De Amores Y Amigos A Los 22 [✓]

15. ¡A Ti Te Gusta Mi Mejor Amiga!

Gris.

Así definiría mis días luego de lo que había pasado con Finn. Después de hablar con él volví al restaurante para enfrentarme a Hero pero solo Sally estaba allí. Las disculpas enviadas por Hero no valieron una mierda para mí.

—Ya no estés así —me dice Sally.

Estamos en mi habitación luego de una película romántica y una posible intoxicación con Doritos. Me encantan los Doritos.

No había prestado casi atención a la película porque en vez de ponerle cuidado al corazón roto de la protagonista, estaba triste por el corazón roto de mi mejor amigo. Ojalá mi situación se mejorará tan rápido como en la película.

—No puedo dejar de pensar en él, Sally —le dije.

Había tenido que contarle lo de la confesión de su gusto por mi.

—Lo se, amiga —me sobo la espalda consolandome —, pero hay que darle tiempo, no puedes hostigarlo buscando su perdón...

—Esto es culpa de tu estúpido ligue... —Sally rió y la mire mal.

—Lo siento, ¿como iba a saber que él haría eso? Estuvo muy mal.

Estoy segura de que lo ha hecho con intención de lastimar a Finn y sobre todo a mi. Su cara en ese momento me lo demostraba.

—Dale tiempo, Zoé. Tal vez en la fiesta de mañana puedan arreglar las cosas.

—No sé si quiero ir. ¿Christopher y Finn en una sola casa? Sería mi fin...

—Pues concentrate, ¿a quien quieres ver ese día?

No debería ni dudarlo, pero lo hice y aquello me hizo sentir peor. Sally desvío mis pensamientos pues se levantó rápidamente de mi cama y empezó a calzar sus zapatos.

—¿Que haces? —pregunté —. Creí que veríamos otra película y te quedarías a dormir. Tammy no viene hoy.

—Tengo que hacer algo en mi habitación. ¿Dejamos la otra peli para después? —hizo un puchero.

—Vale, pero la escogeré yo. Me caga tanto romance...

—De acuerdo, doña insensible —me dio un beso en la frente y sonrió —. Nos veremos mañana, quiero verte muy guapa. Pasaré por tí.

—De acuerdo.

La vi salir de mi habitación y suspiré largamente recostándome en mi cama. Mire mi móvil esperando a ver un mensaje pero no había nada, ni Chris ni Finn me habían hablado en todos estos días.

Me sentí cansada y lo mejor sería acostarme debajo de mis mantas y tratar de dormir. Puse el móvil lejos de mí y trate de conciliar el sueño, pronto los sonidos de la noche me relajaron.

No sé qué hora era, hasta me encontré desubicada porque lo único que sentía era que alguien estaba a mi lado, sentado en mi cama. Abrí los ojos lentamente y note una figura sentada a mi lado viéndome fijamente.

Salte asustada de la cama y lance un chillido de terror, me senté rápidamente y encendí la lámpara de mi escritorio.

—¡Calmate!

Hero me miraba divertido y yo simplemente empecé a golpear su brazo y a gritar.

—¡¿Cómo mierda entraste a mi habitación?! —le dije dejando de golpearlo. Me impresionaba el hecho de que nunca dejaba su sonrisa.

—Utilice esto —en su mano tenía unas pinzas de cabello.

—Esto es allanamiento. Has violado como tres normas de esta residencia, ¿que demonios te pasa? ¿Que haces aquí? —me peine el cabello con las manos. Estaba muy alterada.