Capítulo 38: Confabulación

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El hermano mayor de los Higurashi me hace una seña con su cabeza para que vayamos a hablar fuera de la cabaña una vez que terminamos de comer. Ambos nos levantamos del suelo y salimos para retomar aquella conversación quedó inconclusa, los demás solo susurran cosas que no logro entender.

Lo seguía en silencio, su caminar era elegante y distinguido, se notaba que provenía de una familia noble. Como comentó Hakuryu, él se convertiría en algo así como un señor feudal. Tenía las características de un verdadero príncipe. Me sentía diminuta a su lado. La diferencia de clases era casi palpable.

Es una persona demasiado extraña, por fuera se veía frío y calculador, como su antepasado, sin embargo, por dentro era cálido y sonriente como su hermano menor. Esas dos naturalezas se mezclaban para crear a una persona misteriosa en su totalidad. Era imposible saber qué pasaba por su mente. Un completo enigma.

Una vez lejos de la casa y de la aldea se detuvo, tenía muchas preguntas para hacerle pero solo una salió de mi boca.

Sango: ¿Cómo lo supiste?

~Hakuryu

Me sorprendió ver que esos dos se fueran juntos. Era bastante sospechoso ¿De qué tienen que hablar con tanta urgencia? ¿Cuándo se volvieron tan cercanos?

Kagome: ¿Y eso qué fue?

Shippo: ni idea —se encoge de hombros.

Inuyasha: ojalá que ese tonto no se esté aprovechando de la tristeza de Sango para coquetear con ella.

Hakuryu: no lo creo capaz, va en contra de su “código de caballero” —traté de defenderlo.

Eran tres reglas básicas: No mujeres casadas, ni tristes, ni borrachas. No sé si eso es bueno o malo, solo es. Al menos tenía sus límites.

Miroku: —serio— se ve que son unidos.

¿Por qué lo dice como si le diera rabia?

Shippo: —canta— Miroku esta celoso, Miroku esta celoso, Miroku esta celoso, Mirok... —el monje parándose lo interrumpió.

Camina hacia la salida y se detiene en la puerta.

Miroku: iré a rezar por los que murieron.

Inuyasha: —burlándose— con esa cara de demonio enojado vas a asustar a las pobres almas —el pervertido le lanza una piedra a la cabeza— ¡Oye, sabandija! —quiere ir tras él.

Kagome: calma, Inuyasha, calma —lo detiene sujetando su oreja.

No puedo creer que su excelencia se sienta celoso de mi hermano ¿Será porque le roba mujeres para conquistar o porque le gusta la exterminadora? Solo el tiempo lo dirá.

Por mientras acaricio a la poderosa gata en mi regazo, hasta ella se veía triste por la aparición de Kohaku.

~Sango

El joven tardó un poco en contestar, fue como si estuviese buscando la mejor respuesta para darme.

Rukawa: es lógico ¿Para qué otra cosa tendría a tu hermano si no fuera para chantajearte? Lo que no sé es que te pidió a cambio de él.

Su deducción no podía estar más en lo cierto. Lo sentía como un adivino capaz de leer hasta la mente de los demás, al menos mis pensamientos los oía claramente.

Sango: tengo que robar a Colmillo de Acero y dárselo —le confesé sin más preámbulos.

Él solo frunce el ceño, como si mis palabras no le causaran mayor impresión.

InuYasha A Través Del TiempoWhere stories live. Discover now