5. El calabozo

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No podía creer lo aquel extraño estaba diciéndome, estuve en un largo silencio pero el otro prisionero decidió romperlo:
— No es posible — le dije con mi voz confundida y algo enojada.
— ¿Que no es posible Princesa? ¿Que Gerard te mintiera? ¿Que no sepas todo realmente de el?
JA! Pobre niña ingenua — su tono de burla me hizo sentir aún más furiosa pero decidí que averiguarlo todo lo que pudiese de aquel extraño a mi manera.
— No, no es eso, Gerard es un simple sirviente, quien sea su padre o madre no es de mi incumbencia— claro que no hablaba enserio pero necesitaba saber quien era ese hombre de ahí.
— Así que no te interesa mi un poco del porque estoy aqui o mi nombre de menos?
— No — dije despreocupada.
— ¿Así que Gerard y tú ya no son amigos?
— Por supuesto que no, Yo? Amiga de un sirviente? En tus mejores sueños extraño — me dolió lo que estaba diciendo, pero se que no es real y que Gerard es lo mejor que tengo.
— No soy un extraño, es más, yo te salve la vida

Eso que dijo fue impactante y ahora más que nunca quería saber quien era el
— ¿Tú? ¿Salvarme la vida? ¡Si claro!
— Margot ya basta, te conozco desde que usas pañales, no eres arrogante ni tampoco eres como Bennett —  eso si me estaba dejando en una confusión mayor.
— Te diré quien soy, porque estoy aquí y como te salve, SOLO si prometes sacarme.

Estaba a punto de acceder a la propuesta de aquel extraño hasta que mi padre llegó.
— Guardia, Sácala de ahí.
— No, este es mi castigo ¿no es así? No tengo ninguna noche en el calabozo y dijiste una semana.
— Margot, al parecer tú solo buscas darme la contra — antes de que iniciara otra pelea familiar el extraño interrumpió:
— Vamos Margot hazle caso a papi — procedió a dar risillas de burla y a callar de repente.
— ¡¿Margot?!  ¿Haz estado hablando con este hombre?
— Un poco
— ¡Lo olvide! ¡Olvide estabas aquí!
— Sin rencores su majestad, usted se olvidó de mi desde hace ya tantos años.
— Creí estabas...
— ¿Que? ¿Muerto? JAJAJA su majestad la mugre y la suciedad nunca mueren y yo tampoco.
— ¡Maldito bastardo no quiero saber que te le acerques a mi hija nunca más!

Mi padre ordenó al guardia abrir la celda lo antes posible y a sacarme de ahí cargando para subir lo más pronto posible, como si tuviera miedo me enterase de algo, a lo lejos pude escuchar gritar al preso
— ¡ELLA LO SABRÁ AUGUSTO, LO SABRÁ!

Cuando llegamos a la parte superior del castillo mi padre me arrastró por segunda vez a su sala privada, Ya era de noche y la Luna reflejaba los Lagos en los jardines del castillo, mientras tanto yo estaba en la ventana observando y por poco olvidó que mi padre estaba gritándome:

— ¿QUE FUE LO QUE TE DIJO? — sabía no podía decirle la verdad así que decidí mentir para que quedara tranquilo
— Nada padre, tranquilo, solo mencionó que Bennett no había cambiado en lo absoluto.
— !¿Bennett Bajo?!
— No solamente Bennett, madre también y Bennett dijo sin fin de mentiras sobre mi y estaba llorando.
— Jamás debí mandarte ahí, lo siento— de verdad vi una cara de arrepentimiento por mi padre y prosiguió— Pero, el enojo y en pensar que Gerard y tú tienen algo me hizo enloquecer.
Sabía decía la verdad porque:
— Margot, recuerda "si una princesa se enamora de un sirviente pierdes derecho a ser reina.
— Y Bennett gana la Corona.
— Exacto hija, yo quiero que tú seas la reina de mi reino, sabes ser justa con los justos y severa con los pecadores, eso me lo demostraste hoy, Bennett solo sabe usar vestidos caros y cosas lujosas, ella no es una reina.
— Lo se y lo entiendo, y no te preocupes Gerard y yo somos solo amigos.
— Eso espero Margot, anda, hoy fue un día largo y pesado, ve a dormir.

Mientras iba camino a mi cuarto vi de lejos la sombra de Bennett, sabía que ella esperaba que yo siguiera en el calabozo pero decidí no preocuparme más por ella, llegue a mi cuarto y me recosté en mi cama hasta caer a un profundo sueño.

-BENNETT-

Iba en camino a la sala privada de mi padre para anunciarle de mi nuevo prometido, El príncipe Mauricio de Monclariot, cumplía todo los requisitos pedidos por el consejo pero me di cuenta mi padre no estaba solo:
— Margot, recuerda "si una princesa se enamora de un sirviente pierdes derecho a ser reina.
— Y Bennett gana la Corona.
— Exacto hija, yo quiero que tú seas la reina de mi reino.

Las palabras de mi padre cortaban como navajas mi corazón, creí que el también me amaba y que también creía yo podía ser reina, en ese momento supe que yo jamás sería reina de ese asqueroso reino y que yo tenía que ser la reina de mi propio Reino, uno donde solo abría riqueza y yo gobernaría todo, deje de desear el reino de mi hermana para poder ser la reina del mío.

Pero no planeaba dejar todo tan sencillo para Margot, tan estúpidamente perfecta, ella sin ser la reina ya creía que lo era, estaba dispuesta a cederle la corona, que fuera todo paz y tranquilidad y cuando menos lo esperara, atacar, y así quedarme con su reino y con el mío.

El plan ya estaba en mi mente, me dirigía a mi recámara cuando encontré a un sirviente, uno que se veía muy hambriento y que había robado de la cocina:
— Vaya vaya, pensé que solo las ratas robaban pan.
— Prin,Princesa— dijo de lo más nervioso
— ¿Sabias que robar hasta la más mínima migaja es delito?
— Lo siento tanto, es que tenía hambre y no he comido nada en casi una semana y...— no deje que terminara y procedí a darle mi ayuda.
— Robar merece pena de muerte.
— No, no no Princesa por favor no, tengo una familia, hijos.
— Está bien, te perdono, solo con la condición de que me sigas a mi nuevo reino.
— A su nuevo, ¿Reino?
— Si, he decidido que no quiero la corona de este, es muy miserable y lleno de hambre el mío será lleno de riquezas y jamás tendrán hambre.
— ¿Enserio Princesa? — dijo muy sorprendido y esperanzado
— ¡Claro! Así que llama a todos tus amigos pobres y diles que partimos en una semana, el nuevo reino de Bennett Monclariot Empieza muy pronto.

El sirviente salió corriendo, perfecto todo iba como lo planeaba, solo necesito encargarle a Enrique que encontrara un lugar donde poder hacer un castillo y poder quitarle todo su dinero al príncipe Mauricio para poder estar lleno de riquezas

Al llegar a mi cuarto, empecé a empacar mis vestidos más costosos pero no podía irme sin mi vestido de coronación, así que baje a la sala de costuras y lo encontré ahí, el vestido más hermoso que había visto jamás, Pero de pronto noté el De Margot, tan sencillo e insignificante que decidí dejarlo así.

Al subir las cuentas de escales que habían y el peso del vestido me costó más de lo que creí, "necesito de un sirviente fuerte y fiel" sabia que el perfecto para este trabajo era Gerard pero el jamás se apartaría de Margot a si que subi yo sola cargando el vestido tan digno de mi, llenos de perlas, rubíes y de bordados de oro y unas mangas que parecían sacadas de un cuento de hadas, cuando llegue a mi recámara escindí el vestido para que cuando escapara de ahí alguien me ayudara a bajarlo.

Todo estaba yendo de acuerdo al plan, pronto yo sería la reina de mi propio reino y nadie podría pararme.

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HOLAAAAAA
Espero estén todos bien, si llegaron aquí se los agradezco mucho ✨
He estado planeado en hacer una dinámica y ustedes pueden elegir un poco de lo qué pasa después dejando en un comentario que les gustaría que pasase, si me agrada, lo realizaré conforme a la historia y los etiquetare por su idea
Gracias por el apoyo ✨❤️

El Corazón Del CastilloOnde histórias criam vida. Descubra agora