3. Desayuno Familiar

207 32 34
                                    



Anoche después de la mejor aventura de mi vida no podía dejar de pensar en la cabaña, en la magia, y sobre todo en GERARD.

Me asustaba empezar a sentir cosas por el, pero todo esos pensamientos se desvanecerían cuando llegara al momento de desayunar con mi familia.

No voy a mentir no tenia la mejor relación de hermanas pero jamás las delataría a ninguna pero no es el mismo caso de mi hermana Bennett, ella siempre a sentido un recelo, desde niñas trataba que me regañasen sin razón solo para satisfacción propia, si obtenía de alguna forma algo para molestarlo no dudaría lo usará en mi contra y ese día no fue la excepción:
— Buenos días Hijas mías.— así nos solía saludar mi padre
— Buenos días padre? ¡JA! Dile eso Margot.

Yo estaba en ese momento muy entretenida con mi pan y la sopa de tomate así que solo hice una cara con expresión de duda sin saber que estaba pasando:
— !¿Porque lo dices Bennett?!
— Por que sería padre? Tal vez Porque salió a dar un largoooo paseo con su sirviente, como dices
Que se llama Gerundio?

Mis mejillas se enrojecieron de la rabia, pero no fui la única, mi padre estaba igual o peor ( supongo eso es heredado por el) :
— !¿QUE HICISTE QUE MARGOT ANTONIETTE?!
— Se llama Antoniette?— pregunto mi hermana Beatrice.

Sabía que mi padre estaba muy muy enfadado no me decía mis dos nombres juntos desde que rompí su espada con mango de marfil a los 8:
— Antes que nada, si Bea, me llamo Antoniette, y segundo si salí con Gerard pero puedo explicar a donde y que hicimos, tercero ... — tome un largo suspiro porque sabía que iba a necesitar mucho aire :
— ¡MALDITA VÍBORA!! Solo eso buscas Bennett, que mi padre se enoje conmigo y así te ponga un quinto de toda la atención que por años me dio a mi y tú deseaste y síguela deseando Porque esto causa que solo me de más atención a mí y tú solo quedes como lo que eres
LA. MALCRIADA EGOCÉNTRICA.
— PADRE!
— ¡MARGOT! En este mismo instante te vas a mi sala privada.
— Si padre — dije resignada.
— GUARDIA.
— Si mi majestad.
— Háblale a este tal Gerard dile que lo quiero ahí también YA!— oh no, esto ya está mal, que mi padre me regañe a mi nunca pasa de uno O dos gritos pero ya porque soy su hija a Gerard lo puede encarcelar o hasta decapitar.

Mientras iba de camino ahí sentí miedo y furia, tenía ganas de ahorcar a Bennett y estaba dispuesta a dar la cara por Gerard.

Llegue y antes de que mi padre llegara, llegó Gerard, me alegre al Verlo pero al ver que tenía dos Guardias, uno de cada lado mi alergia se esfumó.
Mi padre llegó unos minutos después echando fuego por la nariz:
— ¡GERARD! como es posible que TÚ me hayas hecho esto a mi, que te trate como un hijo, y te acogí en mi castillo.
— Mi Rey déjeme explicarle...
— ¡NO! Iras al calabozo por una semana, con pan y agua cada tercer día.
— ¡PADRE NO! No es justo, yo te voy a explicar que fue lo qué pasó.
— Margot cállate, si no iras al calabozo también.
— ¡BIEN! Yo también iré.
— ¡ESTAS LOCA! No dejare que te castiguen por mis errores.
— Gerard tú solo estabas haciendo tu trabajo, padre escucha, yo salí de noche a buscar aventuras ¡Gerard me acompaño porque es mi guardaespaldas!
— Muchacho, ¿eso es cierto?
— No, claro que no.
— Claro que si, no seas absurdo Gerard.
— En ese caso, Margot, No solo estás encubriendo un sirviente, si no, me estás mintiendo— se dio la vuelta y tomo un largo suspiro mi padre y el miedo entro por mis venas.
— ¿Quieres ser una valiente reina y al parecer también caballero no es así Margot? Pues te daré lo que quieres — oh no, sabía que estaba a punto de pasar— GUARDIAS, llévenla al calabozo, una semana, pan y agua cada tercer día.

— ¡NO! MARGOT POR FAVOR DILE LA VERDAD.
— ¡CÁLLATE GERARD! Su castigo está decidido, tú por otro lado vuelve a trabajar o cambiare de opinión.
Yo por otra parte no podía decir nada, tenía a dos guardias tomándome los brazos para que no me pudiera escapar.
Procedieron a llevarme a mi cuarto, me quite el vestido y me puse una delgada bata de seda como de pijama y me permitieron llevar una frazada para el frío de la noche.
Todo el camino lo recorrí callada, y aunque me ofrecieron ayuda para escapar los guardias no podía ni hablar:
— Princesa, huya y vuelve en una semana, no es un lugar para usted.
— Mi compañero tiene razón princesa, aquí está lleno de ratas y alimañas, y no podrá sobrevivir con tan poca comida.
Y así estuvieron todo el camino, tratando de persuadirme y escapara de mi castigo, pero sabía mi padre al primer día iría a sacarme.

Al llegar al calabozo uno de los guardias casi vomita por el olor  fétido que había ahí abajo y volvieron a ofrecer su ayuda de escape pero sabía si mi padre se enteraba, ellos pagarían por ayudarme con su cabeza.
Entre a la celda sin siquiera chistar y solo estuve ahí viendo las barras oxidadas.
Solo me atreví a pedirle algo a uno de los guardias:
— Guardia será posible que...
— Si princesa por Dios, claro que la puedo dejar salir de aquí— dijo buscando las llaves para abrir la puerta pero lo interrumpí.
— No, eso no, ¿será posible que vaya por uno de mis libros a mi cuarto y me lo traiga?
— Oh, creí que quería ya marcharse.
— No, no puedo dejar que mi padre vea que soy débil.
— Entiendo, y claro que le traigo un libro hasta dos
— Gracias, toma cualquiera que te agrade de mi estantería y tráelo, lo leeré para ambos.

Pasaron unos 40 minutos antes que el guardia volviera, llegó con dos ejemplares, uno era de los hermanos grimm y otro era una obra de Shakespeare se apresuro a sacarlos de su abrigo y a dármelos y seguido me dio un abrigo que había sacado de mi guardarropas:
— Aquí está princesa y el abrigo es porque pensé podría tener más frío.
— muchas gracias, perdón por ser tan grosera ¿cual es su nombre?— me di cuenta que no sabía ni su nombre y él estaba siendo muy amable.
— Es David.
— Un gusto David, soy Margot y solo dime Margot.
— Está bien princesa... Margot, perdón la costumbre.
— No te preocupes, bueno ¿cual libro quieres leer primero?
— Romeo y Julieta si no le importa.
— Por su puesto que no, es uno de mis favoritos.

Dure horas leyendo en voz alta para ambos y trataba de imitar las voces, dar énfasis al libro para que fuera más divertido, el libro se terminó muy pronto y sin darnos cuenta ambos estábamos llorando por ese romance tan trágico:
— David estás llorando — le pregunté mientras me secaba las lagrimas.
— No, Margot cómo cree, solo me entro una basura al ojo.
Reímos por nuestras niñerías y en eso se escucho como pasos pesados bajaban por las escaleras
"Mi padre" pensé, pero no pude estar más equivocada:
— Vaya vaya, mi querida hermana se encuentra donde pertenece, entre las ratas y suciedad— Bennett había bajado solo a molestar y no venía sola Mi madre estaba acompañada de ella:
— Hija, ¿realmente es cierto?
— Madre por su puesto que es cierto a que más se escapa alguien al bosque en medio de la noche—
Bennett procedió a hacer una mueca de asco y yo no entendía que pasaba:

— Madre, no entiendo, ¿de que hablan?
— TE ACOSTASTE CON TU SIRVIENTE.
gritó Bennett sin quitar su sonrisa de burla.
— NO, eso no es cierto, yo tenía ganas de ir a buscar una aventura al bosque y Gerard me siguió Porque es mi caballero y su trabajo es protegerme.
— Margot cuando salgas de aquí hablaremos muy seriamente— dijo mi madre aún llorando.
Mi madre ya no estaba ahí pero Bennett no podía irse sin su despedida triunfal:
— ¿Sabes algo hermanita?, ni toda la mugre de aquí juntada con la de los caballos y de los desperdicios del pueblo, alcanza para comparar lo sucia que eres— y así simplemente salió con su sonrisa triunfal.

El guardia volvió a custodiar mi Celda mucho tiempo después pero antes de eso el único preso que estaba ahí dio una pequeña carcajada y me asusto:
— ¿Hay alguien más? — pregunté.
— No — dijo el otro preso.
— ¿Quien eres?
— No lo sabes.
— Lo sabré si me lo dices.
— Soy el padre de tu amigo.
— ¿ Quien? ¿Gerard?
— Sí.

————————————————————
HOLAAAAAA
Si leíste hasta este capítulo y te gusta porfavor déjamelo saber, me apasiona escribir y tengo más historias en mente.
Hasta pronto ✨✨✨

El Corazón Del CastilloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora