63. ¿El Final?

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Unas semanas después

Me llevo una patata frita a la boca y hago una mueca de disgusto. No es que estén mal las patatas, es que mis estúpidos amigos no llegan.

He decidido apartar un poco de mi tiempo en trabajo y venir a visitar a Tammy, a Sally, a Finn y a mi novio en la universidad, pero se están retrasando y ya tengo que irme

Volteó los ojos cuando veo a Hero en su uniforme de médico entrar en el restaurante. Nos hemos visto hace unos días pero siempre que me ve es como si no lo hubiera hecho en años.

Me toma de las mejillas y da un montón de besos por toda mi cara y mis labios, al final me sonríe y se sienta a mi lado.

—Llegas tarde... —digo con fingida indignación.

—Es que tú eres siempre muy puntual —dice y se acerca a mi oído —. ¿Quieres que te dé un premio por ser tan responsable y puntual? ¿Vamos a la piscina para que pongas tu lindo culo en el agua y vuelva a hacerte mía de nuevo, te de muchos besos y te nalguee como tanto te gusta?

Mi saliva desapareció.

—Hero... —le advierto pero suena más a súplica.

—Está noche iré a tu apartamento y voy a hacer que grites mi nombre hasta que quedes sin voz...

—Ya basta —le doy una suave cachetada pero el sonríe y me besa en los labios.

—Ay por favor, dejen la cursilería y consigan un cuarto...

Tammy había llegado a nuestra mesa con su nuevo novio, un chico moreno y alto con un parecido a Hero por sus tatuajes.

—Estás preciosa, Zoe —me dijo Tammy dándome un beso en la mejilla.

—Es mía —reclamo Hero y lo mire con burla.

—Ya sé, imbécil.

—¿Y Sally y Finn? —pregunté.

Hero y Tammy intercambiaron una mirada que no supe comprender pero que de algún modo sabía que algo andaba mal. Desde que había tomado la decisión de quedarme con Hero, ninguno de los dos me hablaba.

—Sally... —dijo mi novio —, ni siquiera me dirige la palabra, ni la mirada y no es que me haga falta pero siento que algo anda muy mal.

—Finn ha venido un par de veces a visitar a sus amigos de la fraternidad pero cuando te menciono no dice nada... Da a entender que la decisión que tomaste no le agradó nada...

—Si, lo entiendo —dije entristecida.

—No te pongas así, Zoé. Todos aquí sabemos que decidieras lo que decidieras alguien saldría lastimado...

—Lo entiendo de Finn, pero de Sally... —negué con la cabeza.

—Lo único que se me ocurre es que está celosa porque te has quedado con Hero...

Miró a mi novio y me sonríe con la boca cerrada. No puedo cederle mi felicidad a alguien más, esa fue mi decisión.

—Dales tiempo, pronto lo superarán —me dijo Hero.

Dejamos el tema a un lado y almorzamos entre risas y comentarios acerca de la universidad. Mi novio salía del campus en un mes y estábamos muy emocionados porque iría a vivir conmigo.

Tammy y su compañero se despidieron y Hero y yo salimos hacia las canchas del campus, tenía que irme en unas horas pues tenía un cuerpo en la morgue que entregar.

—Quiero todo contigo, Zoé —dijo mi novio de repente —. A pesar de estar lejos ahora, siempre pienso en ti, he dejado de beber y estoy haciendo un esfuerzo por dejar de fumar...

—¿Y las chicas? —bromee.

—Tu eres mi chica —me sonrió —. No puedo esperar para estar contigo en casa, llegar de un largo día de trabajo y darnos amor en la cama...

—Tu solo piensas en sexo... —reí.

—No, no lo digo de forma sexual. Digo que después de todo un día sin ti y llegar a casa para estar a tu lado puede ser como una recarga de energía. Solo hará falta un beso y mimos en mi cabello para que me sienta feliz, no necesito más... Claro que sí quieres darme sexo todos los días, por mí no hay problema... —le di un empujón.

—Espero eso con ansias.

—No te arrepentirás de haberme escogido.

¿O si?

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