Lloraste como si no hubiera un mañana, esto era lo mejor, aparte de conocer a Lauren y Dani, que te había pasado. Fuiste corriendo a abrazarlos, ellos te recibieron con los brazos abiertos y con lágrimas en los ojos. Los abrazaste como nunca habías abrazado a nadie, temiendo que ellos se pudieran ir en cualquier momento.
— Ya pasó, pequeña —te dijo un chico con gafas, cabello negro y ojos almendrados.
–– Eso, no quiero que llores —ahora te dijo una chica de pelo castaño claro y ojos marrón verdoso.
— Es la mejor sorpresa que me podríais dar —dijiste separándote de esta última.
Te giraste y fuiste corriendo a abrazar a tu mejor amigo, que tenía el cabello castaño oscuro y ojos marrones.
— Te echábamos de menos, tonta —te dijo y le diste un leve golpe en el brazo.
Te separaste de Jose María y miraste a tu mejor amiga, de cabello ondulado y ojos marrones.
— No me esperaba esta sorpresa, muchas gracias, Lore —la abrazaste con todas tus fuerzas.
— No hay de qué, sé que nos echabas de menos —te devolvió el abrazo.
Notaste la puerta abrirse, te separaste de Lorena y viste a Lauren y Dani ahí paradas.
— ¿Interrumpimos algo? —preguntó Lauren tímida.
— No, tranquila, pasad —dijiste invitándolas a pasar.
Miraste a Lauren y se te salieron los ojos al ver lo que llevaba puesto. Antes, cuando estabas abajo, no te fijaste en ella, ya que tu hermana te metió prisa para que subieses. Llevaba puesto unos jeans negros, una camiseta blanca de manga corta y encima de esta una camisa de cuadros de manga corta abierta. Sergio carraspeó, saliste de tu mundo y volviste a la realidad.
— ¿Nos vas a presentar o no? —te cuestionó Paula y tú asentiste con la cabeza.
— Claro, chicas, ellos son Jose María, Sergio, Lorena y Paula. Chicos, ellas son Lauren y Danielle, componentes de Cimorelli —dijiste y abrieron los ojos como platos.
— ¿Es coña, no? —preguntó Sergio y tú lo fulminaste con la mirada.
— No, no es coña —seguías fulminado con la mirada a tu ex novio.
Pues sí, tu ex novio era uno de tus mejores amigos, aunque te sacaba muchas veces de quicio.
— Vamos abajo, así veis a mis padres —le dijiste a tus amigos y ellos asintieron.
— Claro, hace tiempo que no los vemos —dijo Lorena abriendo la puerta.
Cuando bajasteis abajo os sorprendió lo que visteis....
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Holaa,aquí esta el capitulo 10.
Muchas gracias por esos 2,76k y 270 votos,de verdad muchas gracias.
Me haría mucha ilusión que aquellos lectores fantasma votasen y comentasen que les parece esta novela. Eso me inspira a seguir escribiendo.
Votad y comentad si queréis que la siga.
Un beso
Ainhoa♥