Capítulo 19

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A la mañana siguiente no tenías ganas de absolutamente nada, sólo querías seguir durmiendo, pero eso era imposible. Todavía, desde la cama, miraste atentamente a ver si había algo que te llamase la atención. Como no encontraste nada interesante, te levantaste y, a la pata coja, llegaste hasta tu armario. Lo abriste y miraste si tenías algo para ir a dar una vuelta. Sacaste unos shorts y una camiseta de tirantes de baloncesto. Te giraste y volviste a la cama. Te sentaste, te quitaste el pijama y te pusiste eso. Cogiste sólo una zapatilla deportiva y te la pusiste.

Te volviste a levantar otra vez, esta vez caminaste hacia la pared, donde estaban las muletas, las cogiste y bajaste las escaleras a un ritmo normal, ni deprisa ni despacio. Cuando hubiste llegado abajo, Lorena te saludó y Álvaro te guío a la mesa. Te sentaste y, a los pocos minutos, ya estabais todos sentados desayunando.

— ¿Qué vais a hacer hoy? —preguntó Paula mientras bebía un poco de colacao.

— No tengo ni idea, supongo que salir por ahí —dijo Chema mientras se levantaba a por más leche.

Cuando se fue los demás os pusisteis a hablar de otra cosa y tu mente divagó por otro sitio, pensando en tus cosas. Tenías ganas de ir a ver a Lauren lo más pronto posible. Según tu insegura mente, si estabas más cerca de ella evitarías otro tipo de accidente. Pero, como ya sabías, hay cosas que no se podían evitar, como por ejemplo otro atropello. Tú no consentiste que nada le pasase a Lauren, por eso la protegiste.

También, por otro lado, tenías muchísimas ganas de besarla, con todo lo que pasó en el hospital con Bill te diste cuenta de que Lauren se ponía muy celosa cuando estabas con otros chicos y éstos intentaban ligar contigo. Pero tú y ella sabíais que eso no ocurriría nunca.

Volviste a la realidad cuando notaste que todos los allí presentes te estaban llamando.

— Tierra llamando a adolescente despistada, repito, Tierra llamando a adolescente despistada —comentó Ana y se echaron a reír.

— Bueno, dejad de burlaros de mí, ¿qué decíais? —preguntaste mientras cogías la nutella y te echaste un poco en una rebanada de pan.

— Que si te vienes a ver a Dick —te contó Álvaro.

Dick era un amigo vuestro que conocisteis en el instituto. Era rubio, de ojos azules, alto y, además, por lo que habías visto yendo a los partidos de fútbol de la escuela, era que estaba bastante fuerte. Era muy simpático, pero tú ya tenías otros planes en mente.

— Lo siento, estoy pensando en ir a la casa de las chicas de Fifth Harmony.

— No te preocupes, le mandaremos saludos de tu parte —asentiste en dirección a Lorena.

Terminasteis el desayuno y ellos se despidieron de ti, prometiendo volver a la hora de la comida. Te levantaste de la mesa y caminaste hacia la puerta. Agarraste las llaves, te las metiste en el bolsillo de los vaqueros y saliste de tu casa, camino a la de las chicas.

Llegaste y tocaste el timbre. A los segundos te abrió alguien.

— Oh, hola, adolescente despistada —Ally empezó a reírse. Fantástico, ahora eras el objeto de burlas de todos.

— Allyson, tú no, por favor —rogaste y ella te dejó pasar.

La casa era enorme, las paredes del comedor estaban pintadas de un color carmesí muy bonito. Caminaste un poco y descubriste una mesa enorme en un extremo, un piano de cola en otro extremo y unas guitarras al lado del sillón. Volviste la cabeza y viste unas escaleras que llevaban al piso de arriba, donde seguramente estarían los dormitorios.

Buscaste a las chicas y las encontraste haciendo cada una sus cosas; Normani estaba leyendo una revista de moda, Dinah se estaba limando las uñas y Camila y Lauren lavaban los platos sucios.

— Hola, adolescente despistada —te saludó Dinah y tú le sacaste el dedo de en medio—. Oh, no seas tan mala. Parece que tu novia te ha pasado la mala leche.

— Dejad de llamarme así, no tiene gracia.

— Sí tiene, y mucha —Ally y Normani chocaron los cinco.

Miraste a la cocina y de ahí salieron Camila y Lauren.

— Las únicas normales en esta casa.

— Lo sentimos, pero a nosotras nos hace mucha gracia —y acto seguido se echaron a reír.

— Con quién me juntaré yo... —murmuraste.

— Pues con nosotras, somos muy normales —dijo Normani con ironía.

— Sí, muy normales.

Tras varios minutos de risas te acordaste rápidamente de que querías ir a ver a Lauren.

Miraste preocupada a las chicas, ya que tu insegura mente estaba pensando en lo peor.

— ¿Estás bien? Te noto pálida —te preguntó Camila preocupada.

— No, no estoy bien. Necesito ir a ver a Lauren ya —dijiste deprisa.

— Nosotras te acompañamos por si acaso —dijo Lauren cogiendo una de las muchas chaquetas que tenía de cuero negro.

Salisteis corriendo de la casa, bueno, tú no, tú ibas más despacio. Llegasteis al coche y subisteis. La casa de los Cimorelli estaba cerca, pero ellas no querían que te fueses sola. Tras dar la vuelta, Ally condujo hasta la casa de los Cimorelli. Bajasteis a trompicones todas del coche y, tras soltar una muleta, llamaste al timbre.

A los segundos te abrió la puerta Amy.

— ¿Estás bien? —te preguntó al verte con tantas prisas.

— ¿Dónde está Lauren? —preguntaste pero lo hiciste en español.

— ¿Qué has dicho? —preguntó Amy desconcertada.

— Ha dicho que dónde está Lauren —menos mal que tenías dos cubanas que te ayudaban a traducir.

— En el salón —según lo dijo entrasteis precipitadamente al salón, llamando la atención de las hermanas.

Buscaste a Lauren y la encontraste mirándote sorprendida, con los ojos como platos ante la inesperada interrupción.

— Eh... ¿hola? —dijo Lisa y levantaste la mano en forma de saludo.

— ¿Sucede algo? —preguntó Christina.

— Estaba... preocupada por... Lauren —ronroneaste y te pasaste una mano por tu pelo alborotado debido a las prisas.

— ¿Por qué? —ahora cuestionó Katherine.

— Creía que la había pasado algo.

— Pues ya ves que no —comentó Dani con voz ronca.

Soltaste las muletas, caminaste a la pata coja y te tiraste sobre Lauren, abrazándola con un abrazo de oso. Tu mente y tu cuerpo ahora mismo estaban tranquilos y no temían nada.

— Creía que te había pasado algo —susurraste en su oído.

Ella se separó de ti y te besó.

— Nunca pienses eso... princesa.

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Holaa aquí está el capítulo 19.

Espero que os guste.

Votad y comentad si queréis que la siga.

Un beso

Ainhoa

Juntas Para Siempre (Lauren Cimorelli y tú #1)Where stories live. Discover now