está pensando en...?
―Incluso si no se mueve durante la cacería de otoño, podemos ayudarlo ―, dijo Xiang Han malvadamente.
La palabra 'podemos' agradó mucho a Zhao Ze. Si fuera otro momento, definitivamente no habría estado de acuerdo. Pero mirando la cara de emoción del Pequeño Emperador, apenas lo pensó antes de levantar las cejas y decir: ―Está bien.
Originalmente, la Cacería de Otoño debería haber durado hasta medio mes. Pero después de jugar durante unos días, Xiang Han reprendió a un par de eruditos que no habían cazado nada por sus pobres habilidades de tiro con arco y luego se prepararon para regresar.
Por lo tanto, no pasó mucho tiempo antes de que Xiang Han se encontrara con un asesino. Zhao Ze lo recogió inmediatamente como una princesa y se apresuró a regresar al palacio.
Para cuando el doctor tembloroso entró en el palacio y se fue con falsa preocupación, Xiang Han ya había abierto los ojos y frunció el ceño a Zhao Ze, cuyo rostro estaba pálido de genuina preocupación.
Habían acordado actuar, y de acuerdo con el plan original, debería haber sido un guardia quien lo trajo de vuelta. Entonces, ¿por qué Zhao Ze se aterrorizó de repente e insistió en traerlo de vuelta personalmente?
―Ministro Zhao, Zhen siente que su condición anterior no era del todo correcta. ¿Pasó algo? ―No pudo evitar preguntar.
Zhao Ze se congeló brevemente antes de sacudir la cabeza, ―Nada.
Aunque sabía que era simplemente un acto, en el momento en que vio al Pequeño Emperador siendo 'disparado', no pudo evitar que su corazón se volviera loco. Al final, incluso llevó a la otra persona de regreso antes de darse cuenta.
―Ah. ―Xiang Han instantáneamente dejó escapar un suspiro. Había pensado que la obra se había convertido de repente en realidad.
Después de que le dispararon al Pequeño Emperador, la Cacería de Otoño llegó a su fin y el Carro Imperial regresó al palacio esa noche. El Príncipe Liang se volvió hacia el emperador detrás de la cortina y sintió una sensación de inquietud.
Después de regresar al palacio, el Pequeño Emperador abruptamente 'cayó en coma'.
Cuando los guardias imperiales asaltaron su mansión, el Príncipe Liang no se sorprendió. Originalmente había planeado tomar medidas durante la Cacería de Otoño, pero después de una cuidadosa consideración, sintió que no era el momento oportuno y decidió esperar. Después de todo, todavía tenía que comprender completamente el poder del Ejército del Noroeste en sus manos y estaba el hecho de que Zhao Bing Zhang todavía estaba vivo.
Sin embargo, había sido descuidado al retirarse y era difícil no dejar evidencia atrás. El Pequeño Emperador debe haber notado algo y, por lo tanto, pudo vencerlo en su propio juego.
El Príncipe Liang no estaba dispuesto a aceptar esto, pero se calmó rápidamente. Se había retirado a tiempo y, por lo tanto, incluso si lo descubrían, no habría ninguna evidencia incriminatoria. Por lo tanto, además de solicitar ver a Xiang Han, se negó a decir nada.
Los guardias imperiales solo podían rodear su mansión, sin permitir el paso de una sola persona.
Otros no podían tratar con el Príncipe Liang, pero Zhao Ze era diferente. Estaba claro que el Príncipe Liang no era realmente un candidato para el trono debido a su línea de sangre y después de saber que la otra persona se atrevió a dañar al emperador, inmediatamente emitió una orden para que lo arrojaran a la Tumba Real. Era el ministro más confiable del emperador, cuando surge la necesidad, podía emitir un decreto en su lugar.
Mientras tanto, Xiang Han estaba en cuclillas en el palacio y comía unos pies de pollo. Después de enterarse de este asunto, arrojó las patas de pollo en su mano a un lado y se quedó sin fuerzas en la cama del dragón con los ojos muy abiertos.
Cuando el Maestro Zhao vino y vio su tez pálida, sus lágrimas comenzaron a caer. Se arrodilló junto a la cama del dragón y sollozó: ―Este viejo ministro le ha fallado al difunto emperador, ah...
Xiang Han levantó débilmente sus garras y al ver que aún quedaba aceite, no pudo preocuparse por su misofobia y se acurrucó en su cama. Jadeando, dijo: ―M-Maestro, Zhen escuchó eso... tos, tos, escuchó que el Hermano Imperial...
El Maestro Zhao rápidamente avanzó para consolarlo, ―No se preocupe, Su Majestad. El Príncipe Liang es grosero y malvado, tramando contra Su Majestad. Pero con este viejo ministro aquí, pronto terminarán los días difíciles.
Xiang Han sacudió la cabeza con mucho esfuerzo y dijo con cansancio: ―Maestro, Hermano Imperial y Zhen... somos hermanos después de todo. Es demasiado difícil vigilar la Tumba Real. S-Solo restringe la mansión del Príncipe Liang.
La Tumba Real estaba en lo alto de una montaña alta y bastante lejos. Si arrojaran al Príncipe Liang allí, nadie sabría cuándo escapó. Era mejor mantenerlo cerca, donde pudieran verlo.
El Maestro Zhao vio los ojos húmedos del Pequeño Emperador llenos de desilusión por su hermano y no pudo evitar suspirar en su corazón. El emperador era simplemente demasiado amable.
Al ver a Xiang Han buscando tontamente al Príncipe Liang, realmente deseaba poder decirle a la otra persona que el Príncipe Liang no era su hermano biológico. Pero recordando el edicto del difunto emperador, aun así decidió rendirse.
Restringiendo al Príncipe Liang una vez más, Zhao Ze finalmente puede considerarse que se ha ido completamente al lado del Pequeño Emperador. Después de todo, la cuestión de incriminar a alguien más era completamente suya e incluso cuando el Pequeño Emperador pretendía estar en coma, él había sido el que ayudó a encubrirse.
Viendo a su padre partir, Zhao Ze suspiró profundamente. Si esto fuera un año antes, nunca habría hecho algo como enmarcar a alguien sin importar qué. Si el Maestro Zhao supiera que ha hecho algo como esto, definitivamente diría que todas las sagradas escrituras que Zhao Ze había leído se habían metido en el estómago de un perro.
Después de que Xiang Han 'despertó', no tardó mucho en recuperar su vitalidad y saltar. Sin la obstrucción del Príncipe Liang, finalmente podría resolver el desastre en el Ejército del Noroeste. Para ser justos, no necesitaba hacer mucho, ya que era principalmente el trabajo de Zhao Ze.
Al final, su misión era ayudar a Zhao Ze a convertirse en un destacado ministro. Por lo tanto, no debe sobrepasar sus límites e interferir demasiado.
Zhao Ze usó el título de inspector militar para unirse al ejército del Noroeste y medio año después, el líder del ejército del Noroeste murió de una enfermedad. Xiang Han no dio ninguna nueva orden, permitiendo directamente a Zhao Ze asumir temporalmente las tareas como comandante.
Zhao Ze era competente tanto en artes como en combate. En la historia original, después de unirse al lado del Príncipe Liang, asumió el cargo de comandante del Ejército del Noroeste y se convirtió en una de las mayores fuerzas del Príncipe Liang. El Ejército del Noroeste de hoy tenía a Wang Jun y, por lo tanto, Xiang Han solo podía patearlo al Suroeste.
Dos años después, Zhao Ze calmó con éxito el suroeste y regresó triunfante. Xiang Han personalmente esperó recibirlos fuera de la puerta de la ciudad.
Con una armadura brillante, Zhao Ze condujo su caballo cerca de las puertas de la ciudad sin prisas. Después de dos años de no verse, su comportamiento había ganado firmeza en comparación con antes y también se había vuelto mucho más bronceador, pero seguía tan apuesto como siempre.
Al pasar por las puertas de la ciudad, de repente levantó la cabeza y miró hacia la figura familiar que había crecido. Una sonrisa estalló en su rostro pero su mirada era complicada.
Xiang Han estaba parado sobre la pared y casualmente, miró hacia abajo. Cuando sus miradas chocaron, su corazón inexplicablemente saltó.
Xiang Han quedó atónito, pero luego pensó, esta es la ruta de un gobernante capaz. Al ver a una persona querida regresar triunfante, es normal estar emocionado.
No tardó mucho en bajar y recibir la arrodillada de Zhao Ze. Luego, arrastrándolo para unirse al carruaje del emperador, los dos regresaron al palacio.
Los ministros que vieron esta escena no pudieron evitar sorprenderse.
El Ministro Zhao había estabilizado el suroeste, obteniendo un gran crédito y ejercía el ejército en su mando. Fácilmente podría despertar las sospechas del emperador y, probablemente habiendo considerado este asunto, el Ministro Zhao había renunciado por completo a este poder hace medio mes, eligiendo retirarse de regreso a casa.
Pero podría considerarse que las acciones del emperador de antes le dieron mucha cara al Ministro Zhao. Simplemente no sabían... si iba a recibir una paliza o una ejecución.
Los restos restantes discutieron en silencio entre ellos, pero no sabían que en el carruaje, era Zhao Ze quien estaba agarrando las manos del Pequeño Emperador. Su ardiente mirada miró directamente a la otra persona, deseando poder empujar a esta última en sus brazos.
Después de dejar Chang 'An, lo más insoportable era no poder ver al Pequeño Emperador. La gente del norte era mucho más abierta y, a lo largo de los años, tuvo muchos hermanos y gradualmente entendió sus sentimientos por el Pequeño Emperador. En este momento, mirando a la persona que había estado pensando durante incontables días y noches, ¿cómo podría no estar emocionado?
La mano que estaba agarrada estaba adolorida, lo que provocó que Xiang Han luchara por un tiempo pero no pudo liberarse. Solo sintió que la palma de Zhao Ze estaba cada vez más caliente y no pudo contener su sorpresa cuando preguntó: ―¿Ministro Zhao?
Al escuchar la llamada familiar, Zhao Ze finalmente recuperó el sentido. Su agarre se hizo aún más fuerte, pero su voz estaba llena de inmensa gentileza, ―Aquí.
Xiang Han se estremeció y levantó con cuidado sus garras de dragón, diciendo torpemente: ―Ministro Zhao, las manos de Zhen están a punto de romperse.
En una fracción de segundo, Zhao Ze parecía haber sido electrocutado y soltó su mano abruptamente. Sus ojos brillaron de dolor cuando finalmente recordó su propia identidad y la diferencia entre un Monarca y su séquito.
Desde el momento en que se dio cuenta de sus sentimientos por el Pequeño Emperador, el asunto de sus identidades había sido como un par de grilletes, prohibiéndole incluso pensar en sobrepasar los límites. Las palabras que le dijo al Pequeño Emperador antes ahora eran como una gran bofetada en la cara, llena de burlas.
Le enseñó al Pequeño Emperador a no ser gay, a no favorecer a esos sirvientes de lengua simplista. Pero al final, se había enamorado del Pequeño Emperador.
El calor en los ojos de Zhao Ze se enfrió abruptamente y se calmó, incluso poniendo una distancia perfecta entre él y el Pequeño Emperador.
Xiang Han estaba lleno de dudas pero no pensó demasiado.
Después de regresar al palacio, Xiang Han primero otorgó recompensas al ejército victorioso y luego anunció que organizaría una fiesta para todos ellos.
Bajo la tutela del Maestro Zhao, Xiang Han ahora estaba familiarizado con los asuntos de la corte. Según la información de Wang Jun, había usado la excusa de su derrota para organizar que la mayoría de los líderes del Ejército del Noroeste bajo el Príncipe Liang fueran cambiados. Además, el Maestro Zhao había entregado su autoridad de manera oportuna, permitiendo a Xiang Han ejercer un inmenso poder.
Dentro de este período de tiempo, también se completó el diccionario. El Maestro Zhao no escatimó esfuerzos para anunciar que era producto del cuidado de Su Majestad por los eruditos y, hace dos años, también había mejorado con éxito el sistema de riego con la ayuda del sistema, brindando enormes beneficios a los agricultores.
Por lo tanto, no importa si fueran eruditos o civiles, ambos apoyaron a Xiang Han. El Príncipe Liang se había estado escondiendo en la oscuridad y esperando su momento en los dos años. No solo no fue capaz de llevar a Xiang Han al camino de un gobernante incapaz, sino que incluso tuvo que mirar impotente mientras su fama crecía por todas partes.
La fiesta solo comenzó por la noche y, por lo tanto, Zhao Ze usó el tiempo libre que tenía antes de eso para regresar a casa. Rápidamente se enteró de muchas cosas que Xiang Han había hecho en los últimos dos años.
Después de escuchar el informe de su confidente, se llenó de tristeza y decepción. Su Pequeño Emperador había crecido, ya no lo necesitaba a cada paso.
Lo único reconfortante era que el Pequeño Emperador aún no había seleccionado una esposa adecuada durante este período de tiempo y que aún no había una concubina masculina a su lado.
Por la noche, regresó al banquete y después de ver tantos bailarines encantadores, se bebió una copa de vino con dureza, pensando amargamente, ¿por qué el emperador no ha mantenido a nadie a su lado durante todos estos años? ¿No había nadie que le gustara, o sigue suspirando por Luo Bai?
Xiang Han vio a Zhao Ze mirando a las mujeres bailarinas y frunció los labios en silencio, escupiendo secretamente en su corazón, solo se fue por dos años y medio y ahora mirar a las mujeres puede incluso hacer que sus ojos se abran mucho. Que inculto.
Él también se bebió una copa de vino con tristeza. Levantando la cabeza, vio que la otra persona seguía observando y no pudo evitar rechinar los dientes. Nunca pensó que el Zhao Ze de este mundo sería tan filántropo. Afortunadamente, había elegido recorrer este camino de un emperador y su ministro.
Sin embargo, algo que merecía celebración de alguna manera hizo que el corazón de Xiang Han se inquietara.
Debe haber bebido demasiado y en secreto se preguntó si de alguna manera había mezclado su corazón y su estómago.
Pensando en esto, bebió unas copas más hasta que sintió que le dolía el estómago. Luego, entrecerró los ojos en dirección a Zhao Ze.
Casualmente, Zhao Ze también se volvió para mirarlo y las dos personas quedaron atónitas. Xiang Han fue el primero en moverse, su voz llena de un toque de intoxicación: ―Ministro Zhao, venga conmigo. Zhen tiene curiosidad sobre... algunos asuntos en el suroeste. Cuéntale a Zhen sobre eso.
Zhao Ze podía decir que estaba borracho. Por derecho, debería haber llamado a sirvientes para ayudar al emperador a regresar a sus habitaciones, pero en este momento, el Pequeño Emperador estaba borracho y mareado hasta el punto en que dos sonrojos rojos habían llenado sus mejillas. Su mirada estaba dispersa, tal como una novia joven miraría a su esposo, dejándolo completamente perplejo por las palabras.
Al acercarse al Pequeño Emperador, se inclinó y habló junto a sus oídos: ―Su Majestad está borracho. Este ministro te acompañará de regreso a descansar, ¿de acuerdo?
Xiang Han miró inexpresivamente el par de ojos profundos y asintió inexplicablemente, ―Está bien. Ministro Zhao, ayude a Zhen a regresar. Esta noche, Zhen quiere tener una larga conversación contigo.
Los ojos de Zhao Ze se oscurecieron momentáneamente y ayudaron al Pequeño Emperador a levantarse con sus propios motivos. Evitando la mano extendida de un eunuco, cargó a medias a la otra persona y se fue.
Después de que el emperador se fue, la multitud se relajó gradualmente y la celebración se volvió más desenfrenada.
En cuanto a Zhao Ze, después de abandonar la ruidosa multitud, inmediatamente tomó al Pequeño Emperador en sus brazos con ojos cariñosos, como si la persona que llevaba fuera fuera su propia esposa.
Un criado que lo seguía sin saberlo levantó la cabeza y vio esta escena, su expresión se llenó de asombro al instante.
Zhao Ze lo miró y envió una mirada amenazadora. Inmediatamente bajó la cabeza, como para decir que no había visto nada.
Además del mareo al principio cuando fue arrastrado a los brazos de Zhao Ze, Xiang Han se acostumbró rápidamente a la agitación y gradualmente cerró los ojos, cayendo en un sueño.
Cuando llegaron a las cámaras de su palacio, Zhao Ze lo puso en la cama del dragón con la mayor suavidad posible, pero Xiang Han todavía estaba despierto. Rápidamente se sentó y miró inexpresivamente a su alrededor, como si no entendiera cómo había llegado allí.
Al ver su expresión aturdida, el corazón de Zhao Ze se llenó de alegría y cariño.
Se dio la vuelta y miró a los sirvientes que lo habían seguido. No sabía por qué, pero se inclinó y le dijo a Xiang Han: ―Su Majestad, ¿no dijo que quería tener una larga conversación con este ministro durante toda la noche? ¿Por qué no les dices a estas personas ociosas que nos dejen?
Xiang Han finalmente recolectó sus recuerdos de antes y rápidamente ordenó: ―Eso es correcto. Todos están despedidos.
Los sirvientes se miraron el uno al otro antes de retirarse con cautela.
Después de dar esta orden, Xiang Han se sentó al lado de la cama del dragón y su cabeza se dejó caer, volviendo a dormirse.
Zhao Ze se dio vuelta y vio esto, sintiéndose impotente pero afectuoso. Ordenó que los chambelanes trajeran agua caliente y gentilmente ayudó al Pequeño Emperador a limpiar su cuerpo.
En medio de todo esto, Xiang Han se despertó dos veces. Pero cada vez que veía a Zhao Ze, murmuraba y cerraba los ojos para volver a dormir.
En esta situación, Zhao Ze estaba extremadamente encantado, pero culpable. Nunca se imaginó que a pesar de que habían pasado dos años, el Pequeño Emperador seguiría confiando en él tanto que parecía tan descuidado.
Antes de conocer al Pequeño Emperador, Zhao Ze se había preguntado si el emperador sentiría miedo o sospecha hacia él por tener tanto poder de sus batallas triunfantes.
Cuando regresó a su casa en el día, el Maestro Zhao también le había dicho que tuviera más cuidado con las palabras que pronunció en la corte en el futuro, para que no agitara las de arriba.
Sin embargo, en este momento, frente a la confianza del Pequeño Emperador, sus preocupaciones anteriores eran simplemente una broma.
Los movimientos de Zhao Ze se hicieron aún más suaves y cuando se limpió al lado de sus labios, su mano tembló inconscientemente. En el palacio, siempre se había cuidado mucho al Pequeño Emperador. Su piel era más pálida y suave que la mayoría de los hombres y, por lo tanto, sus labios parecían aún más llenos y rojos.
Zhao Ze no pudo evitar estirarse suavemente para rozarlo con el pulgar, el toque suave causó que su corazón temblara y su garganta se volviera cada vez más seca. Su mirada estaba llena de un profundo deseo de invadir y sus manos acariciaron cada centímetro de la cara del otro hombre antes de detenerse finalmente entre los labios.
Había una voz en su cabeza que lo tentaba: Una vez, solo una vez. El Pequeño Emperador está durmiendo y no hay nadie aquí. Nadie lo sabrá nunca...
La voz hechizante se hizo cada vez más fuerte y Zhao Ze parecía poder escuchar sus propios latidos al lado de su oído, bombeando furiosamente.
Se limpió las manos húmedas y silenciosamente se dijo a sí mismo, solo esta vez...
Con este pensamiento en mente, finalmente bajó su cuerpo y presionó sus labios contra el otro par de labios rojos y cautivadores.
El suave toque hizo que su corazón temblara y latiera furiosamente. Sintió como si hubiera olvidado cómo ponerse de pie y parecía que, en el momento siguiente, caería sobre la otra persona.
Extendió las manos para sostenerse en la cama del dragón y sus ojos se cerraron en embriaguez. Después de un toque ligero y tentativo, empujó cuidadosamente su propia lengua, trazando la forma de los tiernos labios de la otra persona.
El sentimiento era tan sorprendente como había soñado, lleno de un toque de fragancia. La racionalidad de Zhao Ze había explotado y su cuerpo se calentó gradualmente. Lentamente, comenzó a desear más.
Chupó los labios del Pequeño Emperador y al no ver respuesta, sus acciones se volvieron aún más audaces. Empujó su lengua directamente en la boca de la otra persona, barriendo frenéticamente.
Esta noche, a Xiang Han solo le había importado beber, no había comido mucho. Por lo tanto, no pudo evitar sentirse hambriento y, por alguna razón, no sabía con qué estaba soñando, solo sintió que algo se movía en su boca y lo mordió.
Sintiendo dolor, Zhao Ze se retiró apresuradamente y se cubrió la boca mientras miraba nerviosamente a Xiang Han. Pero después de ver que la otra persona no se había despertado, se relajó e intentó mover la lengua. El resultado fue un dolor agudo.
Viendo la boca del Pequeño Emperador moverse incluso mientras dormía, Zhao Ze estaba indefenso.