Capítulo 37

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Entrasteis en el cuarto en el que estaba tu hermana. Ella tenía la mirada completamente vacía, además de triste por no poder hacer nada por evitar su embarazo. Te acercaste a ella y te sentaste a su lado. La miraste fijamente, intentando averiguar cómo es que había acabado embarazada. Aunque suponías que tendría que ser tu hermana la que os lo contase.

— Ana —la llamaste ganándote su atención.

Tenía los ojos rojos y las mejillas sonrojadas. Álvaro se acercó a vosotras y se sentó a tu lado. Al verla así dedujiste que había estado llorando en vuestra ausencia. Verla así te ponía a ti también mal. No te imaginabas lo mal que había sido para ella enterarse de esto. Ana se abalanzó sobre ti y te abrazó con todas sus fuerzas, llorando sobre tu hombro. Tú envolviste tus brazos alrededor de su espalda.

Álvaro soltó unos sollozos ahogados mientras los demás luchaban por contener su llanto. Ana se separó de ti y secó las lágrimas y tú hiciste los mismo.

— Perdóname —te dijo con suma pesadumbre.

— Escúchame, no te preocupes, sólo descubriremos a quién te dejó embarazada —le aseguraste.

— ¿Sabes que hay otras opciones? —le preguntó Caleb.

Ella le miró fijamente y asintió frenéticamente.

— Sí, el aborto...

— ¿Y qué vas a hacer? —preguntaron a la vez Chema y Lorena.

— No pienso abortar, aunque el que me dejó embarazada no lo sepa, yo lo voy a cuidar.

— Si eso es lo que tú deseas, así será.

Ana te sonrió sinceramente y tú asentiste con la cabeza. Todavía te quedaba por saber cómo tu hermana había quedado embarazada. La cogiste de la mano y te miró confusa.

— ¿Qué quieres? —te preguntó.

— Esto es difícil de decir, pero ¿cómo te quedaste embarazada? —le devolviste la pregunta.

Ella abrió los ojos como platos y bajó la mirada, avergonzada. Estaba claro que no te lo quería decir.

— Ocurrió hace varias semanas, cuando Lauren y tú os fuisteis a casa de ella y pasó eso —dijo sincera.

— ¿Y nos lo puedes explicar? —le preguntaste.

— ¿Desde el principio? —te preguntó y tú asentiste—. De acuerdo, como ya te he dicho todo pasó esa noche...

Flashback.

Ana estaba caminando por la calle completamente sola, ya que su hermana había decidido quedarse con Lauren a dormir, aunque ella ya sabía de sobra que no sólo iban a dormir. Se escapó de casa ya que Álvaro no la iba a dejar salir sola por la noche, y menos a un bar a beber.

Ella sabía los riesgos que corría al ir sola a un bar donde no conocía a nadie pero le daba igual con tal de desahogar sus penas. A ella le gustaba Vitolo, pero no se atreve a decírselo ya que es uno de los mejores amigos de su hermana.

Juntas Para Siempre (Lauren Cimorelli y tú #1)Where stories live. Discover now