-¡Otra vez Izumi!-Ordenó su oficial al mando mirándola en el piso, intentó ponerse de pie pero apenas lo estaba consiguiendo volvió a patearla mandandola al piso mientras escupía sangre.-Si vuelves a dudar sobre atacar a un enemigo, te aseguro que te daré una paliza el doble de dolorosa que esta.
Salió del lugar dejándola en el piso, Izumi intentó respirar para calmar el dolor pero cada vez que lo intentaba tenía un ataque de tos.
Otra vez estaba castigada.
Desde que había entrado a la policía militar, se dió cuenta de que a los Uchiha muchas veces solo les importaba el poder y era lo único que tomaban en consideración para subir de rango, cosas como el pensamiento crítico, compasión o cuestionar órdenes les causaba alergia a todos.
Estaba volviéndose más poderosa, eso era seguro ya que si no completaba un entrenamiento correctamente le esperaba una paliza, pero volverse fuerte solo hace más frustrante estar a cargo de imbéciles. ¿Esos eran los mismos hombres que habían parecido buscar lo mejor para el clan cuando propusieron el golpe de estado? Le costaba creer que en algún momento hubiera estado de acuerdo con lo que decían, le debía una disculpa a Itachi.
Y quizás una más grande a Sora ¿Como era posible que hubiera arriesgado la vida por solucionar una situación como esa sin dudarlo? En esos días la extrañaba más que a nadie.
Sora podía parecer una ninja promedio para muchos, solo era usuaria de Taijutsu y daba buenas estrategias, pero Izumi sabía que lo que hacía especial a Sora era su capacidad para razonar más allá de lo estratégico, muchas veces cuando hacían misiones como Genin o Chunin se cuestionaba a menudo ¿Que era eso que tenía Sora que la hacía la mejor líder en la mayoría de las ocasiones? Porque aunque Hana se opuso muchas veces a recibir órdenes, terminó llegando a la conclusión de que Sora era una líder nata y que aunque en ocasiones hiciera planes confusos, siempre consideraba todos los ángulos.
Pues después de tantas semanas con los Uchiha podía garantizar que aquello que hacía tan diferente a Sora era su humildad, su capacidad para recibir opiniones y ver a todos como iguales, era la pureza que tenía dentro de ella y la ausencia de arrogancia.
Dios, como extrañaba tener una misión con ella.
O pasar tiempo con ella en general, desde que había ascendido de rango estaba bastante ocupada con juntas, entrenamientos exclusivos con Ibiki y misiones, seguramente estaba cansada, quizás sería bueno ir a las aguas termales la próxima vez que tuvieran tiempo libre, o a cenar, o al cine, cualquier lugar era pacífico y perfecto teniéndola cerca.
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-Entraron en el rango.-Avisó Shibi recibiendo el mensaje de uno de sus insectos, todos se pusieron de pie al instante, Itachi y Rei desaparecieron al instante para tomar sus posiciones.
-Bien amigo, sabes lo que sigue.-Dijo Hoteho a Toshi que estaba pálido. De haber sabido que para cubrir su presencia iban a desactivar todos sus puntos de chakra y después activarlos, habría preferido quedarse en la aldea y que alguien más de la división de sellos tomara su lugar, no era su culpa ser el que tenía el peor control de chakra del equipo, todos parecían controlarlo milimétricamente menos él, estaba dentro de lo promedio y no creía merecer una paliza con el puño suave por eso.
-Ahora entiendes lo que pase el día que sellamos al bijuu de una cola.-Comentó Sora al verlo en el piso sin aire después de que Hoteho hiciera el amable favor de reactivar su flujo de chakra.
-No es gracioso.-Respondió con la voz ronca por falta de aire.
-No, no lo es ni lo fue en aquel momento.-Le extendió una mano para que se pusiera de pie.
-¿Estás segura de esto?
-¿A qué te refieres?
-Negociar con la Arena, ellos no parecían dispuestos a obtener un trato, pidieron la cabeza de Fugaku-Sama como si se tratara de un trofeo.
-Sigues siendo un chico algo torpe para entender a las mujeres Toshi.-Comentó con una sonrisa triste.
-¿A qué viene eso?
-Solo viste ira donde claramente había tristeza y angustia.
-¿Cómo sabes eso? Tú ni siquiera la viste.
-Es una chica de 15 años.-Aseguró como si esa fuera la única respuesta, Toshi suspiró y se fue para comenzar su parte del trabajo, Sora suspiró y murmuró para sí misma.-Está completamente sola y asustada, por supuesto que iba a ser agresiva.
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-¡Siga usted Kazekage-Sama!-Gritó un ninja antes de ser aprisionado por una esfera de agua, Temari miró con frustración a toda su escolta siendo capturada por aquella chica ciega, normalmente se habría quedado a combatir con ellos pero no podía permitirse eso.
Cerró los ojos con furia y continuó su recorrido, era la única que quedaba del flanco este, tenía que llegar y reunirse con Kankuro, después sellarían al Sanbi y con suerte Akatsuki cumpliría su palabra de seguir dándoles comida y protección.
Si tan solo hubiera protegido más a Gaara, si hubiera hablado con su padre para que no ejecutaran ese plan estúpido contra la hoja, si todo fuera como antes estarían mejor, pero ya no había nada de eso, tenía una guerra civil en la puerta por los que exigían aliarse a Akatsuki y los que pedían regresar a la alianza con la hoja, tenía que tomar la decisión que los hiciera más fuertes. Konoha podía hablar de tratados de comercio pero no harían nada en cuanto Akatsuki decidiera que querían atacarlos nuevamente, el resto de las naciones ninjas ya estaban vigilandolos, sería cuestión de tiempo para que los atacaran.
Saltó de un árbol viendo por fin el lago donde estaba el Sanbi, había una kunoichi haciendo el sellado. Sacó su abanico para atacar pero una rafaga de viento la golpeó por la derecha, dió una vuelta en el aire para caer sobre el agua en guardia, era un clon de la misma Kunoichi.
Sin querer perder el tiempo volvió a atacar con su abanico y el clon volvió a lanzar el mismo ataque contrarrestando.
-Los ataques de viento son lo mío, no creas que vas a ganarme con esa brisa.-Se mordió el pulgar y mojó su abanico de sangre para levantarlo una vez más.-Kuchiyose: Kiri Kiri Mai.
Lanzó el ataque con fuerza, el clon intentó contrarrestarlo pero no lo logró y desapareció en una nube de humo, volteó para ver a la que estaba ejecutando el sello y levantó nuevamente su abanico.
-Kuchiyose:Gomon Heya.-Hablaron detrás de ella, quiso voltear pero al instante sintió como sus brazos y piernas eran sujetadas por cadenas mientras la realidad a su alrededor se difuminaba y las paredes de una jaula caían planas para después ensamblarse. Finalmente cayó una enorme estatua de Benzaiten en el techo de la jaula y grandes cadenas aseguraron por fuera la cámara de tortura.-Mi intención nunca fue ganarle en jutsus de viento, la verdad es que no son mi especialidad.
Miró al frente encontrándose con la misma Kunoichi ¿Cuántos clones de ella había?
-Esta jaula es utilizada para tortura.-Indicó abriendo el piso mostrando engranes que se iban apretando poco a poco mientras las cadenas que sostenían sus pies bajaban poco a poco, Sora hizo un sello para detener los engranes.-Pero yo no estoy aquí para torturarla Lady Kazekage.
-Si crees que te diré los secretos de mi aldea estás equivocada.
-No busco eso, como dije antes, no estoy aquí para torturarla, estamos aquí para hablar. Este jutsu de invocación es un poco diferente a los demás, ciertamente invoqué esta jaula pero al mismo tiempo nos invoqué a usted y a mí a otra pequeña dimensión, lo que quiere decir que sin mi consentimiento no puede dejar este lugar.
-¿Y qué es lo que estás buscando con tenerme aquí? ¿Me quieres aprisionar mientras terminas de sellar al Sanbi? Mi equipo no tardará nada en llegar a donde está tu cuerpo original y nosotros tomaremos al Sanbi junto a tu vida si no me sueltas ahora mismo.
-La estatua que se puede ver arriba de la jaula, es Benzaiten, es una de los dioses de la fortuna, la patrona de la música y las bellas artes. Cada vez que se firma un pacto de invocación para estas cámaras de tortura, se debe elegir a uno de los dioses de la fortuna, mi maestro tiene a Fukusuke el dios de la buena suerte.-Continuó explicando sin inmutarse por la desesperación que mostraba Temari al jalar de las cadenas.-Pero elegí a Benzaiten porque en otros lugares la veneran como la diosa del conocimiento, además es la única mujer entre los dioses de la fortuna y me gusta creer que entre mujeres inteligentes podemos entendernos.
-Deja la palabrería y dime de una vez que-
-Usted también es una mujer inteligente Kazekage-Sama aunque con un carácter que parece inquebrantable.-Continuó hablando con calma.-Por eso creo que vamos a entendernos bien. Una última cosa que no le dije, elegir a Benzaiten tiene sus ventajas, es la patrona de la música, lo que quiere decir que es capaz de traer a esta sala cualquier sonido ¿Le parece si escuchamos algunos sonidos de guerra?
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Que confiara en Sora no quería decir que no pudiera contribuir con pequeñas precauciones.
El hermano de la Kazekage era igualmente un muchacho joven y con enormes responsabilidades, pero parecía más dispuesto a entender por las buenas, solo hizo falta un rato de enseñarle cómo eran los verdaderos campos de batallas y los estragos que causaban para que el chico se prometiera a sí mismo no permitir que la guerra se desatara en la aldea de la arena.
Nuevamente, era un chico joven pero su hermana iba a necesitarlo como apoyo principal. También se permitió hacer lo mismo con quien parecía ser el antiguo maestro de los chicos y actual miembro del concejo de la aldea de la arena, aunque Baki no fue tan fácil de convencer como Kankuro, con él tuvo que recurrir al terror y usar su Tsukuyomi para darle a entender que intentar algo contra la aldea de la hoja era tiempo perdido teniendo entre sus filas a Itachi Uchiha.
Esperaba que con eso fuera suficiente porque no tenía la energía para torturar a cada uno de ellos, los había metido en un pequeño genjutsu y si la suerte estaba de su lado eso junto al trabajo de Sora debía bastar.
-Son todos.-Informó Shibi apareciendo entre las sombras, Itachi escasas veces había compartido misión con los Aburame, en el ANBU había algunos pero nunca trabajó con ellos, tenía que reconocer que sus habilidades como sensor y en combate estaban infravaloradas, podían ser silenciosos pero posiblemente fueran mucho más fuertes que otros grandes clanes de Konoha.
-¿Y ahora?-Preguntó dispuesto a seguir sus órdenes.
-Esperamos la señal de Sora.
-¿No deberíamos ayudarla?
-¿Ayudarle a convencer a la Kazekage? Sora es la estudiante de Ibiki y fue la estudiante de Tsume, no aceptará un no por respuesta, podemos confiar en ella.-Para ser honesto Shibi nunca había asistido a una misión con Ibiki y Tsume juntos durante toda su vida ninja, pero los conocía individualmente y eso bastó para saber que la fusión de sus caracteres daría pie a posiblemente la ninja más leal a la aldea, aquella que jamás se rendiría en su misión de proteger a Konoha sin importar las circunstancias. Sora además de ser estudiante de ambos era una Hyuga, los cuales tenían el segundo orgullo más grande en la aldea siendo pasados únicamente por los Uchihas, la chica estaría bien, no la conocía personalmente pero sabía que Shikaku no le habría dado el rango a tan joven edad si no fuera de confianza.
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-Basta por favor… basta.-Pidió Temari llorando mientras a su alrededor se escuchaban llantos de niños pidiendo comida y llamando a sus madres, llevaban una hora escuchando diferentes cosas mientras Sora intentaba negociar, hasta que la ninja de la arena llegó a un punto de quiebre.
-¿Entiende que si se alía con Akatsuki y reciben un ataque, estos gritos serán verdaderos? Y no solamente eso, tendrán los rostros de los niños que ha visto en las calles de su aldea todos los días.
-Lo juro, si me ayudan a sacar a Akatsuki jamás volveremos a atentar contra la hoja.-No era una promesa falsa ni una hecha basada en el deseo de querer salir de ahí, lo estaba diciendo en serio, si esa era la magnitud de ninjas que manejaba la aldea de la hoja no podrían oponerse y mucho menos vencerlos, tendría que manchar la memoria de Gaara aliándose con los causantes de su muerte, pero ese asunto ya no era sobre ellos, involucraba a todos los niños del país del viento.
-Voy a necesitar más que una promesa para dejarla ir Kazekage-Sama ¿Por que no me cuenta toda la información que tenga de Akatsuki?
-Solo he visto a Sasori y a Haku.
-¿Haku? ¿Sabe quien es él?
-Mencionó a Zabuza, creo que era su subordinado antes de entrar a Akatsuki.-Sora entrecerró los ojos con sospecha, según lo que Hinata le había contado de su encuentro con Zabuza y el joven ANBU que estaba a su lado, el chico manejaba Jutsus de hielo, un Kekkei genkai demasiado extraño, pero Hinata dijo que ellos habían enterrado al chico y a Zabuza momentos después del encuentro.
Si lo habían enterrado aún con vida y alguien lo sacó tendría coherencia que siguiera vivo, porque cuando lo vió (Suponiendo que fuera aquel muchacho del puesto de fruta) no parecía ser obra del edo tensei.
Estaba la posibilidad de que Juzo lo hubiera sacado cuando fue a recuperar la kubikiribocho y con Kabuto como el médico del grupo siendo secuaz de Orochimaru estaba más que claro que se logró salvar de la muerte, para después servir a Akatsuki.
-¿Alguien más?
-Hay otro, no sé su nombre pero tenía el aspecto de una planta, aparece y desaparece de diferentes lugares.
-¿Dijeron algo de sus objetivos?
-Quieren provocar guerras entre las grandes naciones ninja y vender poderío militar, destruir el sistema de aldeas ninja y obligando a los países a depender de ellos.
-¿Vender poderío militar?-Juzo había mencionado lo mismo de destruir el sistema ninja actual y justo acababan de provocar un conflicto entre la arena y la hoja, pero interceder por el comercio de la arena no podía ser su gran plan para vender poderío militar.
Los Bijuu si, por eso habían raptado al Jinchuriki de la aldea de la nube, pero ¿Como contendrían el poder de los Bijuu? ¿O acaso mantendrían a los Jinchuriki con vida y los convencerían de ponerse de su lado? Los Jinchuriki a menudo eran temidos por el poder que residía en ellos, el claro ejemplo era Naruto que fue marginado por la aldea por años y apenas comenzaba a integrarse, pero si Akatsuki le hubiera puesto las manos antes seguramente lo habrían convencido de pelear a su lado, aún había la posibilidad de que lo convencieran si seguian con juegos sucios por todos lados.
-Akatsuki capturó al Jinchuriki del bijuu de tres colas ¿Que sabes al respecto?
-Solo se que no sobrevivió, nos entregaron el cuerpo para desaparecerlo.-Sora cerró los ojos meditando la situación, extraer un Bijuu era muy diferente a sellarlo en otra dimensión o en un cuerpo, se requería emplear la misma cantidad de chakra que la que se estaba sellando, lo que apuntaba a que Akatsuki tenía muchos miembros o tenía a algunos con una cantidad bestial de chakra, seguramente Toshi pudiera hacer una predicción del número de personas o la cantidad de tiempo que se necesitaban para esa clase de sellado.
-Bien.-Ahora entendía la otra mitad del plan de Shikaku, el hombre verdaderamente era un genio como pocos. Con un signo de liberación desapareció la invocación de la jaula, Temari cayó al agua mientras se tapaba los oídos aún temblando, a los pocos segundos aparecieron los demás miembros de su equipo.
-¿Y bien?-Preguntó Shibi.
-Todo en orden.-Respondió sintiendo una enorme fatiga, el sellado del Sanbi estaba a punto de terminar.-Aquí nos separamos, Itachi y Shibi-Sama deben tomar el pergamino con el Sanbi y llevarlo… a Kumogakure, junto con este pergamino, el viaje les tomará 4 días.
Sacó de manera temblorosa el pergamino y se lo lanzó a Itachi, cayó de rodillas sintiendo que el chakra se le agotaba.
-¿Estás bien Sora?-Preguntó Itachi agachándose para revisarla, ella asintió con la frente perlada de sudor, intentó usar un jutsu médico para ayudarla pero ella lo detuvo.
-El resto de ustedes regrese a Konoha… Yo me quedaré con Kazekage-Sama para continuar el resto del plan.-Tomó una respiración profunda intentando mantenerse consciente cuando los clones se dispersaron terminando el sellado.
-En ese estado no puedes pelear contra Akatsuki.-Intervino Hoteho con preocupación.
-No lo haré, el equipo de la Kazekage tiene un médico, ellos me tratarán.-Parpadeó con fuerza para no desmayarse del agotamiento.-Aún tengo que encargarme del asunto del señor feudal, enviaré un ave mensajera a Konoha en cuanto pueda.
-Necesitas un equipo para una misión así.-Habló Itachi ¿Cuál era la necesidad de apresurar tanto las cosas si ya tenían el Sanbi y la palabra de la Kazekage? No podían dejarla sola con un grupo de ninjas de la arena, incluso si Temari prometía no hacerle nada, sus hombres podían fácilmente llevarle la contraria.
-Voy a hacerlo sola, Shikaku-Sama me dió esa misión en solitario.-No estaba mintiendo, al principio ella tampoco entendía la necesidad de apresurarse, pero si lo que Temari había dicho era cierto y Akatsuki acababa de extraer al bijuu de dos colas, eso quería decir que tenían un rango de tiempo muy escaso para actuar antes de que recuperarán fuerzas.-Por favor, sigue mis órdenes y confía en mí.
Se lo pidió mirándolo a los ojos con determinación, Itachi frunció el ceño con preocupación, debía haber una razón de peso en llevar el Sanbi ante el raikage, los riesgos que involucraba un traslado de esa magnitud eran grandes, no podía hacerlo nadie más que él y ella estaba confiando ciegamente en que lo haría.
-Vuelve con vida por favor.-Le pidió en voz baja, únicamente audible para ellos dos, Sora sonrió ante eso.
-Haré todo lo que esté en mis manos para cumplir la misión.-Le regresó la respuesta que él le había dado días atrás.-¡Ahora váyanse!
Con la orden Itachi y Shibi desaparecieron del lugar para correr a toda prisa en dirección de Kumogakure, mientras que Rei, Hoteho y Toshi regresaron a Konoha con menos determinación.
Temari se acercó a Sora que se desplomó y la cargó para llevarla a la orilla del lago.
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-¡No entiendo Kazekage-Sama!-Renegó uno de los concejales.
-Y no tienes que hacerlo, solo seguir sus órdenes.-Advirtió Baki con seriedad.
-A usted también lo dejaron herido de gravedad Baki-San ¿Por qué repentinamente estamos aliandonos a ellos? Se suponía que buscaríamos al Sanbi para cerrar el trato con Akatsuki, no traer a una ninja de la hoja para curar sus heridas.
-¿Te niegas a seguir mis órdenes?-Preguntó Temari entrecerrando los ojos, el hombre miró al resto de concejales buscando aprobación, pero la verdad es que el concejo de la arena se componía de hombres viejos, lo suficiente sabios como para saber que era una bendición que la Kazekage estuviera aceptando un trato como ese en lugar de ceder ante Akatsuki.
-Si.-Declaró con voz clara, no era el único inconforme y no podía quedarse de brazos cruzados.
-Bien, serás arrestado.-Con una señal de manos dos Jonin se acercaron para llevarse al hombre.-Junto con todos los que insisten en no cambiar de opinión.
-Si seguimos así tendremos la mitad del personal preso.-Suspiró uno de los concejales.
-No tenemos otra opción, Chiyo-Sama está tratando ahora mismo a la ninja de Konoha, en cuanto despierte actuaremos con la siguiente parte.
-Si nos descubren dando un golpe de estado contra el Señor feudal, todos aquí perderemos la cabeza ¿Está consciente de eso Lady Kazekage?
-Es nuestra única opción para proteger a los civiles, si cortan nuestras cabezas pondrán a otro gobierno que se empeñara en ir en guerra contra Konoha, les advierto de una vez que es una guerra perdida.-Habló Baki.-Itachi Uchiha es una amenaza tan grande como Akatsuki y no es el único ninja de gran reputación de la hoja.
-Nos alegra saber que no cometerá el mismo error que su padre, aunque eso involucre ofrecer su cabeza en bandeja de plata.-Se pusieron de pie para comenzar a dejar la sala.-Resuelva el asunto de la escasez de personal y esperemos que esa ninja de Konoha sea tan confiable como usted dice.
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-Esto es una estupidez.-Murmuró Sasori viendo la gran cantidad de chicas que entraban a la residencia del señor feudal, el viejo era un maldito lujurioso de primera, de no ser porque les convenía tener presión económica sobre la aldea de la Arena, quizás se habría encargado él mismo de poner a alguien más centrado en el poder.
Kakuzu se retorcía de rabia cada vez que veía el estado de cuenta de la familia feudal y lo mucho que se derrochaba en mujeres de diferentes lugares, como si el maldito viejo pudiera con más de una.
Rodó los ojos para irse de ahí, no pensaba vigilar ese lugar mientras una orgía ocurría adentro y menos teniendo trabajo pendiente, tenía que reparar su marioneta del tercer Kazekage, aunque honestamente cada vez que la veía le entraba coraje nuevamente por la facilidad con la que aquella Hyuga la había roto.
La próxima vez que la viera la pondría en su colección para reparar el daño.
Las grandes puertas del palacio se abrieron dando paso a la fila de 15 mujeres, los Samurai siguieron en su trabajo de vigilancia sin inmutarse, la presencia de mujeres ya no les sorprendía y para ser honestos los tenía un poco cansados, ellos acostumbraban una vida de valores y honor, servirle a un hombre que estaba cegado por los placeres no era la mejor manera de honrar su juramento. Pero aún así tenían que protegerlo.
Las mujeres fueron conducidas por el palacio hasta la habitación del señor feudal, se suponía que la mansión debía estar ocupada por la familia feudal, pero todos los pasillos que recorrieron estaban vacíos.
Cuando llegaron a la enorme habitación, se acomodaron ante el hombre que estaba semi desnudo esperándolas, los samurai salieron del cuarto, originalmente debían quedarse para ver qué su señor no sufriera daño alguno, pero siendo esa la quinta orgía que organizaba, la verdad ya nadie quería permanecer ahí y él no se los exigía así que todos salían ganando.
-Y no regresen en 5 días.-Ordenó soltando una carcajada gustosa, tenía todo un buffet en la parte trasera de la habitación, no había necesidad de preocuparse por comida.
Las mujeres se quitaron las grandes capas que llevaban puestas revelando trajes de baile formados por un top de brillos y una falda larga que dejaba una abertura de pierna.
En esa ocasión había convocado únicamente a bailarinas de la danza del vientre y vaya que había acertado al hacer esa petición, todas tenían cuerpos excepcionales.
Algunas de ellas se dirigieron a los instrumentos para comenzar a tocar una tomada con la que el resto comenzó a moverse de manera sensual.
Una de ellas comenzó a tocar el vientre de las otras en alguna especie de coreografía que insinuaba que solo su toque era suficiente para desmayarlas, las chicas caían al piso de manera tan liviana que incluso parecía que genuinamente estaban perdiendo el conocimiento.
Las chicas de los instrumentos se miraron entre sí sin entender el cambio de coreografía, solo habían podido practicar una vez y era completamente diferente a lo que estaba pasando en ese momento.
Después de desmayar a todas las bailarinas, la chica movió sus caderas al compás de los tambores para finalmente caer de rodillas mientras apoyaba las manos en el piso.
-Metsu.-Murmuró activando un enorme sello que cubrió el piso de la habitación, las chicas de los instrumentos dejaron de tocar al ver los símbolos acercarse a ellas, Sora levantó la cabeza para mirar directamente al Señor feudal que parecía confundido.-Sello borrador de memoria.
Todos en la habitación quedaron estáticos con la mirada perdida, se quitó la molesta tela que le cubría la mitad del rostro y el adorno de cabello para acercarse a las chicas de los instrumentos y presionar puntos de chakra que las dejaran inconscientes un rato.
-Cinco días dijiste.-Se acercó a él y comenzó a hacer posiciones de manos.-Supongo que será suficiente tiempo para hacerte un hombre decente. Kanjo Kyo no jutsu.
No sabía si podría encontrar en ese hombre memorias que lo volvieran alguien de valor para el país, pero sino bien podría matarlo y hacerles creer a los samurai que fue culpa de los 5 días de éxtasis sin descanso. Claro que lo primero era mucho menos vergonzoso.
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-Extraño mucho a Sora-Chan.-Se quejó con pereza mientras recargaba el rostro en una palma. Hana alzó una ceja, había visto a Izumi solo 3 veces en esos 20 días y en cada ocasión decía extrañar a la Hyuga, cosa que no había sucedido antes cuando tenían misiones individuales, quizás porque Izumi solía ocupar todo su tiempo libre en Itachi o encontrar maneras de gustarle.
-Es inevitable que esté ocupada, tiene que hacerse de experiencia para ejercer bien su rango.
-Pero llegó de una misión de una semana y solo pasó unos días aquí antes de volver a irse, prácticamente llevamos un mes sin verla.-Se echó para atrás en la silla levantandola en dos patas mientras miraba el techo.
-¿Hay una razón en particular por la que la extrañes?
-Quiero pasar tiempo con ella, ir a las aguas termales, el cine, caminar, lo que sea.
-¿Por qué?
-¿Cómo qué por qué? Es nuestra mejor amiga.
-Si, si entiendo eso, pero antes no parecías desesperada por pasar tiempo con ella aunque lleváramos tiempo sin vernos.
-Porque nos veíamos en misiones o en el entrenamiento.
-Quizás solo… te falta algo en que entretener la mente.
-Creeme que no, lo que necesito es descansar, estoy cansada de escuchar tantas estupideces en la policía militar.
-¿Y necesitas a Sora para descansar?
-Por supuesto, ella siempre escucha lo que tengo que decir y sabe cómo responder.
-Antes decías lo mismo de Itachi.-Señaló con cuidado, Izumi pareció brevemente sorprendida antes de encogerse de hombros. Hana tomó aire antes de realizar una pregunta, quizás lo lamentaría pero tenía genuino interés.-Hablando de Itachi… ¿Cómo vas con eso?
Le dió una punzadita en los riñones, como si incluso su cuerpo le advirtiera que estaba metiéndose en terrenos peligrosos, pero no podía evitarlo, Izumi llevaba ya dos o tres meses sin mencionarlo, quizás hasta le había echado el ojo a alguien más.
Izumi se sentó correctamente y tomó una brocheta de su plato para morderla con desdén mientras miraba la mesa con aburrimiento.
-¿De verdad quieres saber?
-Te escucharé por horas si prometes no apuñalar a mis riñones con Sake.-Izumi estiró los labios en una fina línea mientras intentaba mostrar una sonrisa que no salió bien antes de negar con melancolía.
-Yo… todavía estoy enamorada, no he logrado matar ese sentimiento por más que lo he intentado. Las películas de desamor dicen que solo te toma unos cuantos meses comiendo helado mientras lloras y después podrás pasar por una etapa de odio que te dará las fuerzas para moverte de lugar… Pero honestamente, ni siquiera puedo culparlo de no quererme… porque yo tampoco me querría.-Sus ojos se pusieron vidriosos y tuvo que mirar al cielo por unos segundos para mantenerse tranquila.-Toda mi vida he deseado recibir un amor de película, me concentré tanto en eso que me abandoné y no me volví en alguien que pudiera ofrecer algo a cambio, mis hobbies, gustos, pensamientos, todo giraba en torno a ser amada por él.
Hana la miró viéndose contagiada por el dolor que expresaba, de pequeña siempre criticaba de espaldas a Izumi por estar tan embobada en el amor, pero nunca se detuvo a pensar que quizás no era algo que controlara.
-Y quizás estaba tan ilusionada por la idea de recibir ese amor por parte del chico que me salvó esa noche, ese chico bonito que dió una nueva oportunidad de vivir, que ni siquiera me di cuenta de que elegí a un hombre terriblemente complicado para enamorarme… Un hombre tan realista, centrado y calculador… en realidad sonaba estúpido que alguien como él siguiera el sueño de una princesita mimada como yo. Nuestros mundos eran completamente diferentes, solo nos hubiéramos hecho infelices, él entendió que nos sentiríamos solos en compañía y me rechazó… No voy a negar que al principio no lo entendí y que a ratos me molestaba que no me buscara, no me refiero a buscarme para retractarse, sino a al menos recuperar la amistad que teníamos.
-Creo que él sabía que darte espacio sería lo mejor.
-Que va, el espacio me ha estado matando de ansiedad y vergüenza.-Se rió mientras se tallaba un ojo dejando escapar una lágrima del otro.-Pero él no puede verlo así y en realidad no tiene que verlo así, porque así es él y fui yo la que no lo entendió desde el principio. Creí conocer a Itachi mejor que cualquiera, pero la verdad es que nunca lo he visto reírse más allá de una sonrisa fugaz de cortesía, no lo he visto llorar, no lo he escuchado decir cosas sin sentido como cualquier otro chico, me enamore de lo que imaginé que podría conseguir de él a futuro, no de lo que tenía enfrente.
-No creo que fuera un pecado ilusionarse.
-¿Sabes algo? Últimamente me he dado a la tarea de recordar nuestros tiempos de Genin, tu te molestabas por mis gustos y chocamos mucho, Sora-Chan y tú peleaban todo el tiempo por diferencias de opiniones, pero lo curioso es que Sora jamás nos exigió cambiar ¿Te has dado cuenta? Te pedía paciencia porque el trabajo lo necesitaba, pero se amoldó a todas tus costumbres y a las mías, jamás nos ha juzgado ni intentado moldear.
-Bueno ella…-Se quedó sin nada que decir, era algo cierto pero no lo había meditado de manera tan explícita.-Si, creo que es el tipo de persona que se amolda fácil.
-Quizás porque acepta la manera de ser de los demás y no quiere modificarla para su propio bien, una vez le pedí que me explicará algo de unos textos budistas que estaba leyendo, la verdad es que a ratos quería copiar lo que hacía para verme más interesante pero me salía fatal. El punto es que me explicó que sería aburrido si todas las personas de nuestro alrededor llenarán nuestras expectativas, porque no tendrían defectos que pudiéramos querer. La verdad no entendí a qué se refería ¿Cómo vamos a querer los defectos? Está bien que te acostumbres a ellos pero quererlos sonaba tonto, hasta que lo entendí ahora con Itachi, quizás sea un chico extremadamente difícil, pero ese es él, sus defectos no van a irse con amor o un matrimonio bonito, seguirán ahí arraigados al alma y brotarán más con la edad, pero eso no hace que deje de quererlo, porque siento que me puedo encariñar de sus defectos.
-Me has mareado.-Reconoció sin poder seguirle el hilo, ella negó con la cabeza y movió ambas manos quitándole importancia.
-Ni yo he entendido a lo que iba, ah extraño tanto a Sora-Chan.
-Si, creo que yo también.-Respondió sonriendo.
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-Buen trabajo Itachi, Shibi.-Los felicitó Shikaku con una sonrisa, darle el Sanbi a la aldea de la nube tenía más de un propósito, el primero por supuesto ganar la simpatía del raikage, el segundo conseguir un control avanzado del Bijuu al punto de lograr comunicarse con él y posteriormente informar a la Mizukage sobre los culpables del periodo de terror en la aldea de la niebla y los mismos que habían asesinado al anterior al mando.
Apenas habían logrado uno de esos objetivos pero las cosas irían mejorando progresivamente.
-¿Todo el equipo regresó con bien?-Preguntó Itachi sintiendo que las palmas de las manos le picaban con impaciencia.
-Si, sin heridas.
-¿Y hay noticias de Sora?-Itachi no era alguien que durmiera bien en las misiones, muchas veces prefería ni siquiera dormir para estar atento al entorno, pero siempre era una elección basada en la lógica, no una ansiedad acosandolo con pensamientos intrusivos. Enamorarse de una chica tan independiente como lo era Sora tenía sus costos y en específico había pasado semana y media en el bosque con una misión de rango S sin poder pegar ojo por el estrés que le provocaba saber que estaba literalmente sola en una aldea que momentáneamente podía considerarse como enemiga. Shibi tuvo que picarlo con un insecto para ayudarlo a dormir una vez que el raikage les ofreció posada un par de días para recargar energías.
-Bueno eso es un tanto confidencial.-Respondió Shikaku mirando de reojo a Shibi, el hombre negó con la cabeza indicando que no se iba a quitar de encima al Uchiha con esa respuesta.
Itachi frunció el ceño ¿Confidencial? La aldea le había confiado cosas "confidenciales" desde los 10 años ¿Y ahora repentinamente se las negaba? Quizás era el mal humor por no dormir bien pero en ese momento deseaba quitarle la cara de sueño al Nara con métodos poco agradables.
Shikaku carraspeó antes de hablar sintiendo el aura que estaba dando Itachi con la mirada que le regaló, era la primera vez que veía que los párpados de alguien temblaban de estrés con un tic como se describía en los libros.
-No puedo compartir los detalles ya que quedará como secreto de estado que ella específicamente haya realizado esta misión, ya sabes, por su seguridad, pero viene en camino.-Itachi cerró los ojos asintiendo para después darse la vuelta y salir de la oficina.
Se puso en marcha a las puertas de la aldea, Shikaku dijo que veía en camino, podía referirse a unas horas o unos días pero no hacía daño esperar unas horas en las puertas de la aldea por si acaso.
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Se estaba muriendo de hambre.
Después de gastar todo su chakra con el Sanbi bien pudo comerse la comida suficiente para 6 personas, pero estaba en medio de una misión así que solo aceptó unas barras de alimento que le dió la arena antes de partir a su otra misión.
Y una vez en la casa del señor feudal no se permitió comer nada del banquete, a saber si tenía algún afrodisíaco o droga, prefería prevenir. Pero también había gastado una cantidad importante de chakra armando el cerebro de ese hombre como si fuera un rompecabezas, parecía broma que literalmente acababa de crear el cerebro de una persona como si hubiera vuelto a nacer, claro que solo se refería a los recuerdos pero si se pensaba bien los recuerdos son toda la personalidad.
Después tuvo que meter recuerdos falsos en las bailarinas para poder salir sin ser detectada, envió un mensaje a la hoja y corrió como si su vida dependiera de eso para salir del país del viento, seguramente no volvería a pisarlo en un buen tiempo, le acababa de freír el cerebro al hombre más importante del país para después hacerlo a su conveniencia, podría tener el permiso de la Kazekage pero aún así tenía que correr.
Quizás una vez que estuvo dentro del país del fuego pudo haberse detenido a comer como debía, tenía el hambre suficiente para comer 12 raciones enteras, pero nuevamente se las apañó con píldoras de soldado y barras de alimento.
¿Y por qué? Porque aunque tenía hambre, también tenía un nudo en el estómago que le generaba ansiedad y dicha ansiedad hacía que moviera las piernas con prisa para regresar a Konoha.
Tenía que ver con sus propios ojos que Itachi y el resto de su equipo estuvieran bien.
Sobre todo Itachi, tenía que ser sincera, después de meses siendo su más importante apoyo emocional, se había encariñado enormemente de él, antes ya lo quería como una amistad cualquiera, pero ahora de verdad sentía que le faltaba el aire por no estar segura de su estado.
Sentía la misma angustia que en años pasados se apoderaba de ella cada vez que su padre se retrasaba para llegar a la aldea.
Intentaba repetirse que Itachi era mucho más fuerte que ella y que estaría bien, pero él estaba transportando a un Jinchuriki, literalmente cualquiera de Akatsuki pudo lanzarse sobre él, la organización completa incluso, o asesinos de otras naciones.
Y nuevamente se intentaba calmar diciéndose que Shibi tenía uno de los rangos más amplios de detección de enemigos, estarían bien.
Pero su cerebro se negaba a razonarlo, por eso estaba corriendo a la aldea sin descanso mientras sentía que todo a su alrededor era comida de banquete, hasta la madera se veía tentadora en ese momento.
Ya no tenía píldoras de alimento ni barras para calmar las ansias y en realidad habían unos cuantos restaurantes en el camino, pero no, nuevamente sus piernas no se detenían.
Cuando por fin vio las puertas de Konoha quiso acelerar pero su cuerpo maltratado por 3 semanas de escasa comida y casi nulo sueño no lo permitía.
Aún así "corrió" porque en realidad estaba casi trotando con toda la energía que podía ofrecer.
Y ahí estaba él, dirigiéndose igualmente a las puertas, bueno, parecía ser él, se veía como una mancha difusa pero quería ilusionarse pensando que era él.
Cuando por fin pudo fijar bien la vista y comprobar que era él, suspiró con completo alivio y siguió su camino con pasos torpes y débiles, no estaba segura de que le diría o que haría, pero tenía que llegar a él.
Y justo cuando estaba a escasos 20 metros, alguien la tackleó por la derecha mientras la levantaban en brazos.
-¡Sora-Chan! Por fin volviste.-Chilló emocionada Izumi, Sora apenas la miró brevemente para regresar los ojos a Itachi que se había quedado quieto para no interrumpir.
-Si, ya volví.-Quiso bajarse de los brazos de Izumi pero ella no la soltó.
-¡Te extrañé tanto! Mírate nada más, parece que perdiste 10 kilos.
-Izumi espera.-Pidió queriendo hablar con Itachi.
-Vamos a pedirte algo de comer ahora mismo, estoy segura de que a Hokage-Sama no le molestará que comas mientras le das tu reporte, después de eso te llevaré a tu departamento a dormir.
-Pero es que-
-Anda vamos, te ves débil.-La jaló con prisa y preocupación, de verdad parecía que se iba a romper en cualquier momento, necesitaba comida urgentemente.
Sora paso a lado de Itachi queriendo decir algo pero no le salieron las palabras de la boca, el Uchiha solo se despidió con una sonrisa, Izumi iba a cuidar bien de ella.
""
Izumi no había estado bromeando ni tonteando al repetir insistentemente que había extrañado a Sora. Ni siquiera ella podía explicar bien el porqué, pero la extrañaba como si no la hubiera visto en años.
Había estado yendo casi a diario unas 4 veces al día a revisar a las puertas de la aldea para ver si ya había llegado, por eso en cuanto la vió sintió que le quitaban una tonelada de encima.
Su amiga se veía mucho más delgada y pálida de lo usual, por eso se encargó de pagarle casi 10 platos de ramen de Ichiraku antes de que diera su reporte con Shikaku, Sora estaba tan somnolienta que seguramente ni lo recordaba.
Cuando llegaron a su departamento con los trastes de ramen vacíos (porque la Hyuga estaba tan hambrienta que se olvidó de las reglas de etiqueta que le prohibían comer mientras caminaba) Sora prácticamente se desmayó en el sillón.
Estaba tan profundamente dormida que un terremoto podría destruir Konoha y ella no se enteraría. Izumi la miró con una sonrisa triste, su amiga de verdad se estaba esforzando más que nadie.
Llenó la bañera de su cuarto y la metió a bañar aún inconsciente, quizás se estaba tomando muchas libertades, pero en ese momento Sora era como una hermana menor a la que deseaba dejar lo más cuidada posible antes de irse a su estúpida guardia nocturna.
Le secó el cabello con paciencia y cariño y la dejó encima de su cama antes de irse, ya tendría tiempo para abrazarla mientras la felicitaba por trabajar tan arduo.
Itachi espero a que Izumi estuviera unas cuantas cuadras lejos para entrar por la ventana de Sora, quería revisar que no tuviera heridas y después se iría.
La Hyuga estaba acurrucada mientras abrazaba una almohada, su cabello estaba un poco húmedo, Izumi no mentía al decir que se veía que había perdido peso.
Con la palma iluminada de chakra revisó rápidamente su cuerpo por encima de las cobijas, no había mucho aparte de moretones y raspones.
Suspiró aliviado y se dirigió nuevamente a la ventana para irse cuando la voz de Sora lo detuvo.
-Itachi…-Murmuró entre sueños para después revolverse incómoda mientras la respiración se le agitaba, parecía estar en una pesadilla.-Itachi…
Repitió con preocupación, el chico se quedó congelado ¿Si estaba dormida verdad?
Sora soltó la almohada y volteo quedándose boca arriba, mientras su respiración seguía un poco irregular.
Repentinamente comenzó a derramar unas pocas lágrimas aún dormida, eso lo alertó más ¿Acaso estaba soñando que lo mataban?
Se acercó a la cama sentándose con cuidado, limpiando sus lágrimas y el tacto pareció tranquilizarla un poco, le acarició la frente quitándole el cabello de la cara, ya se veía más tranquila.
Iba a levantarse cuando repentinamente los brazos de la chica se estiraron en su dirección, abrazándose a su torso y jalandolo hacia ella.
Sin saber que hacer su cuerpo se paralizó mientras ella lo recostaba, eso no se podía hacer estando dormida ¿Verdad? Al menos él no recordaba haber hecho nunca algo así y mira que él sabía de agotamiento.
Una vez que estuvo por completo recostado ella se aferró más a él poniendo su cara en su pecho.
La pregunta "¿Qué hago?" Se repitió furiosamente sin pausa en su cabeza, no era la primera vez que la abrazaba y técnicamente no era la primera vez que dormía en la misma cama, pero la combinación no había sucedido antes.
¿Debía pararse e irse? Eso probablemente la despertaría y las enormes ojeras en su cara revelaban que al igual que él, no había tenido mucho tiempo para dormir. ¿Y si se quedaba? Él también estaba muriéndose de sueño, pero ¿Y si se despertaba con él ahí? ¿Cómo rayos iba a explicarle que estaba metido en su cama? No encontraba manera de ponerlo en palabras sin que sonara falso, estúpidamente falso.
No, no podía quedarse.
Intentó moverse para soltarse del agarre pero eso solo provocó que ella lo abrazara con más fuerza como si se tratara de un oso de peluche e incluso le subió una pierna encima para retomar su sueño.
Quizás si esperaba un rato ella lo soltaría y se volvería a dormir de espaldas, en ese momento se iría.
Llegados a esa conclusión se permitió regresarle el abrazo, tampoco es que tuviera otra opción por la manera en que ella lo estaba estrujando, aunque no era queja.
Observó su rostro pasivo, su frente tenía una pequeña cicatriz por el sello del pájaro enjaulado, se había quedado una pequeña "x" justo a la mitad, para ser honesto se veía linda la cicatriz aunque claramente no debía.
Sus ojos estaban relajados y sus largas pestañas estaban juntas, en serio que eran lindas, no lo decía porque se tratara de ella, eran tupidas pero no en exceso y se rizaban naturalmente, eran gruesas y largas, que bonitas pestañas tenía, incluso alcanzaban a hacerle un poco de sombra a sus lunares.
Su nariz pequeña y un poco respingada, daban ganas de apretarla con cariño, la pequeña bolita que se formaba en la punta quizás dañaba un poco la estética de la nariz perfecta y alta, pero en realidad le quedaba bastante bien a ella y fijándose bien tenía algunos puntos negros en ella, seguramente consecuencia de pasar tantos días en el bosque.
Finalmente su pequeña boca estaba relajada en un puchero, sus labios no eran carnosos como muchos podrían preferir, estaban más del lado delgado y en realidad no había mucha pomposidad en ellos, pero aún así eran lindos.
Sin poder evitarlo recordó cómo se sentía besarlos y tragó saliva sintiéndose nervioso, no, no iba a besarla dormido, no era un ventajoso. Pero mentiría si dijera que no quería hacerlo, por primera vez se preguntó ¿Acaso había alguna manera de que ella se fijará en él? ¿Que hubiera algo entre ellos? Siempre se detenía diciéndose que debía respetar la elección de vida que ella tenía, pero en ese momento estando ella abrazada a él no podía evitar desear que eso se repitiera una y otra vez, toda la vida de ser posible.
¿Había alguna manera de salirse con la suya? ¿De ser egoísta y convencerla de que quizás podía cuidar de ella? ¿Convencerla de quererlo? ¿Convencerla de aceptar estar con él? No deseaba que ella dejara sus sueños de lado por una pareja, pero si deseaba ser la pareja que la veía cumplir sus sueños.
Honestamente si el clan Hyuga le ofreciera ser su esposo a cambio de quedarse en el clan, la tomaría, no le importaba desempeñar tareas domésticas o formar parte de aquel ancestral sistema si podía estar a su lado.
Claro que eso era en extremo fantasioso, el clan Hyuga no le abría sus puertas a cualquiera y mucho menos a los Uchiha.