De Amores Y Amigos A Los 22 [✓]

6. Hero Wright

Sally ni siquiera deja que conteste y me toma de la muñeca para arrastrarme por la cocina dejando atrás a un Finn muy confundido.

—Odio que me lleves así —grito, liberandome de su agarre.

—Lo siento, lo siento —se le ve sonriente y entusiasmada —. Es que de verdad quiero que lo veas, necesito tu aprobación —me rio.

—¿Desde cuándo necesitas mi aprobación?

—Desde que se me cruzo ese adonis.

Sally señaló hacia el otro lado del jardín que estaba infestado de chicos y allí vi el motivo de su emoción.

Mi mejor amiga y yo siempre habíamos tenido los mismos gustos, al menos en chicos y esta vez no se había equivocado en nada. No se alarmen, teníamos los mismos gustos pero nunca nos metíamos con los ligues de la otra.

Bueno, donde iba. El chico señalado hablaba con otros dos animadamente, vestía una chaqueta de cuero negro y jeans del mismo color. De lejos podía ver qué su cabello era castaño y su piel era tan blanca como la leche.

Sally me sonrió y siguió guiándome hasta el chico. Ella tomó su mano y el chico sonrió.

—Quiero presentarte a mi mejor amiga —le dijo —. Hero, ella es Zoé Green. Amiga, él es Hero Wright.

Al ver sus ojos intensamente azules supe el porque de su encanto. Tenía una expresión seria, se notaba a leguas que era un perfecto fuckboy. Si, de esos de los que hable la otra vez.

—Es un placer —sonrió tendiendo su mano.

La tome con seguridad y le devolví la sonrisa. Note que en sus nudillos tenía un tatuaje, no pude ver de qué se trataba.

—Bueno, yo los dejo solos —dije.

—¿Por qué? —Sally hizo un puchero.

—Finn se ha quedado solo...

—¿Finn es tu novio? —intervino Hero bebiendo un trago de su vaso.

—No, es mi mejor amigo. Nuestro mejor amigo —sonreí.

Hero asintió complacido y volvió con su grupo de amigos.

—Te deseo suerte —le dije a Sally.

—¿Que te parece?

—Es guapo, solo ten cuidado, parece el típico que deja a las chicas botadas...

—Yo también soy la típica que los deja botados, así que no te preocupes —reí.

—De acuerdo. Nos veremos luego.

Le doy un beso en la mejilla y me dirijo de vuelta a la inmensa mansión. En el camino me es entregado un vaso con licor que me recuerda al que tenía Hero en su mano. ¿Por qué estoy pensando en ese chico?

Sacudo la cabeza y voy tan en mi mundo que no me doy cuenta de que alguien me toma de la muñeca. Cuando me giro para ver quién es, mis ojos se abren sorprendidos al ver un par de ojos miel observándome.

Chris lleva una camiseta blanca y unos jeans algo rasgados, es al menos una cabeza más alto que yo, lo que logra intimidarme ya que su expresión es neutra, no muestra diversión, ni enojo, ni felicidad, nada. Puta piedra. Él es quien me a jalado del brazo.

– ¿Que... se te ofrece? - digo. Mi nerviosismo es evidente.