Porque eres mi nakama

Capítulo 12

---¡Yo soy suuuuper!

Un peli azul con peinado de piña, bailaba torpemente sobre la mesa del barco. Había bebido demasiado alcohol, y no estaba en las mejores condiciones.

---¡Yo soy el graaaan…. hip guerrero de hip…. los mares!

Un narizón estaba tirado en el césped falso con la cara llena de marcadores. Estaba muy, pero muy borracho. Esa noche en especial, había bebido todo el alcohol posible. No quería recordar nada, solo quería disfrutar el momento antes de volver a la realidad.

Un esqueleto dormía en una posición para nada cómoda, luego de haber sido retado por Usopp sobre hacer la pose de 45 grados, había quedado exhausto. Ya mañana le dolerían todos sus huesos.

---….

El pequeño reno yacía junto a la gata ladrona dormidos, estaban cansados. Dormían sobre los escalones con su ropa llena de dulce y alcohol. Un poco lejos de ellos, Law durmiendo, con la cara llena de marcador, creación hecha por Usopp y Franky antes de caer exhaustos. En su cara tenía escrito “Me gusta el pan” y “¿Me darías tu pan?”.

---Fufufu, clase fiesta se han liado ¿no crees, cocinero-san?

Un sonrojo poco notable se formó en las mejillas del rubio. Recordando la escena antes vivida, no quería ni recordarla. De tan solo recordarla, la vergüenza y pena salía a la luz.

---N-No se d-de que habla, Robin-chwan.

---Oh, ¿En serio? Perdona, si quieres te lo recuerdo ---una sonrisa llena de diversión se planteó en el rostro de la azabache--- Si no mal recuerdo, fuiste besado por…

---¡No! Por favor….

El rubio estaba desesperado, no quería recordar tal escena. Era algo tan vergonzoso y penoso. Gracias a los dioses de la cocina, ninguno de sus nakamas, además de Robin, lo habían visto o siquiera notado. Eso sería demasiado vergonzoso, y no quisiera ni ver la sonrisa burlona del idiota de musgo.

---¿Podrías olvidar ese momento, robin-chwan?

---Pero, cocinero-san. ¿Por qué haría eso? Dicen por ahí que “un beso entre amigos, refuerza la amistad”

---Refuerza la amistad mis cojones ---refunfuñaba el rubio olvidándose de la dama que tenía en frente---- Perdona, Robin-chwan. No quise decir eso.

---¿Crees que “él” lo recuerde?

---Claro que no, estaba borracho.

---Pero en el peor de los casos, tal vez no estaba tan borracho.

No quería pensar eso, no quería. “Él” ¿le había besado estando en sus cinco sentidos? No, claro que no. Era imposible. Tan imposible como que a el le gustarán los hombres, era algo tan asqueroso. ¿Un hombre y un hombre? ¡Por favor! Claro que una chica delicada, femenina, con una sonrisa, buen cuerpo y gracia era mucho mejor que un estúpido hombre.

---Iré a la cama, cocinero-san ---se levantó la azabache mientras le regalaba una sonrisa divertida--- Llevaré a Nami-san al cuarto ¿Te parece?

El rubio no dijo nada. La azabache con un movimiento de manos, surgieron más manos, las cuales cogieron a Nami y la llevaron al cuarto, junto a ella se llevaron a Chopper.

---Buenas noches, cocinero-san.

El rubio estaba más que confundido, estaba aterrado. Porque le había llegado a gustar el suave toque de los labios de “Él”. Solo estaba pasado de copas, se repita. Nunca le gustaría los labios de un chico, tal vez llevaba demasiado tiempo sin pasar junto a una dama, se repetía.

Pero no lograba convencerse. A pesar de las veces que se repetía lo que el creía.

Pero, ¿Y si el tampoco sabía que era lo que quiera?

Pero, ¿Tenía que saberlo?

●○●

Con un poco de esfuerzo, Sanji había dejado a los idiotas de sus nakamas en sus hamacas, estaban todos más para allá que para acá.

Sanji vio por un momento el cielo, tenía unas una lucha de sentimientos en su interior.

La alegría de que su capitán estaba bien.

El saber que la persona que le daba notas era una chica.

El saber que alguien no lo miraba como una falla.

Y el momento vergonzoso que había vivido.

Era un sentimiento lindo, él se sentía bien. Se sentía muy bien y eso le aterraba, porque él siempre dañaba lo bueno en su vida. 

Ignoro ese sentimiento, todo iba bien ¿cierto?

Siguió limpiando la mesa y noto una pequeña nota, estaba húmeda.

“Buenas noches”

Sonrió sin titubeos, podría acostumbrarse a las notas.

●○●

Esa noche Robin vio como el rubio se adentraba al cuarto de chicos con una sonrisa. Ella había salido de su habitación para despejar su mente, no lograba conciliar el sueño.

Flashback

---¡Hermana! ---grito Franky con las mejillas rojas gracias al alcohol.

A pesar de que casi no bebía sake ya que prefería la cola, el cyborg había bebido por lo tensa que había sido esa semana. Quería relajarse.

---Dime, Carpintero-san ---le sonrió un poco nerviosa la azabache por la cercanía del cyborg

---¡Esta noche te ves jodidamente hermosa, Hermana! ---grito con una gran sonrisa el cyborg, sorprendiendo a la azabache--- La luz de las estrellas te hace bien, Robin.

Sin más que decir, el cyborg se alejó para seguir cantando con el esqueleto.

Dejando a una sorprendida azabache, con un corazón acelerado y un sonrojo poco visible.

FIN DEL FLASHBACK

Estaba confundida, muy confundida.

¿Franky estaba interesado en ella? O ¿Sólo había sido el alcohol?

Más que confundida, estaba nerviosa.

De que aquel atrevimiento sea producto del alcohol y que luego todo sea normal, como siempre.

No podía soportar algo así otra vez, ella sola se hacia esperanzas y no quería sufrir, suficiente había sufrido ya.

Ya había sido suficiente.