Capítulo 50

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-Sai ¿podemos volar un poco más rápido? – pregunte al tener un mal presentimiento.

-No, esto es lo más rápido que pueden ir – él respondió haciendo que solo mirará al frente.

- (Cálmate, Naruko) – Kurama exclamo con un tono de voz sereno – (recuerda que al momento de perder la calma te vuelves fácil de leer)

Él tiene razón, yo, que soy una persona explosiva, el hecho de controlar mis emociones es algo fundamental a la hora de ser una ninja, el hecho es que puedo aprovecharlo a mi favor dependiendo la situación, simplemente convierto las emociones en combustible para obtener una producción de chakra más rápida gracias a la adrenalina y otras hormonas que mi cerebro ordena enviar por todo mi cuerpo, es algo irónico que incluso me sienta un poco excitada al pelear, maldita adrenalina.

- (Espero que ese presentimiento no sea verdad)

X X X

-Incluso si ustedes dos anbu, mi experiencia en combate es por mucho superior a la de ustedes – Kakuzu mencionó con tono tranquilo.

- ¿Acaso la experiencia sirve de algo contra personas que han sobrevivido a dios? – Sasuke pregunto, su sharingan de tres tomoes cambiando a un patrón de átomo.

-Aquellos que son capaces de sobrevivir un entrenamiento con dios no necesitan de experiencia – Haku agrego, su cuerpo emanando un humo helado que comenzó a congelar el suelo.

-Solo conozco una persona que se hace llamar dios y ese es el líder de mi grupo.

-Entonces, ese es un dios falso – los dos dijeron al mismo tiempo.

Fuego negro cubrió de repente a la máscara de viento, comenzando a consumirla de inmediato, al mismo tiempo, esquirlas de hielo comenzaron a brotar del cuerpo de la máscara de fuego, atrapándola dentro de un hielo cuyo color parecía ser morado y que emanaba un humo gélido al igual que su usuario, en ese momento Kakuzu sufrió tres muertes simultaneas, dos por las dos máscaras que fueron destruidas y otra a causa del plan de Shikamaru, cosa que hizo que los dos anbu solo miraran a la máscara que quedaba y a su oponente, ellos habían decidido dejar de jugar.

-Entonces ¿algo más que decir, oponente del primer hokage? – Haku pregunto soltando la información como si no fuera importante.

-Que esto no se ha acabado – él exclamo mientras sus manos salían del suelo en dirección a los cuellos de sus oponentes.

En lugar de agarrarlos por el cuello, este simplemente los tomó por los brazos que los lanzó hacia el aire, donde la máscara de rayos lanzó múltiples ataques provocando que apareciera una nube de humo por los impactos, un segundo después, la máscara tuvo que esquivar una lanza de hielo que estuvo a punto de atravesarla, de la misma manera, Kakuzu retrocedió ante la espada de rayo que intento partirlo por la mitad, entonces, en el cielo pudo ver a Sasuke y Haku, el primero protegido por el Susanoo y el segundo por una armadura de hielo del mismo color que aquel que utilizo para congelar y matar a una de las máscaras.

-Incluso si ambos tienen eso, siguen sin ser invencibles – Kakuzu mencionó después de que la máscara de rayos liberara a la de fuego, la cual aparentemente había logrado seguir viva.

-Tú ataque no funciono, Yuki – Sasuke se quejo después que sus pies tocaran el suelo.

-Cállate Uchiha, no todos tenemos una técnica capaz de acabar con el enemigo de un golpe.

Ambos solo miraron a su oponente, el Susanoo y la armadura de hielo deshaciéndose para evitar el malgasto de chakra, los dos observaron como las dos marionetas que quedaban ingresaban una vez más al cuerpo de Kakuzu, el cual comenzó a cambiar, ahora teniendo hilos que salían de todas partes de su cuerpo y sus brazos teniendo lo que ambos creían era su máxima longitud teniendo en cuenta que al momento de lanzarlos había cerca de cinco metros de distancia entre ellos y su oponente.

Ahora es su historiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora