El Corazón Del Castillo

24. Querido adrian

MARGOT

En cuanto pude abrir los ojos, ya estaba Ana y mi madre alistándome para la boda, estaban preparando una tina de agua caliente para poder tomar un baño, mientras eso estaba tomando el desayuno con mi padre, pero esta vez Adrian no estaba, ya que la tradición es que no puede verme todo el día hasta el momento del altar.

En el desayuno, mi padre no dijo nada, estaba muy serio, mas de lo que me habría gustado.

Después de unos minutos dijo al aire.

— Encontraron a Beatrice y a Bennett en un reino no tan lejos de aquí, estaban en un nuevo lugar que para mi sorpresa, gobiernan Bennett y su esposo.

Esa noticia me pactó, ya que en términos así, había recibido dos grades noticias bennette es reina en algún lugar, y bea no esta con Gerard.

Guarde mi impresión para otro momento y le dije a mi padre:
— Me alegra que estén bien, también que Bennett este viviendo lo que siempre quiso. Y que Bea este con ella.
— ¿sabes qué significa que Bennett este casada?

Sabia exactamente lo que quería decirme pero sabia que no podía decirlo.
— Ella debería ser reina de Moncarieli.
— Lo se.— dije casi avergonzada.
— ¿Margot, realmente quieres ser reina?

Sabia que si me lo hubiera preguntado seis meses atrás mi respuesta seria si, un si definitivo, sin importar nadie ni nada ese era mi meta, pero ahora no sabia realmente que era lo que quería, ni siquiera sabia si quería casarme con quien podría ser el hombre mas perfecto que he conocido jamás.

—Si.
— No sabes mentir.

Eso fue lo ultimo que dijo mi padre antes de retirarse, recordé lo que me dijo David algunos días antes, quien en este castillo no sabia lo de mis sentimientos por Gerard, estaba insegura de todo y el recuerdo de la Margot segura y astuta parece un recuerdo tan lejano.

Después de tomar el baño caliente en la tina, mis sirvientas junto a mi madre y Ana iniciaron la travesía de hacerme lucir decente para la boda.

Comenzaron cepillando mi cabello mientras otra me ponía algún tipo de crema, y otra me untaba algún tipo de maquillaje o no se que, sentía como si mil manos estuvieran por todo mi cuerpo.

Después de alistarme del cuerpo y la cara mis sirvientas comenzaron a vestirme con el esplendido vestido, cada centímetro que subía por mi piel recordaba las manos de Gerard recorriendo la misma, podía casi sentir el calor de su tacto, saborear el instante y la pasión que hasta subía por el techo, recordaba cada momento, cada sentimiento y cada sensación , pero en tan solo pensarlo sentía vergüenza de mi misma, del como se fue y estoy a punto de casarme con otro.

Después de enfundarme por segunda vez en el vestido seguía dejándome pasmada con la belleza que tenia sus delicados bordados y suave tela.

— luces hermosa— dijo mi madre con lagrimas pero con una sonrisa.
— Te ves absolutamente exquisita, hoy hasta la luna te tendrá envidia.— dijo Ana entre sonrisas y carcajadas.
La luna es la única testigo que tengo de mi verdadero propósito por el cual mi corazón sigue latiendo.

Llegamos a la catedral del reino, desde la entrada no se podía ver el altar de lo gigantesca que era, sus techos parecían tan altos que mareaba de solo verlos y tenia hermosos candelabros que adornaban toda la iglesia.

En cuanto puse un pie en la bella catedral, una orquesta comenzó a tocar, sentía mis pies como flotando y todo a mi alrededor casi desaparecía, olvide absolutamente todo, hasta que estaba del brazo de mi padre, al llegar al altar el sueño se termino,estaba en mi realidad nuevamente, y quien realmente estaba ahí era Adrian, sus ojos verdes recorrían todo mi ser y parecía fascinado:
— Luces fantástica.
— Gracias, tú tampoco estas tan mal— dije mientras compartíamos una pequeña sonrisa.

La misa comenzó, al igual que las actividades tradicionales para la boda real donde se leían lecturas especificas que tardaban horas a veces mas de 4 horas pero yo decidí que se acortara el tiempo, así más rápido empezaría a ser reina.
Que tonta.

— ¿Mar estas segura de querer hacer esto?— susurro Adrian a mi oído, cuando voltee a verlo sus ojos estaban llenos de angustia y miedo.

Mi silencio lo tomo como una respuesta y me dijo:
— Yo realmente te amo, y se que podemos hacer que funcione, pero realmente quieres eso, no te veo feliz.

Volví a alejarme un poco para verlo pero ahora, solo podía sentir miedo yo, quería desaparecer, pero no siendo lo suficientemente amable Adrian me toma la mano y ya por ultimo susurra:
— Todo estará bien.

Toda la misa espere que la puerta se abriera y que Gerard entrara por mi, que llegara y dijera que yo le pertenezco y el me pertenece, y después de tanto desearlo me sentí mal por el pobre hombre sentado a mi lado, sabiendo que el me amaba y haría cualquier cosa por mi, pero por mas fuerte que dese que eso pasara, no ocurrió, y porfien sonó la frase que me saco de mis pensamientos:

— Princesa Margot Antonniette I, esta dispuesta a tomar a Adrian de Arquinea en sagrado matrimonio, para amarse y gobernar a su reino hasta que la muerte los separe

Las palabras mas cortas y difíciles que dije en mi vida salieron casi en sollozos
— Si... acepto.

Adrian II de Arquinea, estás dispuesto a tomar a Margot I de este Reino, en sagrado matrimonio para amarse, respetarse y gobernar este reino

Para mi sorpresa la respuesta de Adrian fue largamente pensada y después de unos segundos en silencio por fin dijo:
— No, no acepto.

Las voces de todos los presentes empezaron a sonar, los murmullos se empezaron a escandalizar y las miradas estaban por ningún lugar, Adrian me toma por sorpresa y como si no fuera poco, me abraza y susurra a mi oído por Ultima vez:
— Te dije que todo estaría bien, te amo y quiero que seas feliz.

Con un beso en la mejilla un poco empapada se aleja poco a poco dejándome parada y perpleja en el atar desapareciendo entre el pasillo y su sombra desvaneciéndose consigo mismo, como la primera vez que lo vi.

HOLAAAAAAAAAAA❤️❤️❤️❤️❤️❤️❤️❤️

Espero les haya gustado este cap, ya que se vienen cosas muy buenas,✨✨
cuídense los tkm:)

También si pueden comentar algo, me encantaría mucho, me motiva demasiado leerlos y saber que piensas :))) los, las y les amooooo muchooooo