Fue muy complicado acercarme a las personas lesionadas y a que me comentaran algo con respecto al entrenamiento especial. Me quedé hasta las tantas para saber si podía pillar "in fraganti" a los culpables de los daños a los estudiantes como si de una novela policíaca se tratara, sin embargo, los culpables eran muy astutos. Justo cuando pasó exactamente una semana desde que cogí el reportaje, más gente resultó ser lesionada de lo normal, no quise indagar o meterme en esos asuntos pero sabía que el culpable me tenía en el punto de mira.
Me presenté en la puerta del pabellón de voleibol, tan amplio era que me costó encontrar a los responsables del mismo, sin previo aviso detrás de mi estaba Kamoshida que con una sonrisa siniestra y escalofriante, decidió tomar la palabra.
-¿Andas interesada en el club de voleibol? -Preguntó con ese tono grave, noté de inmediato una invasión de espacio personal así que retrocedí un paso con mi agenda en mano.
-Soy del club del periódico y me han mandado a hacer un reportaje sobre el club de atletismo. Según tengo entendido entrenan todos los días por la tarde ¿verdad? -Disimulaba mi otra faceta a la perfección, me viene de familia. Se creyó mis intenciones pero protestó a la vez.
-¿Qué tiene el club de atletismo que no tenga mi equipo de voleibol?
-Discúlpame Kamoshida, pero a lo mejor hay estrellas prometedoras del atletismo escondidas en alguna parte de la escuela. Hay que invitarlos a salir con un buen reportaje, además escribí unos cuantos reportajes del equipo de voleibol ¿No lo recuerda?
-¿Así que eras tú la que puso en un punto alto al equipo? Te lo agradezco mucho. -Se notaba mentira detrás de esa faceta de profesor educado.
-¿Puedes mostrarme el equipo de atletismo? -Insistí. -Solo serán unas fotos y unas preguntas a los integrantes, he escuchado que tienen una estrella prometedora ¿Verdad?
-Sí... Pero hay que aplicar mano dura con él, no es muy cooperativo. -Más mentira que me apuntaba... -Sakamoto es un hueso duro de roer pero con el tiempo entrará en razón, tuve que obligarle a que entrara al equipo de atletismo porque había visto potencial en él. -No comenté nada ante aquella declaración, insistí en que liderara el camino, durante el trayecto iba cerrando algunas puertas del pabellón intentando ocultar lo que había en su interior.
-¿Puedo preguntar por qué el club de atletismo no tiene un lugar para entrenar?
-Le he mandado una propuesta al director Kobayakawa, pero con el lío que tiene me temo que no la leerá hasta el próximo curso. -Apunté exactamente las mismas palabras sin dejarme puntos ni comas entre medias. Todo lo que decía y hacía era importante, sobretodo si quería presentar declaraciones.
-¿Podría comentarme más sobre el entrenamiento especial de los alumnos? -Estaba comenzando a caminar por un hilo que podía romperse en algún momento a otro, sabía que mi pregunta era directa y que podía insinuar muchas cosas pero no me corté a pesar de las consecuencias. -He escuchado que gracias a él se han ganado muchos campeonatos. -Rebajé la intensidad y la pesadumbre del ambiente con eso.
-Es secreto, no puedo decirte nada más. -Como era de esperarse, sin declaraciones a pesar del tono de viveza puesto en ella. Escuché una especie ruidos fuertes provinentes de detrás del campo, por fin llegamos al lugar donde hacían atletismo, entrenaban haciendo carreras de 100 metro libres. Pude notar que cuando Kamoshida apareció en escena algunos se tensaron y se pusieron alerta mientras que otros parecían mansos. Con una sonrisa en su rostro nos presentó, a algunos les conocía mientras que otros era la primera vez que les veía, entre todos ellos descubrí la cabellera negra característica que se sentó un día a mi lado.
-He venido a hacer unas fotos para publicar un artículo en el periódico. -Comenté mientras me presentaba. -Mi nombre es Akechi, Akechi _____. Un placer conocerles.
-¿El periódico? Pero si desde hace años que no se interesan por nosotros. -Kamoshida carraspeó de manera alta lo que hizo que aquel deportista se callara, Ryuji dio un paso al frente, pasó por mi lado mientras susurraba a los presentes de manera que Kamoshida no lo escuchara:
-Acabemos con esto de una vez. -Parecía dolido, resentido, sus heridas al igual que las de sus compañeros habían incrementado y sus ojos perdían esperanza cada segundo que pasaba.
La sesión de atletismo terminó, tomé las respectivas fotos mientras Kamoshida dirigía el entrenamiento, hubo uno que no tomó muy buena la salida y otro se tropezó en el trayecto debido a la pierna amoratada que llevaba. Me despedí del club y corriendo doblé la esquina para "comenzar" a hacer mi reporte. Justo cuando doblé la esquina me quedé sentada y esperé cuatro letargos minutos cuando Kamoshida comenzó a gritar al equipo, no observé la escena pero con un micrófono comencé a grabar, se lo había "cogido prestado" a Goro mientras dormía en la habitación. Escuché y grabé de todo menos cumplidos, Ryuji era el único que daba la cara por los demás y me temo que recibiría más de una paliza por sus acciones. Una vez recogida toda la información necesaria salí de allí como alma que lleva al diablo, no pasé ni por la clase, me fui directamente a redactar un informe con contraseña para que mi hermano no me pillara haciendo de las mías.
Aquellos gritos de injusticia me resultaban familiares sin saber por qué, me sentía sola mientras pensaba en eso pero me di unas palmaditas en los mofletes para seguir con mi investigación. Los días siguientes me colé en el pabellón de voleibol y allí encontré pruebas irrefutables que podían meter sin lugar a dudas a Kamoshida en chirona. Cada día que pasaba y cada día que Ryuji venía a clase le decía telepáticamenre que aguantara un poco más, solo un poco más.
Llegué temprano a la escuela una vez para entregar unos papeles a Makoto, parecía alterada así que decidí preguntar si algo había sucedido, no me dio explicaciones, me dijo que algunos alumnos se habían metido en asuntos ilegales y que como presidenta del consejo tenía que estar al tanto de todas las novedades.
-Pero Niijima-Senpai .-Declaré. -¿Qué piensas sobre los clubes del colegio? ¿No crees que está pasando algo extraño?
-No tengo tiempo para lidiar con tonterías. -respondió.
-Pero es extraño que todos estén...
-¿Qué quieres que te diga _____-san? No puedo hacer nada al respecto, no es mi culpa que sean tan torpes. -Se hizo un silencio en la sala, no quise insistir más, sabía las consecuencias que eso conllevaba.
-Pensaba que estabas en contra de las personas que utilizan su poder para imponer sus reglas, no eres diferente de los demás, me temo. -Me miró un segundo extrañada pero a la vez disgustada por darse cuenta de sus acciones. -Quiero decirte que voy a dejar de proporcionarte información sobre los alumnos de mi curso que se encuentran en actividades de deportes. -Cogí mis cosas y me fui por la puerta dejando a Makoto con la palabra en la boca.
Llegaba a casa hasta las tantas, me quedaba en los pabellones o en la biblioteca leyendo o redactando informes sin parar, tenía todo lo que necesitaba para encerrar a Kamoshida, solo quería confirmar alguna que otra evidencia, fue entonces que entre toda la pila de folios desperdigados encontré una foto de Ann y Suzui. La miré de arriba a abajo ambas fotos:
Ann Takamaki, una chica de mi curso que estaba en la clase 1-D, fue a la misma preparatoria que Ryuji y desde que vino a esta escuela ha sido ignorada por las chicas por su apariencia y por los chicos por ser una "chica fácil". Suzui fue la primera en ser su amiga, al parecer se tomó en serio el dicho de las apariencias engañan. Desde la llegada de Kamoshida su relación ha caído en picado, Suzui acababa lastimada físicamente mientras que Ann verbal y psicológicamente con los rumores que se presentaron de "la chica de Kamoshida". Me encontré con la foto de Mishima, un chico tímido pero con alto conocimiento informático, le pregunté más de una vez sobre el entrenamiento especial pero como todas las demás personas decidió no comentar nada y amablemente se disculpó por no proporcionar la información que buscaba.
-Solo aguantad un poco más, os salvaré. -Pensé en alto. Esa noche comí con mi hermano un poco de pescado y arroz mientras veíamos la televisión, se presentaban varios candidatos a la presidencia el próximo año, entre ellos Shido, justo cuando apareció su rostro se nos quitó el apetito y con un suspiro apagó la televisión.
-¿Qué tal el colegio? ¿Se portan bien los profesores contigo? -Preguntaba mi hermano para cambiar la conversación.
-Sí..., sí.... Son muy cautos pero parece que no tienen un historial detrás como el otro colegio.
-¿Y con respecto al profesor Kamoshida? -No recordaba haber hecho mucho hincapié con aquel hombre, solo lo que le comenté aquella vez, sabía que él sabía algo, sin embargo decidí que mi faceta de actriz floreciera en ese instante.
-Él... sigue como siempre, no he conseguido averiguar mucho sobre él desde su llegada. Parece buen tipo. -Fue entonces cuando puso sobre la mesa el informe que había redactado desde hace unos meses, aquel informe podía llevarlo derechito a la cárcel y quería ocultarlo una vez más pero mi hermano iba un paso por delante de mí siempre.
-¿Te pensabas que no iba descubrirlo tarde o temprano? -Recogí mi informe para mantenerlo asegurado a mi lado. -¿Cuántas veces vas repetir el mismo error?
-Necesitan ayuda todos los estudiantes que participan en las actividades deportivas, no puedo mantener los ojos cerrados mientras sé de primera mano lo que les está sucediendo. -Confesé. -¿Desde cuándo lo sabes?
-Desde que te apuntaste al club de periodismo. -También sabía esa parte de mi historia. -Normalmente pagas al club para dejarte entrar, fui cauteloso y decidí que fueras por libre. Llegabas muy tarde a casa con aquellos papeles que acabo de poner encima de la mesa, te preguntaba, decías que todo estaba bien y que estabas lo suficientemente cansada como para no cenar ese día e irte a dormir directamente, lo que no sabías es que dejabas la puerta entre abierta y seguías con tus informes hasta las tantas de la madrugada.
-Era de esperar de un detective de gran prestigio. -Solté sin más.
-_____ ¿Qué vas a hacer con esos papeles? No te traerán nada bueno como vayas al tribunal directamente.
-Es por eso que no voy a ir al tribunal, pienso hablarlo con el director directamente.
-Qué ingenua. -Murmuró. -Haz lo que quieras pero de ahora en adelante la responsabilidad de tus acciones recaerá sobre ti, no quiero volver a entrar en el mismo tema una y otra vez. -Se levantó, recogió sus platos a medio terminar y se alejó a la cocina.
-¿Tan malo es lo que estoy haciendo? -Escuché el sonido del grifo mientras los vasos y platos se depositaban en el fregadero. Cuando terminó Goro se aproximó al salón.
-¿Te afecta de primera mano las lesiones de los demás? -Recordé en ese momento a Ryuji con varias heridas y moretones en el cuerpo, recordaba su frustración y las impedancias de no poder hacer nada con respecto a Kamoshida debido a que era un profesor, de algún modo u otro me contagió esa frustración así que me levanté por él para poder salvarlo, cuando volví en sí asentí con la cabeza, a lo que mi hermano suspiró. -Nunca cambias. -Y con esto finalizó el día.