Capítulo 12

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La besaste como si no hubiera un mañana, ante su mirada confundida. Al principio no te siguió el beso, pero después lo hizo. En mitad del beso sonreíste al darte cuenta de que, la persona de la cual estabas pérdidamente enamorada, te estaba siguiendo el beso. A los segundos, te separaste de ella, quien estaba completamente roja. Miraste a Lorena, quien había presenciado toda la escena.

— Esto es increíble —oíste que murmuraba por lo bajo.

Ella no sabía que eras bisexual, bueno, en realidad, sólo lo sabían tus hermanos.

Oíste como alguien se levantaba de la cama. Miraste hacia arriba y viste a Lauren con lágrimas en los ojos. Ver eso te dolía, porque sabías que ella ni era lesbiana ni bisexual. Te miró con una mezcla de enfado, tristeza y depresión. Salió corriendo de la habitación, cerrando de un portazo.

Miraste a Lorena, y ella te miró a ti. Bajaste la cabeza, preferías mirar tus piernas antes que mirar sus ojos marrones.

Oíste como te llamaba, pero no querías mirarla, sabiendo que de un momento a otro ibas a saltar de furia y tristeza.

— Canija —te volvió a llamar pero ahora por tu apodo.

No respondiste, seguías mirando tus piernas.

— Escúchame, yo no me voy a enfadar porque seas bisexual —soltó y esto era la gota que colmó el vaso.

— ¡Joder, Lorena, no es por eso! ¡Estoy enamorada de mi crush, mi ídolo! ¡Seguramente ahora me odia porque su familia es muy católica! —gritaste y automáticamente te tapaste la boca.

De la rabia que te invadía, agarraste un vaso de cristal y lo estampaste contra el suelo. Seguidamente soltaste un aullido de dolor, te miraste la mano y viste una raja que te atravesaba la palma de la mano. Lorena te la agarró e hiciste una mueca de dolor.

— Tranquila —dijo agarrándote por los hombros para frenarte—. Ven, vamos al baño —dijo empujándote a este.

— Siento haberte gritado —dijiste disculpándote.

— No pasa nada, estabas en todo tu derecho de hacerlo —dijo mientras sacaba una gasa y agua oxigenada.

— ¿Me vas a echar eso? —miraste aterrada el agua oxigenada.

— Es para que no se te infecte —te miró haciendo una carita de perrito abandonado.

— No jodas, si no me lo dices no me entero —soltaste sarcásticamente mientras le tendías tu mano. Ella se rió.

Dejaste que te curase la herida, cuando hubo terminado te puso una venda con esparadrapo. Salisteis las dos del baño, abriste la puerta y bajasteis por las escaleras. El salón estaba desierto, literalmente, caminaste un poco y viste a tus hermanos y mejores amigos mirándote, unos preocupados y otros enfadados y sorprendidos.

— Ehh... ¿hola? —según dijiste eso todas las miradas estaban sobre ti.

De repente todos gritaron tu nombre con apellidos incluidos.

— Okey, okey, ¿qué pasa? —preguntaste y te miraron mal.

— ¿Cómo que qué pasa? ¿Nos explicas cómo es que Lauren ha salido de casa llorando? —te preguntó Ana.

— Pasa que me he enamorado de mi ídolo —dijiste muy tranquila y tus mejores amigos abrieron los ojos.

— No fastidies, ¿eres lesbiana? —te preguntó Sergio.

— ¿Y tú eres estúpido? Pues no, si estuve saliendo contigo un año digo yo que no soy lesbiana —tus miradas mataban.

— O sea, que eres bisexual —dedució Paula.

— Así es —le diste la razón.

— Esto no me lo esperaba —comentó Jose María mirándote.

— Ya...

Por unos momentos se hizo el silencio pero Álvaro volvió a hablar.

— Entonces estás enamorada de Lauren.

— Sí, pero ella no es ni lesbiana ni bisexual. Aparte, su familia es muy católica —recordar eso era muy doloroso.

— Si quieres te dejamos sola —dijo Ana y tú asentiste.

— Por favor...

Ellos se fueron al otro salón y tú caminaste hacia tu cuarto. Abriste la puerta y te tumbaste en la cama. Al cabo de unos minutos el sueño te venció, ya que no dejabas de darle vuelvas a lo que había pasado hoy.

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Holaa,aquí está el capitulo 12

Espero que os guste.

Votad y comentad si queréis que la siga.

Un beso

Ainhoa

Juntas Para Siempre (Lauren Cimorelli y tú #1)Where stories live. Discover now