La sala en la que se celebraba la reunión era enorme e imponente, Vaggie y Charlie observaron la altura que poseían los palcos y como estos se llenaban de seres de colores claros y con diversas formas, en lo alto pudieron apreciar la figura de Sera, la cual se encontraba al lado de Emily, justo debajo un grupo de ángeles con curiosas apariencias llenaban el sitio, muchos parecían aves y otros eran ruedas llenas de ojos. Un palco se encontraba separado del resto y era el único que seguía vacío.
-Ya llegué mi público- gritó una voz masculina mientras pasaba volando por encima de todos y se posicionaba en su sitio, una silueta más pequeña iba justo detrás y contrastaba con la claridad de la sala debido a que iba completamente de negro- Sera tía, esto de las reuniones de último momento no molan nada.
-Adán, por favor- dijo la Alta Serafina en voz neutra esperando que se callase, este solo se cruzó de brazos mientras se sentaba- hemos recibido información respecto al proyecto que se está realizando en el Infierno para rehabilitar pecadores y que puedan acceder al Cielo, es por eso que deseamos conocer la información de primera mano antes de poder acceder a tales... Peticiones.
Charlie miró a Vaggie dudosa, pero su novia se encontraba en medio de lo que parecía un ataque de pánico al ver al tal Adán, por lo que decidió darle una caricia en el brazo como apoyo antes de dirigirse al resto de la sala tratando de formular argumentos válidos.
-Sé que el Infierno ha sufrido un aumento desmedido de pecadores en los últimos años y por eso hemos considerado oportuna la idea de redimir pecadores para rebajar su número- el hombre se rio.
-¿En serio crees que esa idea podría funcionar? Son putos pecadores... Están ahí por algo- Charlie sintió ira por el hombre, le encantaría poder partirle la cara para que se callase.
-Los pecadores puedes arrepentirse de sus actos, con eso y buena actitud deberían poder subir al Cielo- otra vez se oyó la risa de Adán.
-Uy sí ¿y cómo te va eso? ¿Se han arrepentido muchos ya?- la demonio apretó los papeles que tenía encima de la mesa con rabia mientras miraba al ángel, ¿quién coño se creía que era?
-Por el momento estamos haciendo progresos con algunos de nuestros huéspedes, uno de ellos es Ángel Dust...
-¿La puta estrella porno? Uy sí, el Cielo se muere de ganas de tener a un actor erótico adicto al crack entre sus filas- los cuernos estaban deseando salir pero necesitaba tranquilizarse antes de perder el control, esta era la oportunidad que había esperado desde que había abierto el hotel y no podía perderla a la primera de cambio por un ángel egocéntrico.
-Ha demostrado preocupación e intención de mejorar, hemos podido constatar que es una mejor persona y está tratando de salir de los vicios en los que se encuentra- Charlie miró a Sera a la espera de que fuese ella la que participase ahora en el debate, sin embargo ella se mantenía en silencio observando la escena, Emily, a su lado, tenía una mano en su frente mientras suspiraba cada vez que Adán hablaba.
-¿Habéis? ¿Qué cuántos sois en ese proyectucho que tenéis ahí abajo?- Charlie quiso lanzarse a por él pero en este caso fue Vaggie la que la calmó poniéndole una mano en el hombro.
-Tenemos un comité de mejora personal de demonios creado solo para promover su redención- Adán rio.
-Por supuesto, quien mejor que los demonios para hacer a un demonio convertirse en ángel, no veo fallas en su lógica ¿eh Gran Jefa?- miraron todos a Sera quien asintió con la cabeza.
-Nuestro comité es variado y en todo momento está enfocado en la mejora de las almas del Infierno- le increpó la rubia mientras pequeñas llamas aparecían en sus ojos.
-Uy sí, seguro que sí, a quien tenéis además de ese Demonio de la Radio que se dedica a hacer genocidios por la Ciudad y a tu padre el primer ángel caído- se burló de ella, los murmullos que desde un inicio se habían hecho presentes en la sala se incrementaron conforme él iba hablando, las estaba acorralando y llegados a este punto Charlie no podía aguantar más, dejó salir sus cuernos y su cola mientras saltaba sobre el atril.
-A la serafina que desterrasteis hace unos meses y esperabais que muriese en el impacto- Vaggie se tapó la cara con las manos y el silencio retumbó en la sala, se suponía que la presencia de Raquel en el hotel era un secreto pero habían conseguido que Charlie lo gritase, Adán seguía sonriendo pero ya no decía nada. Las miradas se centraron en Sera, incluida la de Emily que se encontraba a su lado, ella no mostraba sorpresa o ningún tipo de expresión, era obvio que ya sabía del paradero de la ángel.
-¿Y consideras que alguien que ha sido expulsado del Cielo es adecuado para redimir pecadores y que entren aquí?- dijo la mujer mientras las miraba desde arriba, Charlie se sintió pequeña de repente y guardó sus rasgos demoniacos, a diferencia de Adán que le parecía un simple bocazas, la Alta Serafina daba miedo desde el lugar donde se encontraba.
-Lo es desde el momento en el que fue injustamente expulsada del Cielo- contestó Charlie bajando del atril de un salto.
-La expulsión fue unánime, todos analizamos sus cargos- añadió Sera.
-Cargos falsos- Sera negó.
-¿Acaso no fue verdad que tenía en su poder un objeto con el que se comunicaba con el Infierno?- Charlie no sabía que responder pues desconocía ese hecho- no podíamos arriesgarnos a que alguien así estuviese en nuestro plano.
-Raquel no se merecía el destierro- gritó Charlie mientras trataba de mantenerse en sus ideales, no sabía que era eso del objeto pero estaba segura que en ningún momento lo habría usado para algo malo, era la serafina, su amiga, en todo el tiempo que llevaba en el Infierno no había intentado otra cosa que ayudarles- es igual de virtuosa que vosotros.
-No es igual de virtuosa, pequeña Morningstar- dijo Sera mientras levantaba el brazo creando una gran bola blanca en el centro de la sala, Vaggie miró a Charlie sin entender lo que pasaba pero la rubia se encontraba en la misma situación- apenas han hecho falta unos meses para hacerla pecar y que incumpla sus mandatos como serafín.
Imágenes de Raquel en el Infierno empezaron a sucederse, desde ella bebiendo o de fiesta hasta momentos en los que había hecho alguna broma o pillería sacados de contexto para que pareciese que trataba de hacer el mal. El momento que dejó a todos los de la sala en silencio fue cuando se sucedieron escenas con Alastor, desde un beso en la barra hasta el momento de pasión que habían compartido en la puerta del cuarto de la serafina.
-¿Conmigo no pero con un demonio sí? Vaya zorra- se oyó gruñir a Adán en la sala después de que apareciese el momento en el que Alastor mordió el cuello de la ángel.
-Este comportamiento no es el adecuado para un ser del Cielo, menos aún para una serafina, tenemos normas aquí y lo único que esto demuestra es que desde un inicio, Raquel estaba podrida- Charlie sintió rabia de que hablasen así de su amiga como si fuese solo una manzana y no una persona que había tenido que adaptarse para sobrevivir.
-Raquel cayó del Cielo sola, sin nadie que la acompañase o la ayudase, estuvo a punto de morir y tuvo que aprender como se vivía en el Infierno y poder adaptarse para así rehacer su nueva vida ya que vosotros la habíais desterrado. Sin embargo, aunque se haya alejado de ese famoso camino que vosotros tanto decís, sigue siendo buena, ayudando con el hotel y esforzándose porque las almas puedan recibir su redención- el silencio se instauró en la sala de nuevo conforme escenas de la serafina ayudando a varios demonios o planeando las clases de Ángel se sucedían- en el fondo, Sera, y tú lo sabes mejor que ninguno de los presentes, ella no es la que se ha alejado del camino, la alejaste tú para que no se entrometiese en tus planes.
-¿Planes?- preguntó Emily mientras Sera la hacía callar- ¿qué planes?
-Es verdad- sonrió Charlie acordándose de las palabras de la serafina- ya me lo contó Raquel que era un pequeño secreto entre Adán y tú, ¿por qué no le cuentas al resto de la sala qué hacéis el 31 de octubre todos los años?
-La reunión se ha acabado- dijo la Alta Serafina tratando de frenar a la hija de Lucifer.
-Cuéntales como bajáis a asesinarnos al Infierno- gritó mientras las miradas sorprendidas de todos se posaban en la mujer- y mejor aún, cuéntales como Raquel intentó deteneros pero decidiste expulsarla para que no lo desvelase.
-Sera...- dijo Emily mientras la miraba- ¿eso es verdad? ¿La arrojaste al Infierno porque se enteró de esto?
-He dicho que la reunión se ha terminado- repitió solemne como si le fuese indiferente lo que acababa de pasar.
-No- la suave voz de Emily adoptó una fuerza que hasta el momento nadie había escuchado- ¿cómo que bajáis a asesinar a estas pobres almas, se supone que debemos hacer el bien y vosotros bajáis a matar?
-Emily, no es el momento- la Alta Serafina trató de acariciarle la mejilla pero esta solo elevó el vuelo para escapar de su toque.
-¿Y expulsaste a una de nosotras para protegerte? ¿Eso es lo que tú consideras hacer el bien?- Sera solo negó mientras la observaba.
-Hablaremos de esto cuando te calmes, por ahora, la reunión de hoy ha acabado- miró con asco a las chicas que se encontraban en la parte inferior de la sala- lamentamos informaros Hija de Lucifer y compañera, que vuestra solicitud de aceptar pecadores redimidos en el Cielo ha sido rechazada, por lo que ya podéis cancelar el proyecto- después de eso desapareció y un gran portal se abrió en la sala que llevaba a la puerta del hotel.
-Ale, a chuparla guarras- gritó Adán antes de marcharse volando.
-No sabía nada de esto- Emily bajó volando para estar a la altura de las chicas, Charlie le sonrió triste, si las almas no podían entrar en el Cielo, toda la idea del hotel era una tontería- trataré de solucionarlo todo, hablaré con Sera, alguna solución encontraremos.
-Gracias por todo Emily- dijo Charlie antes de dirigirse al portal, pero la serafina se puso delante.
-Raquel... ¿Por qué no trató de volver? Se puede acceder al Cielo volando- Vaggie la miró con una ceja levantada.
-¿Por el grillete que lleva en las alas?- Emily no entendía
-¿Grillete?- le explicaron brevemente a la serafina en qué consistía el objeto que la ángel portaba y que le impedía volar o hacer magia, esta solo las escuchaba sintiendo como el estómago se le revolvía- que horrible... Pero eso lo debió conjurar Sera y nadie en el Cielo tiene tanto poder como ella, bueno, excepto Dios pero hace siglos que nadie lo ve...
-¿Entonces no sabes cómo podríamos solucionarlo?- preguntó Charlie y ella negó.
-Pero buscaré algo, encontraré una solución...- les sonrió antes de abrazar a la rubia como despedida- dadle un abrazo a Raquel y decidle que la echo mucho de menos- antes de que se fuesen las llamó una última vez- ah, y que no se me olvide- en sus manos apareció una gran caja marrón- estas son sus cosas, me imagino que le gustará tenerlas- Vaggie cogió la caja antes de atravesar el portal y despedirse de la serafina.
Ambas se dirigieron al hotel sumamente agotadas, la reunión las había dejado exhaustas y necesitaban dormir por lo menos varios días, además, la rubia se encontraba destrozada ante la idea de que todo su proyecto se viniese abajo ante la negativa del Cielo a acoger a los pecadores.
-¿Cómo ha ido la reunión, queridas?- el ciervo se encontraba solo en el salón tomando algo en la barra.
-Horrible- gruñó Vaggie y le dio la caja- esto es de la serafina, dáselo tú, nosotras nos vamos a dormir.
El demonio observó como las dos chicas desaparecían por las escaleras mientras se arrastraban hasta llegar a su cuarto, había pasado el día esperando que su serafina retornase de pasar tiempo con el maldito Rey del Infierno sin embargo parecía que este disfrutaba de hacerlo esperar y se había decidido a pasar el día con ella solo para molestar al ciervo. Alastor, sin dudarlo, sintió curiosidad por el interior de la caja y la abrió observando diversos objetos celestiales que llenaban el paquete, desde peluches a varios vestidos blancos, algunos perfumes y un par de libros, pero uno que no llevaba nada escrito en la portada fue el que más le llamó la atención.
Estaba decorado con detalles dorados que componían una enredadera que ascendía por la carátula y creaban la ilusión de que fuesen de oro de verdad, abrió la primer página y leyó en voz baja.
-Diario de Raquel.