2.10 El Dolor Se Irá

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El vacío no se ha ido, solo han pasado dos días desde que Hero estuvo aquí en el apartamento. Christopher ha cambiado las cerraduras del apartamento por si mismo para no tener inconvenientes. Finn, Chris y yo estamos nerviosos luego de que Hero me dijera que esto no quedaría así.

—De verdad no tienes que hacer esto —le dije a Chris.

—No es nada, no tengo nada que hacer y no pienso dejarte sola, al menos por unos días...

Había estado muy, muy pendiente de mi. Llegaba muy temprano en la mañana y trataba de distraerme haciendo el desayuno, comentando algunas cosas de su trabajo, de alguna película que veíamos, íbamos a almorzar y luego se iba en la noche.

Pero en algún momento me dejaba sola, como es obvio, y todo el apartamento parecía encogerse, la ausencia de Hero y el peso de todo lo que pasó me hacían doler aun más el corazón. Ni contarles las veces que llore en el sofá con una camisa negra que había dejado aquí. Y lloraba, y recordaba. Había planeado toda una vida con él y sus promesas fueron un vacío, aire en el ambiente inexistente.

—No tengo ganas de salir, Tammy, en serio. Prefiero quedarme en casa —le dije a mi amiga. Mi única amiga.

Por supuesto que Chris le había contado para que se tomará un tiempo en la universidad y viniera a visitarme.

—Este maldito encierro te está haciendo muy mal, Zoé —me regaño —. Tienes unas ojeras terribles, pareces un mal personaje de The Walking Dead —reímos —. Vamos amiga, me duele mucho verte así...

—Es que no puedo olvidarlo de un día para otro, Tammy. No puedo. No dejo de imaginarme y contar las veces que me dijo sobre los turnos para irse con esa perra...

—Jamás lo espere de Sally. Era una chica... loca, pero no creí que te hiciera esto —suspiro —. No quiero hacerte más daño, pero esto me recuerda un montón a cuando Hero me utilizo a mi...

Había olvidado por completo que Hero y Tammy habían llegado a tener "algo" en la secundaria y sentí náuseas. Hero había pisoteado a muchas personas.

—Debí ver las señales, debí darme cuenta antes de tener algo con él...

—Zoé, todos caemos en palabras bonitas, promesas a futuro y buenos comportamientos. No te sientas culpable, el hecho es que él a ti te mintió y... solo es un buen mentiroso.

—¿Algún día voy a superarlo?

—Claro que si, solo tienes que dejar esta maldita burbuja y salir conmigo por un postre de helado —reí —, porque de verdad tengo ganas de postre de helado y no he viajado kilómetros por ti para no sacarte...

Le sonreí abiertamente y agradecí mentalmente por tener personas como Chris, Tammy y Finn que estaban allí conmigo. No me imagino si tuviera que hacer esto sola.

No me atreví a contarle a mis padres, al menos aún no. A mi padre le agradaba mucho Hero y mi madre lo trataba como a un hijo. No me imaginaba su reacción cuando les dijera que lo había echado del apartamento porque me engañó con la estúpida de mi ex mejor amiga.

—Hola preciosa —dijo Finn entrando al apartamento.

—Hola Finn —levanté mi cabeza y le di un beso en la mejilla.

Estaba organizando unos papeles ya que estaba por volver a trabajar común y corriente y tenía que organizar algunas cosas. Finn se sentó a mi lado en el comedor dejando una bolsa con postres de chocolate. Siempre que me visitaba los traía porque sabía que eran mis favoritos.

—¿Como te sientes? —pregunto.

—Mejor —le sonreí y el acarició con delicadeza mi mejilla.

—Me alegra un montón. ¿No has tenido noticias de Hero?

—No, menos mal que no. Estoy por terminar aquí y empezar a trabajar de nuevo...

—¿No te gustaría mudarte de este lugar?

—Si... —suspiré —, pero no tengo los recursos por ahora y además, estaré mayormente en la morgue, en lo posible.

—Me alegra que lo estés tomando con mucha calma. Estaba muy asustado por ti...

Lo miro bien y le acarició la cara con delicadeza. Finn es una de las personas que no se ha alejado de mi para nada, que me ha ayudado y ha estado ahí a pesar de todo.

—No hagas eso —me dice cerrando los ojos. Un destello de decepción le cruza el rostro.

—¿Que cosa?

—Mirarme así, como si... de algún modo fuera a tener una oportunidad contigo...

Suspiro lentamente y retiro la mano de su cara. Soy muy consciente de lo que él quiere conmigo y de algún modo está luchando por obtener, sin embargo, después de lo que pasó, no estoy dispuesta a tener una nueva relación. El dolor por Hero se ha aplacado pero sigue presente.

—Lo lamento, Finn. Yo sé que tú... aún quieres que las cosas mejoren entre nosotros pero no estoy lista —le digo tratando de no sonar distanciada.

—Si, lo entiendo, por eso te digo que no hagas eso, no me mires con un amor que es obvio que no sientes...

—Yo te quiero...

—Querer y amar es distinto, Zoé. Yo no quiero presionar pero espero que algún día llegues a amarme...

—Vale. Ya veremos con el tiempo, ¿si?

Él asintió con la cabeza y me dio un largo beso en la mejilla. Dejamos mi trabajo a un lado y abrimos la bolsa con los postres.

El regreso a mi trabajo también estuvo lleno de emociones pues mis empleados, a pesar de no estar al tanto de lo que había pasado, me habían recibido con globos y un bonito almuerzo. Se sintió bien volver a hacer lo que más quería en este mundo... abrir cuerpos, si.

Una semana después de volver a adaptarme al trabajo, recibí una visita a mi apartamento. Era Chris.

—Creí que habíamos dejado esto de las visitas sorpresas —sonreí y lo abracé —. Ya estoy bien, no tienes que venir tan seguido.

—Siempre voy a querer verte —me sonroje —. Y me preocupas, solo quiero saber qué estés bien...

—Existen las llamadas y los mensajes, Christopher.

—Prefiero las visitas, los abrazos y el cara a cara que es más sincero —reí —. ¿Que tal el trabajo?

—Muy bien. No me gusta que la gente muera pero es lo que me da el sustento —reímos —. ¿Y el tuyo?

—A tope, pero no me quejo, ventajas de ser gerente...

—Es como ser tu propio jefe.

—Tu eres tu propia jefe, yo si sigo órdenes.

—Mm, que obediente.

—Así soy con todo —reí.

—Bien, don obediente, ¿quieres café o algo de beber?

—No, de hecho... venía a preguntarte algo y espero de verdad no molestarte. Tengo que llegar a mi paramento por unas cosas y no puedo tardar.

—Vale. Dime.

—¿Recuerdas que te mencioné una reunión con unos socios y que ellos llevarían a sus esposas o ligues o como sea? —asentí con una sonrisa —. Bueno, pues... quería saber si quisieras venir conmigo, si te sientes mal pues no hay problema...







A ustedes les encanta el salseo, las peleas y los putazos ¿verdad? Pues quiero que estén muy pendientes de los próximos capítulos porque ahora sí, esta mierda se prendió...

Quiero mencionar, sé que me van a odiar pero Zoé la va a cargar un par de veces más. Ya verán con que.

Se vienen muchas sorpresas. Gracias por leer.

De Amores Y Amigos A Los 22 [✓]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora