-¡Madre!-Gritó con miedo al ver cómo un ninja del sonido atacaba a Natsu que estaba protegiendo a Hanabi, la técnica la había tirado al suelo al instante y comenzó a gritar mientras se sujetaba la cabeza.
Alejó a los ninjas que estaban atacandola con una gran ráfaga de chakra para correr hacia ellas pero antes de que llegara un ataque de lo que parecía ser viento la golpeó por el costado derecho.
Intentó aterrizar de pie pero su sentido del equilibrio estaba tan afectado que trastabilló haciéndola chocar contra una banca.
"Ese ataque fue muy rápido para ser un jutsu de viento." Pensó intentando enfocar la vista pero todo estaba distorsionado y podía escuchar un agudo zumbido junto a un gran dolor en el oído derecho. Se llevó la mano a la oreja encontrando un rastro de sangre, se había reventado el tímpano.
-Un ataque de sonido.-Se puso de pie aún mareada y con la visión distorsionada.
-Lo notaste muy rápido y es impresionante que puedas ponerte de pie como si nada.-El atacante era un chico de aproximadamente 13 años, era uno de los evaluados, si no recordaba mal su nombre era Dosu.
-He tenido peores contratiempos.-Miró al lugar donde estaba Hanabi y su madre, su madre estaba en el piso inconsciente y por suerte un kunai había atravesado la nuca del ninja que las había atacado, Hanabi estaba indefensa pero mientras se quedara quieta estaría bien.
-No lo creo.-Se añadió un tercero, otro joven de menos de 16 años con cabello blanco y ojos verdes, tenía dos puntos rojos en la frente e iba vestido con una yukata blanca sencilla.
No llevaba banda ninja y tampoco era uno de los seleccionados, pero definitivamente no estaba ahí para ayudarla.
¿Su objetivo era Hanabi? Su Byakugan no estaba sellado ya que estaba siendo considerada para volverse la heredera, lo más seguro era que Hiashi se había ido del lugar para sumarse al ataque confiando en que Natsu podría evacuar con Hanabi solas, pero no sabía con qué jutsu habían atacado a su madre y en ese momento la única Hyuga cerca era ella, así que era su deber proteger a Hanabi incluso si eso comprometía la vida de alguien más.
-Vamos a llevarnos a esa niña.-Añadió Dosu mostrando el artefacto de su brazo mientras lanzaba su técnica.
-Yo creo que no.-Le lanzó un hakke kusho que lo envió a volar lejos mientras rompía el artefacto de su brazo, el chico podía tener una técnica poderosa pero el sonido necesitaba viento para viajar, si ese viento iba en contra sentido no había manera de que llegara a ella.
Además era un Genin, lo natural era ganarle sin tanto esfuerzo.
Pero por desgracia el primer golpe si había atinado de lleno, así que tendría que seguir peleando con el tímpano perforado.
-Mi estilo es más eficaz que el de Dosu.-Avisó el chico lanzando algo que no logró evadir del todo, le provocó dos cortadas en el brazo izquierdo y una en el muslo. Lo miró incrédula ¿Esos habían sido huesos? ¿Ese chico le lanzó sus huesos?
Hizo clones de sombra para atacarlo, el chico terminó con ellos en cuestión de segundos sacando huesos de todas partes para atravesarlos.
Si ese chico podía manejar su estructura ósea a su antojo las cosas se complicarían, el Taijutsu del clan Hyuga no servía para crear contusiones y romper huesos, si él cubría sus órganos con más huesos no tenía punto atacarlo con el puño suave.
-Voy a echarte una mano.-Avisó otra persona llegando, por desgracia no eran refuerzos para ella, sino el chico que había curado previamente a Hinata.
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Un estruendo sonó a la mitad del bosque que estaba fuera de la aldea, el polvo se levantó por todos lados y una gran bestia se irguió entre los árboles.
-¡Ese niño puede controlar a la bestia de una cola!-Gritó Toshi cubriéndose para evadir todas las cosas que había lanzado con su transformación.
-No podemos dejar que llegue a la aldea.-Respondió Fugaku evadiendo un ataque de aire.
-Necesitamos refuerzos.
-No, me encargaré de él aquí mismo.-Acumuló chakra en ambos ojos sintiendo como un intenso dolor le atravesaba el cráneo.
Sabía que su cuerpo no era tan resistente como para soportar usar sus ojos una vez más, lo más probable era que terminara completamente ciego si lo utilizaba, pero no podía dejar que una bestia con cola atacará a la aldea, eso solo provocaría el mismo sufrimiento que generó el zorro de nueve colas.
-¿Vas a intentar controlar al muchacho con tu Sharingan?
-El niño es inestable, el biju podrá liberarlo del control al instante.
-¿Entonces que vas a hacer?
-Controlare al bijuu.
-¡Eso es demasiado peligroso! Si se sale de control arrasará con la aldea entera.
-Entonces hay que debilitarlo primero.-Abrió los ojos mostrando el Mangekyou Sharingan en todo su esplendor.
Toshi retrocedió ante un nuevo ataque del Shukaku, no tenía idea de que demonios iba a hacer Fugaku pero no le daba buena espina.
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-¡Agh!-Chocó contra la pared creando un pequeño cráter, tuvo que aferrarse con chakra para no caer al piso ya que estaba cubierto de huesos que había sacado Kimimaro cuando activó el segundo nivel de la marca de maldición.
-Te subestimamos.-Dijo Kabuto aplicándose a sí mismo ninjutsu médico para recuperar la capacidad pulmonar que ella le había robado con un golpe, Kimimaro también se encontraba cansado aunque claramente podía resistir mucho mejor los ataques que ella lanzaba con su puño suave.
-Tengo que admitir que yo también los subestime.-La habilidad para manipular huesos de Kimimaro ya era lo suficientemente peligrosa por sí sola pero ahora que había activado esa marca maldita y su cuerpo había tomado la apariencia de un monstruo las cosas se estaban complicando enormemente, apenas y había logrado empujar a Hanabi y a su madre al centro de la arena antes de que el suelo se convirtiera en un arma letal llena de picos.
Claramente estaban buscando separarlas para que Kabuto se la llevara, pero por suerte había logrado pelear con ambos para evitarlo, aún así no estaba segura de poder seguir así por mucho tiempo.
Había conseguido cortar un nervio de la pierna a Kabuto, eso le había conseguido el tiempo y espacio suficiente para pelear con Kimimaro, pero el chico se había curado antes de tiempo y ahora había tenido que arriesgarse al doble para darle en los pulmones, si no lograba hacer algo contra Kimimaro primero no habría modo de ganar.
Ambos eran usuarios de Taijutsu pero Kimimaro tenía la ventaja al ser sus huesos mucho más fuertes que el metal, solo había logrado defenderse golpeando a sus articulaciones, ya que no podía cubrirlas de hueso o perdería completa movilidad, sin embargo no había manera de atinar algún golpe a órganos vitales.
"Si consigo cortar su yugular desde adentro…" No podía cubrir por completo su cuello con hueso, pero una confrontación tan directa lograría dejarla expuesta y no creía durar mucho tiempo ahora que el chico había multiplicado su fuerza, podía intentar resistir hasta que la marca de maldición perdiera fuerza, pero Hanabi estaba completamente expuesta en la arena, aún si no era Kabuto, alguien más se la llevaría o la mataría.
Definitivamente Kimimaro era el peor oponente que podía tener, no porque fuera excesivamente poderoso, estaba segura de que un ninja con habilidades diferentes podría con él, el problema es que no tenía ninguna habilidad que pudiera hacerle algo.
Un ninja de largo alcance podría combatir contra él sin muchos problemas.
-¡Oigan! ¿Por qué demonios se tardan tanto?-Gritó alguien parado en el borde de las gradas, Sora lo miró estupefacta ¿En qué momento había llegado? De no haber hablado no se habría percatado de que estaba ahí.
Tenía la capa negra con nubes rojas de Akatsuki y un sombrero de paja que hacía sombra sobre la mitad de su cara.
-Estamos teniendo problemas aquí.-Avisó Kabuto tosiendo sangre.
-Son unos inútiles, la niña está justo ahí.-Señaló a la arena donde una pequeña Hanabi comenzaba a retroceder con miedo.
-¡Ella no es el problema!
-Entonces me la llevo, sigan perdiendo el tiempo si quieren.-El hombre se dejó caer hacia las gradas y fue detrás de la Hyuga.
-¡Hanabi-Sama!-Intentó ir tras él pero Kimimaro se lanzó contra ella, intercambiaron algunos golpes en el aire hasta que él le atinó un golpe con la cola que había conseguido tras la transformación.
Volvió a dar contra la pared y antes de poder reaccionar, Kimimaro le puso el antebrazo en el cuello para mantenerla quieta mientras con el brazo libre comenzaba a formar una enorme lanza de hueso.
-Este es el fin.-Intentó golpearlo en el torso con la cantidad más grande de chakra que logró juntar pero era inútil, no podía atravesar el hueso que había usado para cubrir su pecho.
Alzó el brazo para matarla, Sora cerró los ojos como reflejo pero antes de que la lanza la tocara una llamarada negra la alcanzó consumiendo el hueso y avanzando para quemar a Kimimaro.
La soltó y ella se aferró a la pared mientras tosia para recuperar el aire.
Al levantar la mirada se encontró a Itachi sujetándose el costado de la cabeza con dolor mientras un hilo de sangre corría por su cara.
¿Qué jutsu había sido ese?
-¡Itachi!-Bajó de la pared e intentó correr hacia él pero Itachi levantó una mano indicandole que se quedará ahí, Kabuto estaba en el piso y Kimimaro había quedado inconsciente con ese ataque.
-Estoy bien.-Murmuró tallandose la sangre de la cara.
-Vi a uno de Akatsuki, se llevaron a Hanabi-Sama, tengo que ir tras él.
-Es demasiado peligroso.
-Si consiguen el Byakugan habrá muchos problemas.-Intentó ponerse en marcha pero un gran estruendo sonó y el techo comenzó a colapsar.
-¡KATSU!-Gritó Deidara mientras lanzaba un enorme ave de arcilla sobre las gradas para destruir el estadio entero.
Sora quiso lanzar una ráfaga de aire para evitar los escombros que caerían sobre ella pero no sería suficiente, Itachi la alcanzo jalandola del brazo para cargarla mientras la estructura entera se derrumbaba.
Más explosiones retumbaron hasta que el estadio y los edificios al rededor terminaron de derrumbarse.
Itachi aterrizó en el centro de la arena con Sora en brazos mientras un esqueleto de chakra rojo los rodeaba protegiéndolos de las cosas que seguían derrumbandose.
-¿Que es esto?-Preguntó asombrada mirando el enorme esqueleto.
-Susanoo.-Dijo Itachi, Sora volteó a verlo y por la proximidad de sus caras tuvo que hacerse hacia atrás cuando sus labios rozaron su nariz.
-P-Perdon.-Él la bajo con cuidado y con el brazo de su Susano dispersó el polvo que aún estaba flotando en el aire.
Sora suspiró sintiendo que el corazón le iba a toda velocidad, 80% del mérito lo tenía la adrenalina por la batalla pero tenía que admitir que estar así de cerca de Itachi desmayaría a muchas chicas.
-Yo me encargaré de este sujeto, ve detrás del que se llevó a Hanabi pero no lo ataques, te alcanzaré en unos minutos.-Ordenó mirando al gran animal de arcilla que estaba dando vueltas en el cielo.
Sora lo miró brevemente, se veía cansado pero no estaba herido, si había ido a ayudarla eso quería decir que el hokage no estaba en peligro. Todos los ciudadanos habían evacuado y los ANBU junto con los Uchiha debían estar conteniendo a los ninjas de la arena y el sonido.
-De acuerdo.-Si ella había podido pelear contra Akatsuki, estaba segura de que Itachi saldría ileso, no había razón para preocuparse.
""
-Deja de picarme las malditas costillas.-Ordenó tirando al piso a la niña para amenazarla con su guadaña, había escuchado de ese Taijutsu que atacaba al interior del cuerpo pero no pensó que una niña de esa edad pudiera usarlo.
Claro que a él no le afectaba, era inmortal, pero aún así eran golpes dolorosos y no del doloroso disfrutable.
¿Qué demonios podía tener de magnífico sus ojos en todo caso? Orochimaru había insistido en que podían casi causar una guerra entre konoha y la aldea de la arena si los robaban y conseguían duplicarlos, pero a él eso de matar niños no le llamaba la atención.
La niña recogió un kunai que estaba tirado en la calle, Hidan alzó una ceja al ver que en lugar de amenazarlo a él había apuntado el arma hacia sus propios ojos.
-Suelta esa cosa, ser ciega no es mejor que estar muerta.-Le dió un manazo para quitarle el arma, la aldea de la hoja debía estar muy corrompida si lo primero en que pensó esa niña fue quitarse los ojos.
La niña retrocedió con miedo mientras activaba sus ojos ¿Podía usar genjutsu con esas cosas? No era especialmente bueno en esa área.
-¡Hanabi-Sama!-Se escuchó un grito detrás de él, sonrió de lado, Orochimaru quizás había prohibido sacrificar a la niña, pero no dijo nada de quienes intentarán recuperarla.
Se dió la vuelta y en cuanto la vio se quedó estupefacto.
Ojos blancos con lunares debajo de ellos, piel morena, cabello castaño y no tenía esa marca que tienen los Hyuga, se suponía que todos menos la heredera (que tenía secuestrada en ese momento) la tenían, osea que no era una de ellos.
-Miho-Sama.-Murmuró sorprendido ¿Era verdad lo que estaba viendo? No, no podía serlo. Miho llevaba muchos años muerta al igual que Jashin.
-Dame a Hanabi-Sama.
-Oye tu.-La señaló con su guadaña olvidándose momentáneamente de la niña que estaba atrás de él.-¿Conoces a Miho-Sama?
-¿Miho-Sama?-Repitió confundida, el nombre le sonaba pero ¿De dónde?
-¿Y a Jashin-Sama?
-Jashin…¿El dios de la muerte y del dolor?
-¡Exactamente! Dime ¿Eres descendiente de Miho-Sama?
-Y-Yo…-¿De qué demonios estaba hablando ese sujeto tan de la nada? ¿Qué tenía que ver esa religión de enfermos sádicos en ese momento? ¿Acaso era algún tipo de degenerado?
-Responde rápido ¿Eres descendiente de Miho-Sama?-¿Cómo demonios debía responder a eso? ¿Si decía que si la mataría? ¿Si decía que no la mataría?
-S-Si, lo soy.-Respondió insegura, no tenía ni idea de lo que estaba pasando y claramente estaba mintiendo, pero si ese sujeto estaba drogado o algo así podía aprovecharlo en combate.
Hidan sonrió para después arrodillarse frente a ella mientras le mostraba su guadaña como si fuera algún tipo de ofrenda.
-Con esta arma he ofrecido miles de sacrificios para Jashin-Sama, estoy seguro de que al ser descendiente de Miho-Sama estás más que feliz y glorificada.
¿Feliz? ¿Glorificada? ¡Estaba a punto de gritarle a la cara que era un degenerado!
-Dame a la niña que llevas contigo.-Ordenó cansada de seguirle la corriente en sus estúpidos delirios.
-Le sacaremos los ojos.-Respondió lamiéndose los labios con perversión.
-¡Arranca los tuyos primero!-Gritó asustada por la idea.
Hidan cambió su gesto a uno serio ¿Acaso estaba recordándole el primer mandamiento del Jashinismo?
"Nunca inflija dolor a alguien a menos que usted haya experimentado ese dolor usted mismo."
Tenía razón, además no podía faltar a la orden de una descendiente de Miho-Sama.
-Bien.-Se puso de pie y se apartó.-Llévate a la niña.
Sora lo miró con desconfianza ¿Ese sujeto cuántos tornillos tenía safados? ¿Era una trampa pedirle que se acercara? ¿Toda esa palabrería de "Miho" y "Jashin" era para ganar tiempo?
Hanabi sin poder esperar un segundo más se lanzó a los brazos de Sora mientras lloraba, ella la puso detrás de sí misma para protegerla mientras seguía encarando al hombre que la miraba fijamente.
-Gloria a Jashin-Sama.-Dijo dando un paso atrás, Sora levantó el brazo en anticipo pero el Akatsuki simplemente se dió la vuelta y comenzó a alejarse por la calle sin decir nada y sin voltear.
-S-Sora.-Balbuceó Hanabi con miedo.
-No se preocupe Hanabi-Sama.-Se agachó a su altura para abrazarla y cargarla en brazos.-Todo va a estar bien.
Corrió con ella en brazos hasta el refugio donde se la dejó a una de las tantas nodrizas del clan Hyuga, su madre también estaba ahí pero inconsciente. ¿Cómo había llegado ahí? La última vez que la había visto fue antes de empezar a pelear contra Kimimaro, la había empujado junto a Hanabi a la arena pero no tenía ni la menor idea de quién la había ayudado a llegar ahí.
-¡Sora!-Gritó Hoteho llegando a dónde estaba con el Byakugan activado.
-¿Qué sucede?
-Hokage-Sama solicita nuestra presencia de manera urgente.
-¿En dónde?
-En los escombros de la arena de combate, vamos.
""
-¿Qué hizo qué?-Preguntó Sora siendo la primera en el grupo en salir del shock de la noticia.
-Mató al jinchuriki de la arena.-Repitió Toshi con pesadez, cuando Fugaku se refirió a "debilitar" al bijuu no pensó que se refería a matarlo.
-¿Acaso no mueren los bijuus cuando pierden a su portador?-Inquirió Hana aún demasiado conmocionada.
-Momentáneamente.-Aclaró Shikaku mientras suspiraba.-Después reviven debilitados, Fugaku sigue controlandolo ¿No es así?
-Si, pero no creo que le quede mucho tiempo.-Afirmó Toshi mirando de reojo a Itachi, quizás alguien tan hábil como él podría continuar con el genjutsu para detener al bijuu ¿Pero luego que?
-Era un niño de 12 años ¿Por que-
-Sora, deja esas cosas para después.-Pidió Minsu tomándola de la muñeca.-Sea cuál sea la razón ahora ya no importa.
-Como dice Minsu, tener al bijuu de una cola suelto cerca de la aldea es un gran problema.
-¿Y que se supone que hagamos?-Cuestionó Hoteho visiblemente estresado.-Encontrar a un jinchuriki adecuado lleva meses o años.
-Vamos a sellarlo en un pergamino, enviarlo a una dimensión en la que nadie pueda acceder a él.-Comenzó a explicar Shikaku.-Es por eso que están aquí.
-El único que sabe de sellos es Toshi.
-Es un jutsu que necesita mucho chakra y control delicado, no puedo hacerlo solo.
-Tranquilícense, ahora les explicaré sus roles en esta misión.-Shikaku se arrodilló en el piso y comenzó a dibujar en la tierra con un dedo.-Empezaremos dividiéndolos en dos equipos: Sora, Toshi y Hoteho se encargarán del sello. Itachi, Minsu y Hana se encargarán de alejar a cualquier persona que intente intervenir con el sellado.
-¿Itachi en la defensiva? Con su Sharingan podría-
-El sello que usarán necesita que el bijuu esté libre de cualquier jutsu, lo ideal es que también esté tranquilo pero dudo mucho que podamos hacer eso.
-Señor ¿Por qué nosotros para el sello?-Preguntó Hoteho señalando a Sora y a sí mismo, Toshi se especializaba en sellos pero ellos dos no.
-Si bien es necesario que el bijuu esté libre de control, bloquear algunos de sus puntos de chakra ayudará a que no intente matarlos mientras ejecutan el sello, esa es tu tarea Hoteho, no es algo sencillo pero imagino que el control de Fugaku te permitirá hacerlo.
-¿Y yo señor?
-Tu eres la más importante del equipo Sora.-Advirtió con seriedad.-Toshi dibujara el sello y lo ejecutará, pero tú serás la que controle el chakra del bijuu.
-Pero señor, se necesitan a 4 personas para hacer eso.-Lo interrumpió Toshi con incredulidad ¿Que ella sola sellará a un bijuu? Era algo completamente desquiciado.
-Usarás clones de sombra, te doy esta tarea porque eres la que más chakra tiene del equipo y posiblemente también la que mejor lo controla.
-Pero yo ya tuve una pelea antes señor, no creo que mi chakra sea suficiente.
-Hoteho dime la cantidad de chakra que queda en el cuerpo de Sora.
-Yo diría que es un 70%-Respondió mirándola con el Byakugan.
-¿Y si activas sus puntos de chakra?
-Posiblemente podría subirlo a un 80%
-Eso será suficiente, según mis cálculos con un 75% bastará para terminar el sello.
-5% de chakra apenas y es suficiente para cubrir las funciones básicas de los órganos.-Habló Itachi por primera vez, él creía en las habilidades de Sora, pero no por eso creía que debía exponerse a casi morir aún si la situación era tan precaria.
-Es por eso que no pueden dejar que desperdicie ni un poco, no puede distraerse atacando a un enemigo, la más mínima presencia cerca bastará para hacer que su balance se vea interrumpido, por eso ustedes tres son la defensa, Hana y Minsu pueden cubrir mucho territorio con sus técnicas y tú tienes mucha más experiencia en combate, sabrás cómo terminar con todas las peleas en el mínimo tiempo posible.-Shikaku se puso de pie y los señaló a los tres.-No pueden dejar que por nada del mundo alguien llegue a ella.
-Entendido.-Respondieron al unísono.
-Sora.-Retomó mirando como parecía cuestionarse a sí misma si lograría hacerlo.-Lo más importante es que te mantengas imperturbable y completamente concentrada, no importa si escuchas algo o incluso si un kunai se clava en tu cuerpo, toda tu atención estará en el sello.-Frunció el ceño con preocupación ¿De verdad era indicado que fuera ella quien se encargara de eso? Entendía que cumplía las características, pero quizás un escuadrón entero de sellado fuera más confiable, aunque posiblemente no pudieran darse el lujo de esperar a que se reunieran.
-Bueno, será pan comido para ti.-La animó Toshi pasándole un brazo por los hombros y atrayendola a su cuerpo.-Después de todo, no mostrar reacción a mi coqueteo debió ser entrenamiento suficiente para esto.
-Si, eres más molesto que un bijuu.-Respondió con una sonrisa sincera, Toshi siempre lograba calmarla con sus bromas tontas incluso en momentos tan angustiantes.
""
-¿Esto es necesario? Puedo caminar.-Preguntó aferrándose al cuello de Itachi mientras él la llevaba saltando entre los árboles.
-Es mejor que guardes toda la energía posible.-Le respondió Minsu.
-Quizás habría sido más práctico ir de caballito.-Murmuró con algo de vergüenza, que él la cargara al típico estilo "princesa" la cohibía un poco, además de que llevándola así no podía hacer posiciones de manos.
-¡Deja de quejarte! Muchas chicas darían todo por ir en esos brazos.-Gritó Toshi al frente.
-Toshi es una de esas chicas.-Completó Hana burlándose.
-Falta poco para llegar.-Le dijo Itachi volteando a verla.
-S-Si, está bien.-Respondió echándose un poco hacia atrás.
Conforme se acercaron tuvieron que evadir algunos ataques que el bijuu aún lograba hacer, se notaba que estaba débil y que el control de Fugaku lo mantenía lo más a raya posible pero aún así era demasiado fuerte solo para una persona.
Llegando lo más cerca que pudieron, el equipo de Itachi se dispersó en todas direcciones mientras ellos quedaron frente a la enorme criatura.
-¿Puedes hacerlo Hoteho?-Preguntó Sora con algo de preocupación, no tenía idea de cómo lucía la red de chakra de un bijuu pero seguramente era miles de veces más compleja que la humana.
-Tengo que golpear el centro, el problema será calcular la cantidad correcta.
-Antes de eso, tienes que activar la red de chakra de Sora.-Le recordó Toshi, Sora palideció recordando ese detalle, eso iba a doler mucho.
-Respira hondo.-Le pidió alzando ambas palmas. Ella tomó una gran bocanada de aire para después cerrar los ojos.-Puño suave, ocho trigramas 128 palmas.
-¡¿128?!-Abrió los ojos mirándolo con pánico.-Pensé que tú máximo eran sesenta y cua-
No la dejó terminar y comenzó a golpearla con tanta velocidad que Toshi apenas podía ver la dirección de los golpes, completó las 128 palmas con un fuerte golpe que la lanzó contra un árbol.
-Listo, ahora intentaré hacer algo con el bijuu.
-O-Oye.-Lo llamó Toshi nervioso al ver que Sora no se movía y parecía en shock por tantos golpes, se acercó para auxiliarla y ella comenzó a moverse temblorosamente mientras soltaba alaridos de dolor.
-El golpe de la kubikiribocho duele mucho menos.-Se quejó aún temblando.
-¿Estás lista? Voy a dibujar el sello.
-Creo que sí.-De manera tambaleante se puso de pie mientras se sujetaba las costillas, estaba comenzando a sentir como el chakra corría con fuerza y rapidez por todo su cuerpo.
-Escucha, tus clones deben estar distribuidos en dirección a los cuatro puntos cardinales, cuando ejecutemos el sello primero levantaremos una red de chakra hasta cubrir por completo al bijuu y después comenzaremos a contenerlo, tardaremos aproximadamente media hora.
-¿De verdad podremos sellar tanto en media hora?
-Si, porque no estaremos extrayendo su chakra, solo lo enviaremos a otra dimensión dentro de este pergamino.-Sacó un pergamino de tamaño ordinario para después correr chakra por el y transformarlo en uno enorme que casi tenía su misma altura.-Como dijo Shikaku-Sama, lo más probable es que sientas que te desmayas al final pero no puedes vacilar ni un segundo, cuando esté completamente sellado podrás dormir todo lo que quieras, yo regresaré por ti y te llevaré de regreso a la aldea para que recibas atención médica.
-¿Hay riesgo de que muera?-Preguntó finalmente aprovechando que solo estaban ellos dos, lo había pensado desde el principio pero no quiso decir nada porque eso significaría poner más presión en el equipo.
-Para prevenir eso.-Buscó en sus bolsillos hasta sacar una pequeña píldora roja.-Pon está píldora de soldado en tu boca y antes de desmayarte trágala, eso dará tiempo suficiente para que recibas atención médica antes de que te dé un infarto.
Toshi salió corriendo en hacía el oeste, tenía que cubrir una gran cantidad de terreno mientras con su chakra dibujaba el sello, ella esperó en su lugar hasta que recibió la señal e hizo el primer clon que se fue en la misma dirección.
Cuando llegó se encontró con el símbolo pintado en el piso y a lado de el estaba Fugaku recostado en el piso con la cara manchada de sangre que salía de sus cavidades oculares, en sus ojos se mostraba el Mangekyou Sharingan. Era evidente que toda su energía se había ido en controlar al de una cola y también era posible que muriera del agotamiento.
-¿Quién está ahí?-Preguntó con voz rasposa, Sora frunció el ceño, estaba prácticamente enfrente de él y estaba bastante segura de que la conocía, vaya que lo hacía si tuvo una aventura con su madre.
-Sora Hyuga.-El ceño de Fugaku se contrajo levemente mostrando una mezcla de preocupación y frustración.
-¿Viniste a matarme?-La última vez que había visto a Natsu fue en el hospital, dijo estar ahí para recoger a su hija y le confesó que su familia sabía de su aventura, ese mismo día le dijo que no volverían a verse.
-Vine a sellar al bijuu.-Quizás era el destino mismo quien le había puesto enfrente a un indefenso y aparentemente ciego Fugaku, el mismo que tenía la mitad de la responsabilidad por la depresión que tuvo su padre por meses y de que su familia se rompiera.
Sería tan sencillo darle un golpe en el corazón y fingir que lo había matado el agotamiento por controlar al bijuu, no había médico en konoha que pudiera distinguir ese tipo de golpes, pero como su padre dijo, eso no era una guerra y ella no ensuciaría sus manos con una persona así.
Persona que coincidentemente era el padre de Itachi.
-Sé que lo sabes.-Habló sintiendo que estaba al límite, quizás había sido un cobarde escondiéndose para estar con Natsu, pero no pretendía esconderse ante esa chica o su padre.
-Debe estar exhausto por usar tanto tiempo su Sharingan, guarde sus energías.
-Tu madre y yo-
-No me interesa.-Lo interrumpió dándole la espalda.-No quiero saber la historia entre ustedes, no voy a darles la satisfacción de justificarse, es problema suyo si no pueden cargar con la consciencia por el feto que abortó mi madre.
-¿Qué? ¿De qué hablas?-Soltó un jadeo intentando incorporarse.
-Vaya, que desafortunado enterarse de una noticia así.-Contestó con falsa empatía, Fugaku se quedó en completo silencio, por tanto tiempo que Sora tuvo que voltear para corroborar que seguía vivo.
-¿Vas a decírselo a Itachi?-Rompió el silencio con la voz casi rota, ella bajó la mirada suspirando.
-No, usted ya le ha hecho suficiente daño a lo largo de su vida, a estas alturas quizás es mejor ocultarlo.
-Sora, todo está listo.-Avisó Toshi por radio, ella comenzó a hacer las posiciones de manos antes de poner una mano en el piso.
-Ahora, necesito que guarde silencio, incluso si siente que va a morir, quédese callado y soporte el dolor.-Comenzó a acumular chakra en la palma para realizar la red.-No crea que es una petición injusta, es la misma que le hizo a Itachi obligándolo a ir a la guerra.
Fugaku apretó la mandíbula pero se quedó en silencio, su Sharingan perdió el control y finalmente se desmayó mientras la luz escapaba permanentemente de sus ojos.
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