Empty Byakugan [Itachi Uchiha]

By AyameUchi

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Lilas blancas: Expresan pureza y castidad, un amor inocente e idealizado que justo está empezando a brotar. L... More

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By AyameUchi

-¿No crees que verdaderamente comienzas a excederte con el alcohol?-Preguntó Hana al ver que Izumi sacaba una licorera para ponerle alcohol a su café.

-Te prometo que si algún día me ves ebria en servicio, puedes llevarme al hospital e internarme.-Respondió encogiéndose de hombros mientras se sentaba en la mesa del departamento de Sora.

-Si necesitas una pastilla para el dolor de la cabeza puedo salir a conseguirla.-Se ofreció Sora viendo que no se quitaba los lentes negros ni dentro del departamento.

-No, no, estoy bien.-No tenía resaca como todas pensaban, solo había pasado la noche llorando, habían días en los que estaba más tranquila que otros, pero inevitablemente los pensamientos intrusivos regresaban dejándole claro que el sueño de encontrar al amor de su vida estaba más y más lejos cada vez.

Desde que habló con Itachi pensó que lo mejor para su paz mental sería dejar las cosas intactas y solo seguir con su vida, pero su ansiedad le exigió armar el rompecabezas poco a poco sin importar lo doloroso que pudiera ser.

¿Por qué ahora todo hacía perfecto sentido y antes eran detalles sin importancia? Que Itachi fuera el único que supiera que la madre de Sora había enfermado, el tiempo que pasaron juntos durante la capacitación de Sora, todos los instrumentos de repostería que Sora había comprado cuando ella no era una aficionada de los postres, que estuvieran en el mismo equipo, nunca se le pasó la idea de que quizás, quizás podrían desarrollar sentimientos por el otro al compartir todo eso.

Pero eso no era lo más jodido, no, lo más jodido es que había sido ella quien envió a Sora para convivir con Itachi unos meses antes de que él la rechazara siendo que le había garantizado intentar algo por fin, quizás fue aquella convivencia la que hizo que Itachi decidiera rechazarla sin darle una oportunidad.

Sin embargo había una pequeña pieza que seguía atorada y lastimandola, sabía que lo mejor habría sido sacarla en un momento adecuado, pero a esas alturas no tenía mucha importancia donde recibiera el tiro de gracia ¿Verdad?

-Preocupate cuando la veas consumiendo algo más fuerte que alcohol, en ANBU habían varios que se drogaban usando genjutsu, eso era extraño y preocupante.-Agregó Rei encongiendose de hombros.

-Sora ¿Puedo preguntarte algo? También a ti Hana.-Preguntó Izumi después de darle un gran trago a su café, sus antiguas compañeras de equipo accedieron sin pensar mientras bebían de su propia taza.-¿Cuánto tiempo duraste enamorada de mi Sora? Antes de enamorarte de alguien más.

Rei escupió el café a presión sin poder evitarlo, por suerte no había nadie frente a ella, tosió mientras intentaba por todos los medios taparse la boca para no estorbar en la situación, pero no fue hasta dos minutos después que consiguió quedarse en silencio.

Durante esos dos minutos, tanto Sora como Hana dejaron caer sus tazas al piso, definitivamente la Hyuga iba a necesitar una alfombra nueva al final del día.

-¿Q-Qué?

-Venga, no se tensen tanto, es pasado, ya sé que ahora no estás enamorada de mí y está bien, solo quiero saber cuanto tiempo fue.-Lo dijo con tanta ligereza que ni Hana ni Sora pudieron procesar sus palabras y Rei se quedó tan quieta y en silencio que fácilmente habría podido pasar por un mueble.

-I-Izumi…

-¿Hmm?

-¿P-Por qué crees que…?-Tragó saliva sin poder continuar.

-Eso no importa.-Descartó con una suave sonrisa.-Solo necesito saberlo, ya sabes, que duela todo lo que tenga que doler, sanar y comenzar otra vez.

-Es que…

-No voy a romperme chicas.-Las animó con suavidad.-Sé que no soy la más estable emocionalmente de las tres, pero tengo que mejorar en eso y ser directa será lo mejor.

Hana volteó a ver a Sora, vale que Izumi les hubiera preguntado a las dos pero sabía perfectamente que no le correspondía responder. Sora tuvo la mirada fija en Izumi por al menos un minuto en completo silencio antes de hablar.

-Desde los 11 años… Hasta los 18 aproximadamente.-Respondió finalmente sintiendo que se quitaba un peso de encima, Izumi sabía que era momento de darle fin a ese capítulo de sus vidas de una vez por todas, a diferencia de ella que estaba completamente perdida en lo emocional, Izumi había madurado tanto que supo lidiar con el rechazo de las dos personas de las que se enamoró, mientras que ella nunca pudo confesarse a la primera y se estaba muriendo por la ausencia de la segunda.

Izumi era realmente impresionante, como siempre.

-Ya veo, fue durante mucho tiempo.-Inhaló con profundidad sintiendo que las lágrimas se le iban a los ojos pero las detuvo, su corazón deseaba tirarse encima de ella, llorar mientras le pedía que la volviera a amar, decir que haría todo bien esta vez, que la haría feliz, que iba a amarla de regreso con toda la fuerza que tenía, pero no lo hizo, porque aquello solo sería lastimar a Sora tal como lo hizo con Itachi cuando no supo lidiar con su rechazo, no quería volver a ser esa persona.-Lamento no haberme dado cuenta, de seguro fue doloroso.

-Yo lamento nunca haberlo dicho.-Respondió Sora sintiendo que su cuerpo perdía toda la fuerza, Izumi notó su cambio y se estiró para tomarle las manos por encima de la mesa.

-Todo va a estar bien Sora-Chan… Tardaremos en mejorar pero estaremos bien.-Sora perdió la batalla contra sí misma y comenzó a llorar con dolorosos quejidos, desastrosos hipeos y tallones de cara bruscos como si fuera una niña pequeña.

Su primer amor, la consolaba por el dolor que le causaba la pérdida del amor de su vida, sin importar que esa persona fuera el primer amor de ella y al hacerlo también estuviera perdiendo a la segunda oportunidad que le dió al amor.

Enredado, doloroso, dulce, amargo, Izumi no había mentido al decir que el amor debe tener tintes de todas las emociones. Y sin duda Sora no se había equivocado al enamorarse de ella, quizás se equivocó en las acciones que tomó al respecto, porque en ese momento, supo que Izumi no mintió ni un poco cuando casi tres años atrás le había confesado su amor.

¿Cómo habría sido si Sora hubiera hablado antes? ¿Si se hubiera arriesgado como lo hizo con Itachi? ¿Había algún escenario en el que las dos hubieran podido ser felices sin tanto sufrimiento de por medio? Ninguna de esas preguntas tenía sentido en ese momento y aunque ambas estaban despidiéndose de varios sentimientos atascados en su corazón, no necesitaron las respuestas para sentirse finalmente en paz después de lo enredado que había sido estar en la misma situación pero invertida.

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-¿Por qué quieres entrenar a esta hora?-Preguntó mientras bostezaba con cansancio.

-Es mejor hacer estas cosas temprano.-Respondió mirándola de reojo, uno pensaría que Rei estaba acostumbrada a despertar temprano por estar en la ANBU, pero no, en realidad tenía un horario bastante desorganizado para dormir.

-A estás horas ni siquiera se ve algo.-Ni siquiera había amanecido ¿Por qué los Hyuga tenían horarios tan estrictos? Parecían animales durmiendo apenas anochecía y despertando antes del amanecer.

-Estoy segura de que estarás bien aún así.

-Actúas extraño para ser alguien deprimida.

-¿A qué te refieres?

-Si a mi me pasará lo que te pasa a ti estaría en mi cama todo el día, comiendo chucherías, viendo películas y sin bañarme.

-¿Y eso resolvería algo?

-No, pero me tendría algo de compasión y me consentiría en los malos momentos.-Sora pensó unos segundos en lo que decía Rei, Izumi solía hacer ese tipo de cosas cuando estaba triste, incluso Hana, quizás era lo más natural.

-Honestamente no soy muy buena lidiando con la tristeza, intento hacer lo de siempre para que el sentimiento se vaya tarde o temprano.

-¿Eso no causaría que todo se acumule?-Llegaron al campo de entrenamiento y empezaron a estirar.

-Si, antes podía dejarlo ir de mejor manera.

-Por antes, ¿Te refieres a cuando estabas con Itachi?-Preguntó provocando que Sora la mirara con algo de incomodidad.-Me sorprende que nunca habláramos de esto antes, yo sabía y tú sabías que yo sabía, y yo sabía que tú sabías que yo sabía, el punto es… ¿Era tan bueno estar con él?

-Si, honestamente ni siquiera yo lo entiendo como para ponerlo en palabras.-Se sentó dejando de lado el entrenamiento, Rei se sentó con gusto de que su pregunta fuera suficiente para ahorrarse el ejercicio matutino.-Cuando era niña… Solía pensar que las personas exageraban mucho al hablar del amor, cosas como películas, libros y canciones, creí que todo era contado de cierta manera con el único propósito de vender.

-En parte es así.

-Pero en parte pensaba así porque mis padres no se mostraban mucho amor, es decir, mi papá intentaba tener detalles con mi mamá pero teniendo en cuenta que estábamos en guerra y que se veían en ocasiones muy extrañas, nunca los ví rebosando de cariño y quizás su amor nunca fue de ese estilo.

-Entonces ¿Qué pensabas del matrimonio y esas cosas?

-Lo veía únicamente como algo necesario en la vida, para formar familia y tener a alguien a tu lado en quien confiar, por eso por mucho tiempo no me importó que el clan Hyuga organizara los matrimonios, solía pensar "Si tengo a alguien que me respete y apoye, el amor llegará eventualmente"-Suspiró mirando el cielo, comenzaba a amanecer poco a poco.-Incluso cuando me enamoré de Izumi, me repetía a mi misma que estaba exagerando, que era la adolescencia la que hablaba en mi cabeza cada vez que me imaginaba tomando la mano de Izumi, cada vez que deseaba pasar el rato a su lado, creí que era una pérdida de tiempo y que me desviaría de mi camino en cuanto al entrenamiento.

-¿Y cambió?-Ella sonrió con tristeza y asintió mientras cerraba los ojos.

-El tiempo con Itachi siempre se sintió especial, incluso cuando éramos niños pero en ese entonces solo era especial porque era muy raro que habláramos, cuando empecé a acercarme más a él, me dí cuenta de que me relajaba sin notarlo, él siempre ha sido reservado así que inconscientemente intentaba ser más abierta con él, hablar de cosas nuevas, hacer cosas nuevas como si se tratara de un espacio donde todo se valía, me di cuenta de que habían partes de mi misma que había estado reprimiendo inconscientemente por años y que nunca le había mostrado a nadie, por alguna razón eso en lugar de avergonzarme o hacer que quisiera alejarme, solo me hizo feliz… Alguna vez se lo dije, quiero un lugar en el que pueda ser yo y en el que tú puedas ser tú sin preocuparnos por la vida ninja… Y eso fuimos, poco a poco me iba enamorando de él sin darme cuenta, solía decirme que cualquiera notaría esas cualidades en él y que no era nada especial, pero me estaba mintiendo porque cada vez que encontraba eso en otra persona no se sentía igual.

-¿Y por qué con él decidiste tomar acción y con Izumi no?

-Bueno eso… Creo que me ganó la curiosidad, el sentimiento dentro de mí se iba haciendo más grande con el tiempo, empecé a llamarlo "lazo" "conexión" creyendo que así no crecería, pero mis sentimientos comenzaron a ganar la batalla poco a poco.

-¿No te dió miedo? Se veían a escondidas pero vienes de una familia que literalmente solo tienen que fruncir la vista y podían encontrarte en cualquier lugar. Además los Hyuga son muy estrictos con sus costumbres y reglas.

-Al principio sí, pero… Cuando se trata de la persona que amas, dejas de preocuparte por ti mismo.-Soltó una risa mientras negaba con la cabeza.-Yo me creía muy buena para controlar mis emociones y lidiar con ellas, solía pensar que no era una persona impulsiva y que todos exageraban cuando se dejaban llevar por lo emocional, pero estar con Itachi me quitó todo el control que tenía sobre mi misma, es impresionante la manera en que tú corazón puede latir cuando reconoces el olor de la persona que te gusta, como el cuerpo te cosquillea cada vez que te toca y como sientes euforia cada vez que te abraza al punto en que quieres abrazarlo con todas tus fuerzas. Yo siempre pensé que no era celosa y que serlo carecía de sentido, pero cada vez que una chica le coqueteaba en la calle me enojaba sin poder controlarlo, quería llorar, gritar y hacer un escándalo infantil y descontrolado, en su lugar solo rodaba los ojos y me mordía el interior de las mejillas.

-Y si lo quieres tanto ¿Por qué no vas a decírselo?

-Si alguien llegara a ti de la nada y te dijera que te ama, que tuvieron una historia de amor el día anterior pero que tú no lo recuerdas ¿Cómo te sentirías?

-Eh… Incómoda y no querría volver a verlo.

-Exactamente, al amor no es algo que puedas explicar en palabras sin que suene exagerado, tienes que sentirlo para que todo tome sentido, Itachi es una persona que razona mucho, así que seguramente si le digo que teníamos algo crea que estoy mintiendo porque no se ve capaz de ser tan emocional al punto de arriesgar tanto. Y no podría tolerar que me encuentre desagradable. Además si intenta preguntarle a alguien podría meterse en problemas… En resumen las cosas verdaderamente se fueron, ahora mismo todos esos momentos solo viven en mi cabeza como si los hubiera imaginado.

-¿Y qué vas a hacer cuando se case?-Aquello era una realidad, un Kage soltero significaba la posibilidad de la unión con otro país y con ello obtener beneficios económicos enormes.

-No tengo idea, deje de hacer planes cuando entendí que se vienen abajo en cuanto los sentimientos te agobian y lo único que quieres hacer es llorar y gritar.-El casarse ya era algo de lo que prefería huir, aunque Minsu era un buen hombre, su corazón se negaba a ver virtudes en alguien más o en intentar querer más, así que quizás pediría vacaciones o algo que le permitiera estar fuera de la aldea cuando Hiashi intentara comprometerla.

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-Quita esa cara larga, a estas alturas preferiría haber elegido de pareja al idiota de Naruto para la misión.-Hinata alzó la mirada para ver a Sasuke que estaba un par de pasos delante de ella.

-P-Perdón.-Murmuró sin poder decir algo más.

-¿Estás así porque estamos escoltando a mujeres de altos rangos?

-¿Sabes lo que significa?

-Que el idiota de mi hermano está buscando esposa, o que la aldea le está pidiendo que lo haga.-Se encogió de hombros sin darle importancia, cuando Itachi fue nombrado Hokage sintió que un peso se le quitó de encima, ahora ya no tenía que competir con él, porque Itachi literalmente ya había llegado al punto más alto, ni siquiera tenía sentido intentarlo, así que por fin pudo deshacerse de la sensación de ser inferior, que técnicamente lo seguía siendo, pero ya era irremediable y sin otra cosa más que hacer que encontrar su propio camino.

-¿No te sientes ni un poco mal por eso?-Preguntó sintiendo que los ojos se le humedecian, Sasuke suspiró mientras rodaba los ojos, a esas alturas sobraba decir que Hinata era el tipo de chica que se ponía triste por los problemas de los demás como si fueran suyos, no que eso le agradara pero ya llevaban casi 6 años en el mismo equipo, se había terminado de acostumbrar.

-Itachi no recuerda nada así que no está sufriendo y honestamente tu prima no es mi amiga como para querer ayudarla.

-Que cruel.-Susurró consiguiendo que el Uchiha la mirara mal, se disculpó al instante sabiendo que si no lo hacía pasarían los siguientes días de misión con un pésimo ambiente.-Sora-Chan de verdad la ha estado pasando mal, aunque pone todo su empeño para que no se note.

-¿Y tú plan es sentirte mal para acompañarla?

-E-Es que-

-No hay nada que podamos hacer, ni tú, ni yo, ni ella ni nadie.

-Pero eso es injusto.

-A veces tener amor no es suficiente, el camino se pone difícil y no hay una razón para eso.-La regañó dándole un pequeño sape.-La vida está llena de situaciones así, no es que estén muriendo o que estén permanentemente enfermos, aprenderán a lidiar con eso.

-¡Sora-Chan siempre ha sido una persona magnífica!

-¿En algún momento de la vida firmaste un contrato que asegurara que si eres buena persona no te pasarán cosas malas? Las cosas malas nos pasan a todos, ella ya lo aceptó, por eso sufre en silencio, tú también deberías hacerlo para que el consuelo que le ofrezcas no sea únicamente cosas como "todo va a mejorar" cuando sabemos que no es así.

Las palabras que le dijo Sasuke, se quedaron clavadas en su mente ¿Acaso ser optimista estaba dañando a Sora? En caso de que ella ya se hubiera resignado era posible, pero ¿De verdad ya se había dado por vencida cuando era evidente lo mucho que le dolía?

Al regresar de su misión, corrió a la mansión principal para hablar con Sora pero la encontró arreglándose con un kimono de los que se usaban para reunirse con el líder del clan.

-Buenas tardes Hinata-Sama ¿Le fue bien en su misión?

-¿Te reuniras con padre?-Preguntó viendo cómo terminaba de arreglar los últimos detalles.

-Me ha citado junto a mis padres.-Confesó dejando la brocha de maquillaje con un ligero temblor en las manos.-Espero no estar en problemas.

-N-No, seguramente no es eso.

Sora le sonrió por unos segundos antes de verse en el espejo, su mirada se vacío de cualquier sentimiento y se puso de pie para salir de la habitación, avanzó con tranquilidad hasta llegar a la sala donde debía reunirse con Hiashi y esperó por sus padres.

-Lamento haberlos traído de imprevisto.-Se disculpó Hiashi entrando y colocándose en posición.-Les pedí que vinieran porque ha habido un informe especial por parte del Hokage.

-¿Hay algún problema Hiashi-Sama?-Cuestionó Takashi mientras miraba de reojo a Sora.

-No, nada de eso.-Aseguró con calma.-Es solo que se ha decido realizar el festival de la grulla y el clan Hyuga ha sido formalmente invitado, estoy notificando a cada familia con un miembro apto para acudir.

Sora abrió los ojos al máximo mientras miraba al suelo.

El festival… ¿De la Grulla?

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-¿Cómo fue que te lastimaste la mano?-Preguntó Hana mientras le vendaba el brazo a Izumi.

-Golpee a un idiota.-Respondió con gesto agrio.

-De todas las veces que me criticaste por ser impulsiva.-Suspiró terminando para después regresar las cosas que había usado al botiquín de Sora.

-No me queda claro esta cosa del festival de la Grulla.-Se quejó Rei mientras enrollaba el pergamino que Sora le había hecho el favor de leer unos segundos atrás, la habían invitado a participar pero nunca había escuchado de nada así.

-El festival de la Grulla es una ceremonia nupcial.

-¡¿Eh?! ¿Una boda?

-No, algo más como una ceremonia para comprometerse en matrimonio.-Explicó acostada en su cama con la mirada en el techo.-Cuando Konoha apenas estaba empezando, se hacía una vez al año para formar uniones entre clanes, así fue como el primer hokage se casó con una Uzumaki.

-¿Entonces se invita solo a las mujeres importantes de la aldea?

-No, a mi también me llegó una invitación.-Reveló Izumi.

-En pocas palabras, se reúnen los chicos y chicas que tienen más de 21 años y si alguien desea comprometerse, se hace una dinámica y se anuncia, en mi caso tendré que ir por ser la heredera de mi clan, pero no tengo ninguna intención de comprometerme con nadie.-Aclaró Hana encontrando todo ese asunto fastidioso, en cuanto le llegó la invitación había tenido que repetir por días que no iba a comprometerse y no a su madre o a los concejales de su clan, sino a Maito que estaba inconsolable por los miles de escenarios que se hacía mentalmente al respecto.

-Ya ¿Es obligatorio?-Cuestionó sin ganas de ir.

-No, las chicas que están fuera de clanes importantes se lo pueden saltar o asistir voluntariamente sin problemas, es posible que haya muchas chicas que ni siquiera son ninjas.

-Ah, por eso han estado escoltando a muchas doncellas de otras tierras últimamente ¿Entonces ustedes irán?-Preguntó refiriéndose a Izumi y Sora.

-Yo iré.-Se adelantó Izumi como si nada provocando que todas voltearan a verla con sorpresa.-Venga no me miren así, conseguir amor por mi cuenta no me ha funcionado, quizás hace falta que intercedan por mí como en los tiempos de antes.

-Siempre fuiste enemiga de esas cosas.

-Probar no hace daño.

-¿Y tú Sora?

-Aún no sé.-Respondió después de unos segundos en silencio, Hiashi le había pedido personalmente que fuera para formalizar ante toda la aldea su compromiso con Minsu, parecía ser que Shibi y Hiashi habían tenido algunas conversaciones sobre los beneficios que traería la unión de sus clanes. Pero Sora sabía que no se estaba haciendo ese viejo festival de la nada sin motivo.

En ese festival se comprometería Itachi, estaba segura.

Habían llegado incluso princesas de algunos países, las princesas no viajan para comprometerse con un ninja cualquiera, literalmente la aldea había decidido ponerle un catálogo de mujeres importantes enfrente para que el Uchiha pudiera elegir.

¿Cómo se suponía que manejaría estar frente a una multitud mientras aquello pasaba? ¿Cómo se suponía que iría a esa boda? ¿Cómo haría para no romperse y llorar en ambos momentos?

Quizás… Quizás si pensaba en aquello como una misión, una misión para preservar la paz entre el clan Uchiha, Hyuga y obtener un convenio político-económico con otra nación.

Había tenido que hacer muchas cosas durante diferentes misiones, así que quizás si lo pensaba de esa manera, podría soportarlo.

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-Lamento hacerte salir en tu día de descanso, escuché que tuviste una semana pesada, seguramente querías dormir.-Dijo Minsu comenzando la conversación, Sora negó intentando sonreír, pidió otra misión de una semana para no tener que ver a todas las chicas llegando a la aldea, pero no tenía punto, el festival sería la otra semana.

-¿De qué querías hablar?

-Creo que Hiashi-Sama te ha dicho sus intenciones en cuanto al festival de la Grulla ¿No es así?

-Si.

-Sora… Si necesitas más tiempo puedo inventarme una excusa para no ir, pedir perdón con Hiashi-Sama y con Shibi-Sama.

-No, está bien.-Respondió mirando fijamente su taza de té.-No puedo huir por siempre… Si soy honesta me alegra de cierta forma que seas tu.

Minsu miró por la esquina inferior, que las manos de Sora estaban pálidas y tenían un leve temblor involuntario, seguro como muestra de todo lo que llevaba conteniendo por meses.

-Sabes que aún después de casados, no te obligaré a hacer nada ¿Verdad? Podemos dormir en habitaciones separadas si lo deseas, dentro de nuestra casa nadie podrá opinar el ritmo al que vayamos.

-Por eso me alegra que seas tu Minsu.-Dijo sintiendo que la garganta se le cerraba un poco.-¿Puedo contarte un secreto?

-Si te sientes cómoda diciendolo escucharé lo que tengas que decir.

-Mi madre le fue infiel a mi padre hace unos años.-Confesó provocando que el Aburame jadeara con algo de sorpresa.-Fue un proceso horrible y sinceramente aún no sé si la perdoné del todo, así que… Aún si nuestro matrimonio no es perfecto y avanza a ritmos indebidos, te prometo que jamás te engañaré, al menos eso… Eso te lo juro por mi vida.

-Sora, agradezco la confianza pero no sé si ese tipo de cosas se pueden prometer.

-Se puede.-Aseguró al instante mirándolo a los ojos.-Quizás los sentimientos no se pueden prometer porque no es algo que controlemos, pero las acciones si, es por eso que antes de prometerte que voy a amarte, te prometo que no voy a traicionarte.

Aún detrás de todos los sentimientos de cansancio, frustración, tristeza y demás cosas que cargaba en la mirada, Minsu pudo distinguir sinceridad, completa sinceridad.

-¿Y si tuvieras una oportunidad de recuperar aquello que anhelabas tanto?

-Preferiría decírtelo directamente por dura que pueda ser la conversación, definitivamente no quiero hacer cosas a tus espaldas.

-Y a cambio de esa promesa… ¿Quieres recibir algo en específico?

-Aún no lo sé, honestamente no es que lo diga porque quiera establecer los puntos de nuestra relación desde ahora. Lo digo porque… Porque duele mucho no tener confianza en la persona con la que vives.

-Entonces yo te prometo ser honesto.-Aseguró.-Sin importar lo duro que pueda ser, siempre voy a decirte la verdad, puedes confiar en eso.

-Gracias Minsu.

-Entonces… Si te parece bien, escribiré tu nombre durante el festival de la Grulla.-Ella asintió apretando los labios en un intento de sonrisa, terminaron su té y se fueron en diferentes direcciones.

Sora entró a un bar, no es que los problemas fueran a resolverse si se embriagaba, pero quería perder unas horas del día, el día completo si era posible.

-¿Crees que de verdad se vaya a casar la princesa?-Tan pronto como se acercó a la barra, escuchó la conversación de dos hombres que claramente no eran de ese país.

-Eso espero, viajamos desde muy lejos solo por eso, está bastante ilusionada.

-Pero hay varias chicas de otros lugares, supongo que tienen ofertas listas, nosotros solo corrimos al barco porque la princesa estaba eufórica.

¿Acaso esas chicas habían conocido a Itachi en algún momento o solo habían sido atraídas por su reputación? Fuese como fuese la situación, honestamente deseaba que al menos se casara con alguien que le permitiera ser feliz, que lo comprendiera aunque fuera un poco.

Sin querer seguir escuchando más, solo compró varias botellas de Sake y salió para beber en otro lugar.

Estuvo en uno de los campos de entrenamiento por buen rato hasta que escuchó unos pasos acercándose.

-Una chica joven no se ve bien bebiendo en la calle.-Se enderezó al escuchar aquella voz mientras se avergonzaba de ser descubierta en tremenda situación.

-Tsunade-Sama…

-Eso es lo que diría Shizune.-Se alzó de hombros acercándose a ella.-Pero no le diré lo que ví si me invitas una copa.

Le extendió una botella completa para ella sola, seguramente eso no duraría mucho tiempo, había escuchado que Tsunade podía beber por horas y que su récord estaba en 14 botellas.

-¿Y por qué estás bebiendo sola en un lugar así? Seguramente había muchos bares divertidos en el camino.

-Están llenos de extranjeros.

-¿Eres xenofóbica?

-No, no, es solo que quería estar sola.

-Esa es una indirecta poco discreta para correrme.

-No me malentienda por favor, no me refiero a eso.-Se justificó con prisa a lo que Tsunade soltó una carcajada indicandole que debía relajarse.

-¿Mal de amores?-Preguntó sin mirarla, Sora se tensó sin saber qué responder pero Tsunade solo habló como si no fuera la gran cosa.-Cuando llegas a mi edad es como si pudieras oler los motivos por los que la gente desea beber hasta el amanecer.

La Hyuga dudó en si podía confiar en Tsunade, no que la Sannin fuera conocida por chismosa, pero sabía que había perdido a su novio en la guerra, quizás sería demasiado cruel comparar situaciones y pedir un consejo.

-Anda, pregunta lo que quieras.-La animó viendo de reojo como jugaba con el pasto de manera indecisa.

-¿Se logra olvidar a alguien que se ama?

-No.-Respondió al instante sin vacilar, eso había sido rudo.

-Ah…

-Pero no duele para siempre.-Agregó con algo de diversión al notar como bajó la cabeza como un pequeño cachorro regañado.-El primer año si, joder sientes que te quieres arrancar el cabello a tirones todos los días, pero después… La vida sigue y tú también. El segundo año estás enojada, frustrada y de mal humor la mayor parte del tiempo, te cuestionas sobre todo lo que hiciste bien y mal, es un infierno pero uno más tolerable que el primero. El tercer año intentas ser optimista, te da un episodio maníaco en el que quieres salir adelante intentando mil cosas, sin embargo por dentro sigues saturada de pensamientos. El cuarto año es diferente para todos, algunos logran salir de aquello y tener un nuevo inicio, otros caen nuevamente en la fase del primer año, pero logran pedir ayuda.

-¿Y el quinto año?

-No sé, sigo un poco atorada en el cuarto año a pesar de que ya pasaron muchos más.-Reconoció sonriendo con tristeza, Sora suspiró pasándose una mano por la cara.-Pero eso es porque soy una mujer bastante testaruda y de carácter horrible, chicas como tú pueden salir de lo que sea con el tiempo suficiente.

-No creo que nos conozcamos lo suficiente como para saber eso.

-Sobreviviste a tener el cerebro frito, un corazón roto no puede ser más complicado.

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-Esto es una misión.-Se repitió en voz baja mientras se miraba al espejo, el resto de la semana lo había pasado sola en su departamento, escuchando todos los ruidos de la preparación del festival, por suerte sus amigas habían estado bastante ocupadas como para ir a buscarla y sus padres le habían dado espacio, seguramente su madre había estado deteniendo a su padre de quejarse por décima ocasión con Hiashi.

No había tenido ganas ni energía para comprar un nuevo kimono, así que recurrió al que usó durante el festival de Vesak, dudaba mucho que la gente recordara que lo había usado casi 3 años atrás, se recogió la mitad del cabello en un peinado sencillo y el maquillaje no fue nada espectacular, honestamente no quería destacar mucho, lo mejor sería perderse fácilmente en la multitud una vez que acabara el festival.

Miró sus accesorios de cabello sin ganas, ya iba un par de minutos tarde pero tampoco tenía muchas ganas de ser puntual. Sus ojos se detuvieron en el Kanzashi que Itachi le había regalado muchos años atrás, aquel que le había dado en el nombramiento del quinto Hokage. Nunca lo había usado, por alguna razón siempre tuvo miedo de que se rompiera por lo frágil que se veía, las flores de vidrio eran preciosas pero seguramente se podían dañar si chocaban entre sí.

Lo tomó con cuidado y acarició todas las flores, seguía sin saber cuánto dinero le había costado a Itachi pero haciendo un estimado podía decir que seguramente era una pieza única, seguramente gastó el dinero de unas cuantas misiones rango S.

Suspiró mientras lo abría para ponerlo en su cabello, guardar objetos que le recordaran a él solo significaría atrasar su propio avance, si iba a pensar en Itachi como una persona más debía actuar conforme a eso.

-Bueno, de ti no me pienso deshacer.-Comentó viendo a su cuervo albino durmiendo, se dió una última mirada en el espejo y salió de su departamento encontrándose con Minsu que estaba esperandola en el pasillo.-Lamento la tardanza.

-No te preocupes, no llevo mucho tiempo aquí.-Resultaba bastante nuevo ver a Minsu usando una yukata, su piel pálida quedaba bastante expuesta y no llevaba los lentes puestos, también había peinado su cabello hacia abajo, era prácticamente irreconocible para cualquiera que no lo conociera de años.

-Te ves muy bien.-Lo halagó sinceramente, Minsu era un chico bastante atractivo pero no era popular porque para empezar gran parte de su rostro no era visible la mayoría del tiempo y en segunda, las chicas tenían demasiado problema para aceptar sus insectos, de no ser por eso estaba segura de que sería igual de perseguido que Shisui.

-Tu luces hermosa ¿Tapaste tus lunares?-Preguntó notando que se veía diferente sin ellos.

-Ah, si.-Acarició superficialmente su rostro.-No quiero destacar mucho el día de hoy, entre menos personas me recuerden mejor.

-Bien.-Accedió dando un paso adelante mientras le extendía un brazo.-¿Vamos?

-Si.-Aceptó con la mirada en el piso sujetándose de él.

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La ceremonia se realizaría en el techo de la torre Hokage, el lugar estaba adornado con antorchas para iluminar, habían cojines y mesas pequeñas en el piso formando filas que quedaban cara a cara y al final estaba la mesa en la que estaba sentado el quinto Hokage junto a los miembros del concejo, Shikaku sería quien oficiaría la ceremonia ya que Itachi estaría entre las filas como un participante más.

Las familias ya se encontraban presentes, las mujeres y hombres aún se estaban preparando para subir.

-¿Solo tenemos que subir y sentarnos?-Preguntó Izumi con nervios, los Uchihas casi nunca tenían ceremonias, de no ser por las juntas que habían tenido para hablar del golpe de estado, se podía decir que no tenían ninguna.

-Si, los asientos están asignados por jerarquías.-Le explicó Sora con tranquilidad, seguramente ella se sabía los protocolos al derecho y al revés.

-¿Jerarquías?-¿Acaso no eran solo los Hyuga los que se regían por ese tipo de cosas?

-Las herederas y herederos de clan estarán primero, después las princesas o mujeres feudales de otros países, siguen las de familias secundarias o protectoras de la primera, después por rango ninja.

-¿Qué cosa?

-Solo sientate en algún cojín de color rojo.-Intervino Hana sintiéndose incómoda por la vestimenta ¿Acaso solo a ella la estaban matando los zapatos? En ese momento sentía envidia de las Hyuga, estaban tan tranquilas y cómodas, seguramente habían estado más tiempo en kimonos y zapatos enormes que con vestimenta normal a lo largo de sus vidas.

Además eran las únicas que se veían perfectas, peinados pulcros, adornos que combinaban, kimonos lujosos, el maquillaje parecía hecho por profesionales, casi como si cada una de ellas hubiera tomado una semana entera para analizar los colores que mejor les quedaban, incluso Sora que aseguró querer verse “Simple” estaba mucho mejor arreglada que la mitad de las demás mujeres presentes.

En el caso de Hana había ido a una estética para que se ocuparan de todo lo que ella no sabía hacer, pero se notaba en los colores del kimono y los adornos que había sido ella quien los compró y ninguno combinaba entre sí. Y con Izumi la situación era peor, llevaba un kimono que parecía poco formal para la ocasión, no llevaba adornos en el cabello y de joyería solo llevaba una pulsera que tampoco combinaba en color, por suerte su peinado y maquillaje eran lindos y le ayudaban a no verse como un desastre.

-Creo que me voy a desmayar de los nervios.-Balbuceo Izumi frotando sus manos ¿Por que había creído que esa sería buena idea? Quizás la parte de conseguirse marido de manera directa no fuera tan mala, pero ¿Cuál era la necesidad de hacerlo frente a tanta gente? Mejor hubiera dejado que su abuela se encargara de eso.

-Tranquila, nos explicarán que hacer cuando nos sentemos.-Sora le acarició la espalda para ayudarla a tranquilizarse, Izumi la miró notando un detalle que había pasado desapercibido.

-Tu adorno de cabello…-Sora se llevó una mano a la cabeza acariciando el cristal con pocos ánimos.

-¿Se rompió?

-No, no. Es lindo.-Corrigió tomándola de la mano notando que la mano de ella estaba fría y temblorosa, al parecer también estaba muy nerviosa aunque no lo demostraba.

-¿Tu mano ya está mejor?-Le preguntó viendo que ya no llevaba la venda, había estado a poco de rompersela.

-Si, casi como nueva.

-¿A quién golpeaste? Tu no eres explosiva.

-Bueno…-Se rascó la nuca con vergüenza.-Lo descubrirás en unos segundos.

-¿Eh?

Los tambores comenzaron a sonar indicando que debían avanzar, tomaron sus respectivos lugares en la fila, en la punta estaba Hana como la heredera del clan Inuzuka, la seguía Sora que aunque no era heredera, ya formaba parte de la rama principal del clan Hyuga, después varias princesas de otros lugares, debían ser al menos 10 o 15, más chicas del clan Hyuga, unas cuantas del clan Uchiha y demás hasta llegar a Izumi que era la penúltima con la intención de copiarle a las demás exitosamente.

Entraron a la terraza con paso sereno, Hana sabía que debía tener la mirada al frente pero tuvo que mirar al piso un par de veces para ver por dónde iba, avanzar en esos zapatos era muy difícil.

Al llegar al lugar en el que estaban los cojines, todas se mezclaron tomando posición, Izumi miró a todos lados intentando encontrar un lugar, Hana había dicho que tenía que sentarse en un cojín rojo ¿Cierto? Pues maldita fuera la pésima explicación de Hana porque ahí habían 3 tonos diferentes de rojo. Se copió de Himeko esperando que nada saliera mal.

Los hombres entraron del otro lado y también se posicionaron en su lugar, solo que ellos lo hicieron a la perfección, ellos la tenían más fácil, solo habían cojines de dos colores y era más que obvio que el cojín negro con bordados dorados era de Itachi.

Hablando de Itachi, se encontraba al principio de la fila al igual que Hana, iba con un traje ceremonial de color rojo y negro, su cabello iba atado como de costumbre pero en lugar de estar atado arriba, estaba atado casi en las puntas y caía por su hombro derecho, el cambio era sutíl pero lo hacía ver más atractivo de lo usual.

Casi todas las chicas comenzaron a murmurar sobre el Uchiha, Itachi siempre había sido tan atractivo y ni siquiera parecía interesarle, eso lo hacía aún más atractivo de alguna manera.

El antiguo Hokage y el concejo entraron para tomar asiento, una vez que lo hicieron los tambores dejaron de sonar y todos los presentes también tomaron asiento, Hana pudo sentir que se tropezaba un poco al arrodillarse con el kimono pero logró mantenerse en su lugar echando un poco la espalda para atrás, seguramente no se había visto refinado pero al menos no había caído de cara.

-Empecemos.-Declaró el quinto Hokage con cansancio, él mismo odiaba esa ceremonia y la había intentado abolir, le parecía humillante y desconsiderada, pero el concejo y los demás clanes insistieron en que las tradiciones debían mantenerse, seguramente solo querían ver a otros pasar por la misma vergüenza que ellos habían tenido que pasar, algo así como una venganza generacional.

-La unión en matrimonio, ya sea entre personas de diferentes clanes o del mismo, ayuda a mantener la confianza y paz en la aldea, sirve para formar familias fuertes que heredan las mejores artes Shinobi, nos fortalece como país.-Empezó explicando el abuelo Hyuga, se dedicó a dar un discurso de más de 5 minutos sobre la importancia de ese ritual, lo cual quedaba a todas luces hipócrita teniendo en cuenta que los matrimonios entre alguien del clan Hyuga y una persona de otro clan eran mínimos. Aún así siempre participaban en esa ceremonia, solo iban y dejaban el papel en blanco, se negaban a cualquier propuesta y a los pocos días salían comprometidos con otra persona de su clan.

-La dinámica será la siguiente.-Shikaku tuvo que poner todo su empeño para no bostezar una vez que el Hyuga terminó con su discurso.-Se presentará a todos, se nombrarán sus logros, país de procedencia y cualquier dato relevante, después las mujeres se darán vuelta y los hombres escribirán en una tarjeta el nombre de la mujer que desean desposar de un lado y del otro su propio nombre, pueden usar más de una ficha. Cuando terminen, dichas tarjetas serán entregadas a las mujeres para que puedan ver que caballeros están interesados en ellas, se les dará un breve periodo de tiempo por si alguna necesita discutir algo con sus familiares y después, se quedarán en mano únicamente con la tarjeta del hombre al que desean aceptar.

Izumi frunció el ceño ante eso, los hombres tenían casi 20 fichas cada uno, osea que un hombre bien podía intentar con 20 chicas diferentes y las mujeres solo podían escoger a uno de los que estuvieran interesados en ellas, aquello sonaba un tanto sexista pero no había mucho que decir de un ritual que claramente llevaba casi 100 años de existir.

-Como bien pueden imaginar, está tanto la posibilidad de que a las señoritas no les guste ninguna de las propuestas o que más de una acepte la propuesta de un mismo hombre. En ambos casos sepan que pueden renunciar a la dinámica en cualquier momento y en caso de que aún haya más de una mujer dispuesta a casarse con el mismo hombre, se hará una junta particular entre las familias.

Ahí otro punto que a Shikaku no le gustaba, pero al menos siendo Itachi el actual Hokage sería quien tendría que lidiar con ese asunto.

-Es importante aclarar que no es obligatorio para nadie comprometerse o no hacerlo, esto es por elección propia y cualquier irregularidad tiene que ser reportada. También le recordamos a las familias que deben abstenerse de cualquier comentario a favor o en contra de alguna unión, escucharemos sus opiniones en privado.-Esa última regla si la había puesto Shikaku, no permitiría que se armara el mismo revuelto que en los años en los que era joven, eso solo era humillación y no tenía nada de ceremonial. En consecuencia más jóvenes habían accedido a participar cada vez, lo que irónicamente alimentaba la tradición que tanto deseó erradicar.

Echó una mirada rápida a todos antes de empezar, ese año era importante ya que se habían reunido los herederos de dos clanes: Hana Inuzuka e Itachi Uchiha que a su vez era el actual Hokage y la razón para hacer ese festival, el chico era demasiado cotizado entre las señoritas, por eso no resultaba extraño ver a todas esas chicas ahí. Por otro lado, también habían muchos varones de diferentes clanes y Shikaku creía tener la respuesta a eso, en un cojín de color plateado y con un porte impecable se encontraba Hyuga Sora, la cual aunque no tenía mucho estatus de nacimiento, había trabajado hasta convertirse en una de las mejores Jonin de la aldea, además de también ser muy famosa entre los caballeros por su belleza.

Habían 35 mujeres y 32 hombres, una de las cifras más altas de esa vieja costumbre.

Las presentaciones se hicieron a lo largo de casi una hora, en especial la de Itachi tuvo mucha atención por parte del público femenino, Shikaku estimaba que al menos unas 30 chicas estaban ahí exclusivamente por él, Itachi ya había recibido con anterioridad el expediente de cada una, así que en ese momento solo estaba observando su apariencia física.

Una vez que terminaron las presentaciones, se dió inicio a la siguiente etapa, las mujeres se dieron la vuelta permitiendo privacidad a los chicos y una canasta fue colocada enfrente de cada una, los asistentes de la ceremonia fueron recogiendo una a una las fichas y colocándolas donde debían.

-Muy bien señoritas, pueden darse la vuelta.-Todas obedecieron mientras miraban con curiosidad la canasta que contenía las tarjetas.

Algunas se sonrojaron al instante al darse cuenta de que nadie las había elegido y se pusieron de pie sin esperar indicación para ir con sus familias en busca de refugio. Shikaku quiso rascarse la nuca con pena, esa era la parte que más odiaba de la ceremonia, cuando te dabas cuenta de que viajar de otro país no era garantía de encontrar el amor.

Sora miró un poco sorprendida su canasta, estaba llena de tarjetas, miró a los hombres presentes de manera superficial notando que varios le sonreían con amabilidad. De manera discreta volteó a ver la canasta de Hana, también tenía un buen número de tarjetas, unas 10, desde ahí no alcanzaba a ver la canasta de Izumi pero seguía sentada así que asumió que si había conseguido tarjetas.

Suspiró extendiendo la mano para revisar las fichas una a una, no le sorprendió encontrarse con los nombres de Toshi y Arashi, aunque se cuestionaba un poco si la habían elegido en serio o como un gesto de precaución por si casi nadie la elegía. Habían varios Jonin, algunos eran sus compañeros de la división de inteligencia y a otros para ser honesta no los conocía, pero aún así se obligó a mirar cada ficha por más de 10 segundos para que no pareciera que no le importaba el interés de aquellos chicos.

Cuando se topó con el nombre de Hoteho vaciló un poco en si debía quedarse con su ficha, el acuerdo superficial era tomar la de Minsu pero sabía perfectamente que Hiashi no tendría queja si elegía a un Hyuga, por si acaso le dió vuelta al igual que las demás y la dejó un poco salida para reconocerla, después de otras tres tarjetas encontró la de Minsu, la dejó de un lado diferente y dejó el resto de fichas en la canasta, por cortesía debía verlas pero honestamente solo quería acabar rápido con ese asunto.

Después de unos segundos, un insecto se acercó a ella, lo reconoció como uno de Minsu y le sonrió ligeramente mientras asentía, seguro quería saber si había encontrado ya su nombre. El insecto se quedó quieto por unos segundos para después ir a la canasta y hacer círculos sobre ella ¿Quería que viera el resto de fichas? Alzó la mirada para buscar a Minsu, estaba algo lejos pero creía que él también la estaba viendo, asintió un par de veces en su dirección.

De manera vacilante tomó nuevamente las fichas, una de ellas era de un sobrino del señor feudal, aquello sería problemático ¿Hiashi no se enojaría si ignoraba la propuesta de un miembro de la familia feudal? Se mordió ligeramente el labio considerando la idea pero el insecto se posó sobre la ficha y regresó a la canasta dando más vueltas. Temiendo causar más problemas revisó las que quedaban, un Jonin, un chunin, un príncipe del país del viento y….

Su respiración se paralizó al voltear la última ficha.

Itachi Uchiha.

Abrió los ojos completamente sorprendida mientras jalaba aire con la boca entreabierta y sentía un escalofrío levantarle cada vello del cuerpo.

¿Itachi estaba… Pidiéndola en matrimonio?

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