Juegos salvajes

By MariaRihers

171K 11.6K 2.1K

Lionel es un chico cuyo pasado lleva tatuado en su piel. Literalmente. Los errores de otros, más concretament... More

Prólogo
¿Compañeros de cuarto?
La fiesta
Sueño y realidad
Charla a media noche
La fiesta de bienvenida (Parte I)
La fiesta de bienvenida (parte 2)
Buenas noches
Resaca
¡Que comience el juego!
Primer día de clase
Un simple hola
Intenciones
Monstruo
Aléjate de él
Ojos negros
Desgastandonos
Al cuerno
Los ojos del dragón
¿Decisiones tomadas?
Amigos de la infancia
Mi lugar favorito en el mundo
Haciendo arder el cielo
Tentación constante
Me gustas
Gracias por quedarte
Lo haría por ti
Sentimientos
Sentimientos II
Carta blanca
Touché
Ojos rojos
Confesiones que liberan el alma
La destrucción de Lionel Eisen
Adelanto capítulo 36 (Leed "nota autora" del final)
¡Nota importante!
Relaciones
Nota :v

Niña desordenada

3K 275 57
By MariaRihers

Capítulo dedicado a Makaalbrann. Espero que te guste :3




Hacía mucho tiempo que no me costaba dormirme del tirón sin hablar del hecho de no poder apenas pegar ojo en toda la noche. Dadas las circunstancias podía hacerme una idea de cual era la causa principal, lo que no estaba muy clara es mi manera de afrontarla al día siguiente.

Me levanté más pronto de lo habitual, gracias a que no pude dormir en absoluto, pues temía que tras nuestra conversación de anoche Cleo decidiera escapar y no afrontar el problema que teníamos entre manos. Estaba cansado como para ponernos a discutir como anoche, por lo que me decidí por probar una estrategia diferente; escuchar y ser escuchado. Lo malo es que en la teoría todo te pinta bonito y en el mundo real te llevas una gran desilusión.

En cuanto vi como Cleo se removía en la cama pensé que estaba despierta así que, incorporándome, me senté en mi cama disfrutando de los últimos momentos de tranquilidad que iba a tener hoy.

-Buenos días -dije con mi voz rasposa típica tras acabar de despertarme.

-Buenos días -me contestó sin demasiadas ganas. Volvió a revolverse en la cama esta vez quedando cara a cara conmigo. Pude ver en sus ojos el cansancio, incluso lo abatida que se sentía aunque no supiera muy bien el porqué.

- ¿Tomamos un café mientras hablamos? -le ofrecí dibujando una pequeña sonrisa en los labios esperando un sí de su parte. Quería ser amable con ella, esa era mi manera de compensar en parte por lo ocurrido ayer y antes de ayer y mucho antes que todo eso. Buscaba hacerla sentir reconfortada aunque no tenía muy claro si a ella le interesaba.

-Claro -me contestó levantándose de la cama como si fuera a cámara lenta. En cuanto lo consiguió se llevó la mano a la cabeza y cerró los ojos con fuerza, así que uniendo mis observaciones me di cuenta de que tenía resaca -Voy a lavarme los dientes.

-Vale.

Y con eso terminó nuestra pequeña conversación. Ambos nos levantamos dirigiéndonos cada uno a una punta de la habitación y, obviamente, a hacer cosas muy distintas. Me puse enseguida con el café, ambos lo necesitábamos, por lo que traté de prepararlo lo antes posible. Llené el agua del pequeño depósito de la cafetera, eché café en el filtro y le di al botón para que comenzase a crearse aquella deliciosa mezcla. Aproveché la espera para sacar de un cajón una pastilla para el dolor de cabeza y dejárselo sobre la mesa. En cuanto la cafetera comenzó a pitar la apagué y serví dos enormes tazas de café.

Justo en ese momento apareció en mi campo visual Cleo. Su rostro y su cuerpo eran el mismo pero algo había cambiado en ella que me hacía sentirla diferente.

-Ahí tienes -señalé su taza junto a la pastilla. Cuando vi su ceño fruncido me adelanté a su pregunta. -Es para el dolor de cabeza.

-¡Oh! Gracias -contestó por compromiso. Llevé la taza a mi boca dándole un pequeño trago quemándome la lengua por impaciente y viendo como Cleo me observaba tomando asiento.

-Estamos haciendo estoy muy incómodo así que hagamos una cosa. Hablemos con calma, con sinceridad, sin reproches ni gritos ¿Te parece? -propuse acercándome a ella para tomar asiento a su lado.

-No sé si pueda hacerlo.

-Inténtalo -insistí. -Yo también voy a hacerlo.

-Estoy muy cabreada contigo. Más que cabreada estoy dolida.

- ¿Por qué? -pregunté tratando que me dijera todo lo que se le pasaba por la cabeza.

- ¡¿Por qué?! -alzó la voz y apoyé mi mano en la suya para que se tranquilizase. Inmediatamente la quitó y supe por esa reacción que quizás las cosas estaban peor de lo que me las imaginaba. -Porque te vi besando a otra chica, porque sé que te acóstate con ella y porque me has mentido todo este tiempo. No sé como puedes estar con otra mujer cuando el día anterior estabas conmigo -su voz parecía desgarrada y sonaba cargada con un dolor profundo.

-Te dije ayer que no me acosté con ella, ni quise, ni pude. Puedes creerme o puedes preguntárselo porque es la verdad. Sí, la besé pero fue un beso que realmente no significó nada. Y ¿Mentirte? Siempre he sido sincero contigo, lo he sido más que con nadie y lo sabes -traté de defenderme pero por su ceño fruncido sabía que no me estaba creyendo.

-No significó nada para ti, Lionel, pero para mí lo ha cambiado todo. Y sé que eres una persona sincera pero no a lo que respecta a lo nuestro; siempre me decías que sentías algo diferente por mí, que teníamos una química especial pero a la primera de cambio que discutimos te vas con otra, ¿Cómo tengo que entender eso?

- ¿A caso debía esperar por ti eternamente? Yo era el único que sentía algo por ti y tu simplemente te divertías. Y sí, fue divertido hasta el punto en el que decidiste que lo tuyo es más importante que lo mío. Querías tenerlo todo y tuviste todo lo que querías menos a mí, aunque entonces no debió de ser doloroso para ti porque no sentías nada hacia mí.

-No decidí nada, tu fuiste quien tomó la decisión de dejar esto y ni siquiera me preguntaste al respeto -se podía notar como se acaloraba la conversación conforme llegábamos al meollo del asunto. Hablar de sentimientos siempre era difícil.

-Porque tu decidiste que si querías estrellarte yo debía dejarte, y en la vida haría eso. Si me importa alguien, jamás permitiría que le hagan daño. Y tú, encima de eso, me pedías que, a pesar de que sabías que ibas a que te hirieran, me encargase de reunir tus pedazos ¿Quién hace eso?

-Desde siempre han decidido por mi lo que tenía o no tenía que hacer, estoy harta de eso. Y si decido estrellarme lo haré sin preguntarle a nadie, mucho menos a la persona que trata de decirme que hacer -sus palabras me impactaron de forma arrolladora. ¿Cómo podía pensar eso de mí?

-Jamás te dije lo que debías hacer. Jamás -repetí de forma contundente para que le entrase en su terca cabezota. -Te aconsejé que te alejases de él, no te obligué ni te exigí que lo hicieras. Y si, me enfadé cuando me dijiste esa estupidez de tus pedazos como lo haría cualquiera a quien le importas.

-Me dejaste por querer solucionar el problema de Nadia pues se trataba de Pablo.

-No, dejé lo nuestro por un cúmulo de situaciones que me hicieron estallar; saber que confiabas más en él, lo de tu cita con Pablo, tu falta de interés por mí. Todo hizo que quisiera olvidarme de lo que estaba pasando entre nosotros.

-Ayer fui a una fiesta y hablé con Pablo -comenzó a hablar y con tan solo oír como pronunciaba su nombre me entraban ganas de romper todas las cosas de esta habitación -Me dijo que le gustaba pero yo le dije que no estaba interesada en él... Y no lo estoy porque he comenzado a sentir algo por otra persona; por ti, Lionel. -la miré fijamente casi como si esperase que en algún momento gritase que era broma -Y es por eso por lo que me siento dolida por la chica de anoche, por lo que me sentí dolida cuando decidiste romper nuestra relación no relación y por lo que me sigo sintiendo dolida ahora.

Me sentía fatal al saber que le había causado ese daño de forma tan estúpida e innecesaria y la verdad es que no tenía ni idea de cómo poder remediarlo.

-Sabes que yo también tengo sentimientos por ti. Si me preguntas que es lo que siento por ti lo cierto es que no tengo ni idea, solo sé que no lo siento por nadie más.

-Creo que ya hay mucho lastre sobre lo nuestro sin haber comenzado, ya hay rencores, dolor, celos e inseguridades, ninguna relación que empiece es capaz de aguantar todo eso.

-Entonces inventemos un nuevo tipo de relación; una que aguante todo, que pueda hasta con la más fuerte de las tormentas, y que haga florecer esto que sentimos el uno por el otro -las cursilerías nunca fueron mi fuerte aunque he de decir que tener a Cleo al mi lado hacía que salieran de mi boca como si tal cosa.

El ambiente se había calmado, lo que comenzó como una forma de soltar toda la basura el uno del otro terminó siendo una confesión de sentimientos que reforzaban aun más nuestra extraña relación. Así es el poder de la palabra.

A pesar de ello, de sentirme mejor tras haber podido hablarlo, pude notar en su mirada que ella no estaba tan segura como yo de lograrlo, de lograr todo aquello que nos propusiéramos juntos así que dejé una propuesta sobre la mesa.

-Hagamos una cosa -comencé volviendo a apoyar mi mano sobre la suya viendo como esta vez no la apartaba de golpe. Eso era una buena señal -Conozcámonos. No solo en la cama, no cada milímetro de nuestro cuerpo sino también de nuestro alma. Pasemos tiempo juntos, disfrutémoslo y si vemos que no vamos a ninguna parte pues lo terminamos de una vez por todas. No quiero acabar con algo que aun no ha comenzado, algo que puede ser realmente hermoso y más ahora que sé que ya no me quieres por mi cara bonita sino por algo más.

Mis palabras la hicieron esbozar una pequeña sonrisa, supongo que por lo de ''mi cara bonita'' pero no me importó porque fuera sino que simplemente sonriera.

-Me parece bien -contestó casi sin pensarlo, de forma impulsiva, olvidándose por primera vez de sus listas de pros y contras. -Creo en nosotros.

- ¿Puedo besarte ya? Llevo deseándolo desde el momento en el que abriste los ojos.

Tuve dudas acerca de su respuesta, obvio que estaba yendo demasiado rápido pero no me hubiese perdonado el no habérselo preguntado.

Ni siquiera me dio una respuesta, tan solo se levantó de su asiento y se acercó a mi sellando nuestras bocas de forma necesitada. Nuestros labios se movieron sincronizados, como siempre, y en cuanto nuestras lenguas comenzaron con su danza habitual sentí que ahora todo iba bien.

-Lo siento -susurré en sus labios en cuanto pude hacerlo. Tuve la necesidad de pedirle perdón por el daño que le había causado estos días y ahora siento la necesidad de ese dolor todo lo que pueda.

-Yo también lo siento -dijo haciendo que gran peso desapareciera de mi espalda y que me resultase incluso más fácil respirar.

Nuestros ojos estaban conectados, comunicándose como solo ellos saben y mientras eso ocurría yo trataba de procesar que Cleo tuviera sentimientos por mí. Era increíble que por fin se diera cuenta, que por fin lo reconozca y que por fin estemos en la misma página.

Con una amplia sonrisa en mi boca no quise privarme del placer de besarla mientras mis manos agarraban con ganas su trasero, y sellé nuestros labios de nuevo esta vez para no separarlos jamás.

Oh, chica desordenada, no sabes cuanto orden haces en mí.

Continue Reading

You'll Also Like

802K 35.2K 48
¿Como algo que era incorrecto, algo que estaba mal podía sentirse tan bien? sabíamos que era un error, pero no podíamos estar sin el otro, no podíamo...
168K 11.6K 28
[SEGUNDO LIBRO] Segundo libro de la Duología [Dominantes] Damon. Él hombre que era frío y calculador. Ese hombre, desapareció. O al menos lo hace cu...
225K 11.4K 61
"𝙀𝙡 𝙖𝙢𝙤𝙧 𝙣𝙪𝙣𝙘𝙖 𝙢𝙪𝙚𝙧𝙚 𝙮 𝙡𝙖 𝙫𝙚𝙧𝙙𝙖𝙙 𝙩𝙞𝙚𝙣𝙚 𝙧𝙖𝙯ó𝙣 𝙥𝙤𝙧 𝙦𝙪𝙚 𝙙𝙚𝙟𝙖𝙣 𝙪𝙣𝙖 𝙝𝙪𝙚𝙡𝙡𝙖" "-𝙔 𝙖𝙡 𝙛𝙞𝙣𝙖𝙡 𝙚�...