Juntas Para Siempre (Lauren Cimorelli y tú #1)

Capítulo 23

Observaste a ese chico detenidamente, era Bill y lo que menos querías era encontrártelo en la calle. Frunciste el ceño y observaste cómo iba vestido. Llevaba el pelo castaño alborotado, sus ojos verdes brillaban. Llevaba una camisa blanca de tirantes, unos pantalones vaqueros pirata y unas zapatillas de deporte. También observaste que venía sudando y dedujiste que estaba corriendo antes de encontrártelo aquí. Camila te miró fijamente y tocó levemente tu brazo, llamando tu atención.

Te giraste bruscamente como si fueses la niña del exorcista, y la miraste levantando una ceja.

— ¿Qué quieres? —preguntaste inocentemente.

— ¿Ese chico de ahí no es Bill, el doctor que te atendió cuando os atropellaron? —preguntó y asentiste.

— Eso parece... —rezaste para que Lauren no se diese cuenta de que estaba ahí pero ya era demasiado tarde.

— Cariño, ese no será Bill, ¿verdad? —te preguntó y miraste a todos lados haciéndote la loca.

— ¿Cómo? ¿Quién has dicho?

— No te hagas la loca, sé que le has visto —recalcó y paraste automáticamente de hacer eso.

Elevaste la mirada y viste a Bill, quien se estaba acercando a vosotras. LaurenJ lo miró mal al igual que Dani. Cuando llegó a vuestro lado, tú le saludaste y sonreíste falsamente. También le oíste decir tu nombre y levantaste la mano en señal de que le habías oído.

— ¿Qué tal estás?

— Mal ahora que estás tú aquí —murmuró Lauren entre dientes.

— Estupendamente, ¿y tú? —preguntaste rápidamente cubriendo a Lauren.

— Muy bien —respondió sonriendo.

Se acercó a ti y por un momento pensaste que te iba a dar un beso en los labios pero no, te dio un beso sonoro en la mejilla.

— ¿Qué se supone que haces, subnormal? —aulló Lauren cuando te dio un beso.

Lauren te agarró del brazo y te apartó bruscamente. Casi caíste al suelo si no llegaba a ser por Dinah, quien te atrapó rápidamente y te reincorporó.

— Sólo le he dado un beso en la mejilla, Laur —se defendió asustado.

— No me llames así, sólo me llama así a quién yo le consiento —gritó y las Camren intentaron detenerla.

— Ya le podrías decir a tu novia que se controle, ¿no crees? —dijo una voz.

Todos os girasteis hacia esa voz. Sonreíste de oreja a oreja al ver quien era. Era Víctor, pero todo el mundo le llamaba Vitolo.

Era guapísimo, alto y musculoso. Tenía el pelo castaño alborotado, ojos grises y tenía un hermano llamado Carles. Iba vestido con una camisa de tirantes de baloncesto, unos pantalones cortos a juego con la camisa y unas converse rojas.

— Vitolo, eres mi salvación —suspiraste, corriste hacia él y te colgaste como si fueras un koala.

Todas le miraron fijamente, media 1,90 pero tenía 18 años, los ha cumplido el 10 de mayo.

— ¿Quién es? —preguntó Dani.

— Es Vitolo, le conozco desde hace mucho —aclaraste y te diste cuenta de que Bill se ha marchado.

— ¿Hace cuánto exactamente? —volvió a preguntar.

— Desde que íbamos al kinder —concluyó él con su peculiar voz ronca.

Oíste como Zeus ladró en busca de atención. Lo cogiste en brazos y él te lamió la mejilla.

— Awww, que cosita más bonita, ¿cómo se llama?

— Zeus —respondiste dejando al cachorro entre tus brazos.

Las chicas carraspearon y te miraron fulminantes.

— Oh, es verdad. Vitolo ellas son Dani, Dinah, Camila, Lauren Jauregui y mi novia, Lauren Cimorelli —dijiste señalando a cada una.

Ellas saludaron levantando una mano, él era muy simpático y amaba a todo y a todos. Cogisteis las cosas y fuisteis hacia tu casa. Le diste las llaves a Camila, quien abrió la puerta y os dejó pasar. Dejasteis las cosas en la cocina y os fuisteis hacia el salón. Zeus se había quedado dormido en tu regazo, por lo que cogiste un cojín y lo tumbaste allí.

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Pasaron las horas y seguisteis todos tumbados plácidamente en el sillón. De la nada, llamaron al timbre de casa. Álvaro se levantó y abrió la puerta. Ahí paradas estaban Ally y Normani. Vinieron con cara de querer montar una fiesta. De repente se te ocurrió la idea de montar una fiesta pero desististe al momento, ya que tus padres no te iban a dejar montar una fiesta.

— Hola —saludó Lorena.

— Hola, ¿quién es ese chico? —preguntó Ally.

— Se llama Vitolo y es un gran amigo de la infancia —aclaraste y ellas asintieron.

— Oye, hemos estado pesando en que esta noche podríamos ir a un club o a un bar a pasar la noche y divertirnos, ¿no creéis? —sugirió Normani.

— Por nosotros vale, pero voy a tener que avisar a nuestros padres —recordó Ana, quien agarró su móvil y se dirigió a la cocina para llamar a vuestros padres.

A los diez minutos salió Ana de la cocina. Vuestros padres os dejaban ir siempre y cuando tuvieseis mucho cuidado.

Os empezasteis a preparar. Tú, como no querías llamar mucho la atención, te pusiste una camiseta corta que dejaba a la vista tu ombligo, unos shorts y unas vans.

Bajaste y ya estaban todos preparados. Viste como LaurenJ besó a Mila cariñosamente. Tú no te quedabas atrás, ya que te acercaste y le plantaste un beso lleno de amor y pasión a Lauren.

— Bueno, vamos a divertirnos y a pasar una noche estupenda —animó Dinah.

Salisteis de casa y sabías que hoy iba a ser una gran noche.

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Hola a todos,  aquí el capítulo 23.

Espero que os haya gustado el capítulo.

Votad y comentad si queréis que la siga.

Un beso

Ainhoa💓