El silencio se adueñó de toda la casa de Will por un tiempo bastante prolongado después de que él soltara semejante noticia.
Por otro lado, Ellie deseó estar otra vez en el baño porque sentía que vomitaría nuevamente.
Eso no podía estar pasando, al menos no a ella y menos en ese momento. Debía ser un error. Se había asegurado de protegerse bien para evitar algo como eso.
No estaba en sus planes ser madre nuevamente y por la expresión de pánico que tenía Will, en los de él tampoco.
-¿Esos exámenes podrían estar mal? -preguntó Ellie, acabando con el silencio mortal de la estancia.
William pareció salir del trance en el que se encontraba.
-Lo dudo mucho -respondió él. Aún permanecía inmóvil frente a ella, pero al menos ya había hablado.
-Mierda -Ellie se sentó en el suelo mientras pensaba que rayos iba a hacer.
No es que le asustara la idea de ser madre nuevamente, simplemente no quería. No sabía como estaba su relación con William en ese momento, eran novios si, pero ni un solo minuto se habían detenido a hablar sobre planes a futuro.
Y ahora un bebé en camino...
-Por favor, di algo -pidió ella.
-¿Qué se puede decir en un caso como este? - él se sentó junto a ella en el suelo.
-No lo sé, lo que sea.
-No sé que decir, Ellie... Esto realmente no me lo esperaba...
-¡Créeme que yo tampoco! -respondió ella molesta de pronto. El tono seco de voz de William la estaba volviendo loca.
William frunció el ceño ante sus palabras y al parecer iba a decir algo, pero su teléfono sonó y se lo impidió.
-Dime -el joven se levantó del suelo y le dio la espalda -. De acuerdo, ahora mismo voy para allá.
Ellie se levantó del suelo y Will se dirigió hacía ella.
-¿Qué ocurre?
-Tengo que salir, una vez emergencia en el trabajo -dijo abrazándola con fuerza, lo cual Ellie aprovechó para aprisionarlo con sus brazos por la cintura.
No era la primera vez que Will regresaba a casa del trabajo y una simple llamada lo hacía salir corriendo nuevamente minutos después. Pero justo en ese momento, solo por ese momento deseaba que se quedara en casa con ella y le dijera que era lo que realmente pensaba acerca de todo eso.
-Ten cuidado -le pidió ella. Un embarazo no planeado no era el único problema que tenían encima.
-Tu también, cielo -Will la abrazó con más fuerza -. No abras la puerta a nadie, yo tengo mis llaves y sabes que entraré por el elevador -la previno él. Todos los días le decía lo mismo.
-De acuerdo.
Cinco minutos después se encontró nuevamente sola y lidiando con la noticia que no acababa de digerir.
¿Qué iba a hacer ella con otro bebé a esas alturas de la vida?
Era cierto que aún estaba joven -apenas estaba por cumplir los veintitrés años -, pero su limite de hijos desde el embarazo de Chris había sido de uno, y ahora venía a aparecer en escena un pequeño intruso.
El olor del café recién hecho la sacó de sus pensamientos y por unos minutos, mientras trataba de desayunar intentó olvidarse de todos sus problemas, que no hacían más que acumularse uno tras otro.
Se dispuso a limpiar la casa para mantenerse entretenida con algo cuando vio lo hora y se sorprendió de la rápido que estaba pasando el tiempo. Debía llamar a Leila para saber como estaban.
Se arregló un poco ya que no quería que su hijo ni su hermana la vieran aparte de pálida, desaliñada.
Tomó la computadora que Will le había prestado para las videollamadas que hacía con su familia.
No esperó mucho cuando el pequeño rostro de Chris apareció frente a la pantalla de la laptop y Ellie sonrió abiertamente al ver a su hijo.
-¡Mami! -gritó el chiquillo.
-Hola mi vida -lo saludó Ellie -¿Cómo estás? ¿Te estás portando bien?
-Si mami. Quiero verte -se quejó Chris.
-Me estas viendo -trato de burlarse Ellie para intentar de no llorar.
-¿No puedes venir solo un día? -preguntó el niño con inocencia haciendo pucheros -. Estamos decorando la casa de la abuela Grace, tienen adornos muy bonitos.
Ellie sonrió al oír a Chris hablar de su abuela, al parecer la señora se había ganado el cariño de su pequeño.
- Pronto nos volveremos a ver mi vida, aún no he terminado con los trabajos que estoy haciendo. ¿Dónde está tía Leila? -Ellie decidió cambiar de tema.
-Anda trayendo el árbol de navidad con la tía Quinn.
-Vaya, un árbol de navidad -Ellie sonrió al notar la alegría Chris.
-Christopher cariño, vamos a merendar.
La voz de una mujer se escuchó cerca pero no se veía nadie más aparte de Chris.
-Estoy hablando con mami -Chris despegó la vista denla computadora y se dirigió a alguien más -. ¿Quieres saludarla abuela?
Ellie se tensó de inmediato y sintió como el corazón se le aceleraba.
Su madre estaba justo ahí , solo era cuestión de que se acercara un poco y podría verla.
-Cielo, mamá debe de estar agotada, ¿no crees? -la voz de la mujer se entrecorto al decir eso y Ellie se sintió mal. Sabía lo difícil que era para Ellie relacionarse con su familia en ese momento y le estaban dando su espacio apesar que era difícil también para ellos.
Pero justo en ese momento necesitaba a su madre, con tantas cosas que tenía encima, la quería cerca de ella más que nunca, era una necesidad que no tenía desde el día en el que nació Chris y ahora que ella estaba cerca literalmente no desaprovecharía la oportunidad.
-Chris, me presentarías a tu abuela, cariño -le pidió Ellie.
-Mamá, ¿cómo te voy a presentar a la abuela si es tu mamá y ya la conoces? -preguntó Chris cruzándose de brazos.
-Amor, ¿recuerdas que te conté que hacia mucho tiempo que me veía a la abuela? Pues bueno, me gustaría que tu me la presentaras.
-De acuerdo -dijo Chris sin comprender muy bien la situación -. Abuela, mamá quiere verte. Ven.
Ellie abrió mucho los ojos al ver a la mujer que se situó frente a la computadora.
Era la misma mujer que había visto en el Central Park el día que andaba con Chris, Jesse y William. Era la mujer amable que se sentó junto a ella y le contó acerca de sus hijos.
Ella era su madre.
No pudo evitar contener las lágrimas y con dedos tembloroso tocó a través de la pantalla el rostro de su madre.
-Hola -susurro la mujer.
-Mamá -sollozó Ellie. Sentía unas ganas tan grandes salir corriendo y al mismo tiempo de abrazarla.
-Mi niña. Te he echado tanto de menos mi bebe -lloró la mujer de bellos ojos azules.
Ellie no encontraba las palabras para decirle cuanto la había extrañado ella también.
Todo el temor que creyó que sentiría al ver a su madre no estaba y en su lugar había una alegría que no podía describir, la habia extrañado más de lo que había imaginado.
Con tantas cosas en su vida en ese momento que la estaban agobiando, como James rondando y sin ser atrapado aún, su hijo y su hermana lejos de ella y para colmo de males, su inesperado embarazo; ver a su madre era lo más gratificante que podía existir en ese instante apesar de la distancia de cientos de kilómetros que las separaban.
Les pido disculpas por no actualizar el jueves, la inspiración se había escapado de mi mente y recién esta regresando.
Ojala hayan disfrutado este capítulo al igual que los anteriores.