— ¿Irás a dormir a la casa de una de ellas? —inquirió mi hermana.
—Si, es un proceso de incisión, todas pasaron por ello. Es para según ellas, conocer a la nueva.
—Creo que es un poco razonable.
— ¿Qué debo llevar? Yo... nunca he ido a una pijamada ¿qué hacen allí?
—Películas, comida, secretos, música, lo que se les ocurra —respondió enumerando cada opción con sus dedos.
—Ayúdame a preparar mi bolso.
Estábamos en mi habitación, ella abrió mi ropero de par en par y sacó lo que para ella era lo necesario.
—Debes llevar dos mudas de ropa, un pijama, obviamente, y una más para que vayas al instituto mañana.
—Entendido —me encontraba sacando una de mis pijamas de vagabunda hasta que ella me detuvo.
— ¿Cómo crees que vas a llevar eso? Con esto estará perfecto —me dijo entregándome una blusa de tiras verde y un short blanco a conjunto.
—Está bien, sigo tus órdenes. Pero la ropa del instituto, la escojo yo.
—No hay problema, tienes buen gusto.
—Gracias —sonreí con arrogancia y tomé una blusa roja para ponerme con una falda acampanada al muslo de color negro. Mis botines negros y mi chaqueta. Listo.
Guardé todo y mis implementos de aseo y belleza como shampoo, acondicionador, cepillo de dientes y todas esas cosas. Mi hermana salió de mi habitación y yo ya me iba, antes de cruzar la puerta Antonieta me preguntó si iba salir, lo que consideré obvio pero respondí con la mayor amabilidad posible.
—Se supone que para eso iba a cruzar esta puerta —dije señalando con mis brazos abiertos.
—Oh, bien. ¿No va a comer antes?
—No, y tampoco llegaré a dormir acá.
—Señorita no debo meterme en su vida, pero usted no es mayor de edad aún para dormir en la calle.
—Mientras que a mis padres no les importe, no veo porque al resto sí. Sólo es una pijamada, Antonieta, no regresaré con un bebé en brazos —puse mi mano en su hombro para que se despreocupara— ¡Relaja la neurona, adiós!
Salí y ya estaba Jay esperando por mí, se ofreció a llevarme y no dudé en aceptar.
— ¿Lista para una noche de películas románticas, pedicura, manicure, y elegir entre si el rosa pastel es mejor que el rosa chillón?
—Púdrete, Jay.
Me monté en su moto y el arrancó el viaje, me habían agregado a su grupo de Whatsapp y así conseguí el número y dirección de todas, la casa de Cris no quedaba tan lejos, o eso me dijo Jay.
Llegamos y según el número de la casa, esa era la indicada. Era una casa grande, no tenía jardín frontal, pero se veía lujosa y cara. Toqué el timbre y Jay esperó a que me abrieran, escuché unos gritos que provenían de la parte superior y alcé la mirada encontrándome con algunas de las chicas en el balcón, traté de sonreír pero creo que sólo logré una mueca y agité mi mano lentamente y empezaba a arrepentirme.
La puerta se abrió mostrándome la silueta de Cris, me abrazó y me dio un beso en la mejilla y me invitó a pasar.
— ¿Ya llegaron todas?
—No, contigo somos cinco, sólo faltan las hermanas.
Subimos y en mitad de las escaleras nos encontramos con los padres de Cris.
—Tú eres la nueva, espero que la pases genial con todas. Cualquier cosa, no dudes en pedirme —me dijo la señora muy amable y me sonrío.
—Oh, gracias señora Ferrer. Que tengan buenas noches —dije y seguimos nuestro camino a la habitación de Cris. En el camino, me di cuenta que la casa era más grande de lo que esperaba y tenía varios adornos y candelabros.
Al llegar saludé a todas y ellas ya se encontraban en pijamas así que pedí el baño para cambiarme. Una vez que salí halagaron mi cuerpo con silbidos y ruidos raros.
—Vaya, las porristas también tienen su lado camionero —me burlé un poco.
Minutos después llegaron las Collins y nos sentamos en ronda en la esponjosa, peluda y celeste alfombra.
— ¿Haremos una sesión espiritista?
—No —respondió en risas Dani— te explico, estas pijamadas son para conocerte, entonces en cada una de ellas hay un tema de que charlar para conocerte y que nos conozcas y después hacemos lo que queramos.
—Entiendo... ¿el tema es?
—"Gustos & Favoritos" —respondió esta vez Ally.
—Bien, empecemos.
—Saca un papel de aquí, y dinos la palabra que salga —me entregó una pecera llena de papeles de varios colores.
Así lo hice y salió la palabra "Colores" se los dije y me pidieron que diga mi favorito.
—Azul
—Verde —siguió Ally.
—Celeste —Cris.
—Turquesa —Dani.
—Dorado —Stephy.
—Morado —Leyla.
—Rojo —Yuko.
Y así respondimos varios temas y pude darme cuenta que en música y artistas teníamos gustos muy similares, lo que no era en el caso de la comida y animales.
—No puedo creer que odies los gatos, son una lindura —me reprochó Yuko.
— ¿Lindos? No se bañan, pasan su lengua por todo su cuerpo asquerosamente y casi nunca están en casa y ¡No se bañan!
—Se bañan ellos solos.
—Pasarse la lengua por todo el cuerpo no es bañarse, y espero que lo sepas.
—Igual son lindos, tú eres rara.
— ¡Los perros si son lindos! Ellos te devuelven el amor que tú les das —me defendí.
— ¿Lamiendo tu cara? —cuestionó Yuko, ahora defensora de gatos.
— ¡Esa es su manera! Los gatos no lo hacen.
Después de discutir, mientras que el resto reía decidimos votar en secreto ¿Y qué creen? Los gatos ganan.
— ¡Uh! ¡Así es! ¡Amor por lo gatos! —festejaba Yuko.
— ¿Y ahora qué? —la estábamos pasando genial, incluso Leyla empezaba a integrarse más conmigo, pero detesto perder.
—Vamos a ver comida y veremos una película. Mañana hay clases, debemos despertar temprano —nos comunicó Cris.
— ¿Qué comida?
—Prepararemos pizza, palomitas y tenemos sodas.
— ¡Perfecto!
—Yo paso, odio cocinar —reprochó Leyla pero con un tono no tan arrogante.
—Ya lo sabemos —dijeron todas al unísono y ella sonrío— elige la película.
—Si, eso haré.
Todos salieron y yo esperé a quedarme a solas con ella, debemos hablar y esta sería una buena ocasión.
—Ley...
—Leyla —corrigió con un tono de voz seco mientras miraba las películas y escogía una.
—Yo... sólo quería decirte que podemos llevarnos bien, no es necesario pelear.
—Lo hubieras pensado antes de hacer todo lo que hiciste ¿por qué ahora quieres ser parte de nosotras? Ellas podrán fingir que todo está bien, pero para mí nada estará bien mientras tú estés aquí. No perteneces aquí, y haré que te vayas —me miró acusándome y con todo el odio posible en su ser.
—Bien, esto fue un error —dije rendida.
—El que entraras aquí fue un error.
— ¿Por qué eres así conmigo? Sólo quiero una oportunidad.
—Pues no la tienes, y no la tendrás, no conmigo.
—Bien.
—Te sacaré de aquí, te lo juro —me miró tan fuerte que empezaba a intimidarme.
—No será necesario —dije en un susurro y salí al encuentro de las demás chicas.
¿Qué me pasaba? Yo, Caroline Manson intimidándose con una rubia teñida fresa.
Debo solucionar eso, llegué a la cocina guiándome con sus risillas que eran muy audibles.
— ¿De qué ríen? —pregunté curiosa.
—La pizza está en el horno, pero pusimos mucho chile en un trozo de ella así que una de nosotras necesitara mucha leche —explicó Cris doblándose de risa.
—Son de lo peor —dije riendo con ellas.
Subimos con todo en las manos y Leyla había escogido "Si decido quedarme" nos sentamos, usamos los cojines y la película empezó, todo iba bien hasta que Leyla empezó a sacar la lengua como un perro, tenía el rostro rojo y trataba de decirnos algo que no entendíamos hasta que recordé el chile.
— ¡El chile! ¡Perlas! ¡El chile! —les grité a las chicas para que lo recordaran.
Todas gritaron y le pasaron un cartón de leche y en su desesperación por tomarla regó medio litro en su garganta y pecho dando una imagen desagradable para mí.
— ¿Estás bien? —inquirió Ally.
— ¡Fuiste tú! —me acusó sin responder y sin aliento.
— ¿Qué? ¡No! Estuve contigo la mayor parte del tiempo —me defendí.
—Aguarden, estuvieron juntas y la habitación no explotó —anunció Ally como si se tratase de un encuentro científico asombroso.
—Fuimos nosotras, a que fue gracioso —dijo Dani quitándole importancia y conteniendo la risa.
—Vamos, te presto otro pijama —le ofreció Cris y ambas se pusieron de pie en busca de dicha pijama.
— ¿Estuviste a solas con ella? —me susurró Yuko queriendo saber.
—Si.
— ¿Y qué te dijo?
—Me juró que me sacará del grupo —contesté mirando al frente.
—Tranquila, somos un equipo. Sólo te vas si te sacamos todas, no una contra cinco —puso su mano en mi hombro en muestra de apoyo, la miré y me regaló una tierna sonrisa acto que agradecí.
La película acabó y fuimos a dormir, éramos muchas así que Ally, Leyla y Stephy durmieron con Cris en su habitación mientras que Dani, Yuko y yo usamos la de huéspedes.
—Dani, tenemos una alerta azul —anunció Yuko, las tres nos encontrábamos acostadas en la inmensa cama.
— ¿Qué sucedió Carol?
—Yo no he dicho nada, Dani.
—Ella no sabe —susurró Yuko hacia Dani— usamos tu color favorito, para hacer tu código. Cuando tengas un problema, se dice alerta azul. Es tu código. Sólo tienes que acostumbrarte a nosotras y de a poco aprendes los códigos de cada una.
—Lo entiendo, pero yo no tengo ningún problema, Yuko.
—Yo considero lo de Leyla un problema.
— ¿Qué sucedió con Leyla, Carol? —inquirió Dani preocupada.
—Nada —mentí rápidamente.
—Le juró que la sacaría del grupo —le dijo Yuko y la fulminé con la mirada.
— ¿Es eso cierto?
— ¡Yuko! —grité frustrada.
—Tranquila, Yuko y yo somos mejores amigas y podemos serlo contigo también. Nos conoces entre nosotras y no nos fallamos, la traición no entra entre ninguna de nosotras, pero entre las dos eso es mucho más fuerte —me animó Dani.
—Bien es cierto, pero no le quiero dar gravedad al asunto, es mejor dejarlo así.
—Tranquila, nosotras estamos de tu lado. Y creo que le agradas a Ally, aunque ella es muy buena se deja manipular por su hermana. Stephy era una total nerd y Leyla la transformó en lo que es ahora y la integró al grupo, ahora ella es una clase de discípulo y hace todo lo que Ley le pida. Cris es muy buena, en ella también debes confiar —me explicaba Dani— no quiero iniciar diferencias entre nosotras, somos muy unidas pero eso no quiere decir que me agrade ciertas cosas que hace o dice. Creo que se hizo una perra desde que un tarado la dejó y ella realmente lo amaba.
—Eso es muy dramático —dije imaginando una clase de telenovela.
—Pero cierto.
—Bien, creo que es hora de dormir. Muchas gracias chicas, son muy amables conmigo después de todo —les dije y me dispuse a dormir hasta que ellas se tumbaron encima de mí riéndose.
—Ahora, eres una de nosotras. No te preocupes por ello —me dijo Yuko al oído.
Nos abrazamos un rato más y caímos en un profundo sueño.
— ¡Niñas! Es hora de arreglarse para que vayan a clases —nos despertó la Señora Ferrer.
— ¡Buenos días, señora! —dijimos sonrientes al unísono.
—Buenos días niñas —respondió sonriente— bajen para que desayunen antes de irse.
Se retiró y nos turnamos el baño, pedí último ya que no me demoro mucho arreglándome y seguí durmiendo un poco más. Desperté y me duché rápido mientras que Dani se maquillaba y Yuko terminaba de vestirse. Me llevé mi ropa al baño ya que yo a diferencia de ellas no podría vestirme en sus caras, aunque fueron pudorosas y se taparon con la toalla, cuando ya tuvieron la ropa interior puesta, se olvidaron de ella. Salí vestida, y Dani se ofreció a maquillarme y le dije que no era necesario, quizá en otra ocasión y me respondió que esa ocasión pasaría porque pasaría.
— ¿Cómo llegaremos al instituto? —pregunté ya que no tenía como llegar.
—Yo tengo auto, las llevo y después las pasó dejando en sus casas para que no anden con el peso de sus bolsos.
—Gracias Yuko —agradecí sonriente.
Bajamos a comer y ya se encontraban todos ahí, saludamos y comemos a gusto. Los padres de Cris eran excelentes personas, y como padres eran un sueño; no pude evitar sentirme incómoda cuando ellos se despidieron muy tiernos de su hija, sin embargo lo disimulé.
Estábamos en el auto, llegando al instituto y en el parqueo me encontré con Jay y sin duda fui a saludarlo.
— ¡Idiota! —le grité y lo abracé. Las chicas decidieron ir por otro lugar y no me negué a ello.
— ¿Qué tal la pijamada? —preguntó y yo recordé que Kate estaba en modo seducir con él.
—Súper, fue mi primera pijamada y la pasamos genial. Es increíble que lo diga, pero son chicas increíbles.
— ¡Wow! Que rápido cambiaste de opinión, eh —se burló algo sorprendido.
—Creo que entendí que no debo hacerlas pagar por algo que ellas no han hecho.
—Me parece justo.
— ¿Y qué tal tu con Kate?
—Fui a jugar videojuegos ayer con Alex pero él no estaba, y entonces me tocó jugar con ella.
—Entiendo... —dije sonriéndole y él volteó los ojos y se fue a su clase.
Fui a mi clase y en ella me encontré con Cris y decidí saludarla.
—Hola, Cris.
—Oh... Carol, hola —sonrió fingidamente.
— ¿Sucede algo?
—Es... no le agradas nada a Ley, ten cuidado. No te lo tomes tan a la ligera.
—Entiendo... gracias, pero no debes preocuparte —palmeé su hombro, le sonreí y ella lo hizo igual pero esta vez un poco más sincera.
La clase empezó y terminó en un abrir y cerrar de ojos, salí a los pasillos para buscar mis cosas en mi casillero para seguir a mi siguiente clase, al abrirlo encontré todas, absolutamente todas mis cosas con pintura rosa fresca, la pintura chorreaba al casillero de abajo, y había una nota.
"Esto es sólo el inicio, querida."
Leyla, hija de...
— ¿Qué hay, gata? —apareció Dani interrumpiendo mis pensamientos y al ver lo que pasó abrió sus ojos de par en par— ¿Pero qué pasó aquí?
—Nada, es lo usual. Algo muy básico, siempre me pasa. Hay mucha gente que me odia aquí, soy una Manson, Dani.
—Vaya, gata. Nunca creí que fuera así la cosa.
—Si, Dani. ¿Quieres dejar decirme así? Prefiero los perros —dije cerrando el casillero, ya vería como solucionarlo y sobretodo como vengarme.
— ¿Quieres que te diga perra? —se burló y sonrió ampliamente.
—Gata suena increíble —reí con ella.
Las horas pasaron y estábamos en el almuerzo, me senté con Jay como siempre, Yuko al llegar me saludó a los lejos con una sonrisa enorme que se fulminó al ver a Jay, aunque quizá sólo fue mi imaginación. Se acercó un poco y me pidió que me acercara, se sentó dos mesas más allá y fui con ella.
—Hola Yuko ¿Qué sucede?
— ¿Qué haces sentada con ese tipo? —dijo refiriéndose a Jay con la mirada.
— ¿Jay? Es mi mejor amigo ¿por qué? —estaba muy confundida.
—El... —fue interrumpida por la llegada de Dani.
—Hola gata, Yuko —saludó sonriente con una manzana en la mano.
—Hola Dani —saludamos nosotras.
— ¿De qué hablaban? —inquirió curiosa.
—Carol estaba con el tipo morado.
—Si, son muy buenos amigos. Me he dado cuenta de eso siempre.
— ¿Qué? Quizá por eso Ley la odia tanto.
— ¡No estoy entendiendo nada! —exclamé mientras cuchicheaban entre ellas.
—Tu mejor amigo es el tipo morado, es el tipo que hirió a Ley, es el que causante de que ella este tan furiosa con el mundo siempre.
— ¿Qué? Yo nunca pensé que la porrista con la que estuvo fuera ella, eso pasó hace ya dos años —dije más confundida que al inicio.
—Ley estaba muy enamorada, ella hablaba de vivir juntos, ir a la universidad, adoptar un perro, casarse, tener hijos. A sus padres no les gustó mucho que fuese tan mayor y no haya terminado de estudiar aún, y sobretodo odiaba su clase social. Todos sabemos que es becado, y trabaja para mantenerse —narraba la historia Dani.
—Hey, eso no tiene nada de malo, es un buen tipo —lo defendí.
—Eso no es lo que pensaban los señores Collins. Incluso Ley se fue en contra de ellos por estar con él, y cuando ella le habló de vivir juntos para no tener que rendir cuentas con ellos, Jay le terminó.
—Dani... eso es —trataba de decir algo, pero el asombro me lo impedía.
—Deprimente —se me adelantó Yuko.
— ¿Qué es deprimente? —preguntó Stephy llegando con nosotras.
—A Carol se le quebró una uña —mintió enseguida Yuko.
—Uy sí, eso es de lo peor. El ajo con limón es bueno —me recomendó.
—Lo usaré —respondí nerviosa y al mismo tiempo me causaba gracia que lo haya creído.
Así que Leyla me odia por Jay, Jay lastimó a Leyla y Leyla no lo ha superado. Esto debo hablarlo con Jay lo más pronto posible.
Debo solucionar esta alerta morada.
Con amor, una estrella entre planetas.
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