Tensión

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La tensión creció en La Madriguera. Draco se había mudado a la habitación de los gemelos, seguido por Theo quien le había declarado la ley del silencio a Ron tras enterarse de las acusaciones que había hecho.

Harry, Hermione y Ginny intentaban calmar a Ron cada vez que se cruzaba con Draco, momentos que rara vez ocurrían pues ambos se evitaban lo máximo posible.

La tensión pareció aumentar cuando Arthur llegó con una carta del Ministerio el día después de Navidad, carta que entregó a Draco durante la cena. Ron, en el extremo contrario a donde se sentaba Draco, resopló ganándose una reprimenda de Molly junto a las miradas descontentas del resto.

— Esto es una broma, ¿verdad? —Exclamó Draco al terminar de leer el contenido de la carta. Tras lo ocurrido con Ron, había vuelto a su costumbre de mantener el rostro neutro en su presencia, resultando imposible saber lo que sentía.

— Ya eres mayor de edad por lo que estás en todo tu derecho de negarte. Tienes varios días antes de tener que entregar una respuesta, piénsatelo bien —Aconsejó Arthur. A su lado, Molly parecía en conflicto. La pelea entre su hijo y Draco la había afectado tanto que sufría una lucha interna cada vez que quería decirle algo a alguno de los dos, optando por quedarse callada la mayoría de las veces, aumentando aún más la tensión.

Durante el resto de la cena, Draco permaneció perdido en sus pensamientos, ajeno a las miradas de preocupación que la mayoría de la mesa le mandaban. Al terminar la cena, Draco y Theo fueron a su habitación. Fred y George habían estado ocupados con la tienda, pasando allí la mayor parte del día, dejándolos con la habitación para ellos solos, lo que les facilitaba quedarse allí la mayor parte del día.

Aunque quería saber el contenido de aquella carta, sabía que Draco no estaría dispuesto a hablar de ello en ese momento, por lo que centré mi atención en Ron. Necesitaba saber el porqué de su cambio de actitud hacia Draco.

— Ron, ¿podemos hablar? A solas —Especifiqué al ver que tanto Harry como Hermione parecían dispuestos a quedarse. Ambos salieron sin quejas, dejándome con Ron, quien tenía aspecto aburrido.

— No voy a disculparme con tu novio —Dijo Ron una vez nos quedamos a solas.

— ¿De verdad piensas que Draco sería capaz de traicionarnos?

— ¿Por qué no? Estamos hablando de Malfoy, su apellido lo dice todo. No entiendo porque os ha resultado tan sencillo olvidarlo.

— Porque la gente cambia, Ron. Y todos parecen entenderlo menos tú. ¿No fue la familia Weasley incluida en los Sagrados Veintiocho para luego ser repudiados por ser traidores de sangre? ¿No fue Sirius el único Gryffindor en una familia llena de Slytherins? ¿O su hermano, Mortífago, quién intentó destruir un Horrocrux? ¿De verdad piensas que el pasado de Draco o su familia son motivo suficiente para tenerle tanto odio? —Intenté hacerle entrar en razón. Debió surtir algún efecto pues su confianza inicial pareció disminuir.

— ¿Y qué pasa si confío en él y luego me apuñala por la espalda? ¿Si mis seres queridos terminan heridos por su culpa? Tuve a un asesino como mascota durante años y gracias a Merlín no sucedió nada. ¿Qué pasa si la próxima vez no tengo tanta suerte?

— Pettigrew supo engañar a todos. No fue culpa tuya, no podrías haberlo sabido.

— Tú lo sabías —Me acusó.

— Y aun sabiéndolo tardé meses en conseguir que lo atraparan. ¿Quieres saber algo? Harry, Hermione y tú lo habríais descubierto ese mismo año aunque yo no hubiera aparecido.

— ¿De verdad? —Preguntó sorprendido. A diferencia de la información sobre los Horrocruxes, que era sabida por todos, las muertes, fechas y decisiones que no habían terminado ocurriendo las había mantenido ocultas a la mayoría. Veía innecesario preocuparles por algo que no iba a ocurrir.

Viviendo en el mundo de Harry PotterTempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang