-¿Tú eres Sora Hyuga?-Preguntó un hombre con voz demandante, ella se puso de pie y mantuvo una postura firme mientras afirmaba su identidad.-Tsume me ha estado persiguiendo por toda la maldita aldea para que te reciba ¿Y bien? ¿Qué quieres?
Ibiki Morino, uno de los pocos con el rango de Tokubetsu Jonin en la aldea, líder de la división de tortura y manejo de información de Konoha y experto en jutsus de tortura.
Cuando Sora le dijo a Tsume que quería aprender un idioma extranjero para ayudarlas, creyó que solo la enviaría a la biblioteca con un pase especial a ciertos libros, no que la enviaría a la división de tortura para conocer al hombre con gabardina que estaba frente a ella.
-Quiero aprender un idioma extranjero.
-¿Para qué?-Preguntó mirándola fijamente sin parpadear, pocas veces en la vida se había visto intimidada por la presencia de un hombre, pero había que reconocer que Ibiki era posiblemente el hombre más escalofriante de Konoha.
-Me gustaría ampliar mi capacidad de manejo y obtención de información.
-Los Hyuga no pueden hacer eso.-Rechazó al instante.
-¿Por qué?-Cuestionó perdiendo un poco el control de su voz.
-El sello que tienen los hace vulnerables, cualquiera que pueda ejecutarlo sacaría la información que quieran, quizás en ANBU los admiten por su capacidad de rastreo, pero en la división de inteligencia es diferente.-Ibiki cerró los ojos antes de darse la vuelta.-Si es todo lo que querías…
-No, espere por favor.-Pidió debatiéndose sobre si sería buena idea pedirle ayuda a ese hombre, ella en realidad nunca había pensado en tomar el camino de una ninja de inteligencia, era cierto que los Hyuga obtienen información con su Byakugan pero como dijo Ibiki no eran capaces de manejar por sí solos esa información, debían reportarla al instante.
Ibiki volteó sobre el hombro para mirarla de reojo esperando a que continuará hablando.
-Yo ya no tengo el sello del pájaro enjaulado.-Reveló mientras hacía a un lado el cabello de su flequillo que tapaba una ligera cicatriz dónde antes había estado el sello. Ibiki frunció el ceño mientras volteaba por completo para ponerle toda la atención, había escuchado muchos rumores sobre una Hyuga que había sobrevivido al sello del pájaro enjaulado, pero creyó que se trataría de alguien de ANBU por lo menos.
-¿Eres la Hyuga ciega?-Sora sintió como si la golpearan en el estómago con esa pregunta, era un apodo que los niños de la rama secundaria le habían puesto para molestarla, conforme pasó el tiempo también empezaron a usarlo los adultos que la veían como una criatura extraña.
-Si.-El interés de Ibiki creció, como especialista en tortura reconocía que el sello del pájaro enjaulado era una buena técnica de tortura, era de las más efectivas y frente a él tenía una superviviente.
-Aprender un idioma extranjero da la capacidad de obtener información a la que un ninja normal no puede acceder, es información que requiere un cuidado especial, sobre todo si se está en un continente ajeno y no podrás contactar con la aldea hasta salir de ahí.
-Lo entiendo.
-Antes de aprender un idioma extranjero debes demostrar una capacidad alta para manejar la presión de tener secretos que podrían involucrar la seguridad no solo de un país, si no de un continente entero y una vez que lo aprendas deberás obtener una capacidad de resistencia a la tortura para asegurar que puedas salir del continente sin regar secretos. ¿De verdad estás dispuesta a ese tipo de entrenamiento?
Sintió que el corazón se le aceleró con algo de miedo y emoción.
-Si señor.-Normalmente Ibiki no aceptaba a voluntarios de esa manera, cualquier persona que quisiera formar parte de la división de inteligencia debía tener un buen currículum, pero la chica frente a él había sobrevivido a qué le hicieran el cerebro gelatina, quizás había mucho potencial en ella.
-¿Cuál es tu historial de misiones ninja?
-67 misiones señor, 35 rango C y 32 rango B.
-¿Y las D?
-No hice misiones de rango D señor.-Admitió con algo de vergüenza.
-¿Cómo que no?-Incluso los genios de la aldea habían tenido que pasar por ese tipo de misiones.
-Tsume-Sensei siempre dijo que las misiones de rango D eran una pérdida de tiempo.-Dijo con algo de vergüenza, en realidad las palabras textuales de Tsume era "Los idiotas con falta de nutrientes en el cerebro pueden encargarse de esas cosas"
-Esa desquiciada…-Si, eso tenía coherencia, al ser Tsume igualmente una ninja con el rango Tokubetsu Jonin había colaborado con él en algunos trabajos, la mujer en serio tenía cero respeto por los límites y la autoridad.-Vuelve mañana para empezar tu entrenamiento, intenta dormir bien y si es posible que alguien venga por ti a la salida.
""
La próxima vez que Lee quisiera ir a comer Curry lo golpearía, su cero tolerancia al picante le hizo sufrir los estragos toda la noche y ahora otra vez apenas puso pie en la mansión Hyuga temprano por la mañana.
Él nunca usaba el baño en la mansión principal y mucho menos el baño de una habitación privada, pero prefería eso a tener un accidente.
Según sabía estaba en el baño de la habitación asignada a la nana de Hinata y Hanabi, lo que era conveniente teniendo en cuenta que a esa hora debía estar dándole lecciones a Hanabi, aún así activó su Byakugan para revisar que la mujer estuviera lejos, eso estaba prohibido pero no sé arriesgaría a ser visto en esas circunstancias.
La buscó por cada habitación hasta encontrarla efectivamente en la sala que servía de escuela para la menor de las hermanas Hyuga, también Hinata estaba ahí haciendo tarea antes de irse a la academia.
Estaba a punto de desactivar su línea sanguínea cuando algo llamó su atención, había un pequeño chakra formándose en el vientre de la mujer, lo que quería decir que estaba embarazada.
Él nunca había sido un chismoso, pero no puedo evitar congelarse al recordar que el padre de Sora llevaba fuera de la aldea al menos 4 meses… y ese feto parecía no exceder los 2 meses.
Enojado con su propia juzgoneria desactivó el Byakugan y salió del baño lo más pronto posible, se dirigió a la cocina con la intención de tomar un poco de agua rogando porque su estómago por fin lo dejara en paz o tendría que ir al hospital para que lo atendieran.
Al entrar se encontró con la misma Sora que parecía estar preparando algo de desayunar.
-Buenos días Neji-Sama preparé algo de caldo de pollo ¿Le apetece desayunar un poco?-Lo saludó sin voltear, estaba al tanto de que Sora había afinado su olfato gracias a su compañera Inuzuka, pero no sé imagino que sería así de efectivo.
Normalmente se habría negado a tener cualquier interacción con alguien, pero de verdad creía que ese caldo de pollo le caería bien al estómago, además Sora era de las pocas personas que soportaba cuando no estaba de mal humor, no es que la considerará una amiga ni nada parecido, pero al menos intentaba ser cortés de vez en cuando.
-Si.-Se sentó en la mesa de la cocina y ella se apresuró a servirle un plato humeante para después seguir en lo suyo.
Comenzó a comer con tranquilidad sintiéndose mucho mejor al poco tiempo, volvió a pensar en lo que había ocurrido momentos antes, si la madre de Sora estaba embarazada había la posibilidad de que su padre hubiera vuelto brevemente a la aldea.
-¿Cómo está tu familia?-Preguntó de una vez por todas, por la manera en que respingo pudo notar que ella no esperaba una pregunta así por parte de él.
-Todo bien.-Respondió con prisa por la sorpresa que le causó que Neji de repente estuviera haciendo conversación.-No he visto a mi padre en unos meses pero pronto terminará su misión y regresará a la aldea.
-¿No ha vuelto ni una vez desde que se fue?
-No.-Neji bajó la mirada contemplando la idea de decirle lo que había descubierto, pero no era de su incumbencia y honestamente no quería verse envuelto en chismes baratos.
Terminó la comida con prisa y se fue agradeciendo la comida. Tenía que ponerse a entrenar en lugar de fisgonear en los asuntos ajenos.
""
Terminó de vomitar mientras sentía que el cuerpo le temblaba intensamente al estar arrodillada y con las manos apoyadas en el piso, esa era su quinta sesión de entrenamiento antes de que Ibiki le permitiera leer los primeros libros sobre un idioma que ocupaban los comerciales de especias.
El entrenamiento de la división de inteligencia estaba en un nivel diferente, no era el tipo de entrenamiento que usa chakra o cansa físicamente, todo se basaba en la mente.
Al inicio habían usado un jutsu para plantear un secreto en su mente, el cuál le aseguraron que era ficticio, pero lo habían hecho de manera tan detallada que ahora no sabía qué pensar, habían implantado recuerdos que eran demasiado vívidos y para ser honesta después de dos semanas con ellos no tenía ni idea de cuáles eran falsos y cuáles no.
Después de eso la habían sometido a presión psicológica para obligarla a decir ese secreto, Ibiki era un genio en la manipulación y llegó el momento en que prefirió quedarse callada a arriesgarse y revelar un detalle por mínimo que fuera. Por suerte lo único que podían hacer era presionarla verbalmente, la tortura física estaba en un entrenamiento más avanzado, pero eso no quería decir que no estuviera sufriendo los estragos de la presión a la que estaba siendo sometida.
Jugaban con el concepto de bien y mal, con el de amor y lealtad, la hacían llenarse de culpa con mil escenarios que dependían de que ella soltara esa información.
Había sufrido de terrores nocturnos, por suerte su madre había tenido una semana pesada en la mansión principal y tuvo la casa sola para lidiar con eso, eran solo ella y su cuervo, el cuál había aprendido a despertarla cuando la veía en las primeras fases de un terror nocturno, le agradecería profundamente a Itachi en cuanto volviera por haberle regalado a esa criatura tan especial.
También había comenzado a tener algunos delirios de persecución y ansiedad en momentos en los que estaba sola.
En esa última sesión había alcanzado su límite, casi al final había comenzado a llorar a gritos mientras se tiraba del cabello y el pánico le provocaba vómito, tuvieron que tranquilizarla con una inyección.
Pero lo había logrado, pasó el entrenamiento sin revelar ni una palabra de ese secreto, era apenas el primer paso pero no podía evitar sentirse un poco orgullosa de su avance.
Después de unas horas en una camilla con el sedante actuando, entraron para usar otro jutsu que borró los recuerdos que le implantaron haciendo que el secreto se redujera a algo ficticio nuevamente y le permitiera dejar ir un poco de esa sensación de culpa que tenía encima.
-Pasarán un par de días antes de que puedas dormir con tranquilidad, puedes usar medicina si quieres.-Comentó Ibiki sentándose a los pies de la camilla.
-Estaré bien.
-Hiciste un buen trabajo, para ser sincero pensé que te derrumbarias desde la tercera sesión, o que al menos llorarías.
-No me gusta llorar.
-No conozco a alguien que le guste.
-Es que cuando lloro no me puedo controlar, es algo similar a lo que me pasó, excepto por la parte del vómito, termino con jaquecas horribles.
-Eso no suena a algo adecuado para una chica de tu edad.
-Siempre he sido así.-No era mentira, desde que era muy pequeña sus padres decían que verla llorar era verdaderamente desgarrador, a cualquier padre le duele ver a su hijo llorar, pero ellos aseguraban que no habían conocido a alguien con un llanto tan doloroso como el de ella. Sin embargo a cambio de eso tampoco lloraba seguido y lograba detener el llanto 9/10 veces, la última vez que recordaba haber llorado fue cuando se enteró de que no podía usar el Byakugan, después de eso solo había una que otra lágrima suelta que había controlado antes de que se hiciera un gran caos.
-Igualmente no suena saludable, pero tengo que admitir que esa capacidad de soportar es útil para los ninjas de esta división, nunca pensé encontrar a alguien que tuviera talento en esto sin que fuera un pervertido masoquista.
-Le aseguro que no es mi caso.-Aclaró sonrojándose ante la mirada de inspección que le lanzó.-Tampoco me gusta el dolor físico, pero lo tolero bien.
-Es fácil decirlo cuando solo has tenido raspones, moretones o fracturas a lo mucho.-Se burló mientras se llevaba las manos al pañuelo que tenía envuelto en la cabeza para retirarlo. No pudo evitar abrir los ojos con sorpresa al ver la enorme cantidad de cicatrices que tenía su cabeza.-Solo has visto la punta del iceberg, pero por ahora es suficiente, de cualquier forma nada garantiza que puedas aprender el idioma una vez que comiences a estudiarlo, por eso no es necesario que pases a la tortura física ahora.
-Voy a esforzarme mucho.
-Eso espero.
""
-Woah tu acento se escucha tan bien.-La alabó Izumi mientras la escuchaba leer en voz alta, a pesar de que en realidad aún no entendía el 100% de lo que leía resultó que entendía un talento natural por los idiomas, en apenas un par de días memorizo el sistema de escritura y el mismo Ibiki había halagado su pronunciación.
-Bantis zōbrie issa se ossȳngnoti lēdys.-Continuó terminando con el párrafo que estaba practicando.
-¿Qué significa eso?-Quiso saber con emoción, hizo su mejor esfuerzo por interpretar la frase.
-La noche es oscura y llena de terrores.
-Pensar que ya puedes traducir algo tan complicado.
-En realidad no es una frase tan difícil, hay muchos modos de escribir en este idioma y esta es la forma más simple, si lo leyera con la traducción exacta sería algo más como "noche oscura, muchos terrores"
-Bueno pierde algo de encanto así.-Reconoció riendo.-Pero sigue siendo impresionante.
-Tentación.-Habló su cuervo soltando una palabra aleatoria un par de veces, Izumi soltó una carcajada ante la ocurrencia del pequeño animal, no sabía que Sora tenía un cuervo que encontró en el bosque, pero eran magníficos, quizás debía pedirle a Itachi que la ayudara a encontrar uno.
-¿Tú en dónde aprendiste esa palabra?-Preguntó Sora igualmente riendo.
-Padre sálvame.-Dijo el cuervo sacándoles otra risa a ambas.
-Quizás te escuchó leyendo algo picante.
-¡Yo no leo esa clase de cosas!
-Una vez quisiste comprar un libro de Jiraiya-Sama.
-Porque no sabía qué tipos de libros eran.-Le dió una pequeña patadita al ver que seguía riéndose en su cara, Izumi pidió tiempo fuera mientras sujetaba su barriga dolorida.-Ya vámonos que se hace tarde.
La castaña asintió mientras se ponía de pie y la seguía por la casa para salir del complejo Hyuga. Ese día era la graduación de la academia y ella había prometido ir por Hinata.
-Es algo triste pensar que Sasuke-Kun se va a graduar e Itachi-Kun no estará aquí para verlo.
-¿Estás triste por eso o porque tú no podrás verlo?
-Un poco de ambas.
-Escuché que Itachi-San volvería a finales de este mes, mi padre me dijo ayer que su escuadrón escoltara al siguiente grupo de ninjas en dos semanas.
-Que nervios.-Suspiró mientras se sonrojaba.-¿Crees que le parezca bonita? No he cambiado mucho desde los 15 años.
-Claro que si.
-¿Y cómo le ha ido a tu padre en esta semana después de tantos meses fuera?
-Al principio quería salir a cenar todos los días, pero mamá ha estado ocupada así que nos quedamos en casa para hacer los quehaceres y prepararle la cena.
-Tu padre es algo así como el marido perfecto, de niña incluso pensé que podría enamorarme de él.
-No pensarías lo mismo después de tantos años de alcoholismo, no digo que sea mal padre pero tienen sus momentos como cualquier persona.
-Pero incluso estando borracho es agradable.
-A veces se mete en problemas por el alcohol, hubo una vez dónde perdió el salario de un año y ni siquiera recordaba cómo pasó.
-Eso suena bastante mal.-Reconoció mirando al cielo, quizás no existía el hombre perfecto después de todo.
Cuando llegaron a la academia esperaron en el patio a qué el examen concluyera, encontraron a Hana que también había ido por su hermano menor ya que su madre estaba fuera de la aldea.
Sin embargo en cuanto se acercó frunció el ceño extrañada mientras olfateaba el aire.
-Sora ¿Puedo?...-Se acercó bruscamente a olerle el cuello, la Hyuga no pudo evitar soltar un pequeño grito mientras se echaba para atrás.-Hueles a hormonas de embarazada…
-¿Puedes oler hormonas?-Preguntó asombrada.
-Ay por dios Sora…-Izumi se puso pálida al instante.
-¿Qué? No, no estoy embarazada.
-¿Estás segura? El olor es fuerte.
-Muy segura a menos que Jesucristo esté a punto de volver a la tierra.
-¿Alguien cercana a ti está embarazada?
-No lo sé, últimamente salgo mucho al departamento de inteligencia, quizás se me pegó el olor de la calle.
-Quizás.-Respondió sin estar convencida, a los pocos segundos pasó el matrimonio Uchiha a su lado para también tomar lugar y esperar.
-Fugaku-Sama también huele a embarazada.
-Bueno con él estoy aún más segura de que no lo está.
-Quizás Mikoto-San está embarazada.-Concluyó Izumi asombrada.
-No, ella no huele así.
-Entonces debe ser alguien que conocen en común Sora-Chan.-Apuntó la Uchiha, intentó hacer memoria de alguna persona que los conociera a ambos y pudiera estar embarazada pero no llegó ni a una sola pista.
-Quizás… alguna maestra de la academia, vengo por Hinata-Sama seguido y me imagino que Fugaku-Sama pasa mucho tiempo con Sasuke-San.
-Eso podría ser…-Hana se alzó de hombros quitándole importancia, si su amiga no estaba embarazada entonces no importaba quien lo estuviera.
A los pocos minutos los niños comenzaron a salir con sus bandas ninjas en la cabeza como muestra de que habían pasado el examen.
Hinata se acercó algo cabizbaja a dónde estaba Sora, la Uchiha y la Hyuga intercambiaron miradas, Hinata claramente había pasado el examen ¿Por qué no estaba feliz?
-¿Pasa algo Hinata-Sama?
-Y-Yo… es que…-Empezó a jugar con sus dedos índices mientras tomaba valor para hablar.-N-Naruto-Kun no lo logró.
Sora levantó la mirada encontrando a cierto niño rubio sentado en el columpio a espaldas de ellas, lo miró con algo de lástima, según Hinata ese era el tercer año en el que intentaba graduarse. Al principio pensó que era porque el hokage no quería dejarlo ser ninja a tan corta edad, después de todo Naruto había entrado a la academia tan pronto pudo correr.
-Espera aquí Hinata-Sama.-Le pidió mientras se acercaba al árbol, sin embargo antes de llegar notó que un Chunin llegaba al mismo lugar, se acercó con cautela por si el chico recibía algún comentario de odio.
-¿De verdad si robo ese pergamino y aprendo un jutsu me dejarán ser Genin?-Preguntó con emoción.
-Si, si vienes conmigo te enseñaré a entrar al lugar en el que está.
-¡Esto es fantástico!-Gritó poniéndose de pie.
-No, no lo es.-Dijo Sora llamando la atención de ambos, Naruto sonrió al verla y se acercó con emoción.
-Adivine qué señorita, Mizuki-Sensei dice que hay otra manera de aprobar el examen para ser Genin.
-Eso no es cierto Naruto-Kun, Mizuki-San ¿Puede explicar lo que dijo?
-No tengo que darte explicaciones Ciega.-Respondió de malas para intentar irse, Sora alzó una ceja y le lanzó un hakke kusho arrojándolo contra la cerca de la academia. Apareció detrás de él dándole un golpe en un nervio del cuello provocando que gritara mientras le sujetaba ambos brazos en la espalda.
-Yo creo que sí.-El alboroto llamó la atención de todos, Fugaku llegó a los pocos segundos preguntando qué demonios estaba pasando.-Estaba indicandole a Naruto-Kun como robar un pergamino de jutsus prohibidos
-¿Es cierto eso muchacho?-Preguntó Fugaku con severidad, Naruto miró a ambos con miedo pero Sora le asintió a lo que Naruto dijo que sí con un murmuro.
-¡Agh! Era solo una broma.-Hizo más presión sacándole un grito.
-Una broma muy pesada me parece, le hizo creer que con eso pasaría el examen Genin.
-Hablaremos de esto con el hokage.-Fugaku se acercó para sujetar a Mizuki que intentó zafarse sin éxito.
Sora se acercó a Naruto que tenía la mirada agachada.
-Naruto-Kun ¿Estás bien?
-Solo quería aprobar el examen y convertirme en Genin.
-¿Cuál fue el examen?
-El jutsu de clonación, es mi peor técnica.
-¿Quieres que te ayude? Es un jutsu que me sale bastante bien.
-¿De verdad?-Preguntó con los ojos iluminados.
-Por supuesto.
-Muchas gracias señorita.-Gritó emocionado, lo llevó hasta donde estaban Izumi y Hinata. La pequeña Hyuga se sonrojó al instante mientras que Izumi puso una mueca de incomodidad, Naruto bajó la mirada al reconocer esa expresión.
-Tengo algo que hacer Sora-Chan.-Se excusó dando unos pasos atrás, no es que ella odiara a Naruto por ser el recipiente del zorro de las nueve colas, pero honestamente no creía que ayudara a la reputación de los Uchihas si la veían a ella tan cercana al chico, era una posibilidad mínima pero prefería evitar problemas.-Te veré luego.
“”
-Shekh ma Shieraki anni.-Repitió varias veces hasta encontrar el tono indicado para decirlo, pronto tendría su tercera evaluación para pasar de nivel. Hay estudios que dicen que se requieren 480 horas para alcanzar fluidez básica en un idioma, pero si sabes controlar milimétricamente el chakra puedes activar áreas del cerebro para reducir el tiempo de aprendizaje de cualquier información, esa era una técnica prohibida entre los ninjas de la división de inteligencia. Le habían advertido que hacer eso tenía múltiples riesgos ya que si el control de chakra se descontrolaba un poco podía provocarse daño que iba desde pérdida de memoria, insomnio, migrañas hasta literalmente la muerte.
Sin embargo haciendo caso omiso a los riesgos decidió ocupar esa técnica de estudio, no siempre claro, tampoco era una imprudente, pero se aseguraba de hacerlo las primeras veces que tenía una lección nueva, para repasar lo hacía como cualquier otra persona.
Si su aprendizaje seguía así podría solicitar material para estudiar otro idioma, dependiendo de cual eligiera podría aprenderlo incluso a la mitad de tiempo al que estaba aprendiendo ese.
Dejando unas notas para regresar a estudiar después de cenar, se dirigió a la cocina donde su padre estaba terminando de preparar la mesa.
-¿Y mamá?
-Fue al baño, creo que aún se siente mal, estuvo vomitando buena parte del día.
-Quizás deberíamos llevarla al hospital.
-Se lo dije pero insistió en que no era necesario, veamos cómo le sienta la cena.-Su madre llegó a los pocos minutos con aspecto algo demacrado y empezaron a comer.
Después de unos minutos de charla Takashi notó que Natsu no había probado bocado, solo estaba mirando fijamente la comida sin atreverse a probarla.
-¿Quieres ir al doctor?-Preguntó con suavidad a lo que ella negó antes de tomar una gran cantidad de aire.
-Tenemos que hablar.-Declaró mirando a los ojos a su esposo, el hombre se sintió algo intimidado por el tono con el que lo dijo, generalmente discutían lo mismo que cualquier pareja, pero siempre en la intimidad de su habitación.
-Estamos cenando.-Dijo lo obvio mientras le daba una mirada de reojo a su hija que estaba igual de sorprendida que él.
-Dije que tenemos que hablar.-Rectificó poniendo más seriedad.
-Correcto.-Accedió poniéndose de pie para ir a su habitación.
-Aquí.-Pidió.
-Sora está cenando.
-Está bien papá, puedo cenar algo más tarde.-Intervino encontrando demasiado extraña la situación.
-Llevate algo en un molde y después iré-
-Por dios ¡Deja de tratarla como una niña y concéntrate en lo que digo!-Gritó mientras cerraba los ojos.
-Está bien madre, me voy a-
-Quédate, es mejor que lo sepas de una vez.-Ambos tomaron asiento nuevamente con completa atención en la mujer de cabello verde, esa era una situación que nunca antes había pasado.
-¿Qué sucede?-Preguntó Takashi pensando en algo que hubiera podido hacer para que su esposa estuviera tan enojada pero llevaba apenas dos semanas en casa, no podía ser un problema con él y Sora no había hecho nada que ameritara reprimenda en ese tiempo.
Natsu miró sus rodillas mientras intentaba que las palabras salieran de su boca. Se había equivocado, se había equivocado en grande y ahora tenía que afrontar las consecuencias, empezando por decirle la verdad a su familia, aquella familia que siempre se comportaba bien con ella ¿Cuándo fue la última vez que Sora se había llevado un regaño? Ya no podía recordarlo ¿Cuando Takashi había faltado al respeto a su relación? Eso sí lo recordaba, la respuesta era nunca.
Y ahí estaba ella, cometiendo el peor error y aquel que los separaría para siempre, había contemplado la idea de ocultarlo y simplemente lidiar con eso por su cuenta, pero el remordimiento jamás la habría dejado, Takashi nunca le mentía, incluso cuando la respuesta era difícil de escuchar era completamente sincero.
Apretó los puños mientras su respiración se agitaba y las lágrimas empezaban a escapar de sus ojos, no pudo levantar la mirada, no podía soportar verlos a los ojos para decirlo.
-Es-Estoy… embarazada.-Balbuceó en tono bajo, casi como si deseara que no la escucharan.
Ambos sintieron como si les echarán una cubetada de agua fría, Sora pestañeo varias veces sin entender la situación ¿Era eso? No es que fuera algo poco sorprendente, pero siempre se había preguntado ¿Por qué era hija única? Siendo sus padres tan amorosos con ella lo esperable es que tuvieran otro hijo, aunque conforme creció se dió cuenta de que su padre pasaba poco tiempo en la aldea así que posiblemente no tenían tiempo para pasarlo en pareja o quizás era que no querían tener un hijo ya que Hinata y Hanabi aún eran pequeñas y su madre debía cuidarlas.
Volteó a ver a su padre esperando que tuviera una reacción de felicidad o algo pero estaba quieto y con los ojos muy abiertos.
-No es mío…-Dijo después de unos segundos, Sora se pasmo sin poder creer que su padre fuera capaz de hacer una acusación así pero se detuvo antes de hablar al darse cuenta de que posiblemente tenía razón, él apenas llevaba dos semanas en la aldea, era muy poco tiempo como para que su madre estuviera segura.
Natsu negó con la cabeza mientras se desmoronaba en llanto, Takashi frunció el ceño con sufrimiento mientras miraba a la mesa y tragaba saliva, muchos de sus compañeros le habían advertido que estar en el ANBU sacrificaba mucho tiempo en familia y que eso tarde o temprano tenía consecuencias, pero siempre se había creído un caso especial, Natsu jamás lo engañaría, eso era lo que él fervientemente creía y seguiría creyéndolo de no ser porque él y Natsu no habían tenido intimidad desde que él había llegado, simplemente la había visto muy cansada y la situación no se dió.
Ahora entendía porqué.
-Perdoname.-Habló él primero con la voz comenzando a romperse.-Debí pasar más tiempo contigo, debí-
-No te disculpes… por favor… eso solo me hace sentir peor.-Inhaló con fuerza y se limpió las lágrimas mientras cerraba los ojos con fuerza, miró a Sora que estaba claramente confundida y con el gesto deshecho.-Yo fui la que falló y tomaré las consecuencias.
-¿Consecuencias?-Preguntó él con miedo.
-No voy a tenerlo y te daré el divorcio.
-¿Por qué dices una locura así? Eres mi esposa y eso no va a cambiar por un error. Además ese bebé no tiene la culpa de nada, podemos hablar con el padre y-
-¡No quiero tenerlo!-Gritó tapándose los ojos con ambas manos.
-¿Por qué no? Entiendo que tienes miedo pero nadie va a hacerte daño.
-Tenerlo me hará daño.-Aclaró aún cubriéndose la cara.
-Natsu…-Intentó tomarle una mano pero ella retrocedió.-Sé sincera conmigo ¿Te forzaron a tener relaciones?
Estaba esa posibilidad, si alguien la había violado era posible que-
-No, empecé con una aventura a las semanas de que te fuiste.
Sora no pudo creer lo que estaba escuchando, ella jamás habría sospechado algo así, era cierto que su madre no dormía mucho en casa pero era normal y nunca la vio teniendo actitudes extrañas ¿Cómo había pasado? ¿Quién era el padre?
"¿Alguien cercana a ti está embarazada?"
-Fugaku-Sama…-Murmuró atrayendo la atención de ambos, Hana había dicho que ella y Fugaku olían a hormonas de embarazada pero Mikoto no.-Estás embarazada de Fugaku-Sama.
Natsu la miró asustada mientras que Takashi empezó a llorar mientras se frotaba la frente con visible preocupación.
En la historia de Konoha nunca se había dado una unión de ese tipo entre una persona del clan Hyuga y una del clan Uchiha, llevaban tantos años siendo rivales que era algo impensable, eran completamente diferentes y lo más importante de todo, estaba prohibido para una mujer de la rama secundaria tener una relación no notificada al líder del clan, quedar embarazada fuera de matrimonio era algo igual a ser exiliada o asesinada por el riesgo que corría la idea de que el Byakugan cayera en manos de alguien no autorizado.
-Podemos decir que es mío y…-Balbuceo con prisa Takashi.-P-Podemos irnos de Konoha o-
-No.-Lo detuvo Natsu.-No quiero tenerlo, no puedo, no podría quererlo yo… solo quiero que esto desaparezca.