Viviendo en el mundo de Harry Potter

Castigo

—Parece que alguien ha decidido seguir nuestros pasos George—.

—Tendremos que enseñarle todo lo que sabemos, ¿verdad Fred?—.

A la mañana siguiente de lo ocurrido, todo Hogwarts sabía sobre mi "charla" con el profesor Snape. Los Slytherins se burlaban cuando me veían pasar, en cambio, el resto de las casas me daban ánimo. Sabían de mi altercado con Draco por lo que suponían que Snape me había quitado puntos por eso.

—Hay muchas formas de molestar a los Slytherins...—. Comenzó Fred.

—...pero solo nosotros sabemos cómo hacerlas sin que te pillen—. Terminó George.

Fred y George me habían interceptado de camino al Gran Comedor para el desayuno y al parecer estaban muy emocionados por saber que me habían quitado puntos.

—Si os referís a lo ocurrido con Draco, no va a volver a pasar. Además, para vuestra información, no creo que haya sido el motivo principal por el que Snape me quitó puntos—. El hecho de haberle contestado como lo hice no debió gustarle demasiado.

  —  Al parecer la compañía del señor Potter le está afectando señorita Bloom. Sólo lleva dos días de curso y ya ha encontrado la forma de llamar la atención—. Por lo visto el profesor Snape tenía la manía de aparecer de improvisto.

  — A Harry no le gusta llamar la atención. Él no tiene la culpa de que le pase todo lo que le pasa—. Me adelanté a responder al ver la intención de los gemelos por hacerlo ellos mismos.

— Como veo que su casa no le interesa, no le importará saber que tiene 30 puntos menos, señorita Bloom—. Contestó Snape con aspecto de superioridad.— Además, tendrá castigo conmigo todas las noches tras la cena durante el tiempo que vea oportuno—.

— ¿Qué? Pero...—. No pude contestar nada cuando Snape me interrumpió.

  — No hay nada que hablar señorita Bloom. La profesora McGonagall está de acuerdo conmigo por lo que la espero esta noche en mi despacho—. Tras decir eso se adentró en el Gran Comedor.

Durante la conversación con el profesor Snape un montón de alumnos se habían arremolinado alrededor nuestra para ver lo que ocurría, entre ellos se encontraban Harry, Ron, Hermione y Ginny.

  — No deberías haber hecho eso. Ahora tienes castigo con Snape durante a saber cuánto tiempo—. Hermione y los demás se habían acercado hacia donde estábamos los gemelos y yo.

— Hermione lleva razón. Tendrías que habérnoslo dejado a nosotros...—.

— ...que un castigo más tampoco nos va a hacer mucha diferencia—. Fred y George le dieron la razón a Hermione, aunque a su modo.

— No me refería a eso. No podéis contestar a los profesores por muchas ganas que tengáis. Debéis respetarlos—. Hermione se estaba empezando a molestar y, al ver que nadie la apoyaba del todo, se fue directa al Gran Comedor.

  — No hagas caso a Hermione. Viene bien que alguien sea capaz de enfrentar al profesor Snape. Además, Fred y George han sido castigados millones de veces y tampoco les va tan mal—. Comentó Ron, siendo apoyado por sus hermanos y Harry.

Una vez terminada la conversación, estábamos a punto de entrar al Gran Comedor cuando Harry me apartó de la gente.

  — ¿Ocurre algo Harry?— Pregunté un poco extrañada.

— Solo quería darte las gracias. No muchos se habrían arriesgado así con el profesor Snape solo por defenderme a mí—. Me agradeció Harry con una sonrisa.

— Te conozco y se que lo dicho por el profesor Snape es mentira. No me gusta que la gente cuente falsedades sobre otros, sobretodo si esa otra persona no está presente para defenderse—. Contesté muy segura de mis palabras.