Juntas Para Siempre (Lauren Cimorelli y tú #1)

Capítulo 32

Tu mirada seguía en el suelo al saber que Camila y LaurenJ no se creían que Simon Cowell estuviese detrás de todo el secuestro. Incluso a ti te parecía ilógico, Simon era un gran amigo de las chicas y tú le conociste hace algún tiempo cuando antes vivías en Los Ángeles. De repente oíste un golpe sordo y te giraste, completamente asustada, hacia donde procedía el golpe.

Viste a LaurenJ pegada contra la pared más cercana con su puño en alto. Corriste hacia ella y tomaste su mano entre las tuyas y viste que sus nudillos estaban rojos y con sangre. La miraste totalmente sorprendida por su repentina acción de golpear la pared con su puño. Acariciaste sus nudillos y ella hizo una mueca de dolor.

- Lern, ¿estás bien? -preguntó Camila con demasiada preocupación.

- Agh, no, no lo estoy -se sinceró mientras soltaba sollozos ahogados.

Camila la abrazó con todas sus fuerzas mientras LaurenJ le correspondía al abrazo. Te mordiste el labio inferior y te sentaste en el suelo. LaurenJ se acabó de derrumbar por la presión que tenía y Camila no tardará mucho.

Lauren se acercó a ti y se sentó a tu lado agarrándote la mano izquierda entre sus manos. Cuando se acercó más apoyó su cabeza en tu hombro.

- Cariño, ¿estás bien? -te preguntó bastante preocupada.

Tú negaste con la cabeza. Claramente no estabas bien porque te seguía afectando que hubiese sido Simon Cowell el autor de vuestro secuestro. Camila ya se había derrumbado junto a LaurenJ, de todas formas ya sabías que no tardaría mucho en hacerlo.

De repente una silueta negra y blanca se posó frente a ti. Bajaste la vista y viste que Zeus te miraba sacando la lengua. Como ya sabías lo que quería le cogiste en brazos, lo sentaste en el regazo de Lauren y entre las dos empezasteis a acariciarlo.

Dejaste que Lauren se quedase con el perro y tú te levantaste para ir adonde Camila y LaurenJ.

Camila seguía abrazando a la ojiverde, quien estaba llorando y Camila estaba igual que ella. Te acercaste y las abrazaste a las dos.

Al cabo de un rato os separasteis y ellas se secaron sus lágrimas.

- Gracias por consolarnos, es que de verdad nos afecta mucho todo esto -dijo LaurenJ y tú negaste con la cabeza.

- No os preocupéis, haré todo lo posible por ayudaros a superar esto, aunque es difícil -razonaste enseguida.

Camila y LaurenJ sonrieron contentas de que las ayudases con todo esto. De repente se te ocurrió una idea para animar a todos, incluso más a Lauren. Te levantaste del suelo al igual que Camren. Te sacudiste el polvo de la ropa y sonreíste abiertamente.

- Disculpadme un momento, voy a por una cosa -les dijiste a Vitolo, Lauren, Camila, LaurenJ y a Zeus. Este último te ladró en respuesta.

Saliste corriendo del cuarto de Vitolo y fuiste hacia el tuyo. Abriste la puerta y buscaste frenéticamente el objeto que querías. Como no lo encontrabas te frustraste y justo cuando te giraste lo viste. Moviste la cabeza de lado a lado, no creyéndote que fueses tan despistada. Cogiste el objeto, lo cargaste sobre tu hombro izquierdo, cerraste la puerta de tu cuarto y echaste a correr nuevamente hacia el cuarto de Vitolo.

Entraste precipitadamente por lo que casi te caíste. Lograste mantener el equilibrio y miraste a las personas que te observaban fijamente. Lauren levantó una ceja, sorprendida.

- ¿Una guitarra? ¿Qué planeas, peque? -preguntó Camila.

- Ahora lo verás -respondiste sacando la guitarra de su funda.