Quédate Conmigo +18

Lili98stylison

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Los años de preparatoria terminaron, con el paso del tiempo las personas cambian... A veces pueden cambiar o... Еще

Prólogo
Cast
UNO
DOS
TRES
CUATRO
CINCO
SEIS
SIETE
OCHO
NUEVE
DIEZ
ONCE
DOCE
TRECE
CATORCE
QUINCE
DIECISÉIS
DIECISIETE
DIECIOCHO
DIECINUEVE
VEINTE
VEINTIUNO
VEINTIDÓS
VEINTITRÉS
París
VEINTICUATRO
VEINTICINCO
VEINTISÉIS
VEINTISIETE
VEINTIOCHO
VEINTINUEVE
TREINTA
TREINTA Y UNO
TREINTA Y DOS
TREINTA Y TRES
TREINTA Y CUATRO
TREINTA Y CINCO
TREINTA Y SEIS
TREINTA Y SIETE
TREINTA Y OCHO
Una voz
CUARENTA
CUARENTA Y UNO
CUARENTA Y DOS
CUARENTA Y TRES
CUARENTA Y CUATRO
CUARENTA Y CINCO
CUARENTA Y SEIS
CUARENTA Y SIETE
CUARENTA Y OCHO
CUARENTA Y NUEVE
CINCUENTA
CINCUENTA Y UNO
Epílogo

TREINTA Y NUEVE

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Lili98stylison

Alessandro

-Bien esta todo listo, Bosco organizo todo como lo pediste-. Comento mi hermana al otro lado de la línea. 

Sonreí de oreja a oreja luego de saber que todo lo que necesitaba para una noche especial con Alexandra estaba lista, me sentía nervioso y la verdad es que no entendía del poco pero estaba nerviosa y al mismo ansioso de poder hacer esto con ella. Desde que me di una ducha no dejaba de pensar en ella y no de la forma sexual como quería hacerlo sino que estaba pensando en ella como la persona fabulosa que es y que desde que llego a mi vida todo a cambiado o al menos una parte de ella, me siento un poco más relajado y que con ella puedo ser yo mismo sin miedo a que me juzgue por ser como soy, desde que Alex esta en mi vida no he estado con otras mujeres y es que con una mujer en mi vida no me bastaba yo necesitaba a más mujeres para tener mayor satisfacción sexual, pero no, todo esto era tan nuevo y a la vez tan raro para mi. Pero las cosas que hacia por ella las hacia porque me naca hacerlo y ser así con ella, tal vez era mi sentimiento de culpa por lo que paso hace tiempo, tal vez sea esto. 

-Genial muchas gracias hermana, eres la mejor-. Agradecí-. ¿Mis padres siguen si saber en donde estoy, verdad?-. 

-No, ellos piensan que estas con Milo en un evento de su empresa, en Milán, tu no te preocupes Aless-. 

-Perfecto, eres la mejor nena-. Sonreí. 

-Lo se, pero lo que quiero que me digas si esto lo que vas hacer es para esa chica especial que me estas ocultando y que no deseas contarme de ella ¡Venga dime quien es!-. Grito al final. 

-No, olvídalo no te diré nada, ahora debo irme porque ya casi llego, te amo-. 

Soltó un bufido. 

-También te amo bobo-. 

Guarde mi celular en mi bolsillo de mi saco y mire como mi chofer, que claramente estaba rentado y que nos llevaría a donde tenia planeado llevar a Alexandra para poder estar solo los dos sin ningún tipo de problema y gozar de la choca que estaba ya acobijando al mundo o al menos a una parte de este mundo, el cielo estaba ligeramente nublado había dicho que probablemente llevaría y que haría algo de frio pero por suerte mi hermana se encargo de eso con Bosco que hizo un excelente trabajo en ese lugar. Tomo un respiro, tome las rosas que estaban a un lado de mi y me baje del auto una vez que nos estacionamos enfrente de la casa de Alexandra, bueno la de sus tíos, al salir del auto una poco de aire fresco me invadió por completo logrando que un escalofrió recorriera de mi cuerpo pero más sentí el escalofrió cuando la vi ahí parada en el pórtico de la casa con un vestido color beige perfectamente entallado a su cuerpo y abrigo café un poco más oscuro además de una zapatillas a juego con su vestido, joder, su cabello estaba suelto pero ondulado, se veía tan hermosa y tan perfecta que no me creía que fuera de verdad ¿Será de este mundo? no, no lo creo pero agradecía que ella estuviera en este mundo para hacerme creer en la divinidad. 

Se veía tan hermosa, bajo las escaleras del pórtico con mucha elegancia que parecía una princesa que estaba a punto de encontrarse con su príncipe al inicio de las escaleras, cunado estuvo delante de mi yo me quede sin habla, una pequeña sonrisa se le pinto en su rostro que me hizo sonreír a mi de la misma forma que ella lo hacia, no sé lo que sentía en ese momento ese sentimiento era completamente nuevo para y lo desconocía pero me gustaba lo que sentía en la boca del estomago.

-¿Como me veo?- Pregunto ella abriendo sus brazos mostrando su vestido. 

-Perfecta-. 

Ella soltó una pequeña risa y yo solo pude extenderle las rosas la cuales tomo con delicadeza y acercándolas a su nariz para oler su aroma, le extendí mi mano para que la tomara y así lo hizo, me tomo de mi mano y yo la guie a la puerta del auto para ayudarla a subir, posteriormente subí del otro lado para que así el chofer arrancara el auto. Mientras estabamos en el auto de camino a la sorpresa que le tenia preparada a Alex tomamos un poco de champaña brindado por la segunda oportunidad que nos daba la vida por reencontrarnos y dejarnos ver que no éramos tan malos como creíamos, o bueno, más bien que yo no era tan malo como ella creía que no era el mostro que pensó que era y que gamas fue me intención hacerle daño hace años, me sentía afortunado de poder estar con ella ese momento y disfrutarlo como era debido, cuando me di cuenta que ya estabamos llegado a nuestro destino de una pequeña caja de piel saque una tela de seda roja y se la mostré. 

-¿Para que es eso?-. Pregunto confundida, pero al vez divertida. 

-Es para ti, no quiero que veas lo que tengo planeado para ti-. Sonreí. 

-¿Qué? ¿A caso me llevaras a un cuarto rojo y me harás muchas cosas sucias?-. 

Sonreí con lujuria ya que por un momento me la imagine así en un cuarto de juegos, si que esta chica vio esas malditas películas eróticas de mal gusto, bueno, yo también lo hice para darme ideas pero fueron un verdadero asco. 

-No, no es una mala idea, gracias, pero no, es algo mejor que un cuarto rojo-. 

Me vio un poco nerviosa pero al final asintió con la cabeza para así acercarse a mi para poder colocarle la tele en los ojos, pase una mano delante de sus ojos para asegurarme de que no viera, pero creo que no lo vio porque paso su mano por los ojos tocando la tele, solo espero que no hiciera trampa. El auto se detuvo y yo baje de este rodeándolo y así abrir la puerta de su lado, la ayude para que no se cayera ya que había algo de piedras en el camino, se veía muy nerviosa ya que me tomaba con fuerza de mi brazo y con la otra tomaba sus rosas para que no se cayeran al suelo. 

Caminamos por el sendero de piedras y tierra, tal vez sus tacones necesitarían una buena limpieza, seguimos caminando hasta que llegamos a un camino de tarimas de madera decoradas e iluminadas por velas que nos llevaba a donde estaríamos esa noche. 

-¿Estas lista?-. Le pregunte cerca de su oído. 

-La verdad, no, siento que me viniste asesinar y tiraras mi cuerpo por la carretera-. 

Reí ante su imaginación. 

-Créeme es mejor que eso-. 

Entonces le quite la tela de los ojos y sus hermosos ojos marrones se iluminaron por completo al ver una camioneta Hummer color blanca con la cajuela abierta que contenía almohadas, sabanas y todas las comodidades para pasar las noche juntos, pequeñas luces cálidas colgaban de la cajuela dandole un toque intimo a la situación además de una fogata que estaba solo unos cuantos centímetros cerca de la camioneta para brindarnos un poco de calor. Alexandra se giro a mirarme sin poder creer lo que estaba viendo en ese momento, se acerco a mi para darme un abrazo que me agarro por sorpresa pero que no dude en devolverle. 

-Es muy hermoso, gracias-. 

Su cuerpo pequeño, pero al mismo tiempo cálido eran tan lindo que no deseaba alejarme de ella. Tome sus mejillas para alzar su rostro y así acercarme a ella dandole un beso en sus labios, un beso que comenzó lento y que siguió así por un par de minutos hasta que nos separamos y solo nos pudimos sonreír. 

-Ven, vamos-. 

La tome de la mano para así caminar hacia la camioneta, dejo sus rosas a un lado y la ayude a subir para así posteriormente quitarle sus zapatillas, mire sus pies por un segundo que tenían una perfecta periquera y sus uñas estaban de un color negro mate. Me acerque su pie izquierdo dandole un beso logrando que una risa saliera de su boca, la mire y le guiñe un ojo, proseguí con el otro. Me levante para así sacar de mi bolsillo del saco mi celular y abrir la cámara. 

-Posa para mi nena-. Le dije. 

Ella solo asintió con la cabeza y comenzó a posar como si fuera una modelo profesional, se veía perfecta que no me lo podía creer, perfecta así de simple y nuevamente esa sensación en la boca del estomago se hizo presente. Seguimos así por unos segundos tomando fotos, claro que yo me uní a una de ellas donde yo estaba sentado en la cajuela y ella estaba en medio de mis piernas tocando mi mejilla, pegando su frente en mi mejilla mientras yo la abrazaba por la cintura, entonces la lluvia se comenzó a soltar así que nos subimos a la cajuela para cerrar la puerta. 

Nos recostamos oyendo como la lluvia golpeaba en el auto, pero la luces nos seguían iluminando y ahí la mire, se veía tan tranquila, tan relajada y feliz, mi brazo estaba abajo de su cuello y mi mano estaba sobre su hombre pero ella lo sostenía haciendo pequeños dibujos en el. 

-Alex-. La llame. 

Se giro para mirarme y ahí no pude más y me acerque a sus labios para besarlo con pasión, pero en movimientos lentos, movimientos que hacían que el calor entre nuestros cuerpo creciera poco a poco, nuestras reparaciones estaban agitadas. Me subí sobre ella sin aplastarla ni lastimarla, nuestras lenguas se encontraron haciendo una lucha entre ellas, jadeos y gemidos se hicieron presente, mi mano recorrió de su rostro a hasta su abdomen al igual que ella hacia conmigo recorriendo mi cuerpo con su pequeña mano. Nos encontramos con la mirada y ahí la ropa ya no importo más, nos desnudamos admirando nuestros cuerpos como si fuera la primera vez que nos veíamos de esa forma, se veía tan perfecta, aquellas marcas que su piel tenia la hacia un más perfecta de lo que ya era. 

Me acerque a esas marcas en su cintura para poder besarla con delicadeza, como si tuviera miedo a que ella se rompiera, quite su ropa interior con cuidado dandole un beso en su vientre logrando que un gemido saliera de su garganta, subí mis besos por su abdomen, senos, pecho y por ultimo sus labios. 

-No...no me tortures más Alessandro, Follame-. 

-No amor, no voy a follarte-. Me miro confundida-. Por primera vez quiero hacer el amor-. 

Sus ojos se llenaron de lagrimas las cuales salieron y yo me encargue de quitar con mi pulgar, solo pudo asentir con la cabeza al oír lo que le dije, quite mi única prenda que tenia puesta que era mi boxer, pero no nos dejábamos de mirar solamente nos mirábamos en lo que yo me adentraba en ella con lentitud. 

-Ah...-. 

-¿Te lastime?-. Pregunte. 

Ella no dijo nada por unos segundos. 

-Solo...solo no me acostumbro a ti...-. Rio-. Eres muy grande-. 

Tampoco no pude evitar reír por su comentario que me alimento un poco mi ego. 

-Bien ¿Quieres que me mueva?-. 

Asintió con la cabeza, me adentre en ella, Alex se sostuvo de mis brazos mientras me adentraba en ella no me moví por un tiempo hasta que sentí con ella comenzaba a mover la cintura supe que ahí era el momento de hacerlo. Comencé lento, sin problema y se veía que lo estaba gozando, si que lo estaba haciendo y me gustaba lo que estaba sintiendo en ese momento, Alex no dejaba de gemir de gusto y placer, nos miramos a los ojos, jamás pensé que hacer el amor fuera tan placentero o ¿Sera que era ella? tal vez era ella que lo estaba haciendo muy bien y yo lo estaba disfrutando mucho, no dejábamos de vernos eso era lo que estaba haciéndolo mucho más especial. 

-Alessandro...Alessandro...-. 

-Si nena, córrete para mi, amor-. 

Sus ojos nuevamente se llenaron de lagrimas y yo no pude contenerme más y me moví con fuerza haciendo que Alex se corriera y yo pocos segundos después. Caí a un lado de ella con mi respiración agitada, ella se recostó en mi pecho y ambos no dijimos nada solo seguíamos oyendo como caía en agua en la techo de la camioneta. 

No sé lo que estaba pasando conmigo ni de lo que sentía hacia a Alex, no sé porque sentía algo extraño en mi  estomago que era algo nuevo para mi, era algo que jamás me había pasado con otra mujer ni si quiera con Elena, pero con ella estaba siendo obligado a casarme y mi boda sería en dos meses, la fecha se había acordado, mi padre me la hizo saber hace unas horas antes de que llegara a Londres, me casaría con Elena en dos meses, ahora, la cosa era si Alex seguiría conmigo cuando estuviera casado con ella. 

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