Juntas Para Siempre (Lauren Cimorelli y tú #1)

Capítulo 14

Abriste los ojos lentamente, un dolor fuerte se apoderó de tu cabeza. Intentaste acostumbrarte a la luz fluorescente y lo conseguiste al cabo de unos 30 segundos. Las paredes eran blancas, así que te diste cuenta de que estabas en el hospital. Frunciste el ceño tratando de recordar cómo demonios habías acabado en el hospital.

Enseguida llegaron a tu cabeza imágenes de todo, de cuando Lauren se estaba despidiendo, de como vosotras fuisteis detrás de ella hasta la carretera, de como viste que un coche iba a toda velocidad hacia ella, de como corriste hacia ella e intentaste salvarla... De repente lágrimas vinieron a tus ojos sin previo aviso, acordándote de ella.

Intentaste desviarte un poco del tema, sabiendo que llorarías de un momento a otro si la recordabas.

Te miraste a ti misma, viendo que tenías una intravenosa en tu mano derecha, también con suero y analgésicos para disminuir el dolor. Levantaste tu mano izquierda y te quitaste la sábana, viendo que llevabas una bata de hospital hasta, más o menos, la mitad de tus rodillas. Te la levantaste y miraste que, como habías supuesto, una venda iba desde bajo tus pechos hasta la cintura. Para ver si tenías más vendas, te quitaste la sábana del todo, dejando a la vista tu cuerpo.

Oíste como la puerta se abrió y a ti no te dio tiempo a volver a echarte la sábana por encima, ya que esa persona ya había entrado.

La miraste y sonreíste de alegría al verla, verificando que tu novia estaba de una pieza. Ella te miró y sonrió como una estúpida, sus preciosos ojos achocolatados cristalizándose. Fue corriendo hacia ti, acortando la distancia que había de la camilla a ella. Te abrazó con fuerza, casi ahogándote en el acto. Tú, como pudiste, la abrazaste, gimiendo de dolor por la intravenosa que llevabas en tu mano derecha.

Os abrazasteis por minutos, hasta que ella se separó y te miró fijamente a los ojos. Se sentó en un espacio que la habías dejado en tu camilla. De repente se agachó y te besó en los labios, besándote con pasión. Tú le devolviste el beso, completamente entregada. Con tu lengua humedeciste el labio inferior de Lauren, pidiéndole permiso para entrar en su boca, y ella entreabrió sus labios, dándote permiso.

Os separasteis luego de un rato y te miró fija y provocativamente tus piernas desnudas. Ahora te dirigió la palabra.

- Hola, chica perfecta -dijo sonriendo.

- Hola, "little princess" -le respondiste de igual manera.

- ¿Cómo te sientes? -te preguntó preocupada.

- Acabo de ser atropellada por un coche, probablemente conducido por un loco que iría como una cuba pero estoy muy bien, Christine -contestaste sarcásticamente.

- Sabes de sobra que no me gusta que me llamen Christine -te recordó Lauren.

- Ya lo sé, sólo lo hago para joderte un poco, reina -ahora contestaste tiernamente, atrayendo a Lauren hacia ti, dándola un beso en la nariz.

- Ahora enserio, ¿cómo te sientes? -volvió a preguntar.

- Adolorida -dijiste arrugando la nariz.

Lauren rió levemente ante tu gesto.

- ¿Y tú cómo estás? -contraatacaste con la misma pregunta.

- Bien, sólo tenía un leve golpe en la cabeza y un esguince de muñeca, que se me curará en, aproximadamente, dos semanas -comentó y bajaste la mirada hacia su mano derecha, viendo un vendaje que iba desde el pulgar hasta casi el codo.

- Mejor que yo, claramente, estás -dijiste riendo por lo bajo.

- Y una pregunta, ¿qué haces destapada? -te preguntó mirando provocativa tus piernas.

- Me iba a mirar a ver si tengo algún vendaje en los tobillos -dijiste tímidamente

- A ver, déjame mirar... -dijo tentadora y se agachó, tú sonrojándote completamente.

A los segundos volvió a levantar la cabeza.

- Tienes una venda que va desde tu pie hasta un poco más arriba de tu tobillo -te informó y asentiste.

Os fuisteis a besar, pero la puerta se abrió en ese momento...

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Holaa aquí está el capítulo 14

Espero que os guste

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Un beso

Ainhoa♥