2.21 Finn: Un Peligroso Ser

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A pesar de estar llevando unas semanas relativamente bien, había algo que me tenía muy intranquila, era un presentimiento horrible que me mantenía despierta algunas noches.

No podría estar relacionado con Chris o con Finn ¿no es así? Esperaba equivocarme pero presentía que tenía que ver con Hero.

—¿Has sabido algo de Hero? —le pregunté a Tammy.

—Está bien. Me ha dicho que ha empezado a ir al psicólogo...

—¿Al psicólogo? —eso sí me sorprendió.

—Si Zoé, ya sabes, lo que pasó contigo, el accidente y todo lo demás pues le ha dejado un poco mal. Es normal que se sienta solo ya que ni siquiera sale con sus colegas del hospital y había estado muy desanimado...

Agachó la cabeza un segundo y Tammy me mira con preocupación.

—¿Por qué ahora parece que te preocupa tanto? —pregunta.

—No es eso. Hace unos días tengo un mal presentimiento y siento que es relacionado con algo de él...

—No creo, Zoé. Él ni siquiera te menciona y ha estado muy bien, trabajando y ya no bebe, ni fuma, lleva una vida muy sana ahora...

Me alegraba por él pero esta información no me hacía sentir más tranquila. No sé cómo explicarlo pero es como si me llamara a la lejanía, como si algo que atrayerá a buscarlo. Tal vez estoy loca y debo olvidarlo.

Por otro lado, estaba abandonada por Christopher ya que se había ido de viaje y no volvía en unos días, aquello le daba tiempo a Finn de estar en mi apartamento. Le habíamos bajado un poco a la calentura porque no sé qué carajos le pasaba que se iba de repente, hasta parecía más enojado y esquivo.

Estaba hablando en la cocina con alguien pero no entendía muy bien lo que decía desde mi puesto en la cama, pero parecía muy alterado, hablaba entre dientes y a veces gritaba cosas que no entendía.

Volvió a la habitación con la cara contraída por el enojo, estaba sin camisa y podía notar como sus músculos se tensaban.

—¿Pasó algo? —me atreví a preguntar.

Él negó con la cabeza, llegó a mi lado en la cama y lanzó el móvil a la mesa de noche, pasó sus brazos por detrás de la cabeza y suspiro profundamente mirando un punto inexistente al frente.

—Me preocupas ¿sabes? —le dije mientras me acurrucaba a su lado —. Hace días que estás con ese humor de perros...

—¡Pues perdoname por no ser lo que esperabas, pero yo tengo cosas que hacer y no tengo tiempo para atenderte! - me dijo de mala gana.

Retrocedí un poco por su repentina agresividad, aquello me hizo poner de mal humor y me levanté de la cama. Su cara cambio al darse cuenta de lo que había hecho y trato de tomarme la mano.

—Zoé... —sonó a súplica.

—Si tanto te molesta, te puedes largar —dije con los dientes apretados mientras salía de la habitación.

Lo único que llevaba encima era su camisa blanca y unas bragas, pero estaba tan de mal humor que no me importaría quitarme la camisa y lanzarla a su cara. Entendía que estuviera cabreado pero no tenía derecho a desquitarse conmigo, yo ni siquiera sabía lo que le pasaba y la llevaba contra mi.

Antes de llegar a la isla de la cocina, sentí sus manos rodearme la cintura y su aliento golpearme la nuca. Cuando me tocaba sentía una gran debilidad pero el enojo era mayor.

—Perdoname, es que he tenido cosas que hacer y estoy estresado... —dijo.

Me liberé de su agarre y le plantee cara.

—¿Y tienes que desquitarte conmigo? Hace días tienes un humor que ni tu madre te aguanta y ni siquiera sé por qué...

—Te juro que no es nada relacionado contigo. Es algo que no puedo decirte.

Asentí indignada y me quite la camisa por la cabeza cubriendo mis pechos con un brazo, le lance la camisa a la cara y me dirigí a mi armario.

—¡Zoé, por favor entiéndeme! —grito yendo tras de mí.

—Prefiero que resuelvas tus cosas y me dejes en paz, ¿ok? Cuando te sientas mejor vienes a mi porque yo también estoy lo suficientemente estresada como para tener que aguantarme tu puta amargura...

Me puse un albornoz en mi cuerpo y volví a mirarlo. Su cara era de resignación, casi de súplica.

—Zoé... —dijo.

—Largo. Ve y resuelve tus cosas.

—No hay nada que resolver. Solamente quiero estar contigo, ¿si? Quiero hacerte el amor y poder olvidar todo...

—No me vas a utilizar para canalizar la ira que sientes con no sé qué... Largo.

Me miró por un segundo y suspiro sonoramente. Se puso su camisa por la cabeza, busco sus zapatos y sin decir nada salió del apartamento. Aquí empezó mi plan. Me aliste lo más rápido que pude y desde la ventana noté como se subía al auto y se iba hacia la ciudad.

Necesitaba averiguar en qué estaba metido este hombre o no podría descansar.

Salí del apartamento lo más fachosa posible por el afán y tome un taxi indicándole que siguiera discretamente la camioneta de Finn, no quería que el conductor me viera como si estuviera loca.

Bueno, tal vez lo estaba un poco.

Finn paro a las afueras del pueblo en una especie de cafetería y tardo un poco, no vi su movimiento dentro del establecimiento pero me alivio ver que salía con un café en la mano y volvió a emprender marcha a la ciudad.

Mierda, este viaje me iba a salir por el costo de un ojo.

Llegando a la gran manzana, Finn hizo varias curvas y empecé a reconocer el camino. Solo esperaba equivocarme, Dios, no podía ser lo que estaba pensando.

Pero si lo era.

Finn aparco al frente del edificio donde trabajaba Sally. Lo vi salir del auto y entrar rápidamente al edificio. Sacudí la cabeza con el corazón en la mano, le pagué al pobre taxista y salí del auto hacia el edificio.

Dios, esta mierda no me puede estar pasando.

¿Que hace Finn aquí?

Me imaginé que tal vez venía a entregarle unos catálogos como la vez que descubrió que Hero y Sally tenían algo...

Ay no...

Las piezas empezaron a encajarse en mi cabeza a medida en que me acercaba al lugar donde se había metido Finn, el cual era una enorme oficina.

¿Finn tuvo algo que ver en mi rompimiento con Hero?

Esa pregunta me martilleo la cabeza cuando me acerque a la puerta y miré a todos los lados esperando a que nadie me viera en este lugar chismoseando lo que pasaba dentro. Acerqué mi oreja y escuché la voz de Sally y de Finn.

... Ya no quiero hacer esto, ya obtuviste lo que querías, déjame en paz. Yo tengo a Zoé ahora y eso era lo que quería en un principio de todo esto —dijo Finn.

Pues, yo no tengo lo que pedí, Finn... Hero no está conmigo. El plan de hacer que rompieran, no funcionó del todo...






Muchas de ustedes se imaginaron esto, ¿verdad? Pero, ¿como fue que Finn y Sally se unieron para realizar ese plan? En el siguiente capitulo se los contaré desde la perspectiva de Finn.

Si este cap llega a 30 comentarios, subo el siguiente en menos de lo que canta un gallo.

De Amores Y Amigos A Los 22 [✓]Where stories live. Discover now