Capítulo 30

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Abrió sus ojos con torpeza, soñoliento y con pereza se incorporó en la cama de enfermería. Sus oídos captaban un leve sollozo al lado suyo y rápidamente volteo a ver de quién provenía ese lamentable sollozo, grande fue su sorpresa al ver a Usopp intentando parar su llanto.

Se removió entre las mantas por la culpa que sentía, recordaba lo antes sucedido; En cambio, captó la completa atención del Moreno, y sus miradas quedaron atrapados, sus ojos querían expresar las sinfín emociones que se desataban en sus interiores, queriendo expresar las de mil formas y aún cuando sus labios no se movieron en ningún momento, ambos sabían que muy en el fondo, eran correspondidos.

Pero aún sabiendo eso, aún cuando su corazón peleaba por luchar por ese sensación, dejaron de verse; La tensión en el ambiente podía cortarse fácilmente, y el silencio era muy incómodo, ninguno de ellos se atrevía a decir una palabra.

---Chopper... ---contra todo pronóstico, el primero en abrir la boca fue el Moreno, quien se moría de nervios---... Dijo que descansaras...

El rubio observaba el movimiento del Moreno, su pie izquierdo se movía demasiado, sus manos temblaban y sus ojos estaban inflamados de llorar. Quería decir algo, quería pedir perdón, quería que lo perdonara.

---Iré a revisar ---se levanto queriendo escapar, era un cobarde, lo sabia, pero aun sabiendo eso, no quería llorar frente a él--- volveré pronto, descansa.

Sus ojos captaban como el Moreno antes de irse acomodaba sus mantas, ojeaba cuidadosamente los ojos del contrario y le dolió verlos inflamados; Usopp se dio la vuelta y por inercia le cogió de un dedo con total delicadeza, con cuidado de no molestarlo, con cuidado de no lastimarlo.

---Yo... ¿Puedes quedarte un poco más?

Ansiaba ver la mirada del moreno, ansiaba ver todas sus facciones, pero no se atrevía verle los ojos, pues temía que todos sus pensamientos salieran a flote su vista. Veía sus pies, uno de ellos tenía una mancha de grasa, seguro temprano había estado en el taller, y quiso preguntarle qué nueva arma o algo más que eso se le había venido por la mente, quería escuchar su voz, sus deseos y ver sus ojos brillar al hablar de algo que le gusta; Se incorporó de forma que Usopp pudiera sentarse a su lado y palpó el espacio, con cuidado de no asustarlo.

Por fin reunió el suficiente valor para verle a los ojos pero los ojos del moreno eran confusos, no lograba comprenderlos. Pero sintió la duda en sus acciones, de sentarse a su lado, de sentir su presencia.

---Esta... bien...

●○●

---Yohohoho

En respuesta solo recibió un regaño en voz baja, entre tanto, Chopper cerraba la puerta de enfermería con cuidado. No quería que sus nakamas vieran que lo estaban espiando.

---Brook... ---susurro en voz baja con los brazos cruzados--- ¿Estás seguro de esto?

---Estoy seguro de dos cosas, Chopper ---explico en voz baja--- La primera es que soy solo huesos ¡Yohohoho! ---la mirada sería de Chopper lo interrumpieron, no tenía sentido del humor--- Y segundo, es el amor que tienen entre ellos.

El reno no artículo palabra, solo veía la puerta cerrada, quería entrar pero sabía que ellos necesitaban privacidad. Tal vez luego les daría esa platica.

---Chopper-san, usted es un genio ¡Yohohoho!

De cierta manera, la edad de Brook lo hacía más sabio o más tonto.

●○●

Había escuchado una vez de los labios de Robin la palabra "mutismo", era sinónimo de silencio. Y si tendría que usar una palabra elegante para nombrar esta situación seria esa, "mutismo". Era extraña, rara y sin necesidad de repetirla más de una vez. 

Sin embargo, si la situación era "mutismo" ¿qué hacía Sanji tocándole su mano? ¿Era alguna clase de anomalía causada por algún medicamento de Chopper? O ¿Estaba alucinando que el era una chica?

---Lo lamento tanto, Usopp. ---se tensó, la voz gruesa y determinada llegó a sus oídos, y el tacto en su mano no se detuvo--- Tú no eres Nami, jamás te compararía con ella, fue mi error.

Las lágrimas luchaban por salir de sus orbes, y veía borroso sus pies, no quería verlo a los ojos y decirle todos sus sentimientos, y tampoco quería que lo viera llorar más; Inhalo y exhalo más de una vez, queriendo relajarse.

---Esta bien, Sanji. Chopper me explico que tenias calentura y posiblemente fue una alucinación, comprendo perfectamente. ---estuvo bien se dijo, se escuchó bien--- Es más, no es para tanto ---se reía con falsedad mientras pensaba en una historia falsa para que ignorara la situación.

---No era una alucinación besarte, Usopp. ---su risa paró, y esta vez, sí le vio el rostro, no veía rastros de mentiras, y le aterro, pues no quería creerlo--- Ansiaba besarte.

Tenia que ser una broma estúpida, porque de no ser así, no sabia qué hacer ahora. Le recordó a las noches que por encimarse en el taller perdía la cena y se colaba en la cocina a ver si habían dejado algo, y Sanji allí estaba, calentando comida mientras le dedicaba una sonrisa. Le recordó a sus charlas nocturnas sin ningún tema importante, a aquellas miradas cómplices que se dedicaban bajo la oscuridad, a los detalles que se dejaban.

Estaba tan sumergido en sus recuerdos que no vio la tímida sonrisa de Sanji, su risueña sonrisa, sus mejillas pintadas de un color rojizo y un brillo especial en sus ojos, lucía igualito a un crío que acababa de cumplir una travesura.

Y se río, se rio de toda esa situación, avergonzado a Sanji en el proceso quien quería esconderse en ese instante. Y aún así, se siguió riendo, con todas las ganas posibles.

Usopp apoyo la frente sobre su hombro, riéndose. El aliento cálido traspasó la fina tela de la camisa blanca.

---¿D-De qué te ríes?

---De ti ---respondió con sinceridad mientras una pequeña lágrima caía por su mejilla, iba a limpiarla con su hombro pero el rubio se le adelantó borrando la con la punta de los dedos. El corrientazo que sintió era nuevo para ambos.

No se dijeron palabras, Usopp se incorporaba de nuevo para estar a la altura de Sanji, y sus ojos volvieron a fundirse. Y estuvo casi seguro de haber visto un chispazo en la mirada de Sanji.

---¿Crees que soy motivo de risa?

Sonrió, su pecho se sentía lleno de calidez, sentía una extraña sensación de hormigueo por la mirada del rubio y solo se atrevió a asentir.

---Tal vez

El rubio se acercó a su rostro, viendo sus ojos y sus labios con detalles, relamiéndose sus labios más de una vez, mientras una mano traviesa se posiciona en la mejilla del contrario.

---Tú no eres Nami, tú eres el Gran Usopp---podía sentir la calidez del aliento en su rostro, su rostro estaba rojo.

Alzo una de sus manos y las paso por detrás del cuello de Usopp para tirar de él y besarle de nuevo. Enterró sus dedos en el cabello del Moreno, creándole cosquilleo, su otra mano acaricia con delicadeza su mejilla, el contacto de sus labios le arrebata el aliento con cada caricia.

Porque eres mi nakamaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora