Reunión

3.5K 363 19
                                    

Me dirigía al despacho de Dumbledore, había recibido una carta suya durante el desayuno en la que me pedía que nos reuniésemos.

-Buenos días a nuestra Hufflepuff favorita -. Dijo una voz detrás mía para unos segundos después tener a un par de chicos a mis costados.

-Buenos días chicos. ¿Cómo vosotros por aquí? Pensé que iríais a Hogsmeade -. Era la segunda salida a Hogsmeade y era extraño que los gemelos no fueran.

-Por supuesto que vamos a ir...-

-...pero antes necesitamos encontrar a cierta persona -. Dijeron mientras nos deteníamos en el pasillo.

-¿A quién? Quizás os pueda ayudar -.

-A Harry-. Respondió Fred.

-Pues no lo he visto. Pero me imagino que irá a la entrada para despedirse de Ron y Hermione. Por cierto, ¿para que le buscáis?-. Dije mirando un pergamino que se asomaba por la chaqueta de George.

-Solo queremos regalarle algo que creemos que le será de gran utilidad para las clases-. George escondió el pergamino a la vez que me lanzaba una sonrisa traviesa.

-Estoy segura de que a vosotros os a ayudado mucho,sobretodo en clase, ¿verdad?-Pregunté mientras se me dibujaba una sonrisa.

-En la clase, fuera de ella... no veo la diferencia -. Contestó Fred.

-Pues si queréis alcanzarle deberíais ir ya-. Un montón de alumnos se dirigían a la entrada del castillo emocionados con ir a Hogsmeade.

-Llevas razón. Adiós Stella-. Se despidió George empezando a andar.

-Ya nos veremos pequeña Hufflepuff-. Dijo Fred a su vez yendo detrás de su hermano.

Cuando ya se habían ido, me dirigí finalmente al despacho de Dumbledore. Al entrar, Dumbledore hablaba con Snape quien no parecía muy feliz.

-Lamento interrumpir director Dumbledore. Si quiere puedo volver más tarde-. Me encontraba de pie en la puerta sintiéndome avergonzada por haberles interrumpido.

-No se preocupe señorita Bloom. El profesor Snape me estaba comentando las ganas que tiene de volver a darle clases de oclumancia. Y supongo que usted también estará deseando volver a practicar-. Dijo Dumbledore mirándonos a Snape y a mi con una sonrisa.

Ninguno de los dos dijo nada. Yo porque seguía abochornada por lo ocurrido la última vez y Snape porque, por lo que creía, no estaba demasiado contento por tener que volver a soportarme.

- Me voy. Tengo muchas cosas que hacer -. Snape, que estaba de pie al lado del escritorio de Dumbledore, se dirigió a la puerta.- Empezaremos las clases a la vuelta de Navidad-. Y sin más, dejó la habitación cerrando la puerta tras de sí.

- Póngase cómoda señorita Bloom, ¿le apetece una taza de té?-. Una vez Snape se fue, me senté frente a Dumbledore.

- ¿ De que quiere hablar profesor? He venido lo más rápido que he podido-. Respondí aceptando el té.

- Es interesante observar cómo la aparición de una persona puede cambiar el rumbo incluso de las cosas más simples como lo son las diferencias entre dos adolescentes-. Al parecer Draco estaba teniendo un cambio más drástico de lo que yo me pensaba.

- Draco en ocasiones puede ser un poco...testarudo, pero no es tan mal chico. Su familia y su propia obstinación le llevarán a cometer errores en el futuro. Tendrá que vivir con el arrepentimiento durante el resto de su vida y... no creo que deba pasar por todo eso-.

- Su ambición por causas tan nobles como esta me ayuda a entender la indecisión que tuvo el sombrero con usted-. Dijo Dumbledore con una pequeña sonrisa.- La mente es como una bomba muggle. Si todo está tranquilo no pasará nada, pero el mínimo movimiento o presión puede hacerla estallar produciendo mucho daño a su paso-. No sabía si era porque Dumbledore supiese el funcionamiento de una bomba muggle o por lo acertada que había sido su comparación pero me había dejado con la mente en blanco por unos momentos.

Viviendo en el mundo de Harry PotterOnde histórias criam vida. Descubra agora