Dedicado a CitlaT Felíz Cumpleaños atrasado, solcito💙
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Jimin besó a Yoongi con todo el ímpetu de la felicidad y emoción corriendo por sus venas.
—Te amo —Beso—, te amo —Beso—, te amo —Beso, beso.
Jimin rodeaba el cuello del alfa mientras daba besos sobre los sonrientes labios del mayor, quien le rodeaba la espalda.
—¿Eso es un sí? —El alfa preguntó observando los pequeños ojitos sonrientes de su pareja.
—¡Sí, sí, sí! —Jimin dijo alzando la voz.
—Bien, ahora que has aceptado venir a vivir a la cueva del lobo, vamos a dormir. Mañana debes levantarte temprano.
—Pero Hyung —El menor rezongó—, se me fue todo el sueño.
El omega hizo un tierno puchero, estirando los labios.
—Ah, ¿qué podemos hacer? —El mayor preguntó introduciendo una mano bajo el pijama del menor— ¡Ya se! Darle mimos al omega hasta que se duerma, ¿eso estaría bien?
—Estaría perfecto —Jimin besó la nariz del alfa, antes de deshacer su agarre en torno a su nuca y reacomodarse acurrucado contra el amplio pecho, donde paseó la nariz hasta dar con ese punto en específico que mantenía el aroma más concentrado. Yoongi volvió a introducir la mano bajo el pijama del omega, acariciando con suaves toques de la yema de sus dedos sobre su piel tersa de la espalda. El menor se relajó, escuchando los latidos calmos de su pareja, concentrándose en el reconfortante sonido; su respiración se hizo acompasada y profunda. Yoongi supo el momento exacto en que su cachorro cayó en un sueño profundo.
—Te amo Park Jimin —El alfa le besó la coronilla, estiró la mano y apagó la luz. Los cubrió bien con el cobertor y se acomodó abrazando cobijadoramente a su omega.
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La mañana helada llegó en un abrir de ojos y el sonido de la alarma del omega chilló muy fuerte.
Jimin suspiró y apretó los ojos. No quería levantarse, no quería tener que vestirse y tener frío, no quería nada más que estar así por siempre; siendo rodeado por los brazos de su alfa, con la espalda pegada al amplio pecho de este, sintiendo la suave respiración justo sobre su cuello.
En esos momentos el menor se arrepentía de haberse dormido tan tarde. El sueño hacia que su mente se fuera por lapsus, perdido en la tibieza del abrazo y en el perfume de la cama de Yoongi.
—Mi amor —La voz muy ronca y baja del alfa, se escuchó—. Jiminnie —Le volvió a llamar.
—¿Mmnh? —Jimin respondió sin abrir los ojos, limitándose a hablar.
—¿Irás a la academia?
Solo eso faltó para que el menor abriera los ojos de golpe. La hora, necesitaba saber qué hora era; con alivio comprobó que solo habían pasado veinte minutos desde que había sonado la alarma.
—Odio las mañanas —La voz de Yoongi le distrajo. Jimin se dio la vuelta entre los brazos de su alfa, quien mantenía los ojos cerrados y el rostro cincelado.
Tan perfecto.
Jimin alzó una mano desde bajo las mantas y le recorrió el rostro. Yoongi se limitó a sonreír con los labios juntos.
—Mmnh —Fue todo lo que dijo. Jimin se inclinó y le besó con suavemente en los labios—. Buenos días a ti también, ¿te parece si preparo el desayuno mientras te vistes? —Yoongi abrió los ojos al fin—Yo te iré a dejar a la academia.
—Gracias, amor.
Yoongi sonrió y le abrazó.
—Me gusta tanto que me digas así, suena lindo viniendo de ti, Minnie.
Luego de unos minutos más abrazados ambos se levantaron con pesar, Yoongi se puso su bata junto a las pantuflas y salió directo a la cocina, Jimin se alzó y rebuscó su ropa, debería pasar a su departamento por su bolso.
Ex-departamento.
El menor sonrió observándose en el espejo luego de cepillarse los dientes. Esa era su nueva casa, emocionado, pudo imaginar sus cremas y lociones junto a las del alfa, su pijama, sus fotografías y su bata junto a la de su pareja.
Con una enorme sonrisa, llegó con Yoongi, el cual servía una taza de té humeante, junto a tostadas con aguacate. En ese momento la arrocera anunciaba que su contenido estaba listo y sobre la estufa un caldo de pollo con verduras hervía provocando que el aroma inundara la instancia.
—¿Vas a querer algo de fruta?
—No, gracias Hyung. Si cargo mucho el estómago puedo vomitar durante el entrenamiento.
Yoongi detuvo su accionar enseguida, levantando la mirada hasta Jimin, algo avergonzado.
—¿Es mucho? —preguntó, dejando el cuchillo con el que picaría los trozos de kiwi, de lado.
—No, tú también vas a comer, ¿no es cierto?
—Bueno, ¿claro? —La respuesta se escuchó más como pregunta.
Jimin sonrió y tomó asiento. Yoongi sirvió el arroz en dos pocillos, junto a la sopa recién hervida, dejándolos sobre en la mesa.
Yoongi tenía una razón por la que cocinaba un montón; los omegas solían subir de peso días antes de entrar en celo y el alfa quería que su pareja estuviera bien para ser marcado. Era el primer calor que pasarían juntos, debía asegurarse de que todo estaba bien.
—¿Te parece que el traslado de tus cosas lo hagamos el miércoles? Me gustaría que te quedes aquí cuando yo me vaya a Jeju.
Jimin sonrió y asintió.
Ambos terminaron de tomar desayuno. Jimin volvió a lavarse los dientes y Yoongi le siguió, aprovechando de enjuagarse la cara.
—Joder, odio lo helada que esta el agua en las mañanas —El alfa tiritó mientras secaba su rostro.
—Lo sé —Jimin le abrazó fugazmente, depositando un pequeño beso sobre su hombro.
El alfa en pijama y con bata, solo se limitó a cambiar las pantuflas por zapatillas, subió al Audi.
—¿A qué hora sales hoy? —preguntó cuándo ya habían pasado al departamento del omega.
—A las doce —Jimin sorbió por la nariz y miró al mayor manejar. Le encantaba la manera en la que el alfa se concentraba en el camino, la forma varonil en la que controlaba el Audi con una mano mientras la otra estaba entre las suyas.
—Te esperaré a la salida. Podemos ir a comer afuera —El omega hizo un sonido en acuerdo, llevando la blanca mano de su pareja hasta sus labios, dejando pequeños besos en ella, arrancando risas en el mayor.
En la radio comenzó a sonar Stay de Rihana. Jimin siguió la letra con un precario inglés, sin embargo, interpretó las notas a la perfección.
El alfa sonrió al recordar la primera vez que le escuchó cantar y lo avergonzado que había estado Jimin; en ese momento, ambos disfrutaban sin preocupaciones.
Park Jimin había recuperado sus hermosos colores y hoy brillaba más que el mismísimo sol, iluminando la vida del alfa.
Mi propio sol, brillante y sonriente.
Lo colores que el omega presentaba eran diferentes a los del pasado, antes solo mantenía dos pintores; hoy, eran diez: logrando plasmar un recuadro brillante y feliz. Desde el moradoy rosado de la pareja Kim, pasando por el naranja de Kookie, el verde de Taehyung, el azul cielo de Hoseok, el cálido lila del matrimonio Min y los amarillos brillantes de sus hijos: TaeOh y WooRin. Sin embargo, el color que más se veía, ese que dibujaba los trazos más grandes y bonitos estaban con rojo, rojo de amor, rojo de pasión, rojo de calor. Min Yoongi había completado el cuadro perfectamente, logrando revivir a su omega.
El alfa le observó en tanto esperaban que el semáforo cambiara a verde.
—Hyung, si sigues observándome de esa manera, mi rostro se gastará —El menor había estado ignorando el intenso escrutinio del mayor, mas cuando fue demasiado descarado se decidió a hablar.
—No me canso de mirarte, ¿sabes?
—Y espero que nunca lo hagas —El menor se volvió y le regalo una pequeña sonrisa cargada de sentimientos.
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Jimin giró y saltó, para luego caer con gracilidad y hacer una circunferencia con el torso. La melodía de Exogenesis Part Three, se escuchaba alta y clara.
Taemin y MinHo observaban al menor sorprendidos. La coreografía estaba funcionando al cien por ciento.
Cada paso, cada movimiento, cada giro, cada caída.; las manos, los pies, la postura., expresión facial, expresión corporal, el tiempo, la coordinación y coherencia...todo era impecable, a un nivel abrumador.
Cuando la música terminó, Jimin cayó exhausto al suelo. Había estado ensayando sin descanso, limitándose a beber agua y secar el sudor para ver su reflejo sin mayores complicaciones.
—Jimin, ¿qué fue lo que hiciste? —MinHo se sentó a su lado, observándole con curiosidad.
—Min Yoongi, eso le pasa —Taemin respondió antes de que el menor pudiera decir cualquier cosa—. ¿Acaso no ves la enorme sonrisa de bobo enamorado que trae?
Jimin observó su reflejo y, en efecto, ahí estaba, delatora de todos sus desvelos y felicidades, los labios estirados aún por sobre su rostro cansado.
—¡Yah! ¿Debería enamorarme yo para lograr bailar con tanto sentimiento como Jimin? —MinHo habló adoptando expresión pensativa. Taemin le empujó con el pie.
Jimin rió de esos dos.
—Ya son las once y treinta, ve a duchar cachorro. Apestas.
—Ojalá yo apestara como él —MinHo acotó.
—¿Eh? —Jimin preguntó mientras se incorporaba.
—Hueles muy bien, Jiminnie. Llevas el aroma de tu alfa contigo y se vuelve una mezcla perfecta con tu dulzor de omega —MinHo se encogió de hombros.
Huelo a Yoongi...
Jimin se sonrojó aún más.
—Adiós, chicos, nos vemos mañana.
—Nos vemos Jiminnie —Se despidieron sus dos amigos. Jimin se aproximó hasta su bolso, tomándolo. Cuando estaba justo por salir, se volvió fugazmente; Taemin estaba siendo abrazado por MinHo, un abrazo que poco tenía que ver con amistad.
Ya le preguntaré más tarde.
Jimin se ducho con prisa, lavando su cabello y cuerpo, a conciencia. Una vez listo, se vistió. Cuando tomó su celular para cerciorarse de la hora, le llegó un mensaje.
MiAlfa💙
<11:58>
Estoy afuera, te espero.
Jiminnie
<11:58>
Enseguida salgo, Hyung.
Jimin tomó sus cosas y se dispuso a salir, una vez cruzó el umbral, observó a su alfa apoyado en la puerta del copiloto utilizando gorra y tapabocas, sin embargo, eso no fue lo que llamó su atención; una rosa en la mano junto a un paquete envuelto en periódico, en la otra.
¿Qué diablos?
Jimin avanzó hasta él. Yoongi abrió los brazos, recibiéndole con un abrazo. El menor sonrió y se aferró a él cuanto pudo, dejando un beso por sobre la tela que le cubría los labios.
—Toma, esto es para ti —El alfa le tendió la rosa. Jimin la recibió y la olió, sonriendo. Su pecho se contraía de alegría.
—Gracias, Hyung —Jimin dio una significativa mirada al paquete envuelto torpemente.
—Ah, bueno, esto... —El alfa parecía ¿nervioso?
—¿Qué es? —El omega no podía ocultar su curiosidad.
—Toma, míralo tú mismo —Yoongi le entregó el paquete. Jimin le tendió la rosa para que se la sostuviera y con muchísima curiosidad, observó el obsequio en sus manos.
—¿Lo envolviste, tu verdad? —El menor rió al imaginarse a su alfa armando ese presente.
—Sí, no encontré un puñetero papel decente...Fue demasiado tarde para cuando me di cuenta.
—Está bien, me gusta. Es muy "Yoongi".
—Has silencio y ábrelo —Un sonrojado alfa miraba la rosa entre sus manos, evitando enfrentarlo.
Jimin rompió el papel y se encontró con una sudadera roja doblada a la perfección. Algo confuso, la desdobló.
"Yo soy su sol"
Estaba escrito en la parte trasera junto a un dibujo de un sol al estilo animado, el cual tenía carita y sonreía con ternura. Jimin no entendía nada.
Yoongi, nervioso, se desabrochó la cazadora de cuero revelando una sudadera del mismo estilo. Al quitarse la prenda, se giró, enseñándole lo que decía en su espalda.
"Él es mi sol, al que sigo"
Se mostraba el dibujo de una luna animada muy tierna.
—¡¡Oh Dios mío!! —El menor comprendió, era ropa de pareja. Con emoción, el omega abrazó a su alfa, riendo a carcajadas— Esto es hermoso, Hyung. ¿A dónde iremos a lucirlas? —Jimin se separó, se quitó el suéter, reemplazándolo por la sudadera en ese mismo instante.
Acababa de descubrir su nueva prenda favorita.
—Iremos a la feria. A la casa de Nam debemos ir por la tarde, por lo que pasaremos el día en la feria.
—¿Me está usted invitando a una cita, señor Min?
—Así es, señor Park —El alfa abrió la puerta del copiloto, invitando a Jimin a entrar. Cuando el mayor iba a cerrar su puerta, se agachó lo suficiente y bajó el tapabocas lo justo para besarle los desprevenidos labios, logrando sonrojarlo.
El camino fue llenado por conversaciones ligeras, Jimin hablaba sobre lo satisfecho que estaba con su trabajo hecho en la academia y Yoongi le habló de que estaba estudiando diferentes platos con ingredientes que podrían ser usados en la competencia de Jeju.
Cuando llegaron al parque de diversiones, bajaron del auto, entusiasmados y de la mano, eran ridículamente felices por ir vestidos con la misma prenda.
—En realidad, aquí vinimos por la rueda de la fortuna y ese que son columpios enormes. El almuerzo lo traje yo, para que tengamos un lindo día de picnic...—Yoongi hablaba en tonos bajitos, avergonzado.
Era su primera vez haciendo tales cosas.
Jimin se moría de amor y ternura en esos momentos. Le encantaba saber que el alfa, a pesar de saber que le amaba, tuviera esa clase de detalles, cortejándolo como si aún no lo marcara.
—Me encanta la idea, Hyung. Otro día venimos con los demás y subimos a las otras atracciones, hoy solo somos tú y yo.
—Solo tú y yo, cachorro.
No había fila para comprar los boletos de entrada. Un lunes a primera hora de la tarde, en medio de un día con clases y trabajo, ese lugar no tenía muchas visitas.
Al ingresar, Yoongi cambió su gorra, dejando la visera hacia atrás, despejando su frente. Jimin se mordió el labio inferior al verle, su rostro cambiaba por completo, dándole un aire más masculino. La mascarilla negra también ayudaba.
Una vez dentro del recinto, caminaron sin apuros hasta los columpios de cadenas larguísimas, que daba la sensación de volar.
Jimin se encontraba muy emocionado.
Cuando estuvieron en su asiento para dos y el juego comenzó a elevarlos e iniciar las vueltas, ambos se observaban nerviosos.
La velocidad les disparó la adrenalina, provocando que gritaran por breves momentos. Se tomaron de las manos y las alzaron.
—¡Hyung, estoy volando! —El menor vociferó en medio de las risas que brotaban desde su pecho. La felicidad salía de su alma.
—¡Park Jimin! —Le llamó el alfa, el menor le observó con una sonrisa enorme— ¡¡TE AMO!!
Sin poder contenerlas las lágrimas surcaban los ojos del omega, felicidad era lo único que podía sentir en esos momentos; felicidad y un infinito amor.
El juego terminó y ellos bajaron, se tomaron de las manos y se contemplaron. El menor se apegó al cuerpo de su alfa, abrazándolo.
—¿Vamos a la rueda de la fortuna? —preguntó Yoongi. Jimin se limitó a asentir.
Al llegar, solo había cuatro parejas más aparte de ellos. Ambos subieron ansiosos.
Cuando comenzó a subir, el menor se apegó al alfa, el cual lo abrazó. Jimin le sacó el tapabocas, Yoongi sonreía.
—Gracias por traerme aquí, Hyung.
—Te debía esta cita, como te debo muchas otras —El mayor juntó sus frentes. ninguno ponía verdadera atención a la vista del exterior; simplemente contemplaban , manteniéndose muy apegados.
La emoción recorría el cuerpo del omega.
—Jiminnie.
—¿Mmnh?
—Gracias por elegirme —La voz salió envuelta en ferviente emoción. El menor no se aguantó a llegar a la cima y besó a su pareja con amor y urgencia.
—Te amo Alfa, te amo tanto como jamás volveré amar.
Sellaron sus sentimientos con un beso de amor y unión, un beso lento que tomaba cada parte de sus almas.
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Yoongi mantenía la cabeza sobre las piernas de Jimin siendo alimentado por este; su día de picnic estaba avanzando según lo planeado. Luego del almuerzo, irían a dar un paseo en bote.
—¿Hyung?
—Dime —respondió abriendo los ojos.
—¿Puedo conducir su Audi?
El alfa le observó con una ceja alzada.
—¿Sabes manejar, cachorro?
—Sí, tengo licencia y todo —respondió orgulloso.
—Cuando nos vayamos a la casa de los Kim, manejarás tú.
—¿Es en serio? —preguntó alegre.
—Claro, si chocas el auto tengo seguro, aunque podrías salir herido, ¿seguro que quieres conducir? Quizás antes debería probarte en un lugar sin tránsito, ni personas, porque podrías...
—Hyung, cállate —Jimin le dijo en tono dulce. Ambos rieron.
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Cuando llegaron a casa del matrimonio Kim, Yoongi había sufrido más de quince intentos de infartos mientras que Jimin sonreía orgulloso, el Audi estaba intacto y ellos también.
—Cachorro, trabajaremos en tu forma de conducción temeraria. Creo que alguien ha visto muchas películas de acción.
El omega se sonrojó asintiendo.
—Taemin me enseñó a manejar, luego yo me saqué la licencia, pero no volví a conducir de forma muy regular. La velocidad en el Audi no se nota, lo siento si te asusté, Hyung.
—Sí, bueno...solo que si nos estrellábamos a esa velocidad, solo seriamos galleta de Jimin y Yoongi.
Juntos se encaminaron hacia la entrada del hogar Kim; era una casa de aspecto victoriano, ubicado en un barrio residencial a solo treinta minutos de FarAway.
Cuando tocaron la puerta, esta fue abierta de inmediato.
—¡Jiminnie, Yoongi! —El omega les saludó con una sonrisa enorme— Pasen, pasen, están en su casa.
El mayor se hizo a un lado, permitiendo que entraran.
El lugar era espacioso y brillante. Flores reales descansaban en floreros coloridos, que combinaban a la perfección con las paredes de color blanco. Muebles de aspecto masivo y antiguo estaban ubicados estratégicamente.
—Min Yoongi usando ropa de pareja. ¿Quién lo hubiera imaginado? —Namjoon se burló en el momento en que los vio entrar en la sala, luego de quitarse los zapatos y reemplazaros por las pantuflas.
—Cállate, yo al menos aún conservó mi color de cabello —El chef le replicó. Namjoon se llevó las manos al corazón, fingiendo dolor.
—Eso no es justo —Jimin rió de la escena.
—Es unos minutos estará todo listo. Tomen asiento en la sala de estar —Jin apareció llevando jugos naturales, se los entregó y volvió a desaparecer por la que se asumiría, era la cocina.
—Su casa es muy bonita, Hyung —Jimin observaba todo a su alrededor, los detalles no pasaban por alto.
—Gracias, Jiminnie —El alfa respondió—. Así que, ¿dónde andaban ustedes dos como para llevar esa ropa puesta? —preguntó sin aguantarse la curiosidad.
—Yoongi Hyung me llevó al parque y a un día de picnic —respondió alegre.
—¡Woah! Esas citas son las mejores y las más baratas. Jin y yo solemos salir a esos lugares...Aunque ahora vamos a citas más tranquilas; los juegos del parque de diversiones son un poco peligrosos para Jin y los bebes.
—Sí, me lo imagino —Yoongi asintió luego de dar un gran sorbo a su jugo.
—Chicos, la mesa está lista, pasen a lavarse las manos —Jin asomó la cabeza por la puerta de la cocina.
Namjoon sonrió y les guió hasta el baño de la primera planta. Cuando fueron al comedor, Jin apareció con un gorrito de cumpleaños y tiró serpentinas, Namjoon tiró challa.
¿Pero qué mier... ?
Yoongi dejó el pensamiento cuando observó lo que Jimin miraba con ojos muy abiertos.
"Tíos Jimin y Yoongi, ¿aceptan ser nuestros padrinos?"
El omega sintió sus ojos picar al leer la pancarta que, se notaba, estaba escrita y decorada a mano; el corazón le latía rápido y emocionado.
Yoongi apretó los labios y buscó a tientas la mano de su pareja. Ambos se observaron un segundo.
—¿Y? ¿Qué dicen? ¿Aceptan? —Namjoon y Jin se pusieron dentro de su campo visual. Ambos llevaban ridículos sombreritos pequeños, algo que el menor encontró sumamente tierno.
Como si fuera premeditado, Yoongi y Jimin abrieron los brazos y abrazaron a la expectante pareja. Fue un abrazo algo incómodo debido a las posiciones en las que estaban, pero lleno de sentimientos.
Al separarse, Jimin y Jin soltaban lágrimas, mientras los alfas mantenían los ojos muy brillantes.
—¡Jin Hyung! —Jimin le observó y secó las lágrimas que caían por el lindo rostro del omega en estado— No me puedo creer que nos esté pidiendo esto, ¿sabe lo feliz que me hace? —El menor trasladó las manos a la panza que sobresalía gracias al suéter de lana que se apegaba con delicadeza a su cuerpo — Hola bebés, su tío Jimin les habla. Ya los quiero un montón, ¿saben? Ustedes serán mis niños consentidos —Jin se mordía los labios para no soltar un fuerte sollozo.
—En realidad —Nam habló con la voz ahogada en emoción y un rastro de lágrimas era visible sobre sus mejillas, el alfa había llorado en silencio—, son una niña y un niño —Nam avanzó hasta quedar a un lado de su pareja.
—Un pequeño Nam y una pequeña princesa —Jin habló con la voz rota.
—Chicos —Yoongi habló por primera vez. Sus manos temblaban debido a las diferentes sensaciones y emociones; él conocía en carne propia lo hermoso que se sentía la ilusión de un hijo, no se podía imaginar la felicidad que se podría sentir por dos. El alfa se tapó la boca con la palma de la mano y dejo libre su llanto, Jimin sintió su pecho explotar, volviendo a llorar. Con prisa, abrazó a su alfa.
Sabía que ese tema era algo muy delicado para él mayor, su historia le había marcado para siempre. Yoongi se separó de Jimin, manteniendo sus manos unidas y miró a la pareja que se abrazaba.
—Querré a esos pequeños como si fueran míos —La voz nasal y quebrada del alfa volvió a conmover el corazón de Jimin.
—Lo sé, Yoongi —Jin sonrió con ojos brillantes y abrió los brazos, el chef se apegó a él con cariño.
—No pudimos elegir mejor —Namjoon le sonrió con ternura a Jimin, tendiéndole la mano. El omega la tomó y sintió una tibieza distinta en su corazón: el calor de familia, el calor de amor fraternal.
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4/4 :<
¡Hola! aquí con la última parte de esta maratón. Espero que la hayan disfruta. Yo lo hice escribiendo.
Gracias a todos los que me comentaban, amo leerlos jijiji.
Aviso: Glen uno de mis solcitos creó un grupo para FarAway en Face, si quieren unirse busquen "FarAway y sus solcitos" todos son bienvenidos. También haré un grupo de Wsp, quien quiera unirse,mandeme su numero por interno. Con confianza, no muerdo, solo doy abracitos.
Sin mas que decir, me despido.
Los quiero, gracias por su apoyo.
Dejenme sus opiniones, me encanta sabes que piensan.
~Rosiee🐾💙