5. La Fiesta

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Viernes agotador.

A veces me pregunto, en que momento se me ocurrió la idea de estudiar medicina forense. Mi padre y yo veíamos documentales de personas que abrían cuerpos y explicaban las partes de una autopsia y por eso me interesó la idea pero en que momento tenía que tomar clases de básica criminalística.

Estoy exhausta, así me ponen las matemáticas y el cálculo, es una mierda. Me dirijo a mi habitación con la idea de recostarme en mi cama con unas botanas que acabo de comprar y una buena película en Netflix, aunque sé que me voy a dormir a los diez minutos de inicio.

Cierro la puerta de la habitación, Tammy no está, lo que es obvio ya que todo el mundo sale de fiesta y ella nunca falta en una. Me relajo y me quito los zapatos, no tengo ánimo de quitarme la ropa para ponerme la pijama.

Al recostarme, recibo un mensaje de Sally.

"Espero que estés ya lista, maquillada y vestida para la fiesta de hoy"

Hago una mueca y ruedo mis ojos. No quiero que mi noche se arruine y estoy muy cansada para una fiesta.

"Fue un día muy largo, Sally. Quiero dormir, por favor"

A los pocos minutos me llega su mensaje.

"De eso nada. Estaré en veinte minutos allí"

Hago un mohín y pataleo en mi cama. Es obvio que a Sally nunca puedes decirle que no, porque de seguro podría sacarme a rastras o secuestrarme con tal de ir a esa fiesta.

Voy a fiestas, por supuesto, pero no tan seguido como lo hace Tammy y hoy verdaderamente estoy cansada.

Ruedo los ojos de nuevo y me levantó con pereza para sentarme en el escritorio y empezar a maquillarme para tratar de ocultar mi cansancio.

Pasan aproximadamente veinte minutos y yo estoy terminando de planchar un poco mi cabello, aún no me he vestido y sé que cuando Sally llegué y no me vea vestida, va a alzar el grito al cielo.

—¡Hello!

Sally abre la puerta abruptamente y con una pose ridícula, está perfectamente maquillada y vestida, se ve increíble.

—Mierda, te ves hermosa y yo parezco una de las brujas de Salem...

—Pero Zoé —réplica —. ¡Tu ni siquiera te has vestido! Te di veinte minutos...

—¡Me estaba maquillando! —grito de vuelta.

Sally pasa al interior de la habitación haciendo sonar sus tacones y abriendo mi armario de golpe. Empieza a sacar ropa a lo loco y a botarla encima de la cama.

—¡No me hagas desorden! No quiero llegar de la fiesta y tener que botar mi ropa al suelo porque estaré tan cansada como para organizarla... —dije —. Además accedí a ir a la fiesta por ti. Estoy cansada.

—Pronto dejaras de estarlo —comento sin mirarme. En sus manos tenía un conjunto blanco, un top y una falda de vuelo.

—¿Por qué tan segura?

—Hero me invitó a la fiesta en su nueva fraternidad...

—¿Y eso en que me favorece?

—Resulta que es la misma fraternidad en la que está tu amadísimo Christopher.

Ah caray, eso sí me interesa...

Sally nota mi cara y se echa a reír.

—Lo sabía. Ahora ponte esto, yo buscare unos zapatos... —dice lanzándome el conjunto anterior.

Me resigno a olvidar mi cansancio y a vestirme por ver a mi amor platónico, Chris esta noche.

—¿Cómo llegaremos a esa fraternidad? Esta en la mierda —dije, Sally volvió a reír.

—Pues Finn nos llevará en su auto, tonta.

—¿Accedió a ir a esa fiesta? —me miré en el espejo. Me veía bien.

—Si, dijo que quería ver que estuviéramos bien. Ya sabes, siempre hace eso.

Sally terminó por elegirme un par de tacones bajos, arreglo mi cabello y me hizo tomar el bolso con prisa. Salimos de la habitación casi corriendo.

Fuera, nos esperaba Finn en su confiable camioneta, no era la gran cosa pero si uno de los mejores autos que había en el campus. Finn estaba reclinado sobre el capo del auto con los brazos cruzados, al vernos se levantó y sonrió.

—Se ven hermosas —dijo después de saludarnos.

—Quiero dormir —comenté.

—Nada de eso, es hora de festejar y relajarnos —sentenció Sally subiéndose al auto en la parte de atrás, cediéndome es asiento del copiloto.

Finn y yo nos encogimos de hombros y subimos al auto.

Juro que de no haber sido por la música alta en el auto me habría quedado dormida, luego lo que me mantuvo despierta fue ver la calle abarrotada de universitarios y una gigantesca casa que era el centro de todo.

—¡Vamos! —dijo Sally emocionada.

Ella salió del auto y prácticamente corrió hacia la casa. Mire a Finn cansada.

—Estaré solo un momento, ¿prometes llevarme a la residencia? —le pregunté.

—Claro —sonrió.

Le devolví la sonrisa y bajamos del auto. A medida en que nos acercábamos, la música empezó a hacer su típico boom en mis oídos y me dije a mi misma que esto no habría podido ser mala idea, pero mi plan era quedarme solo una hora, esperar a que Sally se distrajera e irme.

Finn me sorprendió al tomarme de la mano y llevarme directo al interior de la casa, más específicamente a la cocina donde estaban las bebidas, destapó dos cervezas y una me la entrego.

—Gracias —le dije.

—¿Cómo estuvo tu día hoy?

—Agotador, como siempre, ya sabes. Por eso no tenía ganas de venir...

—Siempre podríamos irnos e ir a ver alguna película. Seguro eso era lo que tenías planeado hacer en vez de estar aquí... —sonrió dándole un trago a su cerveza.

—Que bien. Lees la mente...

Reímos y seguimos observando los chicos que jugaban por todas partes, o bebían, o se besaban. Sally apareció en mi campo visual con una amplia sonrisa.

—¡Ven, quiero presentarte a Hero!

Hola amix 💕

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Gracias por leer...

De Amores Y Amigos A Los 22 [✓]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora