Capítulo 40

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-Entonces ¿Cuál es la misión, hokage-sama? – pregunte estando en la oficina hokage.

El equipo se trataba de Lee-san, Karin, Haku y yo, como un jounin Haku era el encargado de dirigir la misión, algo que me parece bien, con solo ver lo serio que esta, con solo ver su mirada se que es superior a los tres que nos encontramos aquí en términos de experiencia, la única persona que lo supera en esta habitación sería nii-san, el cual solo mira con tranquilidad dada la complicación de la misión, rango S, no esperaba recibir dos en menos de un mes, bueno, dejando eso de lado, todos partimos cuando los detalles de la misión fueron explicados.

País de los demonios, conozco poco acerca de ese lugar, mejor dicho, no conozco nada más allá del hecho de que son dirigidos por una sacerdotisa con una habilidad extraña, el camino fue en completo silencio, fue un poco divertido que Lee-san permaneciera en silencio durante tanto tiempo, también parecía influir el hecho de que Karin estuviera acompañándolo, pero eso no fue lo que llamo mi atención, miles sino es que millones de presencias que están vacías se encontraban moviéndose a un paso lento y constante, note que Karin también lo sentía, me pregunto si su rango sensorial es superior al mío.

Todos nos encontrábamos desplazándonos a una velocidad de un jounin promedio, cabe decir que las reservas de chakra igualaban o superaban las de un jounin de elite, igualado en el caso de Lee-san, lo vi de reojo, ha cambiado, todos lo han hecho, tienen una apariencia más madura, destape mi ojo izquierdo, vi como los puntos tenketsu referente a las puertas parecían haber crecido en comparación a alguien que no ha utilizado la técnica, deje de imbuir chakra en mi ojo y deje de ver la red de chakra como si fuera un byakugan, lo tape con mi cabello y seguí saltando de rama en rama sin decir palabra.

Nos detuvimos en la frontera del país del fuego para descansar, ya había anochecido y decidimos que tomaríamos un descanso de una hora cada uno, dos vigilarían un hora, después los otros dos, luego volveríamos a partir dada la urgencia de la misión, nadie se quejó, solo prepararon las tiendas, crearon un rápido fuego y fue en ese momento cuando me di cuenta de todo lo que me había perdido mientras me encontraba en el viaje de entrenamiento con Jiraiya.

La manera en la que los tres se movían me dejo atónita, era como si hubieran sido entrenados para estar sincronizados incluso en esta situación, así que mientras preparaba una rápida comida en el fuego que encendieron, los demás simplemente terminaron de hacer las cosas que se encontraban haciendo, dos minutos, eso fue lo que tardaron en tener las dos tiendas de dormir listas, aun así, fui la única que no durmió, ese entrenamiento con los sapos me creo una especie de trauma, no ayudo que a veces Amaru tuviera pesadillas, pensando en ella, me pregunto cómo le estará yendo.

-Si pudiéramos apresurarnos un poco – ella dijo con un tono suave.

- ¿Cuántos son? – Haku pregunto sin necesitar más información.

-Cuatro y sus chakra no son para nada normales.

-Entonces dejen que me adelante – exclame de manera calmada.

-Bien, pero no hagas algo que haría Menma-san – Haku dijo sacándome una sonrisa nerviosa.

-Creo que la diferencia de fuerza impediría que hiciera ese tipo de cosas.

Sin más decidí aumentar mi velocidad a cerca del triple, sentí como el aire desplazaba mi rebelde cabello con total libertad, algo ante lo que no pude evitar sonreír, este sentimiento de libertad, es algo que me gustaría sentir siempre, pero se que si comienzo a actuar de esa manera terminare dejando de la Naruko actual, algo extraño y difícil de explicar, aun así, no importa, es algo que siempre he dejado de lado, que hasta ahora he decidido ignorar por lo poco relevante que se volvió para mí.

Ahora es su historiaWhere stories live. Discover now