Capítulo 28

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Al cabo de unas horas despertasteis, pero veías todo negro. Intentaste moverte pero te resultó imposible debido a que unas cuerdas estaban en tus muñecas y tobillos, impidiendo el movimiento libre de estos. También intentaste llamar a alguna de las chicas pero tampoco podías hablar, ya que tenías una mordaza en la boca.

Trataste recordar lo que pasó antes de todo esto. Te acordabas de que los chicos salieron todo el día y Camila, LaurenJ, Lauren y tú acordasteis quedaros en casa, ya que no teníais ganas de salir.

Os dedicasteis a ver Friends hasta que os hartasteis y, de repente, Zeus se puso a ladrar como loco. También recordabas que forzaron la puerta y que la tiraron y que había cuatro hombres allí. Como Zeus les ladró y un hombre le dio una patada y lo dejó en el suelo y vosotras intentasteis huir.

Te acordabas de que, al esconderos, sólo estabais tres chicas; Camila, Lauren y tú. Recuerdas que Camila te miró horrorizada, que salisteis de vuestro escondrijo y visteis que tenían a LaurenJ inconsciente y luego fueron a por vosotras. Lo último que tu celebro recordaba era que, antes de desmayarte, viste como Camila y tu novia estaban en tu misma situación.

Oíste unos pasos acercándose y como una puerta era abierta. Te intentaste hacer la dormida pero esa persona se acercó y te dio un bofetón. Tu cara giró en esa dirección y sentiste las lágrimas acumularse en tus ojos.

— Con nosotros no sirve que os hagáis las dormidas —advirtió y te diste cuenta de que, por la voz, era un chico.

Intentaste hablar pero sólo salían unas palabras ahogadas.

— Escucha, te voy a a quitar el pañuelo de los ojos, ni se te ocurra alguna locura —te quitó el pañuelo de los ojos y los abriste, aunque la repentina claridad te hizo volver a cerrarlos.

Volviste a abrirlos lentamente y viste lo que parece que es un sótano. Miraste y viste que no había muebles, pero si había eran cuerpos de tres chicas tirados en diferentes direcciones. El más cercano estaba a tu izquierda. Lo miraste fijamente, intentando saber quién era la chica estaba a tu lado. Llevaba el cabello más o menos a media melena, negro pero parecía teñido. Sus ojos se abrieron de golpe y viste un verde esmeralda muy conocido. La chica que estaba a tu lado era Lauren Jauregui.

— Os dejo solas ±dijo pero, antes de irse, os quitó la mordaza a las cuatro y os desató.

Te sobaste las muñecas adolorida. Miraste a LaurenJ y la moviste por el hombro.

— Lauren, despierta —lo intentaste porque había vuelto a cerrar sus ojos—. Jauregui, no estoy para bromas.

Viste como empezó a gruñir y a moverse. Abrió sus ojos verde esmeralda, los cuales te miraron atentamente. Enseguida sus ojos pasaron a estar cristalinos. Te abrazó con todas sus fuerzas.

— Peque...nos han secues... —no pudo terminar la frase ya que empezó a llorar.

— Tranquila, Laur, no nos va a pasar nada —intentaste asegurar aunque hasta a ti te costaba.

— ¿Dónde está Camila? —preguntó intentando controlarse.

— Tiene que ser una de esas dos chicas, espero que Lauren esté ahí —suplicaste mientras os acercabais.

Cuando estabais lo suficientemente cerca, les disteis la vuelta a las dos chicas, quienes resultaron ser Camila y Lauren. Las despertasteis y ellas empezaron a llorar. Parecía que la única fuerte aquí eras tú, pero era al contrario, estabas muy asustada porque esos tipos podían haceros cualquier cosa.

— ¿Para qué nos han secuestrado? —preguntó tu novia quien estaba abrazada a ti.

— No lo sé, Lolo, pero para algo bueno no es seguro.

— Entonces que nos digan los motivos, son unos cabrones —dijo LaurenJ sin cortarse un pelo al hablar mal.

— Lern, tranquila —intentó calmarla Camila acariciando su pelo.

Lauren se abrazó más a ti, completamente asustada. Tú no querías que nada malo le pasase a ninguna de las tres. Sólo querías proteger a tu novia y a la pareja que shippeabas con toda tu alma. Pero ya sabías que algunas promesas no se podían cumplir...

— Chicas —dijiste de repente, se te acababa de ocurrir una idea—. Voy a mirar a ver si tengo mi móvil conmigo.

Te separaste cariñosamente de tu novia y empezaste a buscar tu móvil pero no lo encontraste por ningún sitio.

— Peque, puede que nos hayan registrado al secuestrarnos porque yo no encuentro el mío —te dio la razón Lauren.

De repente se abrió la puerta por la cual hacía ya un par de horas salió el chico misterioso y ahora volvía otra vez. Se había quitado el pasamontañas y, al ver su cara, tu alma se desmoronó.

— No puede ser posible...

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Hola a todos, aquí el capítulo 28

Hoy estoy de buen humor así que he subido dos capítulos.

Espero que os haya gustado.

Votad y comentad si que la siga.

Un beso.

Ainhoa

Juntas Para Siempre (Lauren Cimorelli y tú #1)Where stories live. Discover now