El Corazón Del Castillo

13. De regreso a casa

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El día después de haber aceptado la propuesta de Adrián decidí invitarlo a pasar algunas semanas en Moncareli, de todas formas tenia que avisarle a mi padre de mi compromiso y tambien Anastacia nos acompañaría.

todo el camino se paso muy rápido, aunque estaba muy nerviosa pues aunque sabia que con Adrián de mi prometido tenia la corona prácticamente en mis manos algo me hacia sentir un mal presentimiento, tal vez porque sabia que volvería a ver a Gerard y aun no superaba el amor que le tengo.

se que esto no es nada justo para Adrián pero de alguna manera el estaba dispuesto a esperar hasta que yo quisiera que fuera el día de la boda y estaba segura que el día que yo me casara con Adrián seria el día que olvidara completamente a Gerard, aunque eso sonara imposible, pero el que decidió romper con la relación de algún modo fue el pero en el fondo siempre supe que jamás podría ser lo nuestro.

Al llegar al castillo supongo Adrian noto mi preocupacion, pues se me acerco, me abrazo y me dijo:

—Tranquila todo estara bien.— de alguna manera me sentía que lo estaba utilizando y que el de algún modo ya lo sabía.
Mientras bajamos todo en la entrada del castillo una de mis valijas se cayo, la cerradura se rompió y mi ropa salió volando por todos lados mientras, corrí hacia mi valija y la ropa, una mano que sostenía uno de mis corsets me lo da y me
Dice:
— Ten más cuidado.— sabía de quien era esa mano, y sabía a quien tendría cara a cara si levantaba la mirada, pero sin dejar que viera que tenía poder absoluto en mi levante la mirada y me encontré a los ojos azules mas preciosos del mundo.
Gerard seguía ahí con su brazo estirado hacia mi sosteniendo mi corset, lo rebate y de mi solo pude decir:
— No fue mi culpa, la valija se cayo.— en eso
Adrian se acerca a ayudarme a recoger todos mis vestidos y sombreros que estaban por el piso.
Cuando terminamos de juntar todo se acerca y dice:
— Cariño, subamos tus cosas para que alguien pueda lavarte lo que se ensucio. — No quería ver a Gerard después de eso pero fue inevitable, en su cara solo podía ver su enojo y tristeza, dejo las
Cosas y salió rápidamente de la entrada y se perdió entre los pasillos de jardín.

Adrian seguía ahí, esperando a que me moviera y yo solo quería correr a buscar a Gerard, tranquilizar su enojo y decirle que yo solo lo amaba a él.
— ¿Te sientes bien?— Me preguntó Anastacia haciéndome volver a mi realidad.
— Si... solo un poco cansada— dije moviendo la cabeza para disimular la tristeza qué abundaba en mi rostro.
— Yo también me semiento muy cansado, supongo que será mejor mañana avisar de nuestro compromiso a tú  padre— asentí con una sonrisa tratando de no parecer incómoda o triste.

Al dejar en su recámara a Adrián, me tomo del brazo jalándome hacia el y me abrazo muy fuerte y me dijo:
— Me haces muy feliz Margot, pero si tú sientes que esto no es lo mejor para ti, este es el momento.

Lo mire unos segundos, con la tentación de poder decir que es así, que lo quiero pero no lo amo y a quien realmente amo esta del otro lado del castillo y se fue recorriendo los jardines.

Pero esas palabras jamás salieron de mi boca y solo pudo salir un:
— También estoy feliz, solo recordé algunos problemas con mi padre, te quiero Adrián— y lo abrace de vuelta, sabía el era bueno para mi y me amaba, todo estaba tan bien y tan fácil con Adrián pero no era del tamaño suficiente para llenar el espacio que tenía Gerard en mi Corazón.

Al salir de la habitación de Adrián, me llamo:
— Margot
— ¿Si?
— No puedo esperar a que seas mi esposa y todo sea como un cuento de hadas— me sonrió Como un niño ilusionado y admiro también me hizo sonreír.
— Yo tampoco, te quiero— eso también fue del todo real.

Salí hacia mi recámara y la tentación de ir a buscar a Gerard asecharon mi mente, pero ya tenia alguien que estaba ahí, realmente esperando y que sabía estaría ahí siempre, y fui directamente hacia mi habitación.

Al entrar Anastacia estaba posada en mi cama diciendo:
— Estaba esperándote amor— soltamos ambas una carcajada y le aventé lo más cercano que tenía a mi.
— Oye recuerda hoy es noche de chicas y dormiré aquí, hay que invitar a Beatrice— propuso que fuéramos a hablarle.
— No se si quiera, no es fanática de convivir Con nadie.
— No seas así Margot, vamos a hablarle, tal vez y nos cuente algo interesante.

Salimos hacia el Cuarto de Bea y al llegar tocamos suavemente la puerta, al abrirla vi a Bea con una sonrisa en la cara, el cabello suelto y frágil mente cepillando.

En ese momento supe algo andaba raro, pero no mal del todo, Anastacia procedió a invitarla con nosotras a nuestra fiesta nocturna:
— Bea, hola, hace mucho que no te veo.
— Hola Anastacia, ¿algo sucede?
— Si, es que queríamos hacer una pijamada en la habitación de Margot y queríamos invitarte.
— Oh, claro que si, enseguida voy con ustedes, dejen me pongo la pijama.

Salimos hacia mi habitación las tres y al llegar como desde el principio Anastacia volvió a sentarse en la cama y procedió a hablar:
— Antes que nada, te vez muy bien Bea, te noto más bonita, siempre lo haz sido pero ahora aún más ¿que te hiciste? — Procedí a analizar a mi hermana y note si estaba más diferente.
— Ahora que lo mencionas Ana, tienes razón, Hace solo dos semanas no te veo Beatrice y te veo
Muy diferente y mucho más sonriente, hasta aceptaste venir con nosotras— era muy raro que bea saliera de su cuarto a convivir.

— Gracias por notarlo, siendo sincera, estoy muy feliz, y supongo qué hay alguien que me hace querer verme mejor y ser mejor por el — realmente me sorprendió la confesión de Bea.
— Bueno no sabemos quién es el pero me alegro
Te haga feliz hermana se ve que te causa mucho bien.
— Margot tiene razón Bea, se ve que te hace ser mejor persona.

Continuamos horas hablando de príncipes y de algunos chicos lindos y sin querer Anastacia dio la noticia:
— Lamentablemente Margot, tú ya te casas y no puedes ver a nadie más. — La cara de Bea se tornó confundida pero feliz y me dijo:
— Wow, ¿enserio te casas? ¿Con quien?.
— Con mi Hermano— Grito Anastacia
— Si, así es, pero me encantaría decirle mañana yo misma a nuestros padres si no te molesta guardar el secreto.
— No claro que no, Felicidades hermana.
— Gracias.

Y así es como transcurrió la noche, hablando
Sobre algunos detalles de mi boda, de mi futura vida y de el enamorado de Bea

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HOLAAAAAAAAA
Espero les guste este cap, ayer no subí nada porque estuve algo cansada pero ya volví con más historias de margot y gerard.
Adiooooooos ✨💫