Los ojos del pelinegro aún no despertaban, pero su mente, por suerte, sí. Aunque no podía moverse y comenzaba a agobiarse. No entendía qué estaba pasando afuera. No entendía los gritos, las voces extrañas, el murmullo...el sonido de sirenas.
Quiso despegar el rostro del suelo, porque estaba frío y húmedo. Tenía frío. Esa sensación poco agradable fue, quizá, la que lo hizo espabilar. Movió sus pestañas, intentando despegarlas. Lo estaba intentando con todas sus fuerzas, pero una voz que llamaba su nombre lo hizo detenerse. De hecho, todo su mundo se detuvo. Esa voz...esa...era la voz de Taehyung.
Su corazón, hasta ahora prácticamente dormido, dio un vuelco, comenzando a latir a gran velocidad. Sus ojos entonces se abrieron, lentamente, como si tuviera miedo de encontrarse con la realidad.
Quiso volver a cerrarlos, cuando lo primero que vio fue a Taehyung llorando.
— ¡Jungkook! — Exclamó al ver sus ojitos abiertos, dejando más lágrimas caer de los propios, pero con cierto alivio ahora, se dejó caer sobre el suelo en el que antes estaba de cuclillas, y acarició muy, muy suavemente, el rostro del pelinegro.— Jungkookie...e-estás aquí.— Susurró apenas, y una pequeña sonrisa se asomó en sus labios enrojecidos.
Jungkook lo vio sollozar cuando le devolvió una diminuta sonrisa, y con toda la fuerza que pudo ejercer, acercó su mano temblorosa y herida a Taehyung, instándolo a tomarla. El castaño no tardó en hacerlo, y Jungkook pudo respirar tranquilo cuando la suavidad de esas manos de piel acanelada le transmitieron la paz que necesitaba. Paz que le arrebataron cuando una tercera voz se hizo presente. Una voz que desconocía.
— ¿El chico ha despertado? — Sus ojos, aún puestos en Taehyung, lo vieron asentir.— La ambulancia ya está aquí, será mejor que lo llevemos en cuanto antes.
Y lo próximo que Jungkook supo es que fue tomado en brazos por alguien que no conocía. Quiso gritar, porque no sabía que estaba ocurriendo, pero entonces, su cabeza se alzó y distinguió una placa en el pecho del hombre. Achicó sus ojos para poder leer qué decía, y casi se desmayó de nuevo cuando pudo entenderlo todo, o al menos, casi todo.
"Choi Min Ho. Policía de Corea del Sur"
Así que tanto la policía como la ambulancia habían llegado a su casa. Entonces él...¿Estaba a salvo? ¿Todo había terminado? Y su mamá, ¿estaría bien? ¿A su padre lo encarcelarían?
— Jungkookie...— La voz de Taehyung lo sacó de sus pensamientos, devolviéndolo a la tierra en tan solo un instante.— Todo va a estar bien.— Le prometió con una sonrisa, y las estrellitas en sus ojos aseguraban que era verdad. Suspiró entonces, simplemente dejándose llevar por las palabras del castaño y la esperanza de que su vida iba a mejorar.
Esta vez sí.
***
El hospital no era un lugar que le agradara normalmente, y hoy no era la excepción, porque aunque los calmantes y las visitas constantes de doctores y enfermeros le hicieran la estadía más amena, seguía inquieto por no saber qué había pasado exactamente durante el tiempo que estuvo inconsciente. Por mucho que pudiera hacerse una idea, aún necesitaba explicaciones. El dolor en su espalda no ayudaba tampoco. El doctor Lee le había asegurado que estaría bien en unos días, y el dolor iría disminuyendo, pero que los golpes habían causado grandes hematomas y por eso sentía tanto dolor. Su mejilla, a pesar de doler un poco, no se resentía demasiado. Quizá había sido gracias a los calmantes, pero esperaba que pudiera sanar pronto, porque realmente odiaba estar incrustado en una cama de hospital, rodeado de paredes blancas y soledad.
Había estado un buen rato solo, aburriéndose, y hasta había comenzado a hablar consigo mismo buscando algo que lo distrajera.
La puerta volvió a abrirse al rato, mostrando al doctor Lee en su bata blanca, y las manos sujetando un montón de papeleo, que supuso sería sobre su hospitalización.
— Bien, Jungkook,— Empezó a hablar el hombre, mientras rebuscaba un poco entre los papeles hasta que encontró el que necesitaba. Lo revisó antes de continuar.— Te darán el alta mañana, ya que las pruebas han dado negativo en cualquier tipo de traumatismo y los hematomas sanarán en unos días con reposo y antiinflamatorios.
El menor lo miró atento a cada palabra, esperando por algo más de información. No le importaba demasiado qué tenía o cómo curarlo, o cuando le darían el alta. Lo que él necesitaba saber era lo que habían estado evadiéndole todo el tiempo. ¿Qué había pasado realmente, durante el tiempo que no estuvo consciente?
Con un sonoro suspiro, le hizo saber al doctor que no estaba conforme con sus palabras, y que necesitaba saber algo más. El hombre, viéndolo venir -porque no podrían evitar el tema por mucho tiempo- tan solo dejó los papeles que portaba en sus manos sobre una mesita al lado de la cama y se acercó al pelinegro, mirándole ahora con algo de comprensión.
— ¿Por qué nadie quiere decirme que está pasando, doctor? — Inquirió Jungkook, sus ojos brillantes y las manos haciéndose puños a cada lado de su torso. Él necesitaba saber, incluso si las noticias fuesen desagradables. La incertidumbre lo estaba matando.
El doctor Lee suspiró y entonces, decidió que había sido suficiente espera para el chico que yacía en la cama. No había querido hablarle de ello por su estado y por el probable shock que había sufrido cuando todo estaba ocurriendo. No quería alterarlo, preocuparlo o escandalizarlo cuando todavía debían hacerle pruebas y mantenerlo sedado, ya que de lo contrario, hubiera sido casi letal para él contarle todo lo sucedido, puesto que su mente probablemente no lo procesaría de la manera adecuada debido a las condiciones en las que se encontraba.
Pero ahora, ahora él estaba bien -relativamente-. Y debía saber qué estaba pasando con él y su familia.
— Jungkook...has tenido mucha suerte.— El menor abrió los ojos de par en par, sin comprender el peso que tenían aquellas palabras.— La policía llegó justo a tiempo, y la ambulancia también. De lo contrario, no sabemos qué tan grave podría haber sido el desenlace de aquello...— Explicó.— Un chico que dice ser amigo tuyo, llamó a la policía cuando oyó gritos y golpes provenientes del interior de tu casa, y gracias a él pudieron sacarte a ti y a tu madre de allí. Ella está bien ahora, pero si no hubiera sido por él...
— Ese chico...¿S-Sabe su nombre? — Preguntó, ansioso. Se hacía una ligera idea, pero quería saberlo. ¿Ese chico que lo había salvado, había sido Taehyung?
— Oh, no, no lo sé, pero se veía de tu edad, su cabello era castaño y...
— Taehyung...— Murmuró el pelinegro, interrumpiendo al doctor. — Él me salvó.— Sus ojitos se llenaron de lágrimas, pero no derramó ni una. Ya había llorado suficiente durante el día, cuando se quedaba solo en el cuarto y su mente divagaba en las peores situaciones de lo que podía haber ocurrido. Tomó una bocanada de aire para hacer más ameno el latido de su corazón, y entonces se atrevió a preguntar.— ¿Qué ha pasado con mi padre?
El doctor Lee sonrió, porque sabía que esa pregunta llegaría en algún momento.— La policía se lo ha llevado. Tu madre ha testificado por ambos, ya que tú estabas indispuesto, y debido a que cuando la policía entró en tu casa lo encontraron golpeándote, no necesitaban más pruebas que el historial médico para atar cabos sueltos y encarcelarlo.
Jungkook alzó las cejas, sorprendido. ¿Era eso cierto? ¿Había terminado todo por fin? Después de tantos años soportando lo que era insoportable, ¿había acabado? — E-Entonces...— Balbuceó, no hallando fuerzas para hablar, pues el impacto de aquella noticia lo había dejado aturdido, inconsciente de la realidad.— ¿Van a meterlo en la cárcel?
— Así es.
Y entonces, Jungkook, dejándose llevar por las emociones reprimidas durante todos estos años, sollozó, dejando salir las lágrimas que tantas veces había guardado para sí mismo. Lloró, su cuerpo sacudiéndose debido a los sollozos, y sus manos empuñadas ahora temblado, perdiendo fuerza. Lloró como nunca había llorado, pero en su rostro acongojado por el llanto, una sonrisa de alivio que había estado dormida durante mucho tiempo, se alzó levemente.
El doctor Lee no pudo contenerse y se acercó lentamente, rodeándolo con un brazo para brindarle algo de apoyo y tranquilidad. Él había visto cientos de situaciones similares, pero nunca se cansaría de dar ese tipo de noticias, las que aseguraban un final feliz. Y ese chico, tan joven y que parecía tan fuerte, había sido víctima de algo que no merecía, y eso, por muy profesional que fuese el hombre, le ablandaba el corazón.
— Está bien, chico...— Palmeó levemente su hombro, consolándolo.— Ya todo está bien...
Y Jungkook creyó aquellas palabras, como había creído las mismas que Taehyung le había dicho esa tarde, justo antes de llevárselo en la ambulancia.
Todo había acabado.
Lo podía sentir, en el fondo de su corazón, que la felicidad inalcanzable con la que había soñado tantas veces, estaba ahora rozando la punta de sus dedos.
TA-DAAAA!!!
Realmente me avergüenza aparecer como si nada jsjsjsjs. Les prometí que estaría más activa y publicaría más seguido, pero como siempre, no lo cumplí.
Así que lo siento, lo siento muchísimo.
Sé que voy a poner una excusa más que no sirve de nada, pero realmente no me sentía bien. No me he sentido con fuerzas de re-instalar wattpad hasta ahora, y cuando lo he hecho, he estado a esto )( de avisar sobre ponerme en hiatus pero...
Broken Pieces llegó a 100K leídas. Eso ha detenido mi hiatus. Realmente nunca jamás pensé que una de mis historias llegaría a ese número...no sé qué decir ni cómo sentirme...
Muchísimas gracias, de verdad muchísimas gracias. Gracias por dejar siempre comentarios bonitos, por leer, por esperar las actualizaciones, y sobre todo por explicarme qué ha significado Broken Pieces para vosotros.
Os amo. Os amo mucho, mis lectorxs.
- yudus