Capítulo 15

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¿Cómo logras ignorar el sentimiento que acoge tu pecho al ver a la persona que amas? ¿Cómo ignoras lo que te hace sentir con una misera mirada? ¿Con una simple sonrisa?

Nunca dijeron que amar era fácil, tampoco cuentan el dolor que sientes en la noche al estar en la oscuridad de la noche y llorar en la soledad. Lloras porque no sabes ya que hacer, ni cómo actuar. ¿Debería solo ignorarle? ¿Cómo hacerlo en este barco?

Está bien, que él no sienta lo mismo. Está bien, que él no la mire como ella la mira. Está bien, que él ni se entere de lo que ocasiona en la mente y corazón de la azabache.

Estoy aquí, rodeada de tantos libros, intentando buscar una fantasía que no existe. Rodeada de libros me busco, entre tantos escritores y palabras listas.

Le conté al mar cuanto te quiero, le conté lo ocasionas en mi corazón, le conté el dolor que siento cada vez que me doy cuenta que en tus ojos solo me miras con cariño, de hermana. Y el mar movió el barco, y no encuentro el porqué.

¿El mar está molesto de lo que siento? ¿Es porque soy un total cobarde? O ¿Es que hasta él sabe que yo no tengo a alguien destinando? ¿Qué el amor de mi vida son mis poneglyph?

Se que te has dado cuenta, me doy cuenta de que ahora me sigues con la mirada. ¿Te diste cuenta que intento sobrevivir a este amor donde no encuentro salida? O ¿Solo piensas que te ignoro?

---Bruja

Sonreí sin ver a la persona que me nombro, sé que es Zoro, como también sé que él está esperando que yo sea valiente y me declare a Franky, pero él debe entender que yo nunca he sido valiente.

---Ahora no, espadachín-san. ---le pedí, le suplique porque no quería ver los ojos de molestia en sus ojos, sé que estaba molesto de que yo me esconda.

---Te has enamorado de alguien que no te ama, Bruja ---me dijo y en su voz no había burla, solo compresión. Y lo mire, sus ojos irradiaban comprensión, irradiaban esa aura de que todo estará bien y no supe que decir--- Eso te convierte en alguien valiente o en verdad muy idiota.

Le sonreí, escondiendo mis ganas de llorar.

---Se que quieres llorar, está bien llorar. Pero por favor, no dejes que un chico te convierta en quien no eres.

---Pero, ¿Quién soy, espadachín-san?

---Eres la bruja más lista, eres quien hace que nuestro capitán no parezca idiota, eres quien logró sobrevivir desde que le dieron precio a tu cabeza. ¿Eso no te hace valiente? ---y lo abrace, porque mi nakama siempre estuvo ahí para mi--- Por favor no mojes mi camisa, no quiero tener que lavarla.

Y esta vez reí, estaba rodeada de buenos amigos, buenos nakamas. Y cuan feliz me hacía eso.

●○● 

--Aquí huele horrible ---opino Nami adentrándose a la habitación de los chicos, casi nunca entraba, pero necesitaba una camisa para Luffy--- ¿No conocen el aseo?

---¡Perdona, Nami-swan! ---gritaba con ojos en forma de corazón alrededor de la amante de las naranjas-- ¡Pero es que a Usopp se le exploto una de sus plantas!

---¡Ese idiota! ¡Sabe que no puede usar sus cosas aquí! ---se quejaba Nami mientras intentaba buscar una camisa de Luffy que no estuviera rota

---¡Es un idiota al perturbar el olfato de una bella dama! ---grito sin darse cuenta que Usopp venia entrando con una sonrisa junto a Chopper, la cual rápidamente fue borrada por el comentario del rubio

---¿Por qué soy idiota? ---pregunto sin entender el narizón, ignorando la punzada en su pecho

---Hiciste que mi Nami-swan tuviera un pésimo momento ---refunfuño el rubio antes de volver a ignorarle y correr hacia Nami, otra vez.

---Se que soy un maldito idiota, no hace falta que lo digas ---susurro saliendo de la habitación, últimamente había estado muy sensible.

---¿Qué dijiste, Usopp? ---grito el reno persiguiéndole, queriendo seguir jugando

---Me tiembla el cuerpo por el frio, mi sangre se puede congelar ---comento Brook buscando un abrigo entre la ropa que tiro Nami--- Espera, mi sangre no se puede congelar, ¡Porque soy puro hueso! Yohohohoho

---Malditos idiotas ---susurro sin ánimos de golpearle, al fin encontrando una camisa decente de Luffy--- ¿Dónde está Zoro?

---No sé, hermana ---respondió Franky bebiendo de su cola--- ¿Para qué lo quieres?

---Necesito que le ponga esto al idiota de Luffy

---Puedo ponerla yo, no tengo ningún problema

---Toma ---se la lanzo sin importarle que cayo lejos de Franky--- Y si lo ves, dile que le toca vigía

●○●

No escuchaba nada, ni podía abrir los ojos. Solo sentía como la brisa le llegaba su cuerpo ocasionando que su piel temblara por el frio.

En su mente no lograba ver nada, ya no veía a su hermano, mucho menos a sus nakamas. Ya no sentía paz, ni tranquilidad. Estaba inquieto, el recuerdo de la voz de Usopp le creaba un nudo en su garganta. Era su mejor amigo y no había estado para él.

Pero en este momento ya, solo pensaba en que quería carne, mucha carne. Y tenía frio. Sintió como le ponían una manta sobre su cuerpo. Era acogedor. ¿Quién había sido?

No miraba nada, ni escuchaba nada. Pero sintió el delicado toque en su mejilla, eran unas manos fuertes y calientes. Luego ya no sintió nada.

Se estaba desesperando. Pero sintió como le acariciaban su helada mano, era un toque lleno de cariño, estaba inmerso en el suave toque que no sintió como lo removieron hasta que sintió como la cama se hundía a su lado, había otro cuerpo a su lado. Transmitía tranquilidad, pero también temor, su cercanía era acogedora como desconcertante.

---Luffy ---sintió un leve escalofrió, su voz gruesa y llena de cariño llegaron a sus oídos. Le seguía acariciando su mano antes helada, mientras podía oler el acero, estaba tan cerca de aquella persona que podía oler el acero.

Sintió como aquella persona que olía a acero se levantaba. Al fin logro abrir los ojos, pero no vio nada.

Volvió a cerrar los ojos mientras se imaginaba quien había sido la persona que olía a acero.

Unos murmullos lo despertaron, había poca luz.

---¿Qué quieres, Franky? ---decía la voz cansada de Nami, había estado trabajando y quería descansar.

---¿No has notado a Robin un poco distante? ---decía la voz preocupada de Franky

---¿A qué te refieres?

---No la veo mucho a mis alrededores, solo va a la cocina a comer y luego va a la biblioteca. La he visto a altas horas de la noche leyendo...

---¿A qué quieres llegar?

---¿Está... ella mal?

---No sé a qué hora se ha estado durmiendo, si, a estado un poco más metida en la biblioteca. Pero entiende, ya van casi tres días donde Luffy ha pasado en cama, y todos estamos preocupados.

---Ella... Ella no ha ido al cuarto de desarrollo ---confeso el cyborg mientras intentaba encontrarle alguna explicación al comportamiento de la arqueóloga

---Tal vez solo contigo a estado distante ---opino la amante a las naranjas mientras negaba rápidamente--- Imposible, tú no le has hecho nada ¿O sí?

---No, yo soy súper inocente.

---Preguntémosle luego, ahora déjame descansar.

La peli naranja se largó dejando al cyborg solo, inmenso en sus pensamientos. ¿Había hecho algo recientemente? No, ya lo supiera.

¿Qué había hecho mal? No sabía nada, y la actitud de la azabache no le decía nada.

El mugiwara observo todo en silencio mientras volvía a cerrar los ojos. Estaba cansado.

Después de todo, volvió a sentir en su corazón dolor.   

Porque eres mi nakamaWhere stories live. Discover now