Olvido

2.3K 252 36
                                    

— Tendrás que estudiar mucho— Me encontraba con la profesora Sprout. Tras pasar varias semana en San Mungo recuperándome me dejaron volver a Hogwarts. Tanto los Weasley como Hermione y Harry me dieron la bienvenida con alegría, incluso mis compañeros de Hufflepuff me hicieron una pequeña fiesta en nuestra sala común.

Debido a lo ocurrido decidieron suspender la tercera prueba, dando por finalizado el torneo y proclamando campeones a Cedric y Harry que compartían el primer puesto. Por desgracia yo me lo perdí, cuando anunciaron los ganadores seguía en el hospital por lo que los felicité nada más pisar Hogwarts.

— ¿Y si aun así no lo consigo?— Como había perdido gran parte del curso, Dumbledore junto a los profesores decidieron darme otra oportunidad, dejándome repetir los exámenes que no pude hacer.

— Dependiendo de cómo sea tu desempeño en lo que queda de curso podrás tener otra oportunidad después del verano, aunque tendrías que pasar todas las vacaciones estudiando. Pero tú por eso no te preocupes, eres una alumna brillante y estoy segura de que serás capaz de aprobar todo. Si tienes cualquier duda tus profesores estarán encantados de ayudarte— Me animó la profesora Sprout a la vez que me explicaba como haría los exámenes.

— Muchas gracias profesora. Prometo que daré lo mejor de mí para no decepcionarla— Me despedí de ella saliendo de su despacho.

Aprovechando que quedaban un par de horas hasta la cena recorrí los pasillos en busca de Draco, quería agradecerle por haberme ayudado. Le encontré poco después cerca de las Mazmorras, iba acompañado de Crabbe y Goyle de quienes se despidió nada más verme.

— Se te está pegando la obsesión de Potter por ser el centro de atención— Dijo Draco en cuanto estuvo frente a mí.

— Me tomaré eso como un "me alegro de que estés bien"— Le contesté con una sonrisa.

— Tampoco te creas tan importante. Por curiosidad, ¿a qué alumno se le ocurrió la brillante idea de hacerse pasar por ti? ¿Tan aburrida le parecía su vida que pensó que la tuya era interesante?— Me extrañaba que lo preguntase por simple curiosidad, siempre solía tener alguna otra intención pero no fui capaz de saber cuál era.

— ¿No te has enterado? No fue ningún alumno. Los culpables de lo que nos pasó al profesor Moody y a mi fueron un par de antiguos Mortífagos, al parecer querían vengarse de Harry y pensaron que yo era una buena opción para acercarse a él sin levantar sospechas— Esa era la versión que todo el mundo creía, aunque yo tenía otra forma de pensar.

— Eso te pasa por juntarte tanto con cara rajada y los inútiles de sus amigos— Como se había hecho costumbre en nuestros encuentros, Draco se fue sin despedirse. A pesar de los insultos que soltó hacia Harry y sus amigos pude ver que lo hizo más por acto reflejo que porque verdaderamente lo pensase pues al decirle que los culpables habían sido Mortífagos su rostro cambió, no supe diferenciar a qué pero me pareció ver decepción y tristeza.

Pasaron los meses y el curso terminó. Con ayuda de Hermione y Ginny, además de algunas clases particulares con ciertos profesores, conseguí aprobar todo sin necesidad de tener que estudiar en verano.

El profesor Moody no pudo dar clases, había estado mucho más tiempo que yo en ese baúl por lo que su recuperación fue más lenta. En consecuencia, fue el profesor Snape quien adaptando sus horarios terminó el curso dando tanto Pociones como Defensa Contra las Artes Oscuras, lo que le resultó totalmente satisfactorio.

Antes de marcharme de Hogwarts hasta el curso siguiente decidí ir a hablar con Dumbledore. Con todo lo ocurrido con el torneo y los Mortífagos apenas había tenido tiempo de hablar con él sobre mis sospechas respecto a Voldemort.

— ¿Puedo pasar?— Pregunté tocando la puerta suavemente con los nudillos. Nada más regresar de San Mungo, Dumbledore me había enviado una carta con la nueva contraseña para que hablase con él cuando las cosas se calmasen.

— Adelante Stella, ¿un caramelo de limón?— Me ofreció cuando me senté, cogiendo uno para él.

— Claro. Quería hablarle sobre algo que me comentaron Sirius y Remus cuando todavía estaba en San Mungo.

— Por supuesto. Soy todo oídos— Aceptó degustando su caramelo.

— Me dijeron lo que los Mortífagos le habían hecho a Harry antes de que los Aurores les arrestasen. Además de que alguien había profanado una tumba de un muggle casado con una bruja. Todavía no estoy segura, tendría que saber de quién era esa tumba pero es muy probable que todo esté relacionado— Expliqué muy seria.

— ¿Relacionado con qué, Stella?— Aunque su voz sonaba tranquila en sus ojos se podía ver que se temía lo peor.

— Traer de vuelta a Voldemort. Su plan original era llevar a Harry hasta el cementerio a través de la última prueba del torneo, por eso se hicieron pasar por el profesor Moody. En principio sería Pettigrew quien iba a estar allí y dar su mano para la poción pues se necesita algo del vasallo, ahora que él está en la cárcel supongo que algún otro Mortífago habrá tomado su lugar. Yo... lo siento mucho profesor Dumbledore, sino hubiese estado tan pendiente de mí misma todo esto no habría ocurrido— Bajé la cabeza intentando aguantar las lágrimas. Me había decidido a ayudar en todo lo posible a que la historia siguiese un rumbo más feliz que el que tenía y me sentía culpable por no estar consiguiéndolo.

— No es tu culpa Stella. En ningún momento decidiste venir aquí y, aunque nos eres de gran ayuda, no debes hacerlo todo tú sola. A partir de ahora deja que me encargue yo y tú intenta disfrutar de los años que te quedan en Hogwarts— Intentó consolarme Dumbledore— ¿Hay alguna otra cosa que quieras decirme?— Me preguntó viendo que no decía nada pero que tampoco me marchaba.

— En realidad sí— Me removí nerviosa en mi asiento. — El hechizo que me mencionó durante las vacaciones, el que me trajo hasta aquí. ¿Sabe si puede tener algún efecto secundario?— Pregunté preocupada.

— Como ya sabes no le dieron mucha credibilidad al primer chico al que se lo hicieron por lo que no hay constancia sobre posibles efectos. ¿Por qué? ¿Has sentido algo extraño?— Su rostro mostraba curiosidad a la vez que preocupación.

— Pues, es que durante el verano o mejor dicho durante el cumpleaños de Harry comencé a pensar en el mío y, le parecerá extraño pero, no recuerdo nada. No sé en qué fecha es y cada día que pasa recuerdo menos momentos. Tengo miedo de que el hechizo me afectase en algo y esté perdiendo la memoria poco a poco. ¿Eso es posible? ¿Un hechizo mal hecho puede provocarlo?— Estaba nerviosa. Ahora que sabía que no podría volver a ver a mi familia y amigos lo único que me quedaban de ellos eran mis recuerdos y si los olvidaba todos, no sabría qué hacer.

— La magia es un arma muy poderosa y de la que hay que tener mucho cuidado. Investigaré un poco más a ver si encuentro algo pero, hasta entonces, utiliza el diario que te regalé durante tus primeras Navidades. Apunta todo de lo que te vayas acordando y no te preocupes porque alguien lo pueda leer, el pequeño hechizo de invisibilidad no es el único método de seguridad que tiene— Me guiñó el ojo acompañado de una ligera sonrisa, logrando que me calmase un poco aunque no fui capaz de devolverle la sonrisa.



Viviendo en el mundo de Harry PotterUnde poveștirile trăiesc. Descoperă acum