Viviendo en el mundo de Harry Potter

Altercados

Habían pasado varios días desde el inicio del curso y, tal y como sospechábamos, no iba a ser un curso fácil para Draco y Theo. Nadie en Hogwarts sabía lo que estaba pasando puesto que los de Slytherin eran muy reservados, pero lo que sí intuía la gente era que algo muy malo debía estar ocurriendo en esa casa ya que habían visto como Draco y Theo estaban solos. Ningún Slytherin se acercaba a ellos e incluso Draco, que siempre había sido adorado por toda su casa, sólo recibía miradas de indiferencia e incluso desprecio.

Nadie habría sabido nunca lo que pasaba realmente si no hubiese sido por el acontecimiento que se estaba dando.

—No mereces estar en Slytherin sucio traidor —La voz de Pansy sonaba por todo el patio.

—Y eso lo decides tú, ¿verdad? —Aunque Draco parecía enfadado, hablaba con tanta calma que ponía nerviosa a Pansy. Theo, en cambio, parecía mucho más tranquilo pues a diferencia de Draco, que se había levantado al escuchar a Pansy, seguía sentado leyendo.

— ¿Quién te crees que eres para hablarle así? —Blaise, con voz furiosa, sacó su varita sujetándola con fuerza.

—Según ella, un traidor, aunque lo de sucio sobraba—Draco habló, sin prestar atención a las intenciones de Blaise.

— ¿Qué está pasando aquí? —La profesora McGonagall, tras ver el círculo de alumnos que se había formado, se acercó —Señor Blaise, espero que no tenga intenciones de usarla —Dijo mirando como la mano de Blaise sostenía con cada vez más fuerza la varita.

—No se preocupe profesora McGonagall, ya sabe que nos gusta ser el centro de atención—Theo, por primera vez en todo el altercado, se levantó consiguiendo apaciguar los nervios de la profesora con su voz calmada.

— ¿Estáis bien?—Pregunté preocupada una vez se dispersó el gentío.

— ¿Acaso crees que unas simples palabras nos van a acobardar?—Draco soltó su sonrisa sarcástica.

—No me refiero a lo de ahora. Si no a eso —Señalé sus rostros —, no sé qué clase de poción o hechizo habrás usado pero se está desvaneciendo —En su rostro empezaron a aparecer algunos moratones y heridas.

— Te lo vuelvo a repetir, no te preocupes —Con cierta irritación, se marchó dejándome sorprendida.

— ¿Stella, verdad?—Preguntó Theo mi nombre. Tras asentir, siguió hablando—Draco te tiene aprecio, eso se nota, pero no pretendas que te cuente todo lo que le pasa. Hay ciertas cosas que es mejor tener guardadas—Theo, a diferencia de Draco, no intentaba ocultar sus heridas ya que eran tan escasas que solo te dabas cuenta una vez estabas cerca.

—Pero alguien debe saber lo que os están haciendo. Si no yo, algún profesor.

— ¿Y qué crees que van a hacer? ¿Quitarles unos cuantos puntos, castigarles una semana? ¿Y luego qué? Tendrán aún más motivos para llamarnos traidores y en vez de parar, serán mucho más agresivos.

—Pero...

—Stella, esta es nuestra batalla, no la tuya. Sabemos defendernos, tú céntrate en que no te hagan nada a ti.

— ¿A mí? ¿Por qué iban a hacerme algo?

—No sé cómo, pero todo Slytherin sabe que tú y Draco os lleváis mejor de lo que nunca se han llevado un Slytherin y un Hufflepuff y que ahora hayas venido a ver cómo está Draco solo confirma sus sospechas. Ve con cuidado, no van a tener piedad con una Hufflepuff—Theo se fue, dejándome sola en mitad del patio con una sensación para nada agradable.

A lo largo de los días pude comprobar que Theo tenía razón. Ya no tenían heridas en el rostro pero se les notaba dolor en el cuerpo con ciertos movimientos. Draco no había vuelto a hablarme e incluso había llegado a evitarme y el resto de Slytherin me empezó a dar auténtico miedo. Jamás se habían acercado a mí pero las miradas y sonrisas que me lanzaban al cruzarnos me demostraban que no me tenían mucho aprecio.

— ¿Sabes Bloom, que a las serpientes les encanta ir de caza? —Me dirigía a la biblioteca cuando el grupo de Pansy me acorraló.

—Y he oído que los tejones son su comida favorita—Blaise, a su lado, sonrió.

—Gracias por la clase de biología, pero tengo que irme—Intenté pasar al lado de Pansy, dispuesta a ir a mi sala común, cuando su mano agarro con fuerza mi brazo.

— ¿Dónde crees que vas? No hemos acabado contigo —Pansy, con fuerza, me empujó hacia la pared haciendo que los libros que llevaba en los brazos cayesen al suelo y mi espalda chocase contra el muro de piedra.

— ¿Acaso no tenéis nada mejor que hacer? Dejadme en paz—Dije con una valentía que no sabía que tenía.

—Una Hufflepuff con complejo de Gryffindor, que divertido va a ser esto—Blaise sacó su varita, siendo imitado por el resto de su grupo.

— ¿Qué hacéis? —Daphne y Astoria aparecieron por el pasillo.

—Chicas, que alegría veros. ¿Por qué no os unís? Cuantos más seamos más diversión—Pansy dejó hueco a su lado con una sonrisa maliciosa.

—Creo que es mejor que la dejéis—Aunque Daphne habló sin mirarme, su hermana Astoria no apartaba los ojos de mí.

— ¿Estás protegiéndola? —Preguntó Blaise con furia.

—La entrada a la sala común de Hufflepuff está cerca y la profesora Sprout puede aparecer en cualquier momento—Con esas palabras, el grupo se dispersó dejando a Pansy cara a cara con Daphne.

—No has contestado a la pregunta—Tras un rato sin recibir ninguna respuesta desistió—. Id con cuidado Greengrass—Dirigiéndome una última mirada de asco, se marchó.

—Gracias por...

—No lo he hecho por ti Bloom. Si te hacen algo, sé que Draco saltaría en tu defensa y bastantes problemas tiene ya como para que te añadas tú—Compartiendo una mirada con su hermana se fue.

Viendo que Astoria no decía nada me agaché dispuesta a recoger mis libros, que salieron de mis brazos para acabar suspendidos en el aire. Al alzar la mirada vi que había sido Astoria con su varita.

—No esperes tener tanta suerte la próxima vez, apreciamos a Draco pero no somos tan impulsivas como él—Dejando los libros sobre mis brazos, comenzó a andar, siendo detenida por mi voz.

—Si tanto le apreciáis, ¿por qué dejáis que le pase todo esto?—Exclamé molesta.

—Porque aunque no quieras creerlo, la reputación importa.