Liam:
— Amor, ¿qué está pasando?
Nicole, su esposa se le acercó y se sentó en el suelo a la par de él.
Era una mujer baja de estatura comparado con él, cabello rizado castaño oscuro, que por lo general lo andaba suelto, de tés clara, con unos ojos marrones que siempre eran empañados con unos lentes, tenía unas curvas bastante pronunciadas que le habían quedado después del embarazo. Era perfecta.
Estaban en casa tomando una copa de vino después de un largo día de trabajo
- Nikki, creo que la encontré - susurró Liam, cerrando los ojos y reposando la cabeza sobre las piernas de su esposa.
- ¿En serio? - la mujer de bellos ojos marrones abrió mucho los ojos debido a la sorpresa.
Liam estaba tratando de procesar toda la información que había recibido varias horas atrás pero simplemente no entendía.
Desde hacía dos semanas que no podía dejar de pensar en Ellie Rainer; la bella castaña, ojos azules - casi tan claros como los de él -.
Era una mujer preciosa, de eso no había dudas, pero no fue su belleza física la que llamo su atención, sino que era algo más... Había cierta familiaridad en ella. Y desde ese momento los recuerdos tormentosos del pasado comenzaron a surgir con más fuerza que antes.
Cuando la chica se presentó como Ellie Rainer, a Liam, casi se le cae el alma a los pies.
Había oído ese nombre seis años atrás en un testimonio, pero nunca fue capaz de dar con su rastro.
Tres semanas atrás había tenido información de un amigo en New York acerca de una Ellie Rainer, que coincidía bastante con el perfil que él estaba buscando.
Había pedido que le buscaran información de todas las Ellie Rainer que hubiese el New York y coincidieran con el perfil de su hermana- para suerte de él solo había cinco en el radio de su busqueda, tres de ellas no coincidían con la chica que él buscaba y una estaba muerta.
Necesitaba con desesperación creer que Ellie Rainer, era su hermana.
Cuando Kendall desapareció, ella había tenido seis años solamente, él ya tenía quince años y se suponía que debía cuidarla, pero en esa época estaba más ocupado en las chicas que en cuidar de sus hermanas.
Lo último que supo de ella fue que estaba jugando en el jardín trasero de la casa de la abuela, mientras que él estaba con su novia Lisa, en la sala de estar. Se percató de la ausencia de Kendall cuando su hermana Quinn, llegó a la casa muy molesta porque a Liam se le había olvidado ir por ella a la práctica de soccer.
La buscaron hasta agotar los últimos recursos, la policía la buscó por más de ocho años y no había un solo rastro que pudiera indicarles que fue de ella. La maldita tierra se la había tragado.
Liam nunca dejó de culparse por lo ocurrido; sin tan solo hubiese...
Siempre se decía lo mismo y siempre llegaba a la misma conclusión: el "hubiese" era tan relativo.
Kendall había sido arrebatada de sus vidas por su descuido.
- ¿Le dirás a tus padres y a Quinn? - Nikki lo sacó de sus pensamientos.
- Aun no, quiero estar cien por ciento seguro.
- ¿Y cómo va el porcentaje?
- Setenta a treinta; a favor - murmuró Liam, mientras volvía abrir el expediente de Ellie Rainer que tenía a la junto a la chimenea.
Nikki tomó la pequeña fotografía de su posible hermana que estaba sujeta a un clip.
Era una fotografía de la licencia de conducir de la señorita Rainer
- Tiene tus ojos - murmuró Nikki mientras levantaba del suelo.
Nikki tomo su portátil y la coloco en sus piernas.
- ¿Tienes el expediente en tu correo? - le preguntó su mujer.
Liam solamente asintió con la cabeza mientras leía por millonésima vez el expediente de Rainer.
Ellie Rainer
Nombre completo: Ellie Rainer Klos.
Fecha de nacimiento: 24 de marzo de 1987.
Lugar De Nacimiento: Queens, New York.
Ocupación: Salonera en un Catering Service.
Estado Civil: Soltera.
Hijos: (1) Christopher Rainer.
Escolaridad: Completa (hasta dos meses atrás)
Nombre del padre: Charles Rainer
Ocupación: Ninguna, hombre pensionado.
Nombre de la madre: Rosie Klos
Ocupación: Ama de Casa.
Antecedentes Penales: Ninguno.
El resto ya era información vana y que no le servía de nada.
Y nada de lo que decía coincidía con Kendall. Excepto el nombre de su hijo. Era el mismo nombre de su padre. Christopher Littleton.
¿Y si los Rainer la habían secuestrado y la habían hecho pasar por su hija?
Ya había visto casos similares.
Descarto esa hipótesis al recordar el testimonio de Austen, aseguraba que había conocido a Kendall y que ahora se llamaba Ellie Rainer
- ¡Bingo! - Exclamó Nikki, después de un rato de estar tecleando.
- ¿Qué haces? -Liam se acercó a ella.
- Creo que ese porcentaje va a tener que subir un poco más a favor - dijo Nikki mientras le enseñaba lo que estaba haciendo.
En el departamento de criminalista donde trabajaban ambos, Nikki, era una de las encargadas de hacer reconocimientos faciales y era una experta en eso.
Su esposa había comparado la última fotografía que se le había tomado a Kendall, sonriente, llena de vida ya la foto reciente de su posible hermana
La coincidencia entre ambas fotografías era de un noventa y cinco por ciento.
- ¿Estás segura de que está correcto?
- Cariño, hago esto todos los días en el trabajo - Nikki le tomó la mano con fuerza -. Hago esto con las fotos de Melody para ver si se parecerá a ti o a mí.
Melody era la pequeña hija de Liam y Nicole de apenas tres años de edad.
- ¿Y a cuál de los dos se parecerá más? - quiso saber Liam.
- A ella - señaló Nikki la pantalla de la computadora.
Su hija Melody se parecería a su tía Kendall.
Liam estaba absorto en la fotografía de su hermana.
Al fin la había encontrado, después de dieciséis años. No podía creerlo, simplemente era... increíble.
Su única motivación para estudiar Psicología Criminológica había sido para dar con el paradero de su hermana, pero después de nueve años la esperanza prácticamente había desaparecido.
Tanto Liam como su hermana Quinn, se habían graduado en lo mismo - psicología criminológica -, solo que ella estaba enfocada en la fotografía forense mientras que él, trabajaba en el área de psicología criminal.
A diario se enfrentaba a situaciones que lo hacían perder la fe de que encontraría a Kendall con vida. Desde un secuestro hasta un asesinato a sangre fría. Siempre que llegaba a la escena del crimen, rogaba a todos los dioses que no fuera su hermana.
- Vas a tener que hablar con tus padres.
Dios, sus padres. ¿Cómo reaccionarían ante tal noticia? La última vez que les dieron noticias - falsas por supuesto - habían tardado bastante en recuperarse.
Decidió que mejor esperaría a estar cien por ciento seguro para informarles las noticias.
Tomó su teléfono y le marcó a su amigo y compañero Brandon, quien estaba a cargo de protección a testigos.
- Liam, ¿decidiste hacerme caso e irnos a mi despedida de solteros a Las Vegas con en la maldita película? - soltó Brandon apenas Liam se identificó.
- Eres un oficial Brandon, ¿realmente quieres ir a drogarte a Las Vegas?
-Si no me has llamado por mi despedida de solteros, entonces, ¿para qué? - se quejó el hombre al otro lado de la línea.
- Necesito un favor tuyo como mi amigo, no como mi compañero de trabajo -respondió Liam con toda la seriedad del mundo.
- Maldita sea, me huelo que tendré que romper reglas.
- Un par nada más... Necesito que me des el paradero de Gabriel Austen.