Capítulo 22: Regreso

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~Hakuryu

Ha pasado poco más de una semana desde que volví a la época actual. Se sienten como unas pequeñas vacaciones, siendo de mucha ayuda para ordenar mi vida un poco. Logré ponerme al corriente con algunas materias de la escuela, pasar más tiempo con mi familia y mejorar mis habilidades en el combate gracias a los entrenamientos con mis amigos. Sin embargo, me preocupa todavía no tener noticias sobre el estado de Kagome. De todas maneras, me mantengo fiel a mi palabra de esperar hasta que ella venga a buscarme.

Hoy sábado nos visitan mi padre y Rukawa. Como imaginé el dueño de la compañía está furioso conmigo por obvias razones.

Toka: ¡Ahora si voy a matarte! —me persigue por todo el templo— ¡Ven aquí, pequeño demonio!

Hakuryu: ¡Perdóname! —corrí hasta mamá y la usé como escudo humano— ¡Sálvame, mami!

No puedo sonar más infantil que eso.

Naomi: Toka, deja al niño tranquilo —le reclama.

Me encanta como mamá reafirma mi inmadurez, nótese el sarcasmo.

Toka: ¡Él es quien se escapa con sus amigotes por días y falta a la escuela!

Tendría un buen punto si eso fuera verdad.

Naomi: —sin tomarlo en cuenta— ven, hijo, ayúdame a preparar el almuerzo.

Toka: lo consientes mucho, Nao —le reclama.

Mamá solo lo ignoró, estoy seguro que si la historia que le contaron a mi padre ocurriese en la vida real ella estaría completamente de acuerdo con mi ejecución.

Me alegra que mis padres a pesar de estar separados se lleven bien, prácticamente son como dos amigos. Eso hablaba muy bien de ambos, que resolvieran sus diferencias para tener una buena relación por el bien de sus hijos.

La sigo en silencio hasta la cocina, en la mesa estaban sentados mis hermanos. El mayor le enseñaba a jugar en la Nintendo Switch al menor. Debo aceptar que se veían muy tiernos de esa manera. Celebraban eufóricos las victorias y sufrían con lágrimas las derrotas.

Rukawa: ¿Qué tanto miras, cara de lagartija?

Definitivamente no extrañaba eso. Siempre tan antipático la copia del demonio blanco.

Hakuryu: nada, solo me admiraba de tu fealdad —le respondí.

Él solo me fulmina con la mirada y sigue jugando con Sota.

Luego de preparar el almuerzo nos sentamos a comer todos juntos. Fue una plática divertida sobre el futuro. Hasta ahora no había pensado en qué estudiar cuando saliera de la escuela y fuera a la universidad, no era una pregunta que me hiciera muy a menudo. La única respuesta que pude dar fue un “no lo sé”. Tenía otras prioridades 500 años en el pasado.

La tarde pasó tranquila hasta la noche, se cumplía otro día normal y cotidiano sin ninguna señal de la azabache.

Mi papá y hermano se fueron temprano porque Rukawa tenía una cita más tarde. Pobre chica. Y a juzgar por la expresión y el apuro del señor Higurashi seguramente él también saldría con alguien después. Ya era una total costumbre verlo partir al encuentro con alguna hermosa mujer.

La noche estaba tranquila, ya tenía puesto mi pijama para ir a la cama, me estaba cepillando los dientes en el baño cuando escucho su dulce voz llamándome desde afuera. Me enjuagué lo más rápido que pude y salí corriendo escalera abajo. La encontré en la entrada de la casa con una gran sonrisa. Estaba bien, a salvo, ver su rostro fue como despertar de una horrible pesadilla, el sol al final de la tormenta.

InuYasha A Través Del TiempoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora