Porque eres mi nakama

Capítulo 23

Algunos tenues rayos de luz se filtraron en la cocina creando una atmósfera agradable, pero lo que en verdad iluminaba la cocina era la gran sonrisa del cocinero del barco. Sus movimientos eran delicados y ligeros que parecía hasta estar flotando, sus pies se movían tan rápido y elegantemente que parecía irreal pero su sonrisa era tan brillante que era lo que más resaltaba de él.

Su camisa blanca parecía casi transparente porque estaba lleno de sudor, y no porque hubiera una gran temperatura en la cocina, sino que había pasado bailando durante bastante tiempo siendo presentes solo las ollas y la oscuridad de la cocina.

Estaba emocionado y no podía ser menos porque estaba decidido a que ese día hablaría con Nami-swan y Robin-chwan sobre las notas. Estaba con una gran sonrisa en su rostro al tan solo imaginar la cara de sorpresa de sus chicas al saber que él ya sabía todo.

Así que sí, bailaba de felicidad en su cocina, esta había sido presente de cada instante de los sucesos sucedidos hasta hace poco. ¿Pero por qué pensar cosas incómodas? ¡Hoy era el gran día! Por fin una de sus chicas le había prestado atención, una de ellas le amaba...

¿Amor? ¿En qué estaba pensando?

Tan solo imaginar la sonrisa picarona de Nami al decirle que todo había sido una broma lo derrumba, le destrozaba todas sus ilusiones. ¿En verdad habría alguien que en verdad le querría?

El quería pasear de la mano con su chica por el barco, prepararle los mejores postres, llenarla de halagos, llenar su rostro se besos y probar sus labios. Quería abrazarla hasta que se cansase de ser abrazada, acompañarla viendo el mar, luchar junto a ella en las batallas, alzar la al cielo mientras le expresaba cuanto la quería.

Y jamás podría olvidar demostrarle cuanto le quería todos los días, mediante palabras y acciones, para que ella jamás se sintiera sola, insegura, triste. Sabia que no podía prometerle una vida feliz, porque la felicidad era efímera pero sí podía prometerle intentar alegrar su día cada instante.

¿Pero cuando el quería iba a hacerse?

¿Por qué no podía haber el pude? Yo pude hacerla sonreír suena mucho mejor que decir él quería hacerla sonreír.

●○●

---Quiero carne

---Tsk ---se quejó mientras se levantaba--- No te muevas

Olía a alcohol, y a metal. Miro como se iba rápidamente, intentando no perderse en el camino.

Se sentía en el limbo, sin dolor, sin tristeza, pero tampoco con felicidad. No tenía ganas de hacer algo, pero no entendía porque se sentía así.

---¿Por qué...?

Se preguntaba por qué sentía que ya nada tenía sentido, que los sueños de antes perdieron color. Pero era imposible, él... él estaba bien, físicamente. Estaba muy bien.

---Esto es un poco que quedo del almuerzo... ---le entrego Zoro intentando ocultar la suciedad de su camisa.

Anteriormente, cuando había ido a pedirle comida al estúpido cocinero, se le había negado, alegando que las chicas tenían que ser las primeras que probaran sus manjares. Pero su capitán quería comida, necesitaba comida. ¿Y quién era él para negarle el antojo a su capitán?

Así que, como un ladrón, le había cogido un pedazo de carne grande pero antes de irse el cocinero le había dado una patada directa a su estómago, no la pudo evitar, de ese modo, botaría el pedazo de carne destinado a su capitán, a su "amor".

---¡Gracias por la comida! ---con rapidez el azabache se comió la carne, el mayor no pudo evitar sonreír, le encantaba ver la cara de satisfacción del azabache

---Dentro de poco llegaremos a tierra ---le comento el peli verde intentando crear una plática, quería... quería hablar con él--- ¿Qué piensas hacer?

---¡Pues claro que a tener una nueva aventura! Shishishishi ---sonreía con su tan conocida sonrisa, el corazón de el peli verde latía con fuerza--- Que pregunta es esa shishishi

Estaba avergonzado el peliverde, que tonto había sido.

---¿Irás... Irás... sólo?

Al decir eso, Zoro desvió su mirada a la ventana que había en la pequeña habitación, no quería ver que Luffy mirara su sonrojo, mucho menos ver la sonrisa de tonto de su capitán.

---¿Quieres ir conmigo?

Su corazón ya no podía más, latía fuertemente, latía rápidamente, bombeando sangre a cada segundo.

---¿Quieres... que vaya contigo?...

---¡Pues claro! Será divertido shishishi

Su sonrisa era tan sincera, que sintió los tan llamados "mariposas en el estómago" pero en su lugar, sentía como se desataba una lucha de katanas en su interior.

---Para... ---tosió, no quería que Luffy viera ese lado de él--- Para mí está bien

---¡Muy bien! Shishishi

Sin previo aviso, el monito se tiro al cuello del peliverde, cogiéndole fuertemente, exhalando su olor, le estaba comenzando a gustar el olor del metal... y al alcohol.

●○●

A la vista de todos, todo seguía como siempre. Pero no era así, así que Brook se esforzaba con su música, intentando que alguien sonriera, al menos una persona. Pero el aire era tan denso y espeso.

La lluvia caía, como si de lágrimas trataran, se miraba tan oscuro y triste el día, no parecía un día como otros, donde jugaban bajo la lluvia y peleaban con lodo, en cambio, estaban todos adentro, no queriendo mojarse un pelo. Todos tomaban una deliciosa taza de chocolate caliente, mirándose, analizándose, sin decir una palabra, intentaban encontrar las palabras adecuadas para que Luffy se sintiera cómodo porque extrañamente él no había dicho una palabra luego de aparecer de la mano de Zoro.

---Sencho-san

La primera en hablar fue Robin, claramente le importaba la comodidad de su capitán, pero ante todo estaba la seguridad mental de este.

---¿Qué pasa, Robin? Shishishi ---sonreía como si no pasara nada, pero Robin, siempre tan perceptible, noto que no era honesta.

---¿Está bien?

Esas simples palabras, tan sencillas pero llena de anhelo, de cuidado, de preocupación, de añoranza. Todos intentaban no mirar a Luffy, no quería que se sintiera hastiado, obligado a responder.

---No

Y Luffy como un total mal mentiroso, decidido a decir solamente la verdad, tan franca y dolorosa, sin pizca de arrepiento.