Salida

1.4K 169 75
                                    

—Qué pequeño es el mundo, ¿verdad?

—Pues sí, no esperaba verte.

Había ido a Hogsmeade con Simone, quien había quedado con su hermano y los amigos de este. Al encontrarnos frente a la taberna Cabeza de Puerco, me sorprendí de ver a Cedric, a quien, a pesar de haber estado en contacto mediante cartas, no veía desde que terminó sus estudios en Hogwarts.

—Soy amigo de Roger desde que nos conocimos en el primer año. Cuando me dijo de venir a Hogsmeade no dudé ni un segundo en aceptar. Echaba de menos pasear por estas calles—Su radiante sonrisa delataba la felicidad que sentía de volver a estar allí.

—¿Y qué tal tu vida de adulto?

—Es un poco más duro de lo pensaba, aunque luego pienso en que podría haber sido peor y me alegra esta pasando por dificultades tan...cotidianas.

—¿A qué te refieres?

—Hay veces que tengo la sensación de que este no es mi sitio. Es como si lo que ocurrió en el Torneo de los Tres Magos hubiese sido, no sé cómo explicarlo, ¿suave, quizás? No me malinterpretes, lo que os ocurrió a ti y al profesor Moody debió ser horrible pero algo me dice que si se hubiese celebrado la última prueba todo habría sido peor—Su vista se dirigió al cielo, se quedó contemplándolo unos segundos perdido en sus pensamientos hasta que sacudió la cabeza volviendo a mirarme—.No me hagas caso, mis pensamientos pueden ser extraños a veces.

—No, no. Te entiendo perfectamente. A mi también me da la sensación de que podría haber sido peor. ¿Por eso entraste en la academia de Aurores?

—Estaré en eterno agradecimiento con todos los que ayudaron en aquel momento, en especial con Malfoy que fue el primero en darse cuenta de lo que ocurría. Desde entonces admiro su valentía, me hace darme cuenta de que el mundo realmente puede ser bueno pero que hay que luchar por ello. Ser Auror es la mejor decisión que he tomado en mi vida.

El resto del día lo pasamos dando vueltas por el pueblo, entrando en todas las tiendas y escuchando las anécdotas de los años en Hogwarts del grupo de amigos.

Se acercaba la hora de volver al castillo por lo que, sin muchas ganas y tras despedirnos de todos, Simone y yo nos montamos en uno de los últimos carruajes que quedaban, el cual se empezó a mover al instante llevándonos a Hogwarts.

—¿Qué te ha parecido mi hermano?

—Es muy divertido. Me ha encantado escuchar todas sus historias sobre sus años aquí.

—¿Verdad que ha sido divertido? Me alegra que hayas podido venir conmigo. Aunque, no he podido evitar darme cuenta de que con quien más has hablado ha sido Cedric—Su sonrisa pasó de ser feliz a tener una pizca de picardía tras decir lo último.

—Es el único al que conocía bien, aparte de ti claro, y hacía mucho que no nos veíamos.

—¿Sabes? Creo que le gustas, se le veía muy a gusto estando a tu lado.

—¿Gustarle yo? ¿A Cedric? No lo creo—Contesté riéndome.

—¿Por qué no? Tú lo has dicho antes, os lleváis muy bien.

—Sí, nos llevamos bien pero solo somos amigos. Además, él ya está saliendo con alguien.

—Pensaba que Cho Chang y Cedric ya no eran nada—Dijo extrañada, recordando los días en los que Cho parecía muerta en vida. Tiempo después se extendió el rumor de que Cedric había roto con ella al poco de graduarse.

—Porque no es Cho o, bueno, eso creo. La verdad es que no me ha dicho quién es pero hoy estaba muy feliz mientras me hablaba sobre esa persona.

—Entonces supongo que no le gustas. Ahora solo me queda averiguar quién es la otra persona.

—¿La otra persona? ¿De qué hablas, Simone?—Pregunté extrañada.

—Las cartas que más recibes son de Cedric y de los gemelos Weasley. Te pones muy feliz tanto con una como con la otra así que he llegado a la conclusión de que te gusta alguno de los tres. Ya sé que no es Cedric y también sé que de los gemelos sólo uno firma las cartas así que solo me queda averiguar qué gemelo es—Su explicación me sorprendió, no esperaba que hubiese investigado tanto.

—¿Estás segura de que no eres de Ravenclaw?

—Soy demasiado vaga para ser de Ravenclaw pero me dio curiosidad el tema de las cartas y te observé un poquito. Ahora dime, ¿qué gemelo te gusta?

—Si has sido capaz de llegar hasta aquí, sabrás resolver el misterio final. Cuando lo descubras me avisas.

Levantándome del asiento salí del carruaje pues ya habíamos llegado a los jardines de Hogwarts. Mientras andaba escuchaba las quejas de Simone, quien andaba tras de mi camino al Gran Comedor para la cena.

—Al menos dame una pista, no seas tan mala.

—¿Una pista sobre qué?

La voz de Draco nos hizo detenernos. Simone, quien un rato antes me había alcanzado y se había puesto a mi lado, dio unos pasos atrás casi escondiéndose tras de mí. A pesar de que todo Hogwarts sabía de mi amistad con Draco, muchos de mis compañeros de casa se seguían asustando cada vez que aparecía.

—¿Por qué siempre apareces tan de repente? Parece que te pasas el día siguiéndome—Su repentino silencio me asustó, haciéndome pensar que realmente me seguía.

—No sabía que quien te gustase fuese uno de los pelirrojos.

—Stella, yo...te espero en el comedor, ¿vale?—Simone, sin esperar respuesta e incapaz de mirar a Draco, se fue. El tono duro con el que había hablado Draco debía haberla asustado y no la culpaba, Draco podía dar auténtico miedo cuando se lo proponía.

—¿De verdad has estado espiándonos?

—¿Quién es? ¿Quién te gusta?

—No voy a contestarte hasta que me contestes tú a mí. Y aun así ni siquiera debería contestarte, no es asunto tuyo. Cuando te dije que seríamos algo así como hermanos no era para que te comportases de esta forma.

—Que Sirius vaya a ser nuestro tutor legal ni tiene que ver con esto ni hace que seamos hermanos. No os he espiado, solo os acabo de encontrar y he escuchado parte de vuestra conversación. Ahora que te he contestado, ¿me vas a contestar tú o no?

—No. Te lo vuelvo a repetir, no es asunto tuyo. Tú mismo lo has dicho, no somos ni seremos hermanos, solo amigos así que no tengo porque darte explicaciones sobre mi vida privada.

Cansada de su actitud decidí marcharme. Apenas llevaba un par de pasos cuando su voz me detuvo de nuevo.

—El problema es que no quiero ser tu amigo y menos todavía tu hermano, lo que quiero es...

—Entonces olvídate de mí, no necesito ninguna amistad falsa.

Dolida por su respuesta no le dejé acabar la frase. A pesar de todas las peleas que habíamos tenido, consideraba a Draco un gran amigo, aunque por lo visto era solo una amistad unilateral. Dispuesta a no saber nada más de él me alejé sin dirigirle ni una sola mirada, pasando de largo el Gran Comedor y yendo directamente a mi habitación con la esperanza que mis compañeras estuviesen cenando y pudiese estar sola aunque fuese unos minutos.

Viviendo en el mundo de Harry PotterNơi câu chuyện tồn tại. Hãy khám phá bây giờ