Os fuisteis caminando hasta tu casa. Cuando hubisteis llegado a la puerta, le diste a Ally las llaves, quien las tomó y abrió la puerta, dejándoos a Lauren y a ti pasar primero.Según entrasteis Paula se asomó desde el marco de la puerta y sonrió ampliamente cuando te vio. Le devolviste la sonrisa y ella corrió hacia ti y te abrazó con todas sus fuerzas. Empezó a sollozar en tu hombro y tú te asustaste, claramente, no era normal ver a Paula llorando si no era algo con mucha importancia.
Escondió su cabeza en tu cuello y te susurró:
— Creí que te iba a perder para siempre.
Lágrimas calientes inundaron tus ojos en pocos segundos, no te gustaba ver sufrir a las personas por tu culpa.
— Tranquila, estoy aquí, contigo —susurraste en su oído.
Paula se apartó de ti y tú le secaste sus lágrimas. Ella te miró y te quitó también las tuyas.
— Te quiero mucho —murmuró.
Pasos se empezaron a escuchar por la casa y en las escaleras estaban Lorena y Chema. Se miraron entre ellos y Lorena caminó hacia ti y se te quedó mirando, incrédula.
— Estás viva...
— De milagro.
Cuando menos te lo esperabas, se abalanzó sobre ti y te abrazó igual de fuerte que Paula. Escuchaste fuertes sollozos de su parte. Sabías que si hubieses muerto, ni ella misma se lo podría haber perdonado.
— Milagro o no, estas viva —apretó más fuerte el agarre en ti.
Se apartó y se secó las lágrimas, aunque seguía llorando, pero de felicidad.
— Tonta, ¿tú sabes el susto qué nos has dado?
Giraste tu cabeza y Chema te sonrió verdaderamente. Se encaminó hacia ti, se arrodilló y tomó tu mano entre las suyas.
— No me lo hubiera perdonado si algo malo te hubiera pasado.
— Sigo estando aquí, a vuestro lado —sonreíste nostálgica, recordando a tus otros amigos de España, que de seguro no sabían qué habías tenido un accidente.
Dejó un casto beso en tu mano y se levantó sonriéndote.
— Sentimos no haber ido al hospital, pero papá y mamá habían vuelto y Álvaro y yo tuvimos que ir a buscarlos al aeropuerto. Además, ellos se ofrecieron a acompañarnos y, aparte, Sergio se tuvo que volver a España por problemas familiares.
Tu cabeza volvió a girar, esta vez hacia las escaleras. Ana y Álvaro bajaban en compañía de tus padres.
— Hija, ¿cómo te sientes? —te preguntó tu padre.
— Con dolor —comentaste.
— Normal, pero pronto estarás como nueva —dijo tu madre
Asentiste con la cabeza y elevaste la mirada, dándote cuenta de que las chicas de Fifth Harmony seguían ahí contigo.
— Chicas, podéis iros ya si queréis, ya habéis hecho suficiente hoy por mí —les dijiste y ellas se negaron.
— Somos tus vecinas de al lado y no nos queremos ir tan pronto, queremos conoceros más a ti y a tu novia —dijo Normani y asentiste con la cabeza.
— ¿Novia? —preguntó tu madre.
Lauren te miró nerviosa y tú la miraste a ella, también con evidente nerviosismo.
— Mamá, verás... —empezaste pero ella te interrumpió.
— Espero que hagas feliz a mi hija, si la llegas a romper el corazón, no sé qué será de ti —le dijo tu madre a Lauren en tono de advertencia y ella asintió con la cabeza asustada.
— Te digo lo mismo que te ha dicho mi mujer, hazla feliz, por favor —rogó tu padre y esta vez Lauren asintió más segura.
— Vamos a mi habitación —dijiste y todos asintieron.
— Espera —dijo Camila—. ¿Cómo vamos a subir?
— Así —oísteis que dijo una voz y todos voltearon hacia atrás, descubriendo a Matty.
— Matty —murmuraste y el moreno se acercó a ti y te dio un beso en la mejilla.
— ¿Qué tal?
— Bueno, bien, ¿y tú?
— Muy bien, ahora vamos a subir —dijo y, junto a Chema, levantaron la silla de ruedas.
Os llevaron hasta tu habitación y les miraste agradecida.
— Gracias por venir, Matt —le agradeciste al muchacho.
— No las des, bonita, pero ya me tengo que ir, nos vemos mañana, guapa —se despidió.
— Adiós, guapo —te despediste y él se marchó escaleras abajo.
Entrasteis a tu habitación y Lauren te condujo a tu cama. Cuando estuvo lo suficientemente cerca, te bajaste de la silla y te tumbaste en tu cama.
— Echaba de menos mi preciada cama —comentaste y se rieron.
Camila y Lauren se sentaron en el suelo mientras Dinah, Normani y Ally se sentaban en unas sillas. Lauren se sentó a tu lado.
— ¿Quién era ese chico de pelo negro y ojos azules? —te preguntó, celosa, Lauren.
Te empezaste a reír bajito, se te olvidó que Lauren no conocía a Matty.
— Es Matthew, mi otro mejor amigo, chica celosa.
— No estoy celosa —refunfuñó y te reíste.
— Claro, claro.
Las otras cinco chicas se empezaron a reír.
— Y contarnos, ¿cómo os conocisteis? —preguntó Dinah.
— Por los pasillos del instituto —respondiste.
— Caramba, tipo telenovela juvenil —comentó Lauren y te reíste.
— Sí, más o menos.
Os quedasteis hablando toda la tarde hasta que ellas se tuvieron que marchar. Te despediste de ellas y Lauren tampoco tardó mucho en irse.
— Ya me tengo que ir —dijo mirando la hora en su móvil, las 10 p.m.
— Vale —murmuraste y al mirar tu pie gruñiste—. Siento no poder acompañarte.
— No te preocupes, amor —te dio un beso de despedida, al cual correspondiste.
— Hasta mañana —susurraste.
— Adiós, reina —viste como se marchaba.
A los minutos bajaste a cenar y, con ayuda de tus hermanos, volviste a tu cuarto.
Te tumbaste y supiste que esa noche sólo soñarías con ella, con la chica que te robó el corazón.
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Hola, aquí el capítulo 18.
Espero que os guste.
Votad y comentad si queréis que la siga.
Un beso
Ainhoa♥
BẠN ĐANG ĐỌC
Juntas Para Siempre (Lauren Cimorelli y tú #1)
Fanfiction¿Qué pasaría si conocieras a tu crush? ¿Y qué pasaría si conocieras a tu banda favorita? ¿Te llegarías a enamorar de ella? ¿Tendrás unas ganas tremendas de besarla cuándo estéis juntas? ¿Sufrirás cuándo ella se vaya? Nunca se sabe qué podría pasar...