28. ¿Serias mi futuro?

17 2 0
                                    

—MARGOT—

Habían pasado dos días desde la visita inesperada de Gerard o mejor dicho el príncipe Gerard, supongo que muy en el fondo siempre supe que él no era un simple sirviente y que él era más especial de lo que se podía ver a simple vista.

Todo el día pensaba en la propuesta de el y cual era el resultado de las dos posibles respuestas
• Si decía que si y lo seguía como cualquier persona normal haría para estar con el amor de su vida , que te convertiría Reina de un reino mágico e increíble tendrías vida de cuentos de hadas con un "y vivieron felices para siempre" sonaba muy fácil casi imposible.
•Si Decía que no, arriesgaba a nunca jamás volverlo a ver,a volver a comprometerme con alguien que no amo y siendo infeliz, pero estaría siendo responsable de mis accionas y dejando de pensar en mi que es lo que me puso en esta situación en primer lugar, mi egocentrismo que ahora puedo ver y que en los últimos meses me había vuelto muy egoísta y dejé de ver por alguien mas que no fuera yo y eso me hace sentir estupida e infantil ante mis actos.

Sabia quien era la única persona con la que podía consultar esta decisión era nada más y nada menos que David, ya que nos volvimos muy cercanos desde que Bea volvió y esto da muy buenos consejos.

Salí en busca de David y lo encontré dando un paseo por los jardines con Bea, sentía que ella cada vez se encariñaba más con el, y no tenía miedo de que la vieran o de necesitar esconderse como yo, eso me dio una satisfacción saber que al menos lo que decida ella podrá ser feliz con alguien que si la ama, al acercarme a ellos dos me di cuenta que David leía el libro que le había regalado para Bea y ella escuchaba con bastante atención sin perder concentración en la pintura de aquel caballero de armadura plateada con cabello rubio y ojos azules, ambos se veían en calma, en una armonía casi celestial y cuando estaba decidida a volver por donde vine para no romperla David me vio y dijo:
— Hola Margot, qué haces por aquí— sin quitar en ningún momento su sonrisa.
— Bueno, quería ver si me podías ayudar en algo importante— al decir esto Beatrice se levanta con calma de su lugar y dice:
— Creo que será mejor me retire , si es importante.— me sentí mal por arrebatarle ese momento, sentía que en vez de perdonarme me tenía más rencor y recelo.
— No Beatrice por favor quédate, lamento haberlos interrumpido, mejor luego hablamos David.
— No no, por favor insisto en que hables ahora con el, así me aseguro no quieras dar una de tus charlas nocturnas como sueles darlas.— su comentario me hirió pero confirmo lo que ya sospechaba.
— Cariño, ya se disculpó varias veces, y ahora me tienes a mi, que podría dudar de todo menos de mi amor por ti.— dijo David en señal de tranquilizarle
— Al menos eso sí creo.— dijo dándose la vuelta sin siquiera voltear a verme, pero ya después de que se marchara dije a David.

— Gerard vino a verme.— sus ojos se saltaron tanto que creía iba a salirse de su cara, su expresión fue de asombro total— y todavía no sabes lo mejor o peor, es príncipe heredero al reino de la magia— David murió y revivió en un segundo donde la impresión.
— No puede ser cierto.
— Lo es, y me dijo que me fuera con el, que quiere que sea su reina.
— Eso es impresionante pero predecible, pero enserio wow Margot, tu enserio vives en una novela romántica, si no estuviera frente a frente de ti pensaría soy un personaje más.
— Yo creo que serías de los importantes.
— De verdad?, yo digo que no porque...
— Bueno volviendo al tema— lo interrumpí antes que empezara a describir qué personaje de novela dramática romántica seria— no se que decir, si le digo que si soy una egoísta ante el reino, si digo que no soy una egoísta ante el.
— Margot, ya fuiste una egoísta.
—Wow gracias David realmente necesitaba ese apoyo.
— Déjame terminar si, tu siempre estuviste enfocada en la corona y cuando te dijeron que no iba a ser tuya tan fácil, te enojaste, cuando tu relación con Gerard se volvió más complicada lo dejaste y siempre vuelves a él, es egoísta que pienses en tu bien, no, es tener aprecio y amor propio, no debes de cargar la responsabilidad que no quieres, si dices que si, te conviertes en una egoísta pero a los ojos de quien no lo eres ya, te comprometiste con un príncipe y lo dejaste técnicamente, te acostaste con el novio de tu hermana, le quitaste el trono a tu otra hermana, otra raya al tigre y se hace pantera, nada cambiará.
— Eso fue duro, pero no exageraste un poco?— ve vio con reproche— esta bien tienes razón pero me haces ver como la mala.
— no me gusta mentir, ni tampoco eres la villana, solo eres una niña patética que no sabes lo que quiere así que ve por en único hombre que conozco que se volvió rey de ser sirviente solo para poder estar con una mujer, pero es que ahí está el detalle, no eres solo una mujer eres, eres especial y él lo logra ver antes que todos.

David fue crudo pero honesto con sus palabras, soy una egoísta, pero no quiero ser la tonta que da todo de sí misma y a todos les sigue dando igual, las críticas siempre han estado sobre mi toda mi vida, si me veo más subida de peso o más delgada, si tengo un granito rojo en la piel o varios, si como poco o demasiado,
Mis hermanas me reprochan de sentirme superior a ellas, pero si supieran cuanto las admiro por ser como son todo seria distinto.

Horas después tenía entrenamiento de combate en armadura y espada así que fui alistarme, al llegar al salón me esperaban mis entrenadores junto mi padre para observar como lo hacía pero él se retiró una hora antes que terminaba, supongo era la última persona que quería lastimar así que me convertí en lo que quiso, pero siento que ahora sigue sin ser suficiente.
— Lamentamos interrumpir princesa, pero su padre mandó llamarla ya mismo.
Salí lo más rápido que pude, al encontrarlo, me sorprendió ver a la persona que estaba a un lado de él:
—Hola Margot.
—Hola Adrián— dije algo confundida.
— Los eh llamado a los dos para platicar sobre sus futuros, y que opino y creo que cometieron un error hace un mes al no casarse, ambos perdieron algo que no tendrán si no se casan, una corona— lo dijo casi como una sentencia pero antes de poder decir algo Adrián se adelantó
— Discúlpeme majestad, pero yo no estoy interesado en ninguna corona, siempre agradeceré su oferta y el haberme considerado, pero soy de los que creen que los matrimonios arreglados acabaron hace más de un siglo, tenemos derecho a decidir nuestro futuro, con o sin corona— Adrián dijo mas seguro con nada y antes de darse la vuelta para salir de ahí agregó— me quedaré por esta noche si no le importa mi rey, mañana partiré a primera hora.
— y tu que tienes que decir? Saldrás corriendo por tu sirviente.
— No llames así alguien que al menos tiene el valor de pelear por lo que ama, tal vez si hubieras peleado por margarita tú serías feliz— dije casi como reproche.
— Pero tu no estarías aquí, y no me arrepiento que la dejé ser feliz el tiempo que tuvo.
— Porque te molesta que sea feliz con Gerard papá, el me ama, lo a demostrado.
— Tengo miedo a perderte, como perdí a Margarita.

Salí de ahí algo enojada, ya que mi padre no me dejaba vivir mi vida solo porque él tampoco, pero entiendo su dolor y preocupación, pero ya no soy una niña se lo que quiero y ahora más que nunca estoy decidida a no perderlo a pesar de que pierda todo lo demás.

Pase un poco después por la habitación de Adrián, no hablaba con él desde la boda, al estar enfrente de su puerta un gran nerviosismo entró en mi y casi decidida a retirarme el abrió la puerta como si estuviera esperándome
— está todo bien— pregunto tranquilo con una pequeña sonrisa en los labios.
— Si, solo quería saber si estas bien o si necesitas algo puedes decirme— dije de manera tan tonta que dio pequeñas risas escondidas.
— Lo se, segura que es todo?
— Eres como Anastacia, me conoces demasiado bien.
— Bueno, crecer prácticamente juntos hace aprender algo no Maggy.
— tenia años sin que alguien me dijera eso.
— Lo se, solo yo y Anastacia, pero pronto solo fui yo y después nadie.
— Solo quería decirte que me impresionó todo lo que dijiste haya, fue muy valiente de tu parte.
— Gracias trate de ser sincero, aparte, no puedo casarme estando ya prometido— eso último me dejo un poco atónita me causo alegría que fuera feliz.
— Me alegra demasiado escuchar eso, y que seas feliz.— dije sinceramente.
— Sabes que aún te amo, ¿verdad?
— Lamentó no poder corresponderte, créeme que si pudiera elegir de quien enamorarme sería todo más fácil.
— Ahí está el problema maggy, el único órgano que decide sin pensar es el corazón, es aún más sabio que el cerebro, por eso decide pero no elige.
— Te quiero Adrián.
— Yo a ti Maggy

HOLAAAAAAAAAAAAA
les tengo este otro capítulo, que es un poco mas dinámico, ustedes pueden elegir la decisión de Margot comentando porque debería aceptar o denegar la propuesta de Adrián
Hasta pronto les amoooooo bye
Por cierto no soy depresiva Margot se equivoco ahí jajajajajaja

El Corazón Del CastilloWhere stories live. Discover now