Capítulo 3

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- ¿Por qué no soy capaz de hacer el jutsu clon incluso después de tanto entrenamiento de control de chakra? – Naruko se quejo mientras miraba con irritación a las copias de ella misma que parecían barro blanco.

-No te preocupes Naruko, estoy seguro de que la próxima vez lo harás mejor – Iruka, el maestro de la clase dijo con tono suave, ligera decepción en su voz.

Hoy era el día del examen de la academia y una Naruko Uzumaki de doce años creía que iba a fallar con uno de los jutsus más fáciles que le enseñaron, su irritación llego a tal punto que incluso hizo que cierto pelirrojo escondido en las sombras quisiera saltar a ayudarle, eso fue algo que no ocurrió cuando vio como las manos de la niña se movían hacia un sello que él conocía bastante bien.

-Quería demostrarme que era capaz de lograr ese jutsu, pero por lo visto todavía me falta entrenar – ella dijo, con sus manos ahora en un sello de cruz bastante particular – tajuu kage bunshin no jutsu.

Varias nubes de humo aparecieron en lo largo del salón, la sorpresa siendo visible en el rostro de los dos maestros y los compañeros de curso de la Uzumaki, después de que el humo se disipara quince clones de la rubia aparecieron, paradas en las paredes y techo, todas ellas con pucheros en sus rostros al tener que recurrir al jutsu que su nii-chan le había enseñado luego de que fracasara en el décimo octavo intento.

-No quería usar el clon de sombras, sería admitir que no puedo con un simple jutsu – todas las Naruko dijeron al mismo tiempo con sus brazos cruzados sobre su pecho, provocando que la mandíbula de la mayoría cayera al suelo.

Los clones se disiparon dejando a la frustrada Naruko enfrente de toda la clase mientras empezaba a realizar otro grupo de sellos manuales, sacando a los dos maestros de su estupor, solo para ver un instante después una nube de humo, dejando ver a cierto pelirrojo Uzumaki, que tenso a los dos chunnin, a uno más que otro, un segundo después había un Sasuke Uchiha tirado en el suelo mientras la chica tomaba su lugar en la silla al lado de la ventana mientras seguía refunfuñando sobre no ser capaz de ganar una apuesta.

-Um, Naruko-san, puedes venir por tu bandana ninja – Iruka dijo con ligero nerviosismo al percatarse del chakra de cierto pelirrojo escondido.

-Ya voy – ella dijo esquivando de repente el golpe de una pelirrosa fanática que empezó a gritarle para su fastidio – ya cállate, Sakura, tu voz es muy irritante ¿o quieres que te vuelva a colocar un sello de silencio?

Cuando la mención de un sello de silencio fue realizada, la pelirosada se quedó en silencio de inmediato, teniendo un ligero estremecimiento al recordar la primera vez que eso ocurrió, lo que le dio miedo fue la llave que le impuso el día que la rubia y el Uchiha se enfrentaron y ella le grito acusándola de hacer trampa al ganarle al chico.

-Por fin, sigo sin creer que esa voz de harpía no sea un kekkei genkai creado de manera especifica para molestarme y para joder a loa Inozuka – Naruko dijo todavía irritada mientras recibía su bandana.

Menma se encontraba un poco divertido, pero ya era momento de que se fuera, tenía misiones por hacer y ya había enseñado bien a Naruko, así que podía dejar solo un clon que le hiciera la comida o que evitara que quemara la cocina cuando se le ocurriera algo loco para la cena, no es que la niña no supiera cocinar, la cosa era los materiales que usaba junto a la presencia de jutsu para según ella, fuera más rápido.

- ¿Eres un clon o el nii-chan original? – Naruko pregunto cuando volvió a la casa.

-Soy un clon, perdón si querías hablar de manera directa con el jefe, Hiruzen le asigno una misión, la necesaria para el mes – el clon del pelirrojo exclamo con voz suave.

Ahora es su historiaWhere stories live. Discover now